Los partidos comunistas no son entes cerrados que puedan permanecer completamente ajenos a una sociedad que vive en el capitalismo. Sus militantes son bombardeados continuamente por ideas conservadoras, y las contradicciones de la vieja sociedad inevitablemente se transmiten dentro del partido.
No es de extrañar entonces que las tradiciones y el fundamentalismo religioso se cuelen en su seno. Ya sea de forma consciente o inconscientemente, los miembros del partido comunista no terminan de romper con las ideas reaccionarias. Así en diversos partidos comunistas el papel de la mujer es testimonial, el chovinismo se hace presente…
Contra estas desviaciones hay que ofrecer lucha ideológica, crítica y autocrítica para vencer las líneas burguesas que se presentan. Una de las actuales desviaciones es la pervivencia de la homofobia de una manera más o menos abierta, llegando a veces a teorizarse que la homosexualidad es una ideología pequeño burguesa. Una elección individual reformista que busca adaptar el estilo de vida al capitalismo con el fin de superar las diferencias sociales entre los dos sexos, esquivar las relaciones de opresión y dominación de un sexo por el otro.
La homofobia más o menos encubierta dentro de un partido de vanguardia es síntoma que los huevos del fundamentalismo religioso de derechas han penetrado en él. Ésta línea reaccionaria olvida la cita de Engels respecto la libertad sexual: “Las relaciones entre los sexos tendrán un carácter puramente privado, pertenecen solo a las personas que toman parte en ellas, sin el menor motivo para la injerencia de la sociedad”
A continuación pueden leer la traducción del primer capítulo del libro “Out of the Red Closet” de Kasama Project. Un interesante texto que narra en primera persona las experiencias de Libri, una lesbiana comunista, dentro del PCR-EEUU.
Sus experiencias y mensaje son especialmente esclarecedores.  Muy significativa es su reflexión final en la que señala: “…También estoy escribiendo esto porque siento que es una historia que nos previene para nuestro futuro común – porque en el vientre del dogmatismo, la ignorancia y la arrogancia, incluso los revolucionarios pueden hacer cosas horribles. Debemos ser conscientes de lo mucho que a menudo permanecemos atrapados en las visiones del mismo sistema que buscamos derrocar. Necesitamos ver con qué facilidad nos ponemos, a veces, como árbitros del bien y del mal -a menudo con poca investigación o análisis serio – posando, quizás, como revolucionarios o científicos, pero en realidad simplemente reflejando puntos de vista atrasados que son bastante comunes en la sociedad que nos rodea.”
Sin más que añadir aquí tienen el artículo “Mi vida en un armario rojo por Libri”: https://drive.google.com/file/d/0BzzjMOD40hCWeVFtRXU4QzVuWWs/view?usp=shar ing