Proletarios
y pueblos oprimidos de todo el mundo, unios!
Abajo
el
reparto
imperialista en Siria!
Viva
la
Guerra
Popular de
los pueblos de todos los países!
“
Combatir
el imperialismo y la reacción sin combatir inseparablemente el
oportunismo no es más que la fraseología hueca.”
Lenin
La
nación siria está sufriendo una sangrienta guerra imperialista de
saqueo y reparto
en la forma de una guerra civil. Las fuerzas armadas del régimen de
Assad y el auto-titulado “Ejército
Libre
de Siria”
son los contendientes de
esta
disputa interimperialista por el
territorio sirio. Siria se convirtió entonces en una nueva trinchera
de la resistencia antiimperialista mundial y
en
el nuevo enclave de luchas inter-imperialistas.
En
las condiciones actuales en que se desarrolla esta lucha, cualquier
resultado no traerá
ningún progreso para el pueblo y la nación siria, sólo
profundizará
la dominación imperialista sobre el país, la opresión sobre
el
pueblo.
Y
la
intervención independiente y organizada de las masas armadas
ni siquiera se
ha esbozado por falta de una vanguardia proletaria mínimamente
compuesta.
La
revuelta
que estalló en marzo de 2011 fue una insurrección espontánea de
las masas contra un régimen fascista encabezado por Bashar al Assad,
y fue
parte
de la ola abrumadora de rebeliones populares que surgieron en todo el
norte de África y Oriente Medio. La rebelión de las masas estallo
en
estos países, aunque
de forma
espontanea, sin contar con
una
dirección proletaria, todas
tenían
la misma raíz, eran
luchas antifascistas,
antimperialistas
y antifeudales.
Esta
rebelión es una justa
rebelión
contra un
régimen burocrático-comprador
siervo del
imperialismo, principalmente ruso,
controlado desde hace décadas por la dinastía Assad.
El
Imperialismo
yankee
se aprovechó de esta situación, como
lo hizo en todas las rebeliones de los países árabes, para
manipular la lucha de las masas, desviándolas
del camino revolucionario, y
para
garantizar sus intereses en la región. Los servicios de inteligencia
de las fuerzas de la coalición imperialista formaron
y armaron un
ejército de mercenarios llamado
“Ejército Libre de Siria-ELS”,
comandado
directamente por sus agentes con el fin de cambiar el régimen sirio.
Con eso,
los USA quieren
dislocar
el control ruso sobre
Siria, rompiendo las
relaciones de esta con
el Hezbolá,
rodear y aislar a Irán, preparando el terreno para atacarlo.
Todo
este complejo plan
en curso
en
el
Oriente Medio y en
norte de
África hace
parte de su nueva guerra de
reparto imperialista
contra
los pueblos.
El imperialismo yankee,
en
la
condición de ser
todavía
la única superpotencia hegemónica en el mundo declararon su
objetivo de crear un mapa de un "Nuevo Oriente Medio", es
decir, un Oriente Medio totalmente controlado por los USA,
sin la influencia e interferencia de otras potencias imperialistas y
principalmente
sin
la resistencia popular armada de las masas.
En
torno
a la profunda
y prolongada crises
del
imperialismo, golpeado
por los
pueblos del mundo, en
particularmente
en el frente central de su guerra en Irak y Afganistán y por
las guerras populares
en la
India, Filipinas, Perú y Turquía, con su hegemonía cuestionada
por
la
pugna inter-imperialista,
los
Yankees se encuentran cada vez más al
borde
de una escalada de guerra sin precedentes .
En
este contexto, los acontecimientos en Siria son en primer lugar y
principalmente, parte de
la contradicción entre pueblos/países
oprimidos
y las potencias imperialistas; en segundo lugar, la contradicción
imperialista pudiendo se convertir en contradicción principal. Esto
ocurre principalmente a través de la lucha por el control de las
colonias y las
semi-colonias,
acumulando y pudiendo
conducir
a la confrontación directa, en forma de nueva guerra imperialista
mundial.
Assad:
un
régimen fascista
lacayo
del imperialismo
Assad
y su régimen están siendo hoy
glorificados
por parte
de la
"izquierda" oportunista y revisionista que los caracteriza
como una fuerza nacionalista, los campeones del
anti-imperialismo y de la
democracia, opuestos
a
las monarquías reaccionarias de Qatar, Arabia Saudita y Jordania.
Estos revisionistas están
de acuerdo con el negro papel desempeñado
por los
revisionistas sirios, que en su mayor parte constituyen el
régimen de Assad, a través del autollamado
"Frente Nacionalista Progresista".
La
naturaleza del Estado
y régimen
sirios
no
es diferente de otros estados en el Oriente Medio (inclusive
las monarquías reaccionarias de Qatar, Arabia Saudita y Jordania).
Todos son países semi-feudales y semi-coloniales, dominados por el
imperialismo y sus lacayos, por
la
gran burguesía
compradora-burocrática y los terratenientes. Las diferencias entre
ellos son la forma de gobierno (regímenes
demoliberales o abiertamente
fascistas) y a
cual potencia imperialista están sometidos (principalmente
Rusia o USA),
por lo tanto, no hay diferencia esencial entre ellos.
El
régimen
de la
dinastía Assad
también
no representa
el ascenso de las fuerzas de la burguesía nacional (mediana
burguesía). Bashar al Assad, como Muammar Gadhafi de Libia a su
tiempo, y Mahmoud Ahmadinejad de Irán, representan la gran burguesía
local, especialmente su fracción burocrática, sirvientes
y completamente
sometidos al imperialismo.
El
régimen de la dinastía Assad tiene sus orígenes en el ascenso del
Partido Baath al poder en 1963, pero principalmente
con el golpe
de Estado en 1970, dirigido por Hafez al Assad, padre de Bashar.
Estos eventos están comprendidas en el contexto político del
movimiento del Tercer Mundo y el pan-arabismo dirigido por David
Gamal Nasser de Egipto. Este movimiento se produjo en el momento del
ascenso de las luchas armadas de liberación nacional
en África, Asia y América Latina, en los años 1950, 1960, 1970.
En
este momento, mientras la
social-imperialista
URSS y el USA
competían por el
resto del mundo como sus áreas de dominación e influencia,
mientras se unían
para luchar contra la revolución con la tesis de la la transición y
coexistencia
pacífica, la
China
socialista
animaba y
apoyaba
las
fuerzas revolucionarias de todo el mundo. Esta
situación creó la
abertura para
que las fuerzas de las clases nacionales pudieran
ascender y promover una serie de medidas de
carácter
democrático-nacional.
De
manera general
la conducción de estos procesos, por falta de dirección proletaria,
pronto
fue hegemonizado por
la
gran burocratico-compradora,
aliada
del
latifundio semifeudal y sirviente del imperialismo, traicionando las
aspiraciones democráticas revolucionarias de las masas e impulsando
la via burocrática reaccionaria del capitalismo
burocrático. Después de la liberación de la dominación colonial
de las potencias europeas, transitaron
al dominio semicolonial de la socialimperialista
URSS - que les dio la falsa etiqueta de "socialista",
"popular" o "anti-imperialista" - apoyada
internamente en la
gran burguesía
burocrático-compradora en alianza con el latifundismo.
El
régimen de Hafez al Assad sólo se establece de hecho después de la
muerte de Nasser, con lo
cuál
había roto años atrás y después
de deshacerse
de las fuerzas más
a la izquierda
dentro del partido Baath de Siria. Este cambio significó la derrota
de las posiciones de la burguesía nacional y el predominio de su ala
derecha encabezada por la gran burguesía burocrática, ya sometida
a los intereses del socialimperialismo soviético.
Para
ganar prestigio entre el pueblo, en 1968, poco antes de su golpe de
Estado, Hafez al Assad intentó
afirmar
que el Partido Baath era marxista y dijo
apoyar
al pueblo palestino. Sin embargo Hafez era
General y
Ministro
de
Defensa cuando
Israel ocupó las
Colinas del
Golán en Siria en 1967, y suspendió toda la ayuda a los palestinos.
Cuando la masacre de palestinos en Jordania en 'Septiembre Negro' de
1970, el ejército sirio miró
atenta y pasivamente
al
genocidio contra el pueblo palestino. Sólo un mes más después,
Hafez Assad dirigió un golpe de Estado
y arrestó a todos los líderes de
la llamada ala
izquierda del Partido Baath.
Las
fuerzas armadas reaccionarias
sirias, después del golpe de 1970, comenzaron
a desempeñar un papel central en la llamada
"construcción de la nación", del
nuevo régimen. Las fuerzas armadas fueron el componente clave para
el impulso del capitalismo burocrático. A diferencia de establecer
regímenes soberanos y democráticos, lo
que
se estableció allí fue
un
régimen burocrático-feudal de tipo fascista.
Este
proceso está en la raíz de los antiguos regímenes de Libia con
Gaddafi, de Irak con
Saddam Hussein y de
Siria
con la familia Assad, entre otros. Estos procesos no destruyeron
el latifundio, no confiscaron
el capital de la gran burguesía liberando a estos países de la
dominación imperialista, sino que sólo pusieron
en el
centro del poder del aparato estatal a la gran burguesía local, bajo
la hegemonía de una de sus fracciones,
principalmente la fracción burocrática (fracción más vinculada a
la industria y al
aparato estatal)
y siempre en alianza con los terratenientes, en sustitución de la
antigua dominación colonial europea por el nuevo dominio
semicolonial, especialmente de
la URSS social imperialista.
Con
el fin de la URSS socialimperialista a principios de 1990, se
intensificó la lucha inter-imperialista en Siria a través de la
lucha entre las fracciones
de la gran
burguesía. El régimen de Hafez al Assad inicialmente se
acercó de
Francia y después
de USA,
intercambiando
sus
intereses por los acuerdos con
los nuevos amos imperialistas yankees,
que
con
el fin de que la URSS habían
pasado a
la
condición de superpotencia hegemónica única. En
el momento de la
invasión de Irak en la "Guerra del Golfo" por el
USA
de Bush padre
en 1991, proclamando su "Nuevo Orden Mundial", Hafez al
Assad apoyó la invasión yankee
con
las tropas sirias.
Siria
se convirtió entonces
en un punto clave
de la
estabilidad
política en la región, ya que servía
al
imperialismo para controlar
el Líbano,
ocupado por sus tropas desde 1974, y también para controlar la
resistencia palestina en el sur de Líbano (una región controlada
por Hezbolá tras la expulsión de sionistas en 2000), donde Siría
hacía
un doble juego, ya que esta región nunca se convirtió realmente
en una base de la resistencia palestina.
Con
la subida
al poder de
Bashar al-Assad en 2000, la fracción compradora de la gran burguesía
ganó
fuerza y pasó
a la condición de hegemonía en el gerenciamiento del
Estado. Hace dos años, Bashar liberalizó el sector bancario y
permitió
que otros
bancos extranjeros invertieran en Siria y que las empresas
extranjeras invirtieran
a través de los bancos.
El nuevo reparto de
Siria: un nuevo capítulo de la guerra imperialista
Con
el ‘11 de septiembre’ el imperialismo yanqui inició una nueva
ofensiva contrarrevolucionaria de carácter general, bajo el signo de
la ‘Guerra al terror’. Entre sus objetivos, como parte del
reparto del mundo está el de construir un “nuevo mapa del Oriente
Medio”. El imperialismo yanqui hace mucho necesitaba de una nueva
orden en toda la región bajo su completa hegemonía, para así
profundizar y ampliar el pillaje contra los pueblos. Para eso era
preciso desmantelar la orden de las cosas en esta región. La
invasión de Irak en 1991 y la acción del revisionismo soviético
con Gorbachov a la cabeza, conduciendo al fin de la URSS
socialimperialista, marcaron el inicio de la ofensiva
contrarrevolucionaria de carácter general y convergente del
imperialismo y revisionismo. Se desencadenó una ofensiva ideológica
anticomunista, se decretó el ‘Fin del Comunismo’ y el ‘Fin de
la Historia’; llevó el revisionismo armado en América Latina a la
capitulación de los ‘Acuerdos de Paz’ y dio pesados golpes sobre
la revolución en Perú.
Sin
embargo toda esa marea reaccionaria y contrarrevolucionaria no fue lo
bastante para liquidar la condición imperialista de Rusia que se
recuperó de forma relativamente rápida. Ya en la primera década de
2000 Rusia se restauró económica y políticamente, teniendo como
base su condición de superpotencia nuclear y sus reservas
petrolíferas. Retomó el papel activo en la defensa de sus zonas de
influencias en el Este Europeo y Oriente Medio y pasó a la
contestación abierta de la hegemonía yanqui en el mundo. La China
socialimperialista penetra sobre vastas áreas de influencia yanqui
en el Pacífico, dominando comercial y económicamente, rivalizando
seriamente con USA en diferentes partes del globo. De ahí la
necesidad para USA de desencadenar una nueva ofensiva y el '11 de
septiembre’ fue, a propósito, el pretexto para nueva invasión de
Irak, derrumbar el régimen de Sadan, invadir y ocupar Afganistán, y
declarar la ‘Guerra sin fin’ para preparar el terreno para
desestabilizar los regímenes fuera de su dominio.
Según
el ex comandante general de la OTAN, el norteamericano Wesley Clark,
en noviembre de 2001, un oficial del alto comando de las FFAA de USA
le informó que los planes de agresión a Irak estaban siendo
discutidos “como parte de un plan de campaña de cinco años, y
había un total de siete países, comenzando por Irak, a continuación
Siria, Líbano, Libia, Irán, Somalia y Sudán".
Así,
dos ejes de la confrontación interimperialista van conformándose,
uno reuniendo Rusia, China, Irán, Siria, Corea del Norte, Venezuela
y otros, en parte organizados en la Organización de Cooperación de
Xangai, y por otro USA, Inglaterra y demás países de la OTAN
(Organización del Tratado del Atlántico Norte).
En Oriente Medio, región
donde estas disputas se están dando directamente en el campo de
batalla, el imperialismo ruso, con la aprobación tácita de China, y
aprovechando las complejas contradicciones en la región, encabezó
un bloque, con Irán, Siria, Hezbollah (y, a través de este, Líbano)
y posteriormente Hamas, para contrarrestar la ofensiva yanqui en la
región.
En
este juego de intereses imperialistas Turquía se posicionó como un
‘caballo de Troya’, emprendiendo un alejamiento planeado de
Israel en los últimos años para funcionar como un interlocutor de
los intereses del imperialismo yanqui en la región. Papel este que
se hizo explícito en el conflicto sirio. Francia actúa cada vez más
activamente en connivencia con el imperialismo yanqui para no
quedarse fuera del botín.
Bashar
al Assad intentó de todas las formas establecer canales secretos con
Israel, USA y Turquía. Assad estaba dispuesto a vender Irán, Hamas
y Hezbollah en pago de apoyo y estabilidad. Esto queda claro en la
declaración de Bashar al Assad en la ocasión de los acontecimientos
del ‘11 de septiembre’ de que para él este “fue una buena
oportunidad. La necesidad de cooperar era muy patente y era en
nuestro interés. También fue una buena manera de mejorar
relaciones”. Basta decir que USA, de igual manera que hizo con la
Libia de Kadafi, recurrió frecuente y ampliamente a las mazmorras
sirias para torturar los prisioneros de su ‘guerra al terror’.
El
asesinato del primer ministro de Líbano Hafik Hariri fue un divisor
de aguas para los planes de intervención yanqui en Siria/Líbano.
Independientemente de quien fue el autor del asesinato, favoreció
los planes del imperialismo. Después de la muerte de Hariri, Bush
afirmó que Siria estaba en descompás con el progreso del “nuevo
gran Oriente Medio”.
Assad
intentó negociar a cualquier costo
con USA. Según informaciones de los círculos de inteligencia
imperialistas, Assad habría suministrado a los servicios de
inteligencia de Francia la localización de Kadafi (a través del
número de celular de satélite que usaba para comunicarse
directamente con Assad), resultando en la captura, tortura y
asesinato de Kadafi.
Esto
Assad habría hecho en pago de garantizar por algún tiempo la
“estabilidad” en Siria. Assad está dispuesto a vender todo y
todos para permanecer en el poder, sin embargo su permanencia no
interesa más a USA, que se ve confrontado no por Assad y su régimen,
pero por la influencia rusa en aquel país y región.
En
una alusión a una nueva guerra imperialista mundial, esta vez contra
USA, durante las celebraciones de la victoria sobre el nazi fascismo
en 2011, Vladimir Putin dijo que Rusia debería estar lista para
aceptar un nuevo sacrificio. El presidente ruso Dimitri Medvedev dijo
que los rusos no estaban dispuestos a una “solución Libia” en
Siria.
La
farsa del "Ejército Libre de Siria"
La
intervención en Siria como en Libia se ajusta al nuevo modelo de
"guerras asimétricas" dentro del concepto de "guerra
de baja intensidad". Los EE.UU., ante una ola de revueltas
populares, vio una oportunidad, a través de una compleja gestión de
la guerra de baja intensidad, lanzar más cortinas de humo y
"legitimar" con la máscara de la defensa la democracia y
de los derechos humanos más una agresión más contra el pueblo,
establecer nuevos regímenes títeres y justificar la ocupación y la
dominación de las naciones.
En
Siria ya se está llevando a cabo a través del farsante ‘Ejército
libre Sirio’ al mando de oficiales de Arabia Saudita (en realidad
agentes de la CIA) y financiado con dinero de Qatar. El "ELS"
recibe armas de diferentes orígenes desde de la base de la OTAN en
Adana en Turquía. Todo el trabajo de los servicios de inteligencia
de la CIA y el MI5 inglés se transmite al comando militar turco para
pasar a los "ELS" en forma de órdenes de combate.
Ya
la preparación para una intervención directa que se ha hecho a
través de un campo de entrenamiento integral que se había
establecido en Jordania. La llamada Operación Eager Eagle 2012
(Águila Ansiosa 2012) han participado más de 12.000 soldados de 18
países, bajo el mando de un general de las Fuerzas Especiales de
EE.UU. (EE.UU. Defense News, 15 de mayo de 2012). Estas fuerzas
cumplen con dos objetivos: fomentar las fuerzas de la oposición
interna, y anunciar a las otras potencias de la posibilidad real de
una intervención directa.
El
resultado de la situación en Siria será crucial para los planes de
dominación del imperialismo de USA. Los USA. están planteando las
cosas de la siguiente manera: Rusia acepta reducir su influencia en
el país o estarán fuera (sin ninguna influencia). A pesar de una
tendencia a la rendición rusa frente a la ofensiva yanqui pueda
predominar, estos episodios están comprendidas en el amplio contexto
de la acumulación para la III Guerra Mundial imperialista.
Derrotar a la guerra imperialista con Guerra Popular
En
medio de la crisis profunda y prolongada del imperialismo y las
nuevas guerras de rapiña los yanquis principalmente llevan al mundo
a una militarización sin precedentes. Y en un intento desesperado de
superar los imperialistas logran no más que profundizar todas las
contradicciones fundamentales de la época, la contradicción entre
naciones / pueblos oprimidos y de las potencias imperialistas, la
contradicción entre los países imperialistas y la contradicción
entre el proletariado y la burguesía, siendo principal la primera.
El
Presidente Mao dijo: "La ley del imperialismo es provocar
disturbios y fracasar, otra vez causando disturbios y fracasar de
nuevo, se convierten en la causa de los disturbios para poner fin a
su caída. A su vez, la ley del pueblo es luchar de la gente y
fracasar, luchar de nuevo y volver a fracasar, volver a luchar hasta
su total triunfo".
Y el
tema de la lucha contra el imperialismo plantea dos problemas
capitales para su realización consecuente sobre todo para su
triunfo. La primera es con respecto a su dirección, su carácter de
clase proletario necesariamente, como el Presidente Mao demostró
"Toda la historia de la revolución prueba que, sin la dirección
de la clase obrera la revolución fracasa y que con la dirección de
la clase obrera, la revolución triunfa. En la época del
imperialismo, ninguna otra clase en cualquier país puede liderar una
revolución a la victoria. Prueba claramente el hecho de que han
fracasado todas las numerosas revoluciones dirigidas por la pequeña
burguesía y la burguesía nacional. "(Sobre la dictadura
democrática popular). El segundo problema se refiere a la forma de
educar a las masas sobre la manera revolucionaria, la lucha contra
todo oportunismo. La historia de las revoluciones en todo el mundo,
sus triunfos y derrotas, demuestran plenamente la afirmación del
gran Lenin de que tratar de combatir el imperialismo y la reacción
sin combatir inseparablemente el oportunismo no es más que la
fraseología hueca.
Pero
incluso si las rebeliones en África y Oriente Medio carecen de una
dirección proletaria, estas luchas forman parte de la hoguera de la
lucha de clases, crean un terreno favorable a surgir y forjar sus
vanguardias revolucionarias. Es necesario que los revolucionarios de
todo el mundo, como deber indispensable, desenmascaren las gestiones
de oportunismo / populismo (entre muchos gobiernos, como, Assad,
Kadafi, OLP, Cristina Kishiner, Chávez, Morales, Correa, Dilma /
Lula, Mujica etc.). Elevar la lucha anti-imperialista y fortalecer la
alianza obrero-campesina, combatiendo el imperialismo y toda la
reacción, bien como sus gestiones de turno, ya sea los de la derecha
declarada, sea los de fachada de la "izquierda",
"socialista" o "popular "y todo oportunismo.
Toda
la experiencia de los recientes revueltas de los pueblos árabes, así
como de los regímenes de Sadam, Kadafi y Assad han demostrado el
hecho de que sin la lucha contra todo revisionismo y el oportunismo,
la lucha contra el imperialismo y sus lacayos no es más que un mero
juego. Que no se puede forjar el movimiento revolucionario de masas
verdadero, convirtiendo estas revueltas en presas fáciles a la
manipulación de la reacción. Toda la experiencia de los recientes
revueltas de los pueblos árabes ha demostrado la verdad de que sin
destruir toda la vieja maquinaria estatal, especialmente las fuerzas
armadas y construir en su lugar un nuevo Estado de Nueva Democracia a
través de las masas armadas organizadas en ejército guerrillero
popular y sostenido en la amplia movilización de las masas en un
frente único revolucionario, que reúna las clases revolucionarias
que conforman la gran mayoría de la nación, es imposible garantizar
cualquier transformación.
Es
decir, que sin una vanguardia revolucionaria proletaria que impulsa
este proceso, cualquier movimiento de masas, por muy radical y
tormentosa que sea, está obligado a renunciar a su liderazgo y el
fracaso. Este es el punto nodal sin el cual no puede haber proceso
revolucionario.
Para
esto es necesario para constituir y / o reconstituir partidos
marxistas-leninistas-maoístas militarizado, desarrollar un ejército
guerrillero popular, sostenido en un frente único de obreros,
campesinos, pequeña y mediana burguesía, que desencadene la guerra
popular prolongada para derrocar el poder de los terratenientes, de
la gran burguesía y el imperialismo, fundar en todo el país una
República Popular de Nueva Democracia, pasar al socialismo y a
través de sucesivas revoluciones culturales proletarias transitar al
luminoso comunismo.
"O
la revolución conjura la guerra imperialista o la guerra
imperialista agita la revolución!"
Presidente Mao Tsetung
¡Abajo
el revisionismo y el oportunismo! ¡Viva el
marxismo-leninismo-maoísmo!
El
imperialismo y todos los reaccionarios son tigres de papel!
¡Abajo
la guerra imperialista! Viva la Guerra Popular!
Frente
Revolucionario de Defensa de los Derechos del Pueblo
Brasil,
diciembre 2012.
No comments:
Post a Comment