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Turquía. El gobierno fascista de Erdogan no para en sus crímenes contra el pueblo, especialmente en su labor contrainsurgente que busca inútilmente aniquilar las fuerzas de la revolución. Los ataques del viejo Estado se han centrado desde hace semanas en activistas y simpatizantes de Partizan; además de las detenciones arbitrarias de activistas, redadas, cateos y allanamientos contra oficinas democráticas el 1° de mayo y durante el reciente proceso electoral, ahora el gobierno pretende prohibir las manifestaciones con represión. El pasado 2 de julio la policía atacó una manifestación en Sarigazi, Estambul, arremetiendo específicamente contra el contingente de Partizan y las banderas rojas de Ibrahim Kaypakkaya (fundador de TKP/ML), en el lugar se detuvo a cinco personas, entre ellas Emre Orman, un periodista que cubría las protestas. La movilización conmemoraba la Masacre de Sivas, ocurrida en 1993 cuando el gobierno asesinó a 37 intelectuales progresistas en el Hotel Madimak. En una rueda de prensa el 7 de julio las organizaciones que conforman el Comité Organizador de Sarigazi denunciaron que los detenidos sufrieron tortura, tratos crueles e inhumanos por parte de la policía, así mismo afirmaron… “la bandera de Kaypakkaya será izada de nuevo en futuras acciones”.
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