por el periódico A Nova Democracia.

Más repartos de panfletos contra el 6×1 en Paraíba

Activistas están llevando a cabo acciones contra el 6×1, la jornada laboral constitucionalmente aprobada en Brasil con seis días de trabajo y uno de descanso. Con esta campaña se quiere conseguir las 40 horas semanales, con perspectiva de 36, sin reducción de salario.

El 23 de enero activistas en Campina Grande repartieron panfletos frente al complejo industrial de la ciudad durante el cambio de turnos de los trabajadores de la industria. Los panfletos llamaron la atención de los trabajadores que salían y entraban del turno.

Monitoras del comedor escolar exigen sus salarios atrasados

Las monitoras del comedor escolar de las escuelas estatales de Passo Fundo protestaron el pasado jueves 29 de enero frente a la 7ª Coordinadora Regional de Educación para exigir los pagos de sus salarios atrasados y bonus que les pertocan.

Por el momento, la empresa que externaliza los servicios y el Estado de Rio Grande do Sul están enzarzados en un proceso burocrático mientras las trabajadoras han llegado al límite de no poder comprar comida o pagar las facturas.

Más de cinco mil trabajadores corren el riesgo de ser despedidos

Desde el 1 de enero de este año, el gobierno federal suspendió el contrato con una empresa que administra la planta termoeléctrica Candiota 3. Esto puede significar la pérdida del empleo para más de cinco mil personas, entre obreros de la propia fábrica y comerciantes que trabajan alrededor de la fábrica. Esto supone casi la mitad de la población del pueblo de Candiota, que cuenta con once mil habitantes, lo que hace temer la ruina del pueblo entero.

El día 15 de enero, más de 500 obreros realizaron una manifestación en frente a la fábrica exigiendo la reapertura de la misma. El motivo del cierre es debido a la “transición sostenible” del gobierno federal, que vetó la asignación de un nuevo contrato a la empresa que administra la planta por la reducción de las emisiones de CO2 según los acuerdos internacionales de París. Sin embargo, las plantas termoelécticas son responsables de apenas el 0,3% de las emisiones de CO2 en Brasil. Sin embargo, la minería, que significa el 5% de las emisiones de Brasil no ha sido afectada, principalmente porque la minería de Candiota, que tiene 12 mil millones de toneladas de carbón en el subsuelo, va destinada a abastecer a las empresas imperialistas.