(Servir al Pueblo)
09/04/2025

Un día antes de la manifestación estatal masiva por la vivienda, el Ayuntamiento de Bilbao ejecutaba el desalojo del Gaztetxe Etxarri II. Siendo Etxarri un centro autogestionado con amplia tradición de lucha, igual que lo es la nación de Euskal Herria, el Estado se preparó con un amplio dispositivo de represión.
Etxarri fue desalojado después de más de 10 años de funcionamiento, pero las masas obreras no quisieron abandonar sin resistencia. Jóvenes se atrincheraron dentro del centro autogestionado y cientas de personas protestaron en las calles contra la policía.
Como hemos visto en el desalojo de otros centros sociales históricos como L’Antiga Massana (Barcelona) o el Kasalet (Terrassa), cientos salieron a la calle en repulsa de la policía, mostrando el profundo desagrado que provoca en la clase trabajadora la destrucción de estos espacios, además del profundo arraigo que el trabajo militante genera entre los vecinos del barrio.
Ofensiva contra el Movimiento por la Vivienda
El Movimiento por la Vivienda viene, desde otoño del 2024, tomando un carácter cada vez más consciente y combativo, involucrando a las amplias masas trabajadoras directamente en la lucha gracias a organizaciones barriales, sindicatos independientes y otras organizaciones de masas.
La lógica del pueblo es la siguiente: ante la opresión, ¡combatir y resistir! Día a día el pueblo destroza los intentos de burócratas y políticos de dirigir la lucha por un derrotero pacífico, mandando a la clase trabajadora directamente hacia su condena bajo la brutal violencia del Estado. La batalla de Errekalde es un episodio más en esta lucha, como lo fue hace poco el de los vecinos de Carabanchel a puñetazos y patadas contra los matones de desokupa.1
La represión contra el Movimiento por la Vivienda no disminuye, sino que aumenta junto a la lucha de clases dentro de un proceso general de militarización del Estado. El saldo represivo de la batalla de Errekaldo ha sido:
Cuatro detenidos por “vulnerar la Ley de Seguridad Ciudadana”, a los que el Estado pretende imputar la responsabilidad de una acción colectiva de nuestra clase.
Varios heridos, entre ellos uno grave que ha perdido un testículo debido al impacto de un proyectil foam.
Cargas de la policía.
Por otra parte, esta experiencia ha aportado importantes victorias para la clase trabajadora, que sirven a justificar la violencia revolucionaria y el derecho a resistir de las masas oprimidas:
Quince ertzaintzas sufrieron lesiones de diversa índole, aunque bien podría ser una estrategia del Estado para mayor represión contra el movimiento, sí demuestra a los agentes de policía que no podrán aplastar a la clase trabajadora con impunidad.
Barricadas fueron formadas y bengalas lanzadas contra la policía.
Los partidos burgueses se desenmascaran, EH Bildu aprovecha la situación para hacer propaganda electoral y PNV demuestra su hipocresía al decir que “la violencia nunca puede legitimar la defensa de ninguna causa…” ¡mientras que las armas las tienen ellos y son los que las disparan contra manifestantes!
Esta experiencia es una página más en la lucha de clases que demuestra la necesidad defenderse y prepararse frente a la militarización del Estado español.
¡Solidaridad con el barrio de Errekaldo, los heridos y los represaliados!
¡Combatir y resistir!
¡La rebelión se justifica!
1https://serviralpuebloperiodico.wordpress.com/2025/01/09/lecciones-de-carabanchel-defender-la-vivienda-con-punetazos-y-patadas/
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