Friday, July 17, 2015

ECUADOR: Nota de prensa del FDLP-Ecuador analiza la visita del Papa.




LA VISITA DEL PAPA, AGUARDIENTE PARA EL PUEBLO
La existencia de la religiosidad,  la manera cómo se ha fijado en la conciencia de las masas y cómo ha sido utilizada por las clases dominantes para detentar el poder ha estado íntimamente ligada a determinadas condiciones sociales.
El hecho de que el Ecuador  hoy sea una semi colonia y sobre todo, semifeudal, estipula en mayor grado el rol o papel que cumple la religión en mantener la espiritualidad colectiva de las masas en estado de ebriedad para el sostenimiento de relaciones de producción precarias. De hecho, en una sociedad donde menos desarrolladas  son sus fuerzas productivas, mientras más antagónicas y conflictivas sean las relaciones de producción, sus manifestaciones religiosas son más marcadas e incidentales en el comportamiento político cultural, filosófico e ideológico de las mayorías.
Pero esa es la realidad de nuestro pueblo, esas son las condiciones en las que se mueve su religiosidad y es la condición social que debemos sobrellevar los comunistas y sus aliados mientras se vayan creando las condiciones de lucha que nos permitan destruir no solo el régimen económico y político que generan miseria y opresión, sino las concepciones ideo-espirituales que desembocan en la religión y que opera no solo como instrumento de dominación en el campo de la conciencia, sino como el letargo de inacción de las masas que son arrastradas a recrear la idea de que aquí, en la tierra, en vida, no tendremos ni riqueza ni paz, que las cosas son como son, que así está determinado por las divinidad, que no es una panacea vivir la abundancia como mortales sino en el más allá, después de la muerte.
Ya Lenin decía: “La lucha contra la religión no puede limitarse ni reducirse a la prédica ideológica abstracta; hay que vincular esta lucha a la actividad práctica concreta del movimiento de clases, que tiende a eliminar las raíces sociales de la religión”-
Que en el Ecuador haya casi un 80% de católicos no es novedad, es sobre la base de contraponer, o mejor dicho, imponer un modo de producción más avanzado apoyado en la religión católica como los españoles conquistaron, sometieron y ocuparon América, particularmente las tierras que comprometen lo que territorialmente hoy es el Ecuador. Entonces vemos que las masas han vivido un proceso de alienación por más de 500 años, y que dicho proceso no va a ser neutralizado o eliminado porque emitamos una ponencia escrita clarificando qué es la religión, cómo opera en la conciencia de las masas, sino extendiendo nuestros propósitos precisamente a lo que se refería Lenin, a eliminar las raíces sociales sobre las cuales se levanta, se nutre y opera.
En las últimas semanas la gran burguesía y los grandes terratenientes nos han dado un  claro ejemplo de cómo la religión viene a ser un arma que favorece a quienes detentan el Poder. El régimen de Alianza País (representante político de la burguesía burocrática) ha evidenciado de manera palmaria cómo la religión puede ser aprovechada oportunamente por las clases dominantes para “meter colchón” a la crisis que vive el gobierno, distraer la atención de las masas de los problemas fundamentales y fomentar un espíritu y comportamiento religioso tolerante, pasivo, conciliador, de gran expectativa y movilización  ligada a la visita del Papa Francisco. De igual manera, cómo la oposición (burguesía compradora coludida con el revisionismo y el oportunismo) también se apoya en la religión (la visita del Papa al país) para desde ahí pretender movilizar a las masas a respaldar su arremetida contra el régimen y dirimir las contradicciones inter-burguesas que se han atizado en las últimas semanas. Masas abordadas desde los dos frentes burgueses para utilizarlas como “carne de cañón” y elemento poblacional de presión política.
Cuando el régimen reformista y fascista de Correa inició su mandato tuvo que confrontar la activación política del clero quién se mostró abiertamente contrario a las políticas que esgrimía el gobierno. No bastó sino que el fascista “se monte en el burro y tire de las orejas” para encarrilar a la Arquidiócesis  y hacerles ver que Correa y sus funcionarios no estaban en contra de la Iglesia, por el contrario, todo el tiempo ponía la costumbre y la iglesia por delante de cualquier expresión política, filosófica e ideológica, pero no obstante advirtió que la iglesia “haga lo que tiene que hacer” caso contrario tendría que topar temas escabrosos como el de la deuda externa. La iglesia calló hasta ahora, se intimidó.
En este caso Correa se refería a que la iglesia católica en el Ecuador ya no financia sus actividades, el mantenimiento de un ejército de monaguillos, curas, sacerdotes y su estado mayor rodeado de serviles monjas y acólitos con las limosnas domingueras o las herencias que usurpan a ingenuos fieles, sino de los papeles de la deuda externa que tienen en su poder y con los que especulan en el mercado internacional.
Estos permanentes y pecaminosos ingresos  han representado un verdadero via-crucis para el pueblo, sumado a las rentas de los miles de propiedades que tiene la iglesia y que arrienda a instituciones públicas y privadas, de los grandes feudos que aún mantiene; la renta que le otorga sostener un gran porcentaje de escuelas, colegios y universidades (cuyas matrículas y pensiones son las más caras del país, por ejemplo, colegio San Gabriel, Los Pinos, Universidad Católica, entre cientos más), la exención de aranceles e impuestos y las asignaciones económicas que hacen los municipios y el estado, hacen del país algo más que la “caja chica” del Vaticano, y obvio, se merece el afianzamiento de su presencia (del papa) entre las masas para seguir lucrando de ellas y conducirlas al viaje ilusorio de la humildad servil y sumisa, la pobreza digna y de pobres siempre dispuestos a “colocar la otra mejilla”.
La visita del Papa responde  a esas contradicciones, pero también los hace pensando precisamente en lo que ha manifestado el Papa en su homilía en el parque Bi Centenario de Quito, la impostergable necesidad de desplegar un nuevo proceso de evangelización que busca recuperar espacios que ha ido perdiendo la iglesia Católica. Espacios que han sido “ocupados” por masas que poco a poco se desvinculan de la religiosidad para objetivizar de mejor manera sus tareas y concepciones. Otros espacios que han sido ocupados paulatina y sistemáticamente  de manera violenta o pacífica de ese otro opio del pueblo: el islam, y con él, de nuevas corrientes económicas próximas al califato feudal o a la semifeudalidad de los ayatolas,  poco afables a la visión de la iglesia que con el Vaticanos ha fomentado la expansión del imperialismo desde la perspectiva económica, política, filosófica de “occidente”.
Con su visita a Latinoamérica el Papa emprende una  nueva cruzada internacional fomentando la defensa de lo mismo: de la propiedad privada sobre los medios de producción, el respeto a las costumbres, a la cultura, que en fin de cuenta es el sustento del que se nutren quienes vienen detentando el Poder por siglos. Desde luego, la iglesia en muchos de los casos y en muchos de los países es la socia mayor de los estados explotadores.
La visita del Papa en lo que refiere al país es más que eso, también es retomar una línea de comportamiento que hay que ubicarlo en 1586 cuando los jesuitas vinieron al Ecuador con un cargamento que además de la biblia venía pertrechado de cientos de esclavos que fueron incorporados a la producción en condiciones infrahumanas, sobre todo en la provincia de Imbabura, para fortalecer la criminal explotación de los indígenas que fueron organizados en torno al cultivo de la uva, olivo, algodón, caña de azúcar y desde luego, de cargadores de  oro, plata y otros minerales que eran transportados a los puertos de Cartagena en Colombia y que utilizaban a esos esclavos como “mulas de carga”.
Durante el siglo XVII, los jesuitas dan paso al régimen económico conocido como “la hacienda” estructura productiva que recreaba relaciones de producciones esclavistas y feudales y que resultó ser la una de las épocas más oscuras y tristes para nuestro pueblo hasta la actualidad. En esa oportunidad, los jesuitas coludidos con los chapetones (expresión criolla del poder español) sumieron al país, en una etapa conocida como la Gran Fase Jesuita, o la fase negra, (1627-1700) en la que profundizan el proceso esclavista de los negros, comercializan con ellos, los subastaban en plazas públicas, vendían a los más viejos o a los enfermos. A las mujeres muy jóvenes con capacidad reproductiva las negociaban en altos precios, en cambio, aquellas que ya no podían tener hijos eran vendidas en el mercado a bajos precios para que trabajen como sirvientas en las casas de los felipillos y chapetones de la ciudad. Además de explotar a los negros, lo ponían al frente del los trabajadores indígenas en calidad de capataces generando entre estos dos pueblos (negro e indio) antagonismos que han sido reproducidos en el tiempo hasta nuestros días.
La presencia de los jesuitas ha sido totalmente lóbrega en el país, una ignominia perdurable en el tiempo y en las formas, hoy un sustento ideo espiritual de la semifeudalidad explotadora.
También se hicieron del control de la educación en el país, reproduciendo en sus aulas a los exponentes más relevantes del poder criollo que devino en los grandes terratenientes semi feudales y en la gran burguesía del país.
Pero bueno, esa es la historia, negros esclavos, indígenas también esclavizados, explotados hasta nuestros días y sin embargo no deja de llamar la atención los cartelones que colgaban de la sede de la CONAIE saludando la visita del máximo representante de sus históricos verdugos: los jesuitas, quienes consideraban a los indígenas “animales” pues la iglesia decía que los indios “no son hijos de dios porque no tienen alma”. Saludar al representante de quienes saquearon el país, a quienes les arrebataron la tierra, principal reivindicación de los indígenas y campesinado pobre, de quienes sometieron a indígenas a la más tremenda y abyecta explotación. Saludan a quienes conjuntamente a grandes terratenientes, gran burguesía e inclusive ligados a los a aparatos represivos han sometido no solo a indígenas y campesinos pobres, sino al pueblo en general.
Hoy, la dirigencia del movimiento indígena, termina haciéndole el juego al nuevo proceso de evangelización, que no deja de ser sino continuidad de aquel emprendido hace cinco siglos; proceso de embrutecimiento de la conciencia de las masas, sobre todo de las más pauperizadas y con bajo o ningún nivel de escolaridad, donde es más fácil calar con el dogma religioso y mantener borrachas a las masas sin capacidad de reaccionar ante la explotación, el oprobio y la miseria. ¿Acaso eso saluda la dirigencia oportunista de la CONAIE?
 ¡Desde luego!,
Basta leer el pronunciamiento de una de sus representantes, la oportunista y derechista Lourdes Tibán quién a propósito de la venida del papa manifestó:
“El pueblo indígena y los ecuatorianos en general nos alegramos y agradecemos su visita, porque seguramente dejará sembrada la semilla del amor, la paz y la unidad de las familias de esta Ecuador cultural, político y socialmente diverso, que más allá de ser un país de los milagros, es un país laico, lleno de fe y esperanza….(sic) unamos nuestras oraciones a las suyas, para que el todopoderoso SALVE AL ECUADOR” Lourdes Tibán
Es decir, esta oportunista se alinea a la cola del oscurantismo feudal-religioso para abogar desde ahí por la “paz” y la “unidad de las familias” sin siquiera detenerse a pensar que no hay paz mientras haya explotación para indígenas y campesinos pobres, para obreros y pobladores asalariados y explotados por quienes detentan el Poder desde hace siglos. Los hombres y mujeres explotados, sabemos que al país no lo va a salvar dios, que la “esperanza” de los pobres no debe ser religiosa, sino que esa nace de su compromiso y participación en la lucha. A las masas pobres la salva solo el pueblo organizado, con lucha, con destrucción y construcción, con violencia revolucionaria, así ha sido siempre y así será mientras existan antagonismos de clase.
Pero veamos algo más, la Conaie y la oportunista Tibán, al emitir sus saludos a la visita del Papa, lo que están haciendo es refrendando y avalando el carácter semifeudal del viejo estado en la medida que la religión sigue atada o ligada al estado, que los principios democráticos que se supone esgrimía Eloy Alfaro en la “revolución liberal” no pudieron materializarse hasta nuestros días precisamente porque son visiones y aplicaciones de la democracia con plenos poderes y carácter de clase, totalmente incompatibles con la democracia que podrá ejercitar el pueblo solo cuando su clase dirigente, el proletariado, conquiste el poder.
El mensaje del Papa en su visita al país.
Nada en particular, todo en general. Se mostró ambiguo, no tuvo plena disposición por asumir posición en la contradicción interburguesa. Básicamente dejó tres mensajes en concreto: evangelizar, evangelizar y evangelizar. Claro, entre líneas habló sobre la necesidad de consolidar a la familia donde la mujer debe retomar el rol aglutinador, formativo de los hijos y sobre todo seguidora de su marido, enviando al carajo, con  un solo discurso, las conquistas de la mujer por enterrar el machismo feudal que ahora tiene un nuevo interlocutor y defensor: el Papa.
Pero no contento con eso, se dio modos también para hablarnos entre dientes de paz, la paz de la conciliación entre explotadores y explotados, de la inclusión social de opresores y oprimidos, como una suerte de eclecticismo social que pretende eliminar las contradicciones que genera una sociedad llena de antagonismos de clase.
Pero ¿quién es el Papa Francisco?
El Papa Francisco, cuyo verdadero nombre es Jorge Mario Bergoglio, además de ser hincha del equipo de fútbol San Lorenzo de Argentina, es representante del neo populismo de la iglesia católica, es decir, profundamente conservador, ortodoxo pero con un discurso remozado para adaptarlo a las masas, sus vivencias y sus expresiones. También es carismático, informal para hablar y mostrarse como un hombre bondadoso, “santo”, que a cada minuto exhorta a sus fieles recen por él, que carga a cuestas no necesariamente la cruz de la iglesia católica, sino una seria acusación de haber sido responsable del secuestro de dos sacerdotes, también jesuitas: Orlando Yorio y Francisco Jalics en 1976 por parte de los militares en la nefasta dictadura militar en Argentina responsable de la muerte y/o desaparición de más de 30 mil personas.
Bergoglio –el Papa- fue llevado a tribunales argentinos acusado de complicidad en crímenes de lesa humanidad: complicidad en el secuestro y tortura de dos sacerdotes bajo su mando. En su testimonio no aportó nada para el esclarecimiento de los hechos, por el contrario, se mostró evasivo tratando de salvar responsabilidades personales y de los militares de la ESMA (Escuela Superior Mecánica de la Armada) tristemente célebres por ser el lugar donde se torturaba y ejecutaba a izquierdistas o cualquier opositor a la dictadura.
Según la justicia argentina, el papa “entregó” a los dos sacerdotes a los militares acusándolos de realizar actividades subversivas. Los dos jesuitas fueron torturados brutalmente y encarcelados por seis meses.
Bergolio resulta ser parte de esa camada religiosa a la que perteneció Christian von Wernich, cura que no solo delataba a miembros de la izquierda de Argentina, sino que participaba activamente en la tortura de los detenidos. Sin embargo las acusaciones judicializadas que tiene el Papa en Argentina no se limitan al caso de secuestro y tortura de los dos jesuitas, sino a la desaparición de hijos de los izquierdistas apresados y desaparecidos en la dictadura militar.
Mucho durará esta inyección de “puntas” (aguardiente artesanal) directo a la vena de las masas para mantenerlas dopadas y sujetas del discurso conciliador y desmovilizador. Ya se abrirá nuevamente el balcón del régimen y de la oposición para parafrasear al papa y ajustar su “mensaje” al discurso interesado en manipular a las masas para embarcarlas en las contradicciones inter burguesas y dirimirlas a su favor, cada quién por su lado.
Pero hay que trabajar, hay que denunciar el verdadero carácter que ha tenido la visita del Papa al país y a Latinoamérica. Sus verdaderos objetivos y sobre todo la profunda incidencia que tiene en una subregión que está efervescente y que apunta, a pesar del dogma religioso y sus esfuerzos por renovarlo, a reverdecer por conquistar su verdadera y definitiva emancipación.
Ya Bolivia vivió algo similar a lo que vivimos aquí con la visita del Papa. Paraguay, no diferente. Posteriormente será México, donde tiene la mayor fuente de ingresos la iglesia y no cerrará hasta consolidar el proceso de reconversión política e ideológica en Cuba con la complicidad de los Castro, Obama y el revisionismo internacional.
Ni en dioses, reyes ni tribunos
Esta el supremo salvador,
Nosotros mismos realicemos
El esfuerzo redentor
La liberación del pueblo es obra del pueblo cobijado en la línea ideológica correcta. Ni la paz religiosa más próxima a la de los cementerios, ni mucho menos el reino celestial en el cielo; la paz aquí, ahora, en la tierra, sin antagonismos de clase, sin explotación, si miseria, sin tiranos,  y el reino…., ese solo es posible en el comunismo.

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