Ang Bayan | 21 de enero de 2025

En contra de la exigencia de justicia del pueblo filipino, Marcos está dando largas a la hora de impulsar la destitución de la vicepresidenta Sara Duterte y de detener al ex presidente Rodrigo Duterte para que se enfrente a la Corte Penal Internacional. Y ello a pesar de las abrumadoras pruebas de la grave corrupción de Sara y de los crímenes contra la humanidad de Rodrigo.

Marcos está consintiendo el consejo de sus amos imperialistas estadounidenses de desescalar la confrontación con los Duterte para evitar alarmar a los inversores capitalistas monopolistas extranjeros en el país. En lugar de escuchar el clamor de justicia del pueblo, Marcos está dando prioridad a la consolidación de su poder para despojar gradualmente a los Dutertes de su poder e influencia. Estas medidas incluyen el “control de lealtad” y la reorganización de los oficiales de las AFP y la PNP, así como la reorganización del Consejo de Seguridad Nacional.

El objetivo último de Marcos es reforzar su control sobre el poder político para proteger sus propios intereses burocrático-capitalistas. Una de las principales preocupaciones de Marcos ahora son las próximas elecciones de mayo. Está utilizando toda la fuerza del Estado y los fondos públicos para asegurarse de que sus secuaces controlan el Senado, el Congreso y los gobiernos locales. La consolidación del poder de Marcos se está utilizando contra el pueblo y contra sus rivales políticos.

En un intento de ahogar el grito de justicia del pueblo e intimidar a los congresistas y grupos que impulsan la destitución, los líderes pro-Duterte de la Iglesia ni Cristo gastaron cientos de millones de pesos para su millón de miembros en mítines la semana pasada. Utilizaron el engañoso tema de la “unidad y la paz” para ahogar la demanda popular de justicia y rendición de cuentas para los odiados Duterte padre e hija.

Ha pasado más de un mes desde que se presentaron tres casos de destitución en el Congreso. Sin embargo, por instrucciones de Marcos, que dijo que el impeachment es una “pérdida de tiempo” e “inoportuno”, no se ha tramitado ninguno de los tres. Algunos dicen que Marcos está esperando a asegurarse la mayoría en el Senado para garantizar que Sara Duterte sea condenada. En realidad, Marcos está haciendo oídos sordos al clamor popular y está desestimando y desacreditando las iniciativas de diversos sectores democráticos para que Sara Duterte y su padre Rodrigo rindan cuentas.

El retraso de Marcos en el juicio político contra Sara Duterte está alimentando aún más la ira del pueblo filipino. Ya no soportan ver cómo la vicepresidenta, que está detrás del uso anómalo de cientos de millones de pesos de fondos públicos, sigue alardeando de sí misma. Y no soportan ver cómo los miles de millones de pesos del presupuesto del gobierno reaccionario, procedentes de los impuestos pagados por la gente corriente, se los embolsan funcionarios corruptos del gobierno, encabezados por el burócrata-capitalista Marcos.

La cólera del pueblo filipino se profundiza ante el agravamiento de la crisis económica, en particular las sucesivas subidas de precios de los alimentos, el petróleo y otros productos básicos en las primeras semanas de 2025. Marcos sigue haciendo oídos sordos al clamor de los obreros y empleados de a pie para que se aumenten sus sueldos y salarios, insuficientes para cubrir los costes de una vida digna.

El régimen de Marcos no tiene solución para el problema del desempleo generalizado, y está abandonando al pueblo a su suerte. Peor aún, a millones de campesinos, pescadores, conductores de jeepney y otros sectores se les niegan sus fuentes de ingresos ante los intentos del burgués-comprador y sus aliados de empresas y bancos extranjeros de apoderarse de sus tierras y medios de vida.

Ante el sufrimiento generalizado y las dificultades económicas del pueblo, la respuesta del régimen de Marcos es intensificar la represión en un intento de acallar sus quejas. Aumenta el número de casos de vigilancia, acoso a organizaciones, presentación de cargos falsos, detenciones, torturas y ejecuciones extrajudiciales contra gente corriente que se organiza para luchar por sus intereses y su bienestar. Marcos está utilizando las leyes “antiterroristas” para suprimir los derechos del pueblo. La situación es peor en el campo, donde se está aplicando la ley marcial en miles de barangays controlados y dominados por soldados fascistas.

Para avanzar en el bienestar y los derechos del pueblo filipino, éste debe unirse y dar una forma poderosa a su ira contra los crímenes y transgresiones de los Dutertes, y contra la continuación del gobierno burocrático-capitalista y fascista bajo Marcos. El amplio frente unido debe fortalecerse para reunir a todos los sectores, organizaciones e individuos en el llamamiento a responsabilizar a los Dutertes. Deben formarse diversas formas de alianzas y organizaciones, formales o informales, para animar a las masas más amplias a participar en diversas formas de acción y expresión de quejas.

El movimiento democrático de masas debe avanzar para responsabilizar a los Dutertes y fortalecer la lucha contra los Marcos y todo el sistema burocrático-capitalista. La situación es siempre favorable para despertar a las masas y ampliar rápidamente sus filas organizadas. El terreno es fértil para multiplicar el número de sindicatos y organizaciones de masas en las zonas urbanas y rurales.

Hay que aprovechar la coyuntura favorable para llevar adelante y realizar las luchas económicas y políticas de las masas. Éstas deben estar ligadas a la lucha contra el régimen yanqui-marquista y al avance del movimiento nacional-democrático.

Los cuadros y miembros del Partido deben actuar con decisión y firmeza como columna vertebral de las luchas de masas. Sirven para iluminar y guiar a las masas en el difícil camino de la lucha. Deben formarse organizaciones de masas clandestinas que apoyen directamente el avance de la lucha armada y hay que animar a las masas a unirse al Nuevo Ejército del Pueblo.