El pasado sábado 25 de enero murió el activista y
director teatral Juan Francisco Kuykendall, esto a consecuencia de una
fractura craneoencefálica por un proyectil disparado por la Policía
Federal en las manifestaciones del 1 de Diciembre de 2012 en contra de
la toma de protesta de Enrique Peña Nieto.
Fue aquel 1 de Diciembre, en medio de la pesada
atmosfera de gas lacrimógeno, que miles de mexicanos inconformes se
dieron cita para repudiar la toma de posesión de una marioneta mas al
servicio del imperialismo yanquee. El operativo de seguridad desplegado
fue impresionante, marcando así lo que sería una tendencia del gobierno
de EPN.
De aquel enfrentamiento resultaron varios heridos: el
estudiante de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México Uriel
Sandoval perdió el ojo derecho a causa de una bala de goma, y
Kuykendall, activista adherente a la otra campaña fue impactado por una
granada de gas en el cráneo; muchos más también sufrieron heridas menos
graves . Sin embargo y a pesar de las pruebas, los responsables no
fueron castigados, demostrando así que la impunidad porta uniforme en
nuestro país.
Pasado más de un año, y después de una larga
convalecencia, el compañero Kuykendall falleció, dejando una trayectoria
de activismo cultural desde los años 70. Para aquellos que compartimos
los recuerdos de aquel día nos es difícil explicar el sentimiento de
impotencia que nos invade; fue en esos momentos cuando las diferencias
de concepción e ideológicas lograron un importante momento de unidad,
para combatir juntos la injusticia y el oprobio, fue cuando cientos de
luchadores se hermanaron, y junto a ellos se encontraba Kuykendall.
Su muerte se enmarca en un contexto de represión
generalizada, de criminalización de la protesta social, y de violencia
hacia el pueblo mexicano. Ahora nos queda claro que la represión del 1
de Diciembre no fue más que el parte de una política de terror y
homicidio, todo ello con el fin de avanzar en la venta del patrimonio de
nuestro pueblo. Esta política ha sido orquestada y llevada a cabo en
perfecta armonía por los partidos de todos los colores: PRI, PAN, PRD,
PT, etc. demostrando su completa complicidad y servilismo a los
intereses de la burguesía.
El Bloque Rojo expresa sus condolencias a la familia
de Juan Francisco Kuykendall, al mismo tiempo que reafirma su convicción
de continuar en la lucha contra este régimen feroz, porque sabemos que
no hay mejor homenaje a un luchador que continuar en la lucha, y nos
encontramos felices por saber que cada vez que cuando un combatiente cae
surgirán otros que tomaran gustosos en sus manos la tarea de construir
un mundo justo.
NO UN MINUTO DE SILENCIO, TODA UNA VIDA DE LUCHA
JUAN FRANCISCO KUYKENDALL TU MUERTE SERÁ VENGADA
LA REBELIÓN SE JUSTIFICA
Bloque Rojo