La convocatoria inicial de las hinchadas de fútbol, hartas de ver cómo se les pegaba a los jubilados, se multiplicó con la participación de decenas de organizaciones sindicales, sociales, estudiantiles y políticas, entre ellas nuestro PCR y la JCR, la CCC, la CEPA y el MUS.

Para el gobierno de Milei, las y los jubilados son la “casta”, sobre la que recae el 25% del recorte del gasto público. Por eso la jubilación mínima, con un bono congelado a valores de marzo del año pasado, llega a apenas $340 mil por mes. Encima, el gobierno anunció el fin de la moratoria previsional para el 23 de este mes, les sacaron remedios gratuitos, etc. Estos son los reclamos principales que vienen planteando cada miércoles las organizaciones de jubilados.

Las fuerzas represivas a cargo de la ministra Patricia Bullrich Luro Pueyrredón le vienen pegando a las y los jubilados durante varias marchas. Eso hizo crecer la bronca, primero entre las hinchadas de fútbol que se convocaron recordando la frase de Diego Maradona “hay que ser muy cagones para no defender a los jubilados”.

El miércoles 12 la hora de la convocatoria estaba fijada a las 17 hs, Más de una hora antes, miles y miles llegaban con las camisetas de sus clubes, y los carteles de las organizaciones, colmando las inmediaciones del Congreso.

Fueron muy aplaudidas las columnas de trabajadores del Astillero Río Santiago, venidos desde Ensenada, así como las de otros gremios y las de los clubes de fútbol.

Con las camisetas entremezcladas, sonaban las canciones de cancha con las letras cambiadas: “¡A vos te queda poco / Peluca, botón / Les pegás a los viejos, destruís el país / Sos un hijo de yuta / Te tenés que ir!”, mezcladas con un clásico de las luchas de nuestra patria, que vuelve a sonar fuerte: “¡Qué se vayan todos/ que no quede ni uno solo!”.

Para evitar la llegada de otros miles, Milei y Bullrich ordenaron comenzar la represión en el Congreso y sus alrededores antes de las 17. Con gases, palos, hidrantes y balas de goma hirieron y detuvieron a más de cien mujeres, hombres y hasta niños, y causaron heridas a decenas, algunos graves, como el fotógrafo Pablo Grillo quien está peleando por su vida tras un escopetazo con una granada de gas lacrimógeno disparada directamente a su cabeza.

Las columnas se defendieron de la brutal represión, además identificando y expulsando a los servicios y provocadores mandados por el gobierno. Actuaron combinadamente centenares de efectivos de la Policía Federal, Gendarmería, Prefectura, Policía Nacional Aeroportuaria, Policía de la Ciudad y Servicio Penitenciario.

La represión se extendió a todo el centro porteño hasta pasadas las 19 hs., con las motos, la infantería y los hidrantes disparando a mansalva.

El gobierno pretende con esta represión despejar las calles, donde se expresa la principal oposición a su política, para hacer pasar su plan de hambre, desocupación y entrega. La respuesta vino esa misma noche, con cacerolazos que se extendieron por toda la Capital Federal, la provincia de Buenos Aires y capitales de varias provincias.

Hasta altas horas de la madrugada miles de personas volvieron a desafiar el virtual estado de sitio que pretende instalar el “protocolo” represivo del gobierno, y marcharon por calles y avenidas, incluso llegando hasta la Plaza de Mayo.

En la misma madrugada, la jueza Karina Andrade, del Juzgado Penal Contravencional y de Faltas 15, ordenó la liberación de los 124 detenidos reconocidos por el gobierno. Andrade afirmó que las detenciones “afectan derechos constitucionales fundamentales, como el derecho a la protesta, la manifestación en democracia y la libertad de expresión”. El fallo puso furioso al gobierno, que a través del ministro de “Justicia” Cúneo Libarona y la inefable Bullrich, busca echar a la jueza.

El balance del gobierno, al tiempo que descargó una de las más brutales represiones vividas luego del fin de la dictadura, es victimizarse, y decir que “los violentos” querían tomar el Congreso y “desestabilizar”.

Al día siguiente de la marcha, mientras crecía la preocupación por la salud del fotógrafo Pablo Grillo, crecía el repudio a la cobarde represión, y se organizaban nuevas marchas para los próximos días.



 

Actos en las provincias

Corrientes

Como parte de la Jornada nacional de las y los jubilados y pensionados, en la ciudad de Corrientes el Centro Provincial de Jubilados y Pensionados de ATE realizó una radio abierta en Plaza Cabral con apoyo de la CCC, Suteco (Ctera), Somos Barrios de Pie, Agrupación de Estatales René Salamanca- CCC, CTAA y CTAT. Se realizo una juntada de numerosas firmas al documento de reivindicaciones.

Las organizaciones presentes expresaron su apoyo y el drama de esta política a la que se sumó algún transeúnte de los firmantes. Fuera Milei, el Fondo de Sustentabilidad es de los jubilados. Milei estafa a los jubilados.

 

Río Negro

En la provincia movilizamos en Bariloche, General Roca, Cinco Saltos y Viedma.

La mayoría de las y los jubilados se encuentran entre la indigencia y la pobreza, exigen el aumento de las jubilaciones, la cobertura al 100% de los medicamentos y mejora de las condiciones de vida.

El gobierno de Javier Milei está llevando adelante políticas de ajuste que impactan de lleno en los sectores más vulnerables. El fin de la Moratoria Previsional afecta directamente a los sectores más precarizados y a las mujeres, que sólo 1 de cada 10 podrá jubilarse.

 

Tucumán

Basta de represión. Milei – Bullrich con los viejos no

Hoy los Jubilados de la Plaza  vivimos una jornada de lucha especial. Como todos los miércoles nos juntamos en Plaza Independencia para reclamar por nuestros derechos pero hoy especialmente la consigna principal fue BASTA DE REPRESION A LOS JUBILADOS . Convocamos a toda la población a repudiar la represión que sufren cada miércoles los jubilados en Buenos Aires.

Agradecemos el apoyo de todos los que se sumaron hoy en la plaza. Fuimos acompañados por  obreros de los talleres ferroviarios de Tafi,  algunos jóvenes y dirigentes políticos y gremiales, entre otros.

 

Argentina – El Pueblo a la calle y se acaba el tiempo de Milei

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El Porteño

El aparato represivo del régimen argentino golpeó una vez más a los jubilados. Ayer una jubilada de 87 años y un fotógrafo de prensa, Pablo Grillo, fueron gravemente heridos por los piquetes de Gendarmería. La vida de ambos peligra. Se trata de algo que se ha venido repitiendo cada vez que los trabajadores salen a la calle a reclamar por sus derechos.

Sin embargo, el tiempo de los criminales que están en el Gobierno se ha acabado. Los días de Milei a la cabeza del saqueo y Bullrich a cargo de la del garrote, comienzan a acabarse. Las noticias y las crónicas que nos llegan del otro lado de Los Andes son elocuentes: se comienza a respirar el aire del 2001, a aquellos del estallido argentino que terminó con De la Rúa huyendo el helicóptero de la Casa Rosada.