Wednesday, April 16, 2014

Ucraina - for debate - ¡FUERA IMPERIALISTAS! DE UCRANIA, CRIMEA Y DE TODO EL MUNDO UOC Colombia

 


En menos de un mes, los imperialistas han legalizado su política de intervención y anexionista en Ucrania: el 22 de febrero los gobiernos imperialistas de la Unión Europea y Estados Unidos ungieron en la capital Kiev un gobierno neonazi, y el 18 de marzo el gobierno imperialista de Rusia firmó el tratado de anexión de la Península de Crimea a la Federación Rusa. No por primera vez Ucrania es desgarrada por la opresión y explotación extranjera. Ya en la segunda mitad del siglo XIX fue desmembrada entre el Imperio Austro-Húngaro y el Imperio Zarista, justo cuando el modo de producción capitalista socavaba en ambos imperios los pilares fundamentales del viejo modo de producción feudal, y el capitalismo mundial hacía tránsito a su fase de decadencia y descomposición: el imperialismo.
La intervención extranjera y anexionista actual en Ucrania, ocurre en ésta, la fase final de la existencia del capitalismo, cuando los países imperialistas instigan, arman, lanzan guerras de agresión y de rapiña por nuevos repartos del territorio mundial ya repartido; cuando la distinción esencial en el mundo imperialista es su división en un puñado de países opresores, explotadores, imperialistas, y una inmensa mayoría de países oprimidos y explotados; cuando la crisis económica del capitalismo mundial indica que es ya insoportable la contradicción antagónica entre el trabajo de la sociedad y la apropiación privada en manos de una minoría parasitaria, y debe ser expropiada de los medios de producción para ser devueltos a toda la sociedad. Estas son las condiciones en las cuales el proletariado y el pueblo ucraniano en general, son pisoteados, humillados, explotados, lanzados a la fatalidad del despido masivo por paro forzoso de la producción cuyo efecto inmediato es el incremento del hambre, las enfermedades, la miseria, base material y verdadera de la indignación popular y de las protestas masivas contra los gobernantes.
La intervención extranjera y anexionista actual en Ucrania, hace parte de la subyugación y explotación de los países oprimidos por los países imperialistas, bajo la forma de dominación semicolonial caracterizada por el reconocimiento formal y jurídico de la igualdad e independencia de los países, pero en los hechos dependencia económica y política, donde el yugo más abominable es el del capital financiero, combinado y reforzado con el colonialismo abierto de la invasión y ocupación militar imperialista. Los acontecimientos en Ucrania lo comprueban de manera trágica para el pueblo y aleccionadora para el proletariado internacional y los pueblos del mundo. La “solución” ofrecida por los imperialistas es la misma dada a Grecia, Irlanda, Hungría, Portugal: más impuestos, más recortes sociales, más explotación, más represión.
La crisis social en Ucrania muestra unas facciones oligarcas poseedoras de fabulosas fortunas a costa de la explotación del trabajo en las grandes propiedades y empresas estatales otrora socialistas, convertidas en su negocio y propiedad privada, y que hoy son todas facciones corruptas, reaccionarias, tiránicas, explotadoras, aliadas a uno u otro bando imperialista.
La crisis política en Ucrania deja en cueros los reales intereses imperialistas, donde todas las potencias (Unión Europea, Estados Unidos, Rusia, China…) muestran en los hechos que sus discursos en defensa de la democracia, la libertad y la independencia, son huera palabrería acomodaticia, hipócrita, desvergonzada, tanto para encubrir sus verdaderos intereses económicos de lucha por posesionarse las fuentes de materias primas, saquear los recursos naturales y superexplotar la enorme fuerza de trabajo de ese país; como también para disfrazar la disputa política y militar del “corredor ucraniano” entre Asia y Europa, de importancia estratégica para el dominio de la gran zona geopolítica del Este europeo y establecer enclaves militares en preparación para una guerra mundial imperialista.
Hipocresía desvergonzada de los países imperialistas occidentales que dicen “oponerse a los gobiernos impuestos por la fuerza” y “respetar la voluntad de las urnas”, cuando en los hechos urdieron el complot para usurpar la dirección de la rebelión popular con escuadrones neonazis armados y entrenados por ellos para cambiar el tirano “elegido” en 2010 por otro tirano a su servicio, al propio tiempo que desconocen la “decisión electoral” del 16 de marzo de separar la Península de Crimea. Hipocresía desvergonzada del imperialismo ruso, opresor semicolonial de Ucrania, que mientras ahora reprocha la intervención imperialista occidental, hace lo propio por el oriente donde siempre ha tenido la base de la Flota del Mar Negro en Sebastopol, y cuya ocupación militar de hecho, convirtió en un adorno el “referendo electoral”.
Fariseos y mentirosos son los imperialistas estadounidenses y europeos quienes hoy condenan la separación de Crimea cuando ayer, en el 2008 tramaron separar a Kosovo del territorio de Serbia, porque le servía a sus intereses. Fariseos y mentirosos son los imperialistas rusos quienes han reprimido a sangre y fuego todo intento separatista de Chechenia, pero hoy reconocen la separación de Crimea, porque en realidad es genuino anexionismo imperialista de la Península.
Falsarias son todas las potencias imperialistas proclamadas defensoras de la paz, cuando ayer lanzaron su máquina de guerra contra los pueblos de Irak y Afganistán, y hoy en el perímetro de Ucrania despliegan sus armas nucleares, las mismas que prohíben a países como Irán y Corea del Norte, pero las toleran en Israel el perro de presa norteamericano en el Oriente Medio.
Los obreros y campesinos deben saber que también existió otra Ucrania, la Ucrania Soviética fundadora y partícipe de la gran Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas URSS, cuyo nombre corresponde al gigantesco avance logrado por la sociedad a partir de Octubre de 1917 cuando triunfó la Revolución Bolchevique en Rusia, inauguró la Era de la Revolución Proletaria Mundial, enseñó al proletariado de todos esos países a luchar no aliado a la burguesía de «su» nación, sino contra la burguesía de todas las naciones; acabó la lucha fratricida entre las naciones uniendo a todos sus pueblos en la gran causa común de construir el Socialismo. Y lo hizo posible porque en todas las naciones de la Unión entre ellas las de Ucrania, se derrocó al gran Imperio Zarista aboliendo la dominación nacional rusa, se derrocó el poder de los terratenientes suprimiendo su dominio y explotación sobre los campesinos siervos, se derrocó el poder capitalista de la burguesía aboliendo la esclavitud asalariada. Esa fue la obra imborrable del Poder de los Soviets de obreros, campesinos y soldados, como forma del nuevo Estado de Dictadura del Proletariado, odiada y difamada por los imperialistas, porque será esa la fuerza organizada de clase que les dará sepultura para siempre.
La contradicción intermonopolista e interimperialista manifiesta hoy en Ucrania, divide y debilita al imperialismo, enemigo común de todos los pueblos, naciones y países oprimidos. Su división es una reserva indirecta favorable para la Revolución Proletaria Mundial, en la cual, con seguridad volverán a ser protagonistas los comunistas, el proletariado y las masas populares del inmenso país ucraniano, ante quienes vuelve a plantearse la misión cumplida en el siglo pasado: unión del proletariado de todos los países y unión de los pueblos y naciones, contra el imperialismo y todas las clases reaccionarias que acaparan las riquezas producidas por la sociedad y la naturaleza, y solo dispensan guerra, sangre, muerte, ruina y destrucción.
¡Viva la Revolución Proletaria Mundial
Contra el Imperialismo y Todos los Reaccionarios!
Comité Ejecutivo
Unión Obrera Comunista (MLM)

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