¡LAS MASAS POPULARES QUIEREN DERROCAR A LOS GOBIERNOS
CAPITALISTAS E IMPERIALISTAS Y A LOS GOBIERNOS DE SUS SIRVIENTES!
¡LOS
PROLETARIOS QUIEREN UNIRSE PARA EL PARTIDO DE LA REVOLUCIÓN!
¡LOS
COMUNISTAS APOYAN LAS LUCHAS ANTIIMPERIALISTAS Y DESARROLLAN GUERRAS
POPULARES PARA LA REVOLUCIÓN PROLETARIA MUNDIAL!
El
imperialismo es “la etapa superior del capitalismo” –una etapa
de “parasitismo y decadencia” (Lenin, El
Imperialismo, Etapa Superior del Capitalismo”).
Ahora es el momento de sepultarlo, lo antes posible. La crisis del
capitalismo es como una enfermedad crónica que le atormenta. Crea
las bases pata su muerte.
La
crisis del capitalismo es, por encima de todo, una crisis de
superproducción: “En
esas crisis se desata una epidemia social que a cualquiera de las
épocas anteriores hubiera parecido absurda e inconcebible: la
epidemia de la superproducción. La sociedad se ve retrotraída
repentinamente a un estado de barbarie momentánea.” (Marx y
Engels, Manifiesto
Comunista).
Pero
es el momento cuando la burguesía intensifica sus esfuerzos para
hacer que los proletarios y las masas paguen por la crisis. Tal y
como Marx y Engels escribieron hace más de 150 años en el
Manifiesto
Comunista: “Las
armas con que la burguesía derribó al feudalismo se vuelven ahora
contra ella. Y
la burguesía no sólo forja las armas que han de darle la muerte,
sino que, además, pone en pie a los hombres llamados a manejarlas:
estos hombres son los obreros, los proletarios.”
Hoy,
el proletariado del mundo nunca ha sido tan numeroso. Junto a las
masas populares representan al menos el 90% de la población; y este
90% es el que se ve afectado por la crisis y una necesidad de cambio
radical en la sociedad. “El
movimiento proletario es el movimiento autónomo e independiente de
una inmensa mayoría en interés de una mayoría inmensa.”
(Ibid).
La
crisis financiera del capitalismo global se profundiza y amplía. Los
imperialistas se pelean entre ellos para saquear todo tipo de
recursos (humanos y materiales) en los países atrasados, además de
aumentar la explotación de los trabajadores y la clase media en sus
propios países a fin de superar la crisis.
En
Europa y los países capitalistas, esto se traduce en la
reestructuración de la producción, del comercio y los servicios,
que conduce al desplazamiento de producción en países donde los
costes laborales es inferior, la destrucción masiva de empleos y la
introducción de nuevos y más productivos medios de producción a
expensas de la seguridad y salud de los trabajadores. Al mismo
tiempo, aumentan los impuestos, caen los salarios y los beneficios
se reducen. En general, la intensificación de la crisis implica que
“pequeños industriales, comerciantes y rentistas… son absorbidos
por el proletariado”. (Ibid)
En
países oprimidos por el imperialismo, el proletariado y los pueblos
de África, Asia y América Latina están sujetos a los dictados de
las potencias imperialistas, que están protegidas por sus perros
guardianes; dichas potencias se deshacen de sus perros guardianes
cuando dejan de defender o defienden malamente sus intereses. Las
potencias imperialistas utilizan la política de “divide y
vencerás” y no dudan en intervenir militarmente – tanto para
apoyar a regímenes de sus sirvientes o para derrocar a aquellos que
no les son favorables –y provocar conflictos étnicos y religiosos
para proteger sus intereses y quebrar la resistencia popular a la
opresión. Se apoyan en el oscurantismo religioso o el liberalismo
laico para mantener por cualquier medio su dominación económica,
política e ideológica. Las clases dominantes de estos países, ya
sean las potencias emergentes del tercer mundo –China, India,
Brasil o Sudáfrica- o los países oprimidos, hacen todo lo posible
para asegurar la máxima explotación de la fuerza laboral y acceder
y controlar las materias primas en interés del sistema imperialista.
En
los países imperialistas y oprimidos, las clases dominantes utilizan
como perros guardianes a fuerzas reaccionarias de derechas al igual
que a fuerzas reformistas, socialdemócratas y revisionistas que
aplican su política de opresión y explotación de los proletarios y
las masas. Los sindicatos oficiales están trabajando con los
diferentes gobiernos para negociar “medidas de austeridad” y
planes de privatización a fin de que los trabajadores se reconcilien
con ellos y para detener las luchas que chocan contra los amos y el
Estado. La reconciliación permite a los capitalistas fortalecer y
continuar su trabajo destructivo minando las conquistas ganadas por
la clase obrera a través de un siglo años de luchas.
En
los países imperialistas, la derecha más abiertamente reaccionaria
al igual que la “izquierda” reformista y socialdemócrata
sostienen a través de diversas formas la “identidad nacional”,
para utilizarla contra los inmigrantes a fin de fortalecer la
división del proletariado y las masas y, de esta manera, abrir el
camino al viejo y nuevo fascismo. Muchos partidos y organizaciones
populistas, fascistas y neonazis están floreciendo en la fértil
tierra cultivada por todas las fuerzas e instituciones políticas
tradicionales. La burguesía defiende su sistema e instituciones con
la policía del Estado y utilizando también la participación de las
masas en las elecciones. Esta es la razón por la cual el
proletariado y las masas deben desarrollar el boicot electoral e
intensificar la lucha de clases.
“LA
REBELIÓN SE JUSTIFICA” (MAO
TSETUNG)
Enfrentados
a la crisis, los proletarios –los trabajadores de las ciudades y el
campo- se están rebelando. Trabajadores de las fábricas amenazadas
con ser cerradas se están movilizando contra los despidos, la
degradación de las condiciones de trabajo, los recortes salariales y
el aumento de las horas de trabajo, porque no quieren pagar la
crisis. Los campesinos y trabajadores agrícolas resisten y a veces
ocupan tierras. Las masas se movilizan contra los desahucios de
casas, los aumentos de impuestos, los ataques contra el medio
ambiente, el desmantelamiento de los servicios públicos, los ataques
contra los derechos sindicales y los derechos de los jóvenes, las
mujeres, etc.
Estas
luchas están teniendo lugar en todos los países del mundo, como las
de los trabajadores del automóvil y la metalurgia en Francia,
Bélgica, Alemania e Italia; de los mineros en España, mientras que
las masas están luchando contra los desahucios de casas, y las
grandes luchas de los estudiantes en Canadá, al igual que en otros
países, contra los ataques a la educación y los aumentos de tasas.
Y,
además, tienen lugar por ejemplo en la India donde centenares de
millones de trabajadores se declararon en huelga, o en Sudáfrica,
donde los mineros se rebelaron contra las clases dominantes blanca y
negra que explotan y oprimen a los trabajadores, o en Brasil, donde
los campesinos pobres y sin tierra están ocupando las tierras en que
trabajan.
En
los países árabes, particularmente en Túnez y Egipto, pese a las
maniobras de los imperialistas para proteger sus intereses y apoyar a
los nuevos perros guardianes; pese al hecho de que estos perros
guardianes se ocultan bajo la máscara de la religión a fin de
explotar a los trabajadores y al pueblo, para suprimir la justa
rebelión antes de que se convierta en revolución, las masas están
encontrando su camino y aprendiendo de sus errores, para una
auténtica revolución de Nueva Democracia, que no puede lograrse sin
la dirección de la clase obrera; esto plantea cuestiones tales como
la estrategia revolucionaria, la lucha armada y la construcción del
partido de vanguardia.
Los
imperialistas y sus intervenciones no son capaces de detener y
extinguir las luchas antiimperialistas en el mundo -desde Palestina
hasta Iraq, Afganistán y América Latina-, ni contra las nuevas
intervenciones imperialistas en Libia, Siria o Malí.
¡NO
SE PUEDE HACER LA REVOLUCIÓN DE MANERA PACÍFICA!
El
mundo se encuentra sumido en una gran tormenta; en las filas del
proletariado y las masas, la conciencia ideológica opera poco a poco
o por medio de saltos, con avances y retrocesos, al igual que la
conciencia sobre la crisis y la naturaleza del imperialismo, la
necesidad de derrocarlo y construir una nueva sociedad sobre las
cenizas de la vieja.
En
esta nueva ola de lucha y resistencia debemos apoyar y fortalecer la
lucha por la liberación de los pueblos y por una nueva democracia,
hacia el socialismo y el comunismo. Este es el contexto en que una
potencial nueva oleada de la revolución proletaria mundial se
desarrolla y emerge. Tiene como sus puntos de referencia y ancla
estratégico las guerras populares dirigidas por partidos maoístas.
La
Guerra Popular es la forma más avanzada para hacer la revolución,
por lo que debemos apoyarla en cada país en que está siendo
organizada, preparada para acumular fuerzas y aplicada a las
condiciones concretas de cada país. Dirigida por el Partido
Comunista de la India (Maoísta), la Guerra Popular en la India está
resistiendo con éxito los ataques del enemigo y está logrando
extenderse y crecer. La Guerra Popular también se está
desarrollando en Filipinas bajo la dirección del Partido Comunista
de Filipinas, que defiende el maoísmo. En Perú continúa pese a la
acción de una corriente liquidacionista. En Turquía, la lucha
revolucionaria dirigida por los maoístas avanza conforme a la
estrategia de la guerra popular. En otros países, están en curso
nuevas iniciativas y avances.
Debemos
construir y consolidar partidos proletarios para la revolución,
partidos de nuevo tipo, partidos comunistas
marxistas-leninistas-maoístas, en nuestros respectivos países,
teniendo en cuenta nuestra experiencia pasada y aplicándola a las
actuales condiciones del sistema imperialista hoy día.
Esto
se expresó claramente el 24 de Noviembre de 2012 en Hamburgo en la
gran Conferencia Internacional de Apoyo a la Guerra Popular en la
India, en que centenares de representantes de organizaciones
revolucionarias y antiimperialistas y de partidos y organizaciones
maoístas de más de veinte países han llamado a unirse y fortalecer
la lucha de clases en cada país. Fue un gran ejemplo de
internacionalismo. Debemos avanzar para fortalecer aún más y dar
una forma organizativa al internacionalismo proletario.
Debemos
proseguir la unidad internacional de los comunistas del mundo hacia
la construcción de una nueva organización internacional para luchar
juntos contra el imperialismo y la reacción y marchar juntos hacia
una nueva Internacional Comunista, por el socialismo y el comunismo.
¡Proletarios
y pueblos oprimidos del mundo entero, uníos!
¡Abajo
el imperialismo y todos sus perros guardianes!
¡Viva
el internacionalismo proletario!
¡Viva
la revolución proletaria mundial!
Partido Comunista
(Maoista) de Afghanistan; Partido
Comunista de la India (M-L) Naxalbari; Partido Comunista Maoísta
– Francia; Partido Comunista maoísta
– Italia; Partido Comunista Revolucionario (PCR-RCP), Canada;
Partido Comunista Maoísta
(MKP) – Turquía
e Kurdistan del Norte – Francia; Movimiento Comunista Maoísta,
Tunisia; Democracy and Class Struggle, Gales, Estado
Británico;
Comité para
la construcción
del partido comunista maoísta,
Galicia – Estado Español;
Gran Marcha hacia el Comunismo,
(Madrid, España);
Nuevo Grupo de Estudio Marxista (NMSG),
Sri Lanka; Solidaridad de Lucha de los Pueblos, Indonesia;
Organización
Comunista Futuro Rojo – Francia; Servir el pueblo – Sheisau
sorelh - Occitania
– Estado Francés.
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