El pasado 22 de julio el Tribunal
Superior de Montería declaró ilegal la huelga que protagonizaron los
obreros dirigidos por Sintracerromatoso —del 14 de abril al 1 de Mayo—
para impedir la imposición de la jornada laboral de 12 horas.
¡Aquella fue una huelga justa! logró frenar temporalmente la voracidad de la imperialista BHP Billinton quien pretende aumentar sus ganancias a costa de la vida de los obreros, que en el transcurso de 30 años han engordado las arcas de los capitalistas con más de 9 billones de pesos. Sin embargo, la justicia al servicio del capital se hace vocera de la empresa alegando que la huelga no fue pacífica, cuando fue el Estado, por petición de la compañía imperialista, quién en una actitud guerrerista y terrorista, envió las tropas durante la huelga.
Pero nada más puede esperarse de la justicia de los ricos y de un gobierno como el de Santos que, como todos los anteriores, ha aumentado la superexplotación con la legislación antiobrera, ha dado mayores concesiones a las grandes compañías imperialistas para que sigan sembrando a su paso destrucción, desolación, ruina, y muerte como lo hace Cerromatoso S.A. destruyendo la naturaleza, quitando la vida a los obreros que producen su riqueza y matando a las comunidades aledañas, pues la explotación indiscriminada y sin controles técnicos causa alergias en la piel y cáncer, daña los pulmones y genera trastornos genéticos.
La sentencia del Tribunal Superior de Montería deja en claro a quién sirve la ley burguesa y el papel que cumplen los tribunales, de ese instrumento de la dictadura de los capitalistas llamada Estado; pero también es una muestra del revanchismo y el odio de los explotadores, ensañados ahora con los trabajadores que se atrevieron a desafiarlos, al punto que no bien se pronunció el Tribunal y la empresa vuelve a la carga para imponer la jornada de 12 horas.
Estos hechos indican que los obreros y el pueblo no pueden hacerse ilusiones en la ley burguesa ni en las palabras de los gobernantes como Santos que habla de paz y de justicia, de progreso y equidad, pero arremete con saña contra los obreros y el pueblo en general. Bien dice el dicho que la ley es para los de ruana y que las palabras de los de arriba no son más que mentiras y demagogia, pues su único interés y su razón de ser es defender los privilegios de quienes viven del trabajo, el sudor y la sangre ajena.
La inclusión de ministros supuestamente obreros en el Gobierno de los capitalistas, como es el caso de Luis Eduardo Garzón en la cartera del trabajo, solo es un truco para refinar el engaño, adormecer la conciencia, ahogar y desviar la lucha de los trabajadores contra sus enemigos. ¿Qué ha dicho y qué puede hacer el ministro Garzón sobre la declaración de ilegalidad de la huelga? Nada.
¿Qué dijeron los burócratas dirigentes de la CUT, central a la que pertenece Sintracerromatoso? Casi nada: una declaración cobarde lamentando que el “derecho a la huelga volvió a tener otro revés en Colombia”. Una actitud coincidente con su actuación durante la huelga frente a la cual no promovió ninguna acción de apoyo o solidaridad, a la que silenció haciéndose cómplice de los atropellos de los explotadores, a pesar de que cuenta con una fuerza considerable de afiliados y millonarios recursos. ¿Qué ha dicho la burocracia de las centrales patronales CTC y CGT?: Nada en absoluto. Y no podía ser de otra forma porque el papel de la burocracia de las centrales sindicales es servir a los capitalistas con el engaño de la conciliación de clases y dividir y aislar la lucha de los obreros. Pero además, es la consecuencia natural de su compromiso con el Gobierno de Santos que ayudaron a reelegir.
¿Qué dijeron los representantes de la llamada izquierda frente al atropello? Muy poco, solo reclamos lastimeros de uno que otro politiquero sobre la violación de la constitución política y los convenios internacionales de la OIT sobre el derecho de asociación y huelga. Nada que pueda preocupar a los explotadores, pues los jefes de los partidos reformistas de la llamada izquierda solo cumplen el papel de adorno formal, de “oposición” dicen, a la dictadura criminal de los ricachones.
Para el proletariado, la declaratoria de ilegalidad de la huelga de los valientes obreros de Cerromatoso es otro toque de clarín, un nuevo desafío y otro acto de guerra que se suma a la declaración de inconstitucionalidad del paro del magisterio y la petición de Acerías Paz del Río de declarar ilegal un bloqueo de los trabajadores en protesta por un despido masivo: ¡los capitalistas quieren más, vienen por las principales conquistas obreras y solo con la lucha directa y organizada se pueden impedir sus siniestras intenciones!
¡Quieren cortar de tajo los derechos de asociación y huelga y los obreros no pueden permitirlo! Por eso los compañeros de Sintracerromatoso necesitan ahora la solidaridad de sus hermanos en todo el país, pues esta es una batalla de toda la clase obrera. Se necesita de la movilización de los trabajadores y la presión de todo el movimiento sindical para echar atrás el fallo del Tribunal Superior de Montería e impedir que este despropósito se siga propagando y extendiendo. Se requiere además la denuncia y las acciones que pongan al descubierto el carácter de clase de los tribunales burgueses.
Se necesita de la acción mancomunada de todos los trabajadores para impedir que se generalicen las decisiones declarando ilegal toda acción y manifestación que busque oponerse a los abusos de los capitalistas. Y ello solo puede hacerse pasando por encima de la burocracia de las centrales, tomando la iniciativa desde la base y con completa independencia del Estado y de los politiqueros, de tal forma que en el transcurso de la lucha misma se avance en la construcción de las nuevas federaciones regionales que den vida a una Central Sindical que sí represente los intereses de los trabajadores.
Se necesita ¡Reconquistar el Derecho a la Huelga con la Huelga Misma! Ejerciéndola de hecho como lo hicieron los compañeros de Sintracerromatoso en abril, como lo hicieron los corteros de caña en el Ingenio Risaralda a principios de año, como lo hicieron los obreros petroleros en Campo Rubiales en el 2011, como lo hicieron los corteros de los ingenios en el Valle del Cauca en el 2005 y 2008, como lo han hecho los maestros y los propios trabajadores de la rama judicial en los últimos tiempos… como lo ha hecho siempre la clase obrera y lo corrobora la experiencia de su movimiento en Colombia y en el mundo.
Se necesita ir más allá de la huelga permitida en la letra de la ley; se trata de una lucha que enfrenta a la clase obrera contra la clase de los capitalistas y por ello hay que recurrir a la Huelga de Solidaridad para hacer valer los intereses comunes de los trabajadores, frente a los intereses también comunes de los explotadores representados en el Estado.
¡Aquella fue una huelga justa! logró frenar temporalmente la voracidad de la imperialista BHP Billinton quien pretende aumentar sus ganancias a costa de la vida de los obreros, que en el transcurso de 30 años han engordado las arcas de los capitalistas con más de 9 billones de pesos. Sin embargo, la justicia al servicio del capital se hace vocera de la empresa alegando que la huelga no fue pacífica, cuando fue el Estado, por petición de la compañía imperialista, quién en una actitud guerrerista y terrorista, envió las tropas durante la huelga.
Pero nada más puede esperarse de la justicia de los ricos y de un gobierno como el de Santos que, como todos los anteriores, ha aumentado la superexplotación con la legislación antiobrera, ha dado mayores concesiones a las grandes compañías imperialistas para que sigan sembrando a su paso destrucción, desolación, ruina, y muerte como lo hace Cerromatoso S.A. destruyendo la naturaleza, quitando la vida a los obreros que producen su riqueza y matando a las comunidades aledañas, pues la explotación indiscriminada y sin controles técnicos causa alergias en la piel y cáncer, daña los pulmones y genera trastornos genéticos.
La sentencia del Tribunal Superior de Montería deja en claro a quién sirve la ley burguesa y el papel que cumplen los tribunales, de ese instrumento de la dictadura de los capitalistas llamada Estado; pero también es una muestra del revanchismo y el odio de los explotadores, ensañados ahora con los trabajadores que se atrevieron a desafiarlos, al punto que no bien se pronunció el Tribunal y la empresa vuelve a la carga para imponer la jornada de 12 horas.
Estos hechos indican que los obreros y el pueblo no pueden hacerse ilusiones en la ley burguesa ni en las palabras de los gobernantes como Santos que habla de paz y de justicia, de progreso y equidad, pero arremete con saña contra los obreros y el pueblo en general. Bien dice el dicho que la ley es para los de ruana y que las palabras de los de arriba no son más que mentiras y demagogia, pues su único interés y su razón de ser es defender los privilegios de quienes viven del trabajo, el sudor y la sangre ajena.
La inclusión de ministros supuestamente obreros en el Gobierno de los capitalistas, como es el caso de Luis Eduardo Garzón en la cartera del trabajo, solo es un truco para refinar el engaño, adormecer la conciencia, ahogar y desviar la lucha de los trabajadores contra sus enemigos. ¿Qué ha dicho y qué puede hacer el ministro Garzón sobre la declaración de ilegalidad de la huelga? Nada.
¿Qué dijeron los burócratas dirigentes de la CUT, central a la que pertenece Sintracerromatoso? Casi nada: una declaración cobarde lamentando que el “derecho a la huelga volvió a tener otro revés en Colombia”. Una actitud coincidente con su actuación durante la huelga frente a la cual no promovió ninguna acción de apoyo o solidaridad, a la que silenció haciéndose cómplice de los atropellos de los explotadores, a pesar de que cuenta con una fuerza considerable de afiliados y millonarios recursos. ¿Qué ha dicho la burocracia de las centrales patronales CTC y CGT?: Nada en absoluto. Y no podía ser de otra forma porque el papel de la burocracia de las centrales sindicales es servir a los capitalistas con el engaño de la conciliación de clases y dividir y aislar la lucha de los obreros. Pero además, es la consecuencia natural de su compromiso con el Gobierno de Santos que ayudaron a reelegir.
¿Qué dijeron los representantes de la llamada izquierda frente al atropello? Muy poco, solo reclamos lastimeros de uno que otro politiquero sobre la violación de la constitución política y los convenios internacionales de la OIT sobre el derecho de asociación y huelga. Nada que pueda preocupar a los explotadores, pues los jefes de los partidos reformistas de la llamada izquierda solo cumplen el papel de adorno formal, de “oposición” dicen, a la dictadura criminal de los ricachones.
Para el proletariado, la declaratoria de ilegalidad de la huelga de los valientes obreros de Cerromatoso es otro toque de clarín, un nuevo desafío y otro acto de guerra que se suma a la declaración de inconstitucionalidad del paro del magisterio y la petición de Acerías Paz del Río de declarar ilegal un bloqueo de los trabajadores en protesta por un despido masivo: ¡los capitalistas quieren más, vienen por las principales conquistas obreras y solo con la lucha directa y organizada se pueden impedir sus siniestras intenciones!
¡Quieren cortar de tajo los derechos de asociación y huelga y los obreros no pueden permitirlo! Por eso los compañeros de Sintracerromatoso necesitan ahora la solidaridad de sus hermanos en todo el país, pues esta es una batalla de toda la clase obrera. Se necesita de la movilización de los trabajadores y la presión de todo el movimiento sindical para echar atrás el fallo del Tribunal Superior de Montería e impedir que este despropósito se siga propagando y extendiendo. Se requiere además la denuncia y las acciones que pongan al descubierto el carácter de clase de los tribunales burgueses.
Se necesita de la acción mancomunada de todos los trabajadores para impedir que se generalicen las decisiones declarando ilegal toda acción y manifestación que busque oponerse a los abusos de los capitalistas. Y ello solo puede hacerse pasando por encima de la burocracia de las centrales, tomando la iniciativa desde la base y con completa independencia del Estado y de los politiqueros, de tal forma que en el transcurso de la lucha misma se avance en la construcción de las nuevas federaciones regionales que den vida a una Central Sindical que sí represente los intereses de los trabajadores.
Se necesita ¡Reconquistar el Derecho a la Huelga con la Huelga Misma! Ejerciéndola de hecho como lo hicieron los compañeros de Sintracerromatoso en abril, como lo hicieron los corteros de caña en el Ingenio Risaralda a principios de año, como lo hicieron los obreros petroleros en Campo Rubiales en el 2011, como lo hicieron los corteros de los ingenios en el Valle del Cauca en el 2005 y 2008, como lo han hecho los maestros y los propios trabajadores de la rama judicial en los últimos tiempos… como lo ha hecho siempre la clase obrera y lo corrobora la experiencia de su movimiento en Colombia y en el mundo.
Se necesita ir más allá de la huelga permitida en la letra de la ley; se trata de una lucha que enfrenta a la clase obrera contra la clase de los capitalistas y por ello hay que recurrir a la Huelga de Solidaridad para hacer valer los intereses comunes de los trabajadores, frente a los intereses también comunes de los explotadores representados en el Estado.
Y más aún, para sacudirse
definitivamente de la explotación y acabar con las causas de los
padecimientos de los trabajadores y del pueblo colombiano en general, se
necesita hacer que la lucha actual, las huelgas parciales, las huelgas
de solidaridad y las huelgas políticas, sirvan de entrenamiento y como
parte de la preparación de la lucha por la revolución socialista, que
en el futuro no lejano destruirá el Estado de los explotadores y
acabará para siempre con la explotación del hombre por el hombre.
Comité Ejecutivo
Unión Obrera Comunista (mlm)
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