sobre el plan para extender la ley marcial
Sobre el plan para extender la ley marcial en Mindanao hasta finales de año
Oficina de información
Partido Comunista de Filipinas
Partido Comunista de Filipinas
18 de julio de 2017
El Partido Comunista de Filipinas (CPP) denuncia firmemente el plan del
Presidente de la GRP, Duterte, de extender la ley marcial en Mindanao
hasta el 31 de diciembre de 2017. Esto resultará en un empeoramiento de
los abusos militares y policiales, prolongará las restricciones contra
las libertades civiles y políticas y agravará las violaciones de los
derechos democráticos del pueblo. Además ocultará la verdad para
controlar la información en favor de la AFP.
Duterte continúa construyendo los cimientos del gobierno autoritario
bajo la tutela imperialista de los EEUU. Probablemente la mayoría
absoluta de impostores del congreso apruebe sin dudarlo el plan de
extensión de la ley marcial en Mindanao de Duterte.
Duterte quiere extender la ley marcial con la vana esperanza de
finalizar la represión de la resistencia armada en la ciudad de Marawi.
Ha iniciado una guerra que no puede terminar. La guerra Duterte-EEUU-AFP
ha impulsado al pueblo Moro a tomar las armas buscando venganza por
toda la muerte y destrucción provocada por el asedio fascista y el
incesante bombardeo aéreo sobre la ciudad de Marawi. Ellos exigen que se
detenga el asedio para regresar a sus hogares. La presentación del
proyecto de reforma de la Ley Básica de Bangsamoro como un proyecto de
ley urgente en el congreso no logrará pacificar al pueblo Moro cuya
opresión ha sido acentuada de nuevo por la guerra de Duterte para
eliminar sus aspiraciones. Una conflagración de la resistencia armada
Moro está destinada a estallar a través de Bangsamoro.
La ley marcial en Mindanao está dirigida tanto al New People’s Army
(Nuevo Ejército Popular, NPA) y a las fuerzas dirigidas por el Partido
como al pueblo Moro. Las ofensivas armadas de la AFP contra el NPA se
han intensificado en los últimos dos meses. Se han llevado a cabo
bombardeos aéreos y terrestres en Cotabato Norte, Bukidnon, Davao del
Sur, Ciudad de Davao, Davao del Norte, Valle de Compostela y otros
lugares. Se han suprimido los derechos de los trabajadores. Los ataques
contra las comunidades civiles han aumentado. Los paramilitares se
sienten envalentonados por la ley marcial y están sometiendo al pueblo
Lumad a amenazas y hostigamientos. En todo Mindanao, al menos 10.000
personas se han visto obligadas a evacuar en menos de dos meses, además
de los 410.000 evacuados de Marawi y ciudades cercanas.
La ley marcial de Duterte en Mindanao o en todo el país, es un asalto a
los derechos y libertades de todos los filipinos. Bajo su camuflaje, las
fuerzas militares estadounidenses están llevando a cabo una
intervención directa a través de vigilancia electrónica y el uso de
drones de ataque, principalmente por la noche. Está previsto que se
endurezca aún más debido a los planes para implementar un sistema
nacional de identificación, que puede ser armado, para restringir los
derechos del pueblo a la libre circulación y como una herramienta para
la vigilancia en masa. Con la extensión de la ley marcial de Mindanao y
la amenaza de expansión, Duterte puede ejercer el poder para encauzar su
plan de reforma tributaria y otras políticas económicas y proyectos de
infraestructura que son perjudiciales para los derechos e intereses del
pueblo.
Por lo tanto, es imperativo que todo el pueblo filipino se oponga
vigorosamente a este plan. Las fuerzas revolucionarias de todo el país
están firmemente unidas y siempre decididas a resistir la ley marcial en
Mindanao. El New People’s Army debe continuar fortaleciéndose a nivel
nacional llevando a cabo enfrentamientos armados y ofensivas en todo el
país para derrotar la ley marcial de Mindanao y la guerra total a nivel
nacional.
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Duterte suspende el diálogo de paz con la guerrilla comunista
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, anunció que suspenderá las
negociaciones de paz con el Nuevo Ejército del Pueblo (NEP) tras los
últimos ataques de la guerrilla comunista a las fuerzas de seguridad del
país.
“Ya no quiero hablar con ellos. Han matado a muchos de mis soldados, han matado a muchos de mis policías”, afirmó el presidente en declaraciones difundidas hoy por varias televisiones del país.
Duterte se expresó así durante una breve visita a las tropas que desde
hace casi dos meses se enfrentan a insurgentes islamistas en la ciudad
de Marawi, al oeste de la isla de Mindanao, en el sur del país.
El mandatario instó a los soldados a estar listos para reorientar sus
ofensivas al NEP cuando concluya la crisis de Marawi, donde rebeldes
afines al Estado Islámico (EI) resisten la ofensiva del Ejército en un
conflicto que suma ya 565 muertos.
“Después de esto, cuando hayamos acabado con los terroristas, nos
vamos a reorientar. Vamos a apuntar al NEP porque nos deben mucho”, expresó Duterte ante los soldados.
Las palabras del líder filipino se producen después de que el martes
unos 50 guerrilleros comunistas hirieran a cuatro agentes de seguridad
de la presidencia tras tender una emboscada a su convoy en Mindanao, en
el último de los varios ataques perpetrados por los insurgentes este
año.
El Gobierno y representantes del ilegalizado Partido Comunista de
Filipinas, brazo político del NEP, negocian desde abril para sentar las
bases de una paz definitiva, aunque de momento las conversaciones no han
dado frutos y ambas partes han protagonizado enfrentamientos armados.
Bajo el mandato de Rodrigo Duterte, que empezó el 30 de junio de 2016,
se firmó un alto el fuego en agosto que duró hasta primeros de febrero
de este año, cuando los comunistas decidieron romperlo.
El conflicto entre el NEP -que cuenta con unos 6.000 combatientes
regulares según estimaciones- y el Estado filipino dura ya más de cuatro
décadas y media, y ha causado al menos 30.000 muertos.
Agencia EFE.
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