El lunes 27 de enero, el grupo “Movimiento M23”, o “Movimiento del 23 de Marzo” afirmó haber capturado Goma, la ciudad más grande del este de la República Democrática del Congo (RDC). El M23 ya tomó el poder en Goma “sin apenas resistencia” en 2012. Actualmente hay una gran constelación de más de 100 grupos armados en la región, siendo el M23 el más activo y predominante. En 2022 el grupo hizo conquistas territoriales significativas contra las fuerzas de la RDC y las “fuerzas de paz” de las Naciones Unidas (ONU). Entre otros territorios, el M23 controla Rubaya, un pueblo minero del coltán.
Más de 100.000 personas huyeron de la zona del norte de Kivu en sólo una semana y ya hay 1 millón de desplazados en Goma. Las llamadas “fuerzas de paz” de las Naciones Unidas han chocado con las tropas del M23, pero han sido derrotadas y han sufrido bajas, siendo al menos 13 de ellos eliminados durante la semana pasada. En medio de alegaciones de apoyo por parte de Ruanda al Movimiento M23, la RDC ha cortado relaciones con este país. Supuestamente hay miles de soldados ruandeses sobre el terreno, así como un continuo equipamiento y apoyo de muchos tipos al M23 por parte de Ruanda. De acuerdo con las Naciones Unidas, 773 personas murieron y 2.880 fueron heridas en Goma durante esta semana de combate.
![](https://redherald.org/wp-content/uploads/2025/02/area-operations-sincedecember-791x1024.webp)
Fuente: Institute of Studies of War (ISW)
El Movimiento M23 ha hecho progresos territoriales significativos a lo largo de la frontera de Congo con Ruanda en las semanas recientes desde el inicio de una serie de ofensivas y contraofensivas contra fuerzas congoleñas, que empezó en diciembre de 2024 después de meses de negociaciones y varias ofensivas en años anteriores. La ofensiva del Movimiento M23 continúa hacia el sur, a Kivu del Sur, relativamente cerca de Bukavu, que también es una región rica en recursos minerales. Los “rebeldes” han declarado que se dirigirán también hacia la capital, Kinshasha. Toda el área en disputa entre la RDC y el M23 es una zona minera, así como lo es el Congo en general, en particular la región de Kivu, muy rica en muchos recursos diferentes. Respecto a la riqueza mineral de la RDC, fuentes estadounidenses declaran que “Sus recursos minerales son gigantes, con un valor estimado de 24 billones de dólares.”
![](https://redherald.org/wp-content/uploads/2025/02/minerals-congo.webp)
Fuente: Al Jazeera
![](https://redherald.org/wp-content/uploads/2025/02/minerals-areaoperations-791x1024.webp)
Fuente: ISW
La riqueza de Congo no conlleva ningún tipo de bienestar para su pueblo, sino lo contrario: guerra, opresión y subyugación imperialista ya que los imperialistas se benefician de estos recursos. La historia de la región está marcada por la subyugación colonial e imperialista y la explotación de los recursos. Desde el siglo XIX, el Congo fue saqueado debido a su caucho y marfil, y se enfrentó a un brutal genocidio, cometido por el colonialismo belga. Después la explotación continuó, y tras la independencia formal del Congo en junio de 1960, se convirtió en un campo de batalla y una zona de saqueo. Los imperialistas orquestaron golpes de estado, usaron mercenarios y apoyaron movimientos separatistas para asegurar el saqueo de la riqueza congoleña. Hemos informado sobre el último intento de esta política de desestabilización, que ocurrió el año pasado cuando lo que claramente era un lacayo del imperialismo yanqui, Christian Malanga, intentó llevar a cabo un golpe, pero claramente falló. Desde los años 90 han estallado varias guerras en Congo, siendo una de las masivas y mortal en el continente. El número de fallecidos desde las dos guerras del Congo es de alrededor de 6 millones de personas. Estas guerras y la inestabilidad en la región están estrechamente conectadas con el genocidio sobre los tutsis en Ruanda en 1994, el cuál no sólo causó cientos de miles de asesinatos sino también un éxodo masivo al este del Congo y poco después, dos guerras estallaron, de 1996 a 2003.
Diferencias étnicas y tribales, ya que los procesos de naciones en formación fueron usadas para crear división en el pueblo, marcaron la historia de la zona no sólo pero especialmente desde la independencia formal de la RDC y Ruanda, y han sido usadas como herramienta para separar regiones y provincias de países y balcanizar la región, para que los monopolios sean capaces de continuar el saqueo de los recursos. Grupos armados ‘étnicos’, afirmando defender los intereses de los hutus o tutsis u otros grupos en la zona, pasaron a la acción y chocaron con otros grupos opuestos a ellos. Pero el sentido de estos grupos y su lucha por el territorio es que son usualmente controlados por monopolios o al menos se nutren de países imperialistas para poder pasar de contrabando recursos a través de los territorios que controlan y así alimentar a los monopolios. Los Estados burocrático-terratenientes hicieron lo mismo y también afirmaron intervenir en conflictos para defender su “seguridad nacional” o defender sus tribus o etnias que pueden ser mayoría en sus países, pero minoría en los países vecinos. Este caos y fragmentación fueron causados por los imperialistas para continuar robando los recursos de los pueblos de la región. El genocidio de Ruanda de 1994 marca una de las mayores cumbres de esta política siniestra de visión y genocidio dirigida por los imperialistas. El imperialismo francés tuvo un papel infame al respecto de ello e intervino directamente, armó y protegió al gobierno de Ruanda el cuál estaba llevando a cabo el genocidio contra su propio pueblo.
A pesar de la tremenda riqueza del país, el pueblo congoleño se hunde en una profunda miseria. Las consecuencias de la guerra y el saqueo son desastrosas: más de 7 millones de personas internamente desplazadas, con casi 5 millones viviendo con otras familias; atrocidades muy extendidas incluyendo masacres y violencia sexual. La ONU ha alertado sobre el incremento en la trata de personas para explotación y esclavismo sexual; también sobre la hambre aguda que está golpeando la RDC, afectando a 25,6 millones de personas. Las masas congoleñas se enfrentan a tales condiciones de vida protestando ferozmente contra la ocupación y subyugación de su territorio. Como informamos, las masas pagaron el precio derramando su sangre, no sólo por grupos armados locales o Estados vecinos, sino por parte de las tropas de la ONU, las llamadas “fuerzas de paz” de la ONU, quienes afirman estar en el territorio para mantener la paz, imponer la calma y para evitar nuevos genocidios y masacres. Pero han revelado su papel criminal: estas tropas de la ONU asesinaron a más de 100 personas cuando dispararon contra una manifestación que protestaba contra la subyugación y los abusos. Estas masacres no han frenado al pueblo congoleño, que continúan protestando, tomando las calles y luchando contra la opresión. Es habitual que las masas lleven a cabo protestas con un claro carácter antiimperialista, denunciando el saqueo hecho principalmente por los imperialismos francés, belga y estadounidense, entre otros, frente a sus embajadas. Recientemente miles de congoleños asaltaron varias embajadas, como las de Ruanda, Francia, Bélgica, Kenia y Estados Unidos. La embajada francesa fue ferozmente atacada e incendiada.
![](https://redherald.org/wp-content/uploads/2025/02/embassy-protest1.webp)
![](https://redherald.org/wp-content/uploads/2025/02/embassy-protest2.webp)
Fuente: SAMY NTUMBA SHAMBUYI/AP
A día de hoy varios países están realizando actividades mineras de forma oficial en la RDC, en asociación con compañías mineras estatales. Las clases dominantes congoleñas se han movido cada vez más hacia el socialimperialismo chino, que ha adquirido una gran mayoría de las concesiones mineras oficiales, iniciando proyectos de infraestructuras y también arma a las tropas congoleñas para combatir a los grupos “rebeldes”. El socialimperialismo chino domina entre otros países que están realizando actividades mineras en la RDC, con sus compañías teniendo el control de 15 de las 17 minas de cobalto, de acuerdo con el Instituto de Política Estratégica de Australia. El monopolio suizo Glencore también posee dos minas de cobre y cobalto. Emiratos Árabes Unidos (vinculado al capital yanqui) firmó un acuerdo de 1.900 millones de dólares con una compañía minera estatal en julio de 2023 para desarrollar cuatro minas de estaño, tántalo, wolframio y el oro en las provincias del este de Kivu y Maniema.
Ruanda, dirigida por el lacayo de los imperialistas, Paul Kagame, actúa como una punta de lanza de los imperialistas en la región lanzando y apoyando iniciativas armadas que están desestabilizando la zona y facilitando el saqueo de la riqueza mineral de la RDC. El papel de Ruanda puede ser claramente visto ya que no posee grandes recursos minerales, pero es uno de los mayores exportadores de coltán. Se ha reportado y probado ampliamente que hay una explotación ilegal de la riqueza minera del pueblo congoleño. Algunas fuerzas imperialistas compiten en la zona y muchas de ellas no están satisfechas con sólo lo que han pasado de contrabando, sino que quieren más, y esta guerra sirve exactamente a este propósito.
El papel de Ruanda es de gran importancia para los imperialistas quienes financian las acciones del país y compran los minerales pasados de contrabando, al mismo tiempo Ruanda arma y apoya al grupo M23. Esto último no ha sido admitido oficialmente ni por el M23 ni por Ruanda, pero es obvio ya que el M23 tiene materiales sofisticados y ha recibido apoyo de muchos tipos, así como refugio. También hay soldados ruandeses sobre suelo congoleño. Tanto Ruanda como el M23 están armados de forma directa por los imperialistas que buscan apoderarse de toda la riqueza de la región, por ejemplo de 2001 a 2022, sólo Estados Unidos proveyó más de 3.900 millones de dólares en ayuda económica a Ruanda y esperó hasta octubre de 2023 para poner a Ruanda en la lista negra de países para recibir ayuda militar por violar la Ley de Prevención de Niños Soldados debido al apoyo de Ruanda al M23, que recluta “niños soldado”. De acuerdo con el Ministro de Finanzas del Reino Unido, Ruanda recibe más de 1.000 millones de dólares de “ayudas de todo el mundo” al año.
Ruanda y el M23 no se mueven de forma autónoma o no sólo debido a sus propios deseos. Quién está generando una mayor división y guerra en la región son las potencias imperialistas y principalmente la superpotencia imperialista hegemónica única, el imperialismo yanqui, que es clave. El interés del imperialismo yanqui en la zona y sus recursos son bien conocidos y expresados de forma abierta: “La siguiente revolución industrial se anclará en minerales críticos y de tierras raras, y porque la mayoría de las tecnologías modernas se relación con el sector de la defensa, muchos de estos minerales son minerales estratégicos. Tecnologías actuales como los semiconductores, memorias usb, fibras ópticas, satélites, equipos de escaneo CAT, baterías de vehículos eléctricos y teléfonos móviles no existirían sin esos minerales. Y estas tecnologías no existirían en los números que lo hacen hoy sin países como la República Democrática del Congo (RDC), Zimbabue, Sudáfrica, Nigeria, Ghana, y Namibia.”
Una de las ambiciones del imperialismo yanqui en África ha sido crear el “Corredor de Lobito”, como una forma de romper con el creciente dominio del socialimperialismo chino en las regiones centrales y sur de África. Durante una de las últimas visitas al extranjero de Joe Biden, fue a Angola en diciembre para prometer 600 millones de dólares adicionales al proyecto del Corredor de Lobito. El nombre de este corredor es debido a un puerto clave en Angola, Lobito. Este proyecto costaría más de 1.000 millones de dólares y los imperialistas dentro de la Unión Europea (UE), en colusión y pugna dentro de su alianza, también apoyaron el proyecto, en colusión con el imperialismo estadounidense. Este proyecto vincularía el Cinturón del Cobre con el Océano Atlántico, transportando los recursos minerales saqueados de la RDC, desde la ciudad minera clave de Kolwezi a Lobito en Angola. Aunque el socialimperialismo chino se podría beneficiar de este proyecto usando esta nueva línea de transporte, este megaproyecto abriría la posibilidad para una mayor explotación de los recursos minerales congoleños por parte de los monopolios estadounidenses y de países europeos y facilitaría el transporte y exportación de estos recursos a gran escala, Así como facilitaría más proyectos del imperialismo yanqui en la región y una acción más firme contra el socialimperialismo chino ofreciendo una “alternativa” a la Iniciativa del Belt and Road de China, fortaleciendo así el dominio del imperialismo yanqui sobre la región, principalmente sobre la RDC, Angola y Zambia. Esto es algo que incluso el “think tank” imperialista yanqui, Atlantic Council, señala.
Como hemos visto, los demonios imperialistas de la vieja Europa actúan en colusión con el imperialismo yanqui. El año pasado la UE firmó un “acuerdo de minerales estratégicos” con Ruanda, creando un marco casi perfecto para los minerales de contrabando del este del Congo, ya que, de acuerdo con la Comisión Europea, Ruanda es un “actor de calado en la extracción de tántalo en el mundo” así como apuntó la importancia de sus “extracciones de estaño, wolframio, oro y niobio”. Sin embargo, los expertos responden a esta declaración: “sólo una fracción, una proporción indefinida, de las exportaciones de Ruanda, provienen de la propia Ruanda”, y “el trato justifica… y formaliza el comercio ilícito”. Mientras tanto los imperialistas de Europa quieren cubrir sus crímenes y por lo tanto la Comisión Europea de la UE aprobó el lunes 27 de enero, un paquete de “ayuda humanitaria” de 60 millones de euros para ser enviado a la RDC. Esto hace un total de 272 millones de euros enviados como “ayuda humanitaria” al país.
Potencias imperialistas como Francia y Bélgica han mostrado su hipocresía en repetidas ocasiones al respecto de la situación en la RDC y la región de Kivu: el Ministro de Asuntos Exteriores de Francia ha declarado que las fuerzas ruandeses deben “abandonar de inmediato” el este de Congo; y que la “soberanía e integridad territorial de la RDC no son negociables”. ¡Qué cinismo tan brutal! La realidad muestra que el imperialismo francés es uno de los perpetradores de las guerras en la región y uno de los que se beneficia de ellos. La RDC ha denunciado a Francia y Bélgica debido a que afirma que e ambos países Apple usa minerales robados del Congo.
Representantes políticos del imperialismo belga, como por ejemplo el Primer Ministro Alexander De Croo declaró que la “Integridad territorial de la RDC debe ser respetada” y que las “tropas ruandesas deben abandonar el país”. Pero al mismo tiempo, think tanks belgas como Egmont, el Instituto Real para Relaciones Internacionales, pone muchos esfuerzos en denunciar como el Presidente de la RDC, Félix Tshisekedi es corrupto y cómo llevó a cabo elecciones fraudulentas en 2023. Pero la mayor prueba del cinismo e hipocresía imperialistas es el acuerdo firmado por Bélgica con Ruanda para importar cobre, cobalto y coltán de África. Ruanda no tiene ninguno de estos recursos, por lo que son obviamente robados de áreas tomadas por los “rebeldes” en el este del Congo.
Obviamente hay regulaciones en la UE así como en EE.UU., contra el contrabando, robo y uso de minerales provenientes de zonas de guerra, pero por supuesto tales regulaciones son completamente ignoradas si no concuerdan con los intereses imperialistas. Por otra parte, aunque la RDC haya realizando quejas y denuncias contra potencias imperialistas por este contrabando y por apoyar a grupos “rebeldes”, también las clases dominantes locales en el poder están vendiendo el país a otras fuerzas imperialistas, por ejemplo la enorme mayoría de recursos minerales al socialimperialismo chino.
Bajo el imperialismo los vastos recursos minerales de Congo son una pesada carga para su pueblo, que junto con otros pueblos de la región, es usado como carne de cañón y esclavos por parte de los imperialistas en su guerra de saqueo en el país en general, y en el este del país en particular. A pesar de la inmensa riqueza de los países de la región, y especialmente de la RDC, estos son algunos de los países más pobres del mundo ya que el capitalismo burocrático se desenvuelve en ellos, y la subyugación imperialista no conlleva desarrollo, sino miseria, guerra y saqueo. Aunque los lacayos de los imperialistas y sus amos se llenan sus bocas con discursos y deseos sobre la “paz”, “calma” e “integridad territorial”, lo que realmente desean sedientos de sangre es “guerra”, “escalada” y “mayor división”. Esto es lo que encaja con sus necesidades y propósitos, ya que si no son capaces de mantener el “orden”, ya que la región es inestable, muchos grupos armados operan allí y los Estados son incapaces de controlar sus territorios, la riqueza será más fácilmente robada y el desarrollo de los países y la consecución de su formación nacional completa, que sólo se puede lograr mediante una revolución democrática victoriosa, será obstaculizada.
Los congoleños y los otros pueblos de la región no pueden aguantar más esta carga y son muy conscientes de ello, las protestas son continuas y apuntan de forma creciente a la fuente del mal: el imperialismo. Más y más manifestantes apuntan a instituciones, representantes y edificios de los imperialistas y les culpan del saqueo y la guerra. Y lo que cada vez también está más clara es la necesidad de tomar ventaja de las enormes experiencias y poder de los pueblos, canalizándolos en la dirección de los verdaderos intereses del pueblo, la Revolución de Nueva Democracia, para expulsar a los extranjeros, “fuerzas de paz”, ONG’s, monopolios y sus lacayos, para liberar y finalizar la formación de las naciones y dirigir a las masas a un nuevo y brillante futuro que será completamente diferente del que hay bajo el horrible dominio del imperialismo.
da red herald
No comments:
Post a Comment