Notas sobre la Declaración fundacional de la Liga Comunista Internacional (LCI)
Original en inglés: https://www.bannedthought.net/Norway/RK/2023/NotesOnTheDeclarationOfTheICL-RK-2023-01-06-OCR.pdf
Notas sobre la Declaración fundacional de la Liga Comunista Internacional (LCI)
El periódico maoísta online «Internacional Comunista» publicó recientemente un documento declarando la conclusión con éxito de la «Conferencia Maoísta Internacional Unificada», y la fundación de una nueva organización internacional, la «Liga Comunista Internacional».
La declaración fundacional de la LCI se basa en una propuesta de
borrador publicado en enero de 2022 y debatido en los meses siguientes 1
.
La declaración fundacional de la LCI sostiene que los principales
problemas a los que se enfrenta el MCI son «el revisionismo y la
dispersión de fuerzas» 2
. Creemos que esta apreciación es
correcta, y consideramos que es nuestro deber como maoístas e
internacionalistas tratar de unir al Movimiento Comunista Internacional
bajo el maoísmo. Sin embargo, esta unidad debe basarse en una
comprensión común de una línea política correcta.
Defendemos la imperiosa necesidad de unificar el Movimiento Comunista Internacional (MCI) bajo el marxismo-leninismo-maoísmo, y damos la bienvenida a cualquier paso genuino en esta dirección. Sin embargo, creemos que aún no se ha alcanzado el nivel de unidad necesario para fundar una organización internacional, ni la propuesta de una Línea General ha sido suficientemente debatida a nivel internacional. Por lo tanto, consideramos que la creación de la LCI es prematura, ya que el movimiento maoísta internacional no ha alcanzado la unidad ideológica necesaria para su unidad organizativa. Tememos que la organización maoísta internacional sea un obstáculo para el desarrollo de la lucha de dos líneas, impidiendo así la unidad real. Esperamos que este temor y que la lucha de dos líneas continúe para que pueda lograrse una mayor unidad.
Al mismo tiempo, nos alegra ver que algunas formulaciones erróneas del proyecto de propuesta hayan sido eliminadas o modificadas en la declaración final. Vemos esto como una señal de que la lucha de dos líneas en el movimiento comunista avanza, y de que criticando las líneas erróneas, es posible avanzar en la dirección de una mayor unidad política.
Planteamos nuestras críticas a la línea de la LCI no para crear intrigas, sino para el interés de crear unidad entre los maoístas según el principio «unidad, lucha, unidad». Basándonos en nuestro deseo de una mayor unidad política, lo que sigue es nuestra evaluación de la declaración fundacional de la LCI.
1. La guerra popular
La LCI afirma que la «guerra popular» (GP) es el único camino hacia la revolución, aplicable universalmente en todas las condiciones, y especificando las «bases de apoyo» como parte de esta estrategia. Sabemos que las bases de apoyo son un aspecto fundamental de la definición de Mao de la «guerra popular prolongada» (GPP). Por lo tanto, es lógico concluir que cuando la LCI se refiere a la «guerra popular», la define de forma más o menos sinónimo como «guerra popular prolongada». El documento afirma:
Lo fundamental del maoísmo es el Poder […] poder basado en una
fuerza armada dirigida por el Partido comunista, conquistado y defendido
mediante la guerra popular 3
**
Esto nos exige dirigir la guerra popular para hacer frente a las
guerras de agresión imperialistas contra las naciones oprimidas de Asia,
África, América Latina e incluso de la propia Europa.4
**
*La guerra revolucionaria, la guerra popular, es la forma superior de
lucha -a través de la cual se resuelven los problemas fundamentales de
la revolución-; es la estrategia militar que corresponde a la estrategia
política (conquista del poder) para transformar la sociedad a favor de
la Clase y del pueblo; es la forma principal de lucha y el Ejército
Popular es la forma principal de organización *[…]5
.
**
Para llevar a cabo la guerra popular es necesario tener en cuenta
cuatro problemas fundamentales: 1) ideología del proletariado –
marxismo-leninismo-maoísmo – aplicada a la práctica concreta y a las
particularidades de la revolución en cada país, ya sean países oprimidos
o países imperialistas; 2) la necesidad del Partido Comunista para
dirigir la guerra popular; 3) especificación de la estrategia política
para su conducción; 4) bases de apoyo. El Nuevo Poder o Frente-Nuevo
Estado -que se forma en las bases de apoyo-, es el núcleo de la guerra
popular 6
.
A través de la práctica de la guerra popular prolongada en China, India, Perú, Filipinas y Nepal, se ha demostrado que la GPP es una estrategia adecuada para llevar a cabo la revolución en condiciones semicoloniales y semifeudales. Esto es posible gracias a las condiciones objetivas que se dan en dichos países, que generalmente incluyen:
- Una gran población campesina que sirve de base rural para la revolución
- Una infraestructura provincial débil, que permite construir un poder militar revolucionario fuera del ámbito del Estado central
- Condiciones semicoloniales y semifeudales, que permiten una amplia alianza contra el imperialismo y las clases compradoras, bajo la dirección del proletariado (a través del Partido Comunista)
Estas condiciones no se dan en los países capitalistas «desarrollados». Todavía no hemos visto ningún argumento convincente que explique cómo se pueden crear y proteger las bases de apoyo en un país imperialista. La Declaración no hace ningún intento real de analizar las diferencias internas entre países imperialistas y países oprimidos; entre países capitalistas desarrollados y países semifeudales. En su lugar, recurre a generalizaciones.
El análisis concreto de una situación concreta es, como sabemos, el alma viva del marxismo. Fue aplicando magistralmente este principio por Mao al rechazar la estrategia cominternista del Camino de Octubre e iniciar la guerra popular en China, que se adaptaba mejor a las condiciones concretas. Sin embargo, Mao nunca afirmó que la GPP fuera una estrategia universal para la revolución, aplicable en todas las condiciones. Al contrario, escribió:
El que en un país existan por largo tiempo una o varias pequeñas zonas bajo el Poder rojo, completamente cercadas por el régimen blanco, es un fenómeno nunca antes conocido en ningún otro país del mundo. Semejante fenómeno insólito no surge sin causas peculiares; para que pueda existir y desarrollarse hacen falta condiciones apropiadas.
No puede darse en ningún país imperialista ni en ninguna colonia
directamente dominada por el imperialismo, sino forzosamente en China,
país semicolonial, económicamente atrasado y sometido a la dominación
indirecta del imperialismo 7
.
Lo que sí mantuvo, sin embargo, fue la necesidad universal de la violencia revolucionaria para tomar el poder:
La tarea central y la forma más alta de toda revolución es la
toma del Poder por medio de la lucha armada, es decir, la solución del
problema por medio de la guerra. Este revolucionario principio
marxista-leninista tiene validez universal, tanto en China como en los
demás países 8
.
Esto es correcto, pero no una afirmación de la validez universal de la guerra popular; a menos que definamos la guerra popular en un sentido muy amplio, como cualquier guerra civil revolucionaria dirigida por el Partido Comunista, esencialmente «combinando dos en uno». En este caso, la expresión «guerra popular» perdería su contenido estratégico concreto.
En el artículo «Problemas de la guerra y de la estrategia» (1938), Mao describe dos tipos diferentes de revolución socialista. Una para los países capitalistas y otra para China como país semicolonial y semifeudal:
No obstante, ateniéndose al mismo principio, el partido del proletariado lo aplica de distinta forma según las distintas condiciones. En los países capitalistas, cuando éstos no son fascistas ni están en guerra, las condiciones son las siguientes: en lo interno, no existe el sistema feudal, sino la democracia burguesa; en lo externo, esos países no sufren la opresión nacional, sino que ellos mismos oprimen a otras naciones. Debido a estas características, la tarea del partido del proletariado en los países capitalistas consiste en educar a los obreros, acumular fuerzas a través de un largo período de lucha legal, y prepararse así para el derrocamiento final del capitalismo. Allí la cuestión es sostener una larga lucha legal, utilizar el parlamento como tribuna, recurrir a las huelgas económicas y políticas, organizar sindicatos y educar a los obreros. Allí las formas de organización son legales, y las formas de lucha, incruentas (no de guerra). En lo que se refiere a la cuestión de la guerra, los Partidos Comunistas de los países capitalistas se oponen a las guerras imperialistas de sus propios países; si se producen tales guerras, su política se orienta a la derrota de los gobiernos reaccionarios de sus propios países. La guerra que quieren emprender dichos Partidos no es otra que la guerra civil para la cual se están preparando. Pero mientras la burguesía no esté realmente reducida a la impotencia, mientras la mayoría del proletariado no esté decidida a emprender el levantamiento armado y la guerra civil, y mientras las masas campesinas no estén dispuestas a ayudar voluntariamente al proletariado, este levantamiento y esta guerra no deben realizarse. Además, llegado el momento de iniciar tales acciones, el primer paso será ocupar las ciudades y después avanzar sobre el campo, y no al revés. Todo esto es la manera como han actuado los Partidos Comunistas de los países capitalistas, y la Revolución de Octubre en Rusia ha confirmado su justeza.
El caso de China es diferente. La particularidad de China es que
no es un país independiente y democrático, sino semicolonial y
semifeudal, donde no hay democracia, sino opresión feudal, y que en sus
relaciones exteriores no goza de independencia nacional, sino que sufre
la opresión imperialista. Por lo tanto, no tenemos parlamento que
utilizar, ni derecho legal de organizar a los obreros para realizar
huelgas. Aquí la tarea fundamental del Partido Comunista no consiste en
pasar por un largo período de lucha legal antes de emprender el
levantamiento y la guerra, ni en apoderarse primero de las ciudades y
luego ocupar el campo, sino en todo lo contrario 9
.
Lo que Mao defiende aquí, es un sistema de estrategias duales: insurrección armada en los países capitalistas desarrollados, y la guerra popular en China. Afirmar que la GP es una estrategia universalmente aplicable sin ningún análisis concreto no es marxismo. Hacer grandes afirmaciones teóricas sin basarlas en la realidad práctica es idealismo. También hay que recordar lo que dice Mao en «Sobre la contradicción»:
Los dogmáticos no observan este principio, no comprenden las
diferencias entre las condiciones de los distintos tipos de revolución
y, por eso, tampoco comprenden la necesidad de usar métodos diferentes
para resolver contradicciones diferentes; antes al contrario, siguen
invariablemente una fórmula que suponen inalterable y la aplican
mecánicamente y en todas partes, lo cual sólo puede causar reveses a la
revolución o llevar a hacer muy mal lo que podría hacerse bien 10
.
En la época en que Mao escribió esto, los dogmáticos del Partido Comunista de China aplicaban mecánicamente el método ruso a China. Hoy vemos el enfoque inverso: tratando dogmáticamente de aplicar la estrategia de la revolución china a todos los países, incluidos los países imperialistas.
2. ¿Construcción interrelacionada o círculos concéntricos?
En la declaración de la LCI se afirma:
El Presidente Mao Tse-tung desarrolló la construcción del Partido
en torno al cañón y planteó la construcción interrelacionada de los
tres instrumentos: Partido Comunista, Ejército de nuevo tipo y Frente
Único revolucionario, entre los cuales el centro es el Partido Comunista 11
Aquí observamos que la LCI ha optado por la formulación «construcción
interrelacionada» en lugar de «construcción concéntrica». La teoría de
la construcción concéntrica, basada en la Línea Política General del
Partido Comunista del Perú, y luego adoptada por el Partido Comunista de
Brasil, sostiene que el Partido Comunista es el eje central entre los
tres instrumentos; que el Ejército Popular se construye en torno al
Partido Comunista militarizado; y que el Frente Unido se construye en
torno al Ejército. 12
Además, el Partido Comunista está unificado bajo un único «Gran Liderazgo» al mando del partido.
La formulación de la LCI de «construcción interrelacionada» sostiene que el partido está efectivamente en el centro de las tres armas, pero no afirma claramente que el Ejército Popular esté en el centro del Frente Unido, ni exige que el Partido esté subordinado a un «Gran Liderazgo». Si esto supone un alejamiento del principio de «construcción concéntrica», lo consideramos un avance positivo y bienvenido.
No estamos de acuerdo con el principio de construcción concéntrica
que sitúa al partido como centro del Frente Unido, y construye el Frente
Unido en torno al Ejército. 13
Nuestra opinión es que
cuando los comunistas establecen organizaciones de frente, o se
comprometen con organizaciones de frente independientes, éstas deben ser
formalmente independientes del partido, con su propia dirección elegida
democráticamente. Los comunistas deben practicar el liderazgo
ideológico en los frentes haciendo un buen trabajo y ganándose la
confianza de sus miembros, no a través de métodos burocráticos o
autoritarios.
Al mismo tiempo, la Declaración defiende implícitamente la
militarización de los Partidos Comunistas, al afirmar que «el Presidente
Mao Tse-tung desarrolló la construcción del Partido en torno al fusil».
Contrariamente a esta afirmación tan controvertida, Mao declaró: «Nuestro principio es que el Partido dirige el fusil, y nunca se debe permitir que el fusil dirija el Partido».14
La LCI niega el principio de Mao. Sugerimos que lo reconsideren. Si bien la militarización del partido es necesaria en condiciones específicas, concretamente en condiciones de guerra civil, nunca debe elevarse a la categoría de principio general. Los métodos de organización deben adaptarse a las condiciones específicas; no pueden ser idénticos en períodos de legalidad e ilegalidad; en tiempos de paz y de guerra civil.
3. Tendencias voluntaristas y comandistas
La Declaración afirma que «[l]a tarea de la nueva organización
internacional es luchar por imponer el maoísmo como único mando y guía
de la revolución proletaria mundial». 15
No compartimos la opinión de que el maoísmo sea algo a «imponer». Ciertamente, el proletariado impondrá su dictadura política sobre la burguesía, y ampliará esta dictadura, al igual que las masas oprimidas imponen su voluntad a las clases compradoras y burocráticas en la Revolución de Nueva Democracia, pero el maoísmo no puede imponerse en general; no puede imponerse al proletariado y al resto de las masas. Debemos ganar cuidadosamente a las masas para el maoísmo, dirigiendo sus luchas y mediante la persuasión hasta que acepten la ideología MLM como propia. Vale la pena señalar que la Declaración no menciona el método de la línea de masas de «de las masas, a las masas», y parece como si la Declaración estuviera plagada de un desequilibrio en la dirección de «a las masas».
Además, el documento sostiene la «omnipotencia de la violencia revolucionaria». Suponemos que esta frase está tomada del discurso de Mao titulado «Sobre los problemas de la guerra y de la estrategia» (1938), del que ya hemos citado y que, por cierto, va en contra de la concepción antes mencionada de la «construcción en torno al fusil». Es necesario citar aquí extensamente (con énfasis añadido):
Todos los comunistas tienen que comprender esta verdad «El Poder nace del fusil.» Nuestro principio es: el Partido manda al fusil, y jamás permitiremos que el fusil mande al Partido. Pero también es cierto que, teniendo fusiles, podemos crear organizaciones del Partido tal como el VIII Ejército ha creado una poderosa organización del Partido en el Norte de China. De la misma manera, podemos formar cuadros, crear escuelas, desarrollar la cultura y organizar movimientos de masas. En Yenán los fusiles lo han creado todo. Todo nace del fusil. Según la teoría marxista del Estado, el ejército es el principal componente del Poder estatal. Quienquiera que desee tomar el Poder estatal y retenerlo, tiene que contar con un poderoso ejército.
Hay quienes se ríen de nosotros como partidarios de la «teoría de
la omnipotencia de la guerra». Sí, somos partidarios de la teoría de la
omnipotencia de la guerra revolucionaria; eso no es malo; es bueno, es
marxista. Los fusiles de los comunistas rusos crearon el socialismo.
Nosotros crearemos una república democrática. La experiencia de la lucha
de clases en la época del imperialismo nos enseña que sólo mediante la
fuerza del fusil, la clase obrera y las demás masas trabajadoras pueden
derrotar a la burguesía y la clase terrateniente armadas; en este
sentido cabe afirmar que sólo con el fusil se puede transformar el mundo
entero. Somos partidarios de la eliminación de la guerra; no deseamos
la guerra. Pero sólo mediante la guerra se puede eliminar la guerra.
Para acabar con los fusiles, hay que empuñar el fusil. 16
En efecto, Mao habla de «la omnipotencia de la guerra revolucionaria», pero hay que advertir que no hay que tomar sus palabras demasiado al pie de la letra. Debe tratarse como una hipérbole retórica (o posiblemente incluso un error de traducción), que en cualquier caso es más adecuado para un discurso interno del partido que como una declaración de principios para el Movimiento Comunista Internacional. Como maoístas, debemos mantener que la violencia es un elemento necesario del proceso revolucionario, pero nunca debemos considerar la violencia, revolucionaria o no, como una táctica «todopoderosa». No hay tácticas «todopoderosas» en el proceso revolucionario que hagan prescindibles otras tácticas. Sugerimos que se elimine por completo la palabra «omnipotencia», que pertenece al ámbito teológico.
4. Evaluación unilateral del camarada Stalin
La Declaración va muy lejos al invertir el veredicto correcto de Mao
sobre el camarada Stalin, que era un 70% correcto y un 30% incorrecto,
en favor de un elogio excesivo. Una de las principales críticas de Mao a
la dirección de Stalin era que no confiaba ni se apoyaba
suficientemente en las masas y que resolvía las cosas
administrativamente. Esto no se discute en el documento, sino que se
afirma que «es falso que resolviera las cosas administrativamente». 17
Una
declaración política no es un ensayo teórico, pero es sorprendente que
el documento invierta este veredicto correcto de Mao, correcto y
esencial, sin aportar ninguna razón ni documentación.
Stalin tenía una tendencia a desviarse del marxismo-leninismo. Una expresión concreta de ello es [su] negación de las contradicciones, y hasta la fecha, [la Unión Soviética] todavía no ha eliminado completamente la influencia de este punto de vista de Stalin. Stalin hablaba [el lenguaje del] materialismo y del método dialéctico, pero en realidad era subjetivista. Colocaba al individuo por encima de todo, negaba al grupo y negaba a las masas.
[…]
En segundo lugar, Stalin consideraba la línea de las masas como
un seguidismo. [Él] no reconoció los puntos buenos de la línea de masas,
y utilizó métodos administrativos para resolver muchos problemas. Pero
nosotros los comunistas somos materialistas; reconocemos que son las
masas las que crean todo y son las dueñas de la historia. 18
Si es falso que Stalin «resolvió las cosas administrativamente», ¿la LCI considera también falso que Stalin no aplicó la línea de masas? Puesto que no se menciona esta crítica esencial de Mao, no se podría culpar a nadie por suponerlo así. De hecho, en toda la Declaración no hay ni una sola mención a «la línea de masas».
De la lectura de la narración de la Declaración sobre Stalin y el golpe contrarrevolucionario de 1956, se tiene la impresión de que la lucha de líneas en el PCUS fue simplemente una lucha entre la línea «esencialmente correcta» de Stalin, por un lado, y un puñado de traidores derechistas, por otro. Consideremos esto excepto:
Las declaraciones de estas conferencias corresponden al
desarrollo de la lucha de dos líneas en el MCI en ese momento, y dieron
lugar a concesiones con el objetivo de no dividir en ese momento y dar tiempo a los verdaderos seguidores de Stalin en el PCUS para librar la lucha de dos líneas en su seno.
Considerando que el peso del PCUS era muy grande y que su situación
interna era muy difícil, esto expresa una correcta gestión de la
izquierda dirigida por el Presidente Mao a la cabeza del PCCh al aplicar
el principio de combatir con razón, ventaja y sin excederse. 19
Así, el ala izquierda del PCUS se convierte esencialmente en sinónimo de «los verdaderos seguidores de Stalin», y las tareas del ala izquierda del MCI en los años posteriores a la muerte de Stalin se reducen a mantener y defender el legado de Stalin.
Además, la Declaración muestra una falta de claridad en la cuestión de la transformación de las relaciones de producción:
En medio de una situación compleja y difícil -bajo la dirección
del camarada Stalin- la dictadura del proletariado fue consolidada y
triunfó la construcción del socialismo. Los planes quinquenales que se
aplicaron durante veinticinco años condujeron a la mayor transformación
de las relaciones de producción, al desarrollo más poderoso de las
fuerzas productivas de la historia y a las mayores conquistas sociales
de las masas populares vistos hasta entonces. 20
Es correcto defender las victorias del pueblo soviético en el desarrollo de las fuerzas productivas y elevar el nivel general de vida bajo la dirección del camarada Stalin.
También es cierto que bajo Stalin, la construcción del socialismo «triunfó» en la medida en que mostró la superioridad de la producción socialmente planificada – sin embargo no «triunfó» en el sentido de eliminar completamente las relaciones de producción capitalistas, y transformar las relaciones de producción comunistas de la fase inferior a la fase superior.
La construcción socialista consiste en transformar las relaciones de producción capitalistas en relaciones de producción comunistas restringiendo gradualmente el derecho burgués, eliminando la forma mercancía y aplicando el principio «a cada cuál según su capacidad, de cada cuál según su necesidad». Mao y el ala izquierda del Partido Comunista de China desarrollaron la economía política socialista a un nivel superior criticando el modelo soviético de desarrollo económico.
No se trataba simplemente de defender el socialismo, sino de desarrollarlo aún más. Por lo tanto, la Gran Revolución Cultural Proletaria no fue sólo una lucha defensiva (contra la restauración capitalista), sino una lucha constructiva y transformadora para transformar las relaciones de producción. Sostenemos que las contribuciones de Mao no consistieron principalmente en defender la línea «esencialmente correcta» del camarada Stalin, sino entrascender las limitaciones de esta línea y, en última instancia, descubrir nuevos métodos para continuar la lucha de clases en el período del socialismo, a través de la Gran Revolución Cultural Proletaria. Una evaluación unilateral de Stalin oscurece esta cuestión y minimiza las contribuciones de Mao a la economía política, la línea de masas y la Revolución Cultural.
5. Gran Liderazgo
El Documento no plantea explícitamente la teoría del Gran Liderazgo
tal como la formula el Partido Comunista del Perú. Sin embargo, hay
múltiples formulaciones como: «la Gran Dirección del Presidente Mao» y
«la Gran Dirección del Presidente Gonzalo» – nótese las mayúsculas. 21
Si
bien reconocemos al Presidente Gonzalo como el principal dirigente y
estratega de la guerra popular peruana, a quien se atribuye el inicio de
la síntesis del maoísmo como una tercera y superior etapa del marxismo,
no estamos de acuerdo con la tendencia a valorizar a los «Grandes
Dirigentes» en detrimento de la dirección colectiva.
El énfasis en los grandes líderes (o incluso en el «Pensamiento
Guía») crea cuadros sumisos que aprenden a seguir el ejemplo del líder;
crea una cultura en la que el pensamiento crítico se sustituye por la
devoción ciega; fomenta, en palabras de Ajith, una «conciencia de
infalibilidad de un individuo, de un liderazgo e indirectamente de ese
partido». 22
Dejemos claro que nuestras críticas al culto a
la personalidad no tienen nada en común con la negación de Stalin por
Jruschov por «criticar el culto a la personalidad». De hecho, el propio
Stalin, a quien defendemos críticamente, criticó el culto a la
personalidad:
Hablas de tu «devoción» por mí. Tal vez sea una frase que le ha
salido por casualidad. Tal vez… Pero si no es una frase casual, le
aconsejo que deseche el «principio» de la devoción a las personas. No es
el camino bolchevique. Dedíquese a la clase obrera, a su Partido, a su
Estado. Eso está bien y es útil. Pero no lo confundáis con la devoción a
las personas, esa vana e inútil baratija de intelectuales débiles de
mente […] 23
y más tarde:
Estoy absolutamente en contra de la publicación de «Historias de
la infancia de Stalin». El libro abunda en una masa de inexactitudes de
hechos, de alteraciones, de exageraciones y de elogios inmerecidos…
Pero… lo importante reside en que el libro tiene tendencia a grabar en
la mente de los niños soviéticos (y de la gente en general) el culto a
la personalidad de los líderes, de los héroes infalibles. Esto es
peligroso y perjudicial. La teoría de los «héroes» y la «multitud» no es
una teoría bolchevique, sino socialrevolucionaria… Sugiero que quememos
este libro. 24
Mao escribió:
El culto al individuo es una herencia podrida de la larga
historia de la humanidad. El culto al individuo está arraigado no sólo
en las clases explotadoras, sino también en los pequeños productores.
Como es bien sabido, el patriarcado es un producto de la economía de los
pequeños productores… 25
Estamos de acuerdo con Mao y Stalin en las citas mencionadas. Aquí vale la pena señalar que Stalin y Mao, a pesar de estas críticas correctas sobre el culto a la personalidad, se limitaron a criticar sus manifestaciones más extremas sin rechazarlo por principio. En retrospectiva, debería estar claro para todos que los cultos a la personalidad en torno a Stalin y Mao beneficiaron en última instancia a la línea revisionista más que a la línea revolucionaria. Creemos que el principio comunista correcto es fomentar un grupo de dirigentes que compartan colectivamente las responsabilidades y cooperen en la toma de decisiones acertadas.
Mao defendió este principio de dirección colectiva. Escribió:
…en cada unidad en el curso del movimiento debe formarse un grupo
dirigente, compuesto por un pequeño número de activistas y con los
jefes de la unidad dada como núcleo, y que este grupo dirigente debe
vincularse estrechamente con las masas que participan en el movimiento.
Por muy activo que sea el grupo dirigente, su actividad será un esfuerzo
infructuoso de un puñado de personas si no se combina con la actividad
de las masas. 26
6. ¿Cuántas contradicciones fundamentales existen en un proceso?
El documento afirma:
Todo el proceso de la sociedad capitalista tiene como
contradicción fundamental la contradicción entre el proletariado y la
burguesía. Sin embargo, tres contradicciones fundamentales se
desarrollan en el mundo cuando transita del capitalismo no monopolista
al capitalismo monopolista -o imperialismo […] 27
En primer lugar: No es del todo correcto afirmar que: «Todo el
proceso de la sociedad capitalista tiene como contradicción fundamental
la contradicción entre el proletariado y la burguesía». 28
Más
bien, esta contradicción depende de la contradicción fundamental de la
sociedad capitalista. Mao explica la contradicción fundamental (o
básica) así (énfasis nuestro):
Al aplicar esta ley al estudio de la estructura económica de la
sociedad capitalista, Marx descubrió que la contradicción fundamental de
esta sociedad es la contradicción entre el carácter social de la producción y el carácter privado de la propiedad.
Esta contradicción se manifiesta en la contradicción entre el carácter
organizado de la producción en las empresas individuales y el carácter
anárquico de la producción en la sociedad en su conjunto. En términos de
relaciones de clase, se manifiesta en la contradicción entre la
burguesía y el proletariado. 29
Así, la contradicción entre el proletariado y la burguesía no es la contradicción fundamental en sí misma, sino una manifestación de la contradicción fundamental. En los países capitalistas «desarrollados», en la mayoría de las circunstancias, pero no en todas, es la contradicción principal. Sin embargo, nunca es fundamental.
La Declaración afirma que en la transición a la era imperialista «se desarrollan en el mundo tres contradicciones fundamentales». Esta es una interpretación incorrecta. Una contradicción es una unidad de contrarios, que sólo puede existir mientras haya lucha entre dos polos opuestos. En un proceso complejo, habrá muchas contradicciones, pero sólo puede haber una contradicción fundamental. La situación mundial en un momento dado está conformada por la interacción de varias contradicciones principales, cada una de las cuales puede convertirse en la contradicción principal a escala mundial en un momento dado, pero todas ellas se derivan de la misma contradicción fundamental, que sigue siendo la misma durante toda la época burguesa. Citamos de nuevo a Mao:
La contradicción fundamental del proceso de desarrollo de una
cosa y la esencia de éste, determinada por dicha contradicción, no
desaparecen mientras el proceso no termina; sin embargo, en un proceso
de desarrollo prolongado, la situación generalmente varía de etapa a
etapa. La razón es que, si bien no cambia ni la naturaleza de la
contradicción fundamental del proceso de desarrollo de la cosa ni la
esencia del proceso, la contradicción fundamental se va agudizando a
medida que pasa de una etapa a otra en este proceso prolongado. Además,
de las numerosas contradicciones, grandes y pequeñas, determinadas por
la contradicción fundamental o sujetas a su influencia, unas se agudizan
y otras son temporal o parcialmente resueltas o atenuadas, y surgen
algunas nuevas; es por esto que hay etapas en el proceso. Si no
se presta atención a las etapas del proceso de desarrollo de una cosa,
no se puede tratar apropiadamente sus contradicciones. 30
Estamos de acuerdo con la interpretación de Ajith en este pasaje:
En un período determinado, una u otra contradicción principal
será la principal. Sin duda, todas estas contradicciones, incluida la
contradicción principal, están globalmente determinadas e influidas por
la contradicción fundamental. Pero en un período concreto la
contradicción principal, no la contradicción fundamental como tal,
determinará o influirá en la existencia y desarrollo de las demás
contradicciones. 31
Para concluir, sostenemos que la comprensión marxista correcta de las principales contradicciones «en el mundo cuando transita del capitalismo no monopolista al capitalismo monopolista – o imperialismo» es la de que:
- La contradicción entre el carácter social de la producción y el carácter privado de la propiedad es la contradicción fundamental;
- La contradicción principal en la situación mundial actual es entre las naciones oprimidas, por un lado, y las potencias imperialistas, por otro (parece que estamos totalmente de acuerdo con la LCI en este punto);
- Existen muchas otras contradicciones importantes en el mundo actual, las más importantes de las cuales son:
-las contradicciones entre los distintos países y bloques imperialistas
-la contradicción entre el capital y el trabajo en los países imperialistas
-la contradicción entre producción y naturaleza
El documento de la LCI también afirma: que «existen tres contradicciones fundamentales en la revolución democrática». 32
Aquí también discrepamos, por las mismas razones antes mencionadas. El propio Mao, al hablar de las contradicciones en China en el período de la revolución democrática, escribió (énfasis nuestro):
*Veamos el proceso de la revolución democrático-burguesa de China, iniciada con la Revolución de 1911. Ha
tenido varias etapas distintas. Constituyen, en particular, dos etapas
históricas sumamente diferentes el período en que la revolución fue
dirigida por la burguesía y el período en que la dirige el proletariado.
En otras palabras, la dirección del proletariado ha provocado un cambio
radical en la fisonomía de la revolución, ha conducido a un nuevo
alineamiento de las clases, ha hecho desencadenarse en gran escala la
revolución campesina, ha impreso un carácter consecuente a la revolución
antiimperialista y antifeudal, ha abierto la posibilidad de la
transformación de la revolución democrática en revolución socialista,
etc. Nada de esto era posible en el período en que la revolución se
hallaba bajo la dirección de la burguesía. Aunque no ha cambiado la naturaleza de la contradicción fundamental del proceso considerado en su conjunto,
ni la naturaleza del proceso en cuanto revolución democrática,
antiimperialista y antifeudal (cuyo contrario es la naturaleza
semicolonial y semifeudal del país), este proceso ha pasado por varias
etapas de desarrollo en el curso de más de veinte años, durante los
cuales se produjeron muchos acontecimientos importantes: la derrota de
la Revolución de 1911 y la implantación del régimen de los caudillos
militares del Norte, la formación del primer frente único nacional y la
revolución de 1924-1927, la ruptura del frente único y el paso de la
burguesía al campo de la contrarrevolución, las guerras entre los nuevos
caudillos militares, la Guerra Revolucionaria Agraria, el
establecimiento del segundo frente único nacional y la Guerra de
Resistencia contra el Japón. Caracterizan a las mencionadas etapas la
agudización de algunas contradicciones (por ejemplo, la Guerra
Revolucionaria Agraria y la invasión japonesa de las cuatro provincias
del Nordeste), la solución parcial o temporal de otras contradicciones
(por ejemplo, la eliminación de los caudillos militares del Norte y
nuestra confiscación de las tierras de los terratenientes), o la
reaparición de ciertas contradicciones (por ejemplo, la lucha entre los
nuevos caudillos militares y la recuperación de las tierras por los
terratenientes después de que perdimos las bases de apoyo
revolucionarias en el Sur). 33
7. Centralismo democrático a escala internacional
La LCI se basa en el principio del centralismo democrático:
La nueva organización internacional es un centro de coordinación
ideológica, política y organizativa, basado en el centralismo
democrático y en la solución de los problemas mediante la consulta mutua
y permanente entre los partidos y organizaciones que la conforman, y
extenderá este procedimiento a todos aquellos que -participando de los
mismos principios y fines- se encuentren fuera de ella. 34
No estamos seguros de lo que significa la última parte de esta frase. ¿Debemos entender que la LCI extenderá el principio del centralismo democrático a los partidos y organizaciones «ajenos a ella»? ¿Qué significa esto? En toda organización regida por el centralismo democrático, los miembros tienen derechos (derecho de voto, derecho de crítica) y deberes (deber de cumplir la línea mayoritaria, deberes de diciplina de partido). Extender el centralismo democrático al exterior de la organización significaría una de estas dos cosas:
- Que los no miembros estén sujetos a los mismos derechos y deberes que los miembros. En este caso, la línea entre miembros y no miembros se difumina, la organización deja de ser una organización y se niega el aspecto centralista del centralismo democrático.
- Que los no miembros estén sujetos a las mismas obligaciones, pero no a los mismos derechos, que los miembros. Esto anula el aspecto democrático; el centralismo se convierte en centralismo burocrático.
Como no sabemos lo que pretenden los autores, evitaremos sacar conclusiones precipitadas hasta que se aclare la cuestión.
En cualquier caso, no creemos que el centralismo democrático sea apropiado para una organización comunista internacional, basándonos en la experiencia histórica. La posición hegemónica de la Unión Soviética en la III Internacional provocó graves reveses y líneas que obstaculizaron el desarrollo del MCI. Los movimientos tácticos que servían a la política exterior de la Unión Soviética fueron elevados al nivel de línea general, y adoptados por partidos fuera de la URSS, incluso cuando entraban en conflicto con los intereses nacionales de los partidos. Como consecuencia, las secciones nacionales de la III Internacional se distanciaron de las masas y (sobre todo en el «Tercer Periodo») siguieron una línea que provocó retrocesos en la lucha contra el fascismo.
La Declaración dice así:
Aunque la Comintern y el camarada Stalin cometieron algunos
errores de rumbo, los problemas de graves desviaciones y traiciones
fueron causados por el revisionismo en la dirección de los partidos que
llegaron a esas situaciones y no puede atribuirse al camarada Stalin, al
PC(b) de la URSS, ni a la Comintern 35
Se trata de una explicación unilateral, es decir, no dialéctica. Fue precisamente la práctica hegemónica del PCUS la que alertó a Mao y al Partido Comunista de China contra los peligros de un excesivo centralismo en el Movimiento Comunista Internacional. Imponer el centralismo democrático a las organizaciones comunistas es negar el principio de El Manifiesto Comunistade que el proletariado de cada país debe «resolver ante todo los asuntos con su propia burguesía».
CONCLUSIÓN
Aunque nuestras notas han sido mayoritariamente críticas, queremos señalar brevemente algunos aspectos positivos de la declaración de la LCI. En primer lugar, a pesar de algunas tendencias militaristas, la Declaración habla de «construcción interrelacionada de los tres instrumentos» en lugar de «construcción concéntrica». En segundo lugar, aunque la Declaración habla de ejemplos concretos de «Grandes Líderes», no habla explícitamente de la necesidad de un Gran Liderazgo o Pensamiento Guía.
La fundación de la LCI puede o no ser un paso genuino hacia la unidad del movimiento maoísta internacional, dependiendo de cómo se relacione la LCI con los partidos y organizaciones del MLM que están fuera de ella; especialmente aquellos partidos no miembros que están activamente comprometidos en guerras populares (India, Filipinas). Si la LCI fuera capaz de unir a todos los partidos maoístas que participan actualmente en una guerra popular, esto sería realmente muy significativo. Sin embargo, está por ver. A pesar de nuestras críticas, y aunque consideramos que la fundación de una organización maoísta internacional es prematura en este momento, acogemos con satisfacción el aumento de la colaboración entre las fuerzas maoístas y esperamos seguir participando en la crítica y el debate entre camaradas.
Comunistas Revolucionarios, Noruega (RK)
6 de enero de 2023
Notas
1 Coordinating Committee for the Unified Maoist International Conference, January 4th 2022. "For a Unified Maoist International Conference! Proposal regarding the balance of the International Communist Movement and of its current General Political Line". Available at Communist International: https://ci-ic.org/blog/2022/01/04/for-aunified-maoist-international-conference-proposal-regarding-the-balance-of-theinternational-communist-movement-and-of-its-current-general-political-line/.
2 International Communist League. "Political Declaration and the Principles of the International Communist League", henceforth "Declaration". Available online at ciic.org.
3 Declaration, p. 4.
4 Ibid.
5 Declaration, p. 5.
6 Ibid.
7 Mao Zedong, 5 de octubre de 1928. "¿Por qué puede existir el poder político rojo en China"? Disponible en: https://www.marxists.org/espanol/mao/escritos/WRPC28s.html
8 Mao Zedong, 6 de noviembre de 1938. "Problemas de la guerra y de la estrategia". Disponible online en marxist.org: https://www.marxists.org/espanol/mao/escritos/PWS38s.html
9 Ibid.
10 Mao Zedong, agosto de 1937. "Sobre la contradicción".
11 Declaración, p. 10.
12 Partido Comunista del Perú, 1988. Línea Política General. Disponible en: https://bannedthought.net/Peru/CPP/Documents/GeneralPoliticalLineOfTheCommunistPartyOfPeru-1988-OCR.pdf. Ver "Línea de Construcción de los Tres Instrumentos", a partir de la página 73
13 Communist Party of Brazil – Red Fraction. 2018. English translation available at: https://www.demvolkedienen.org/index.php/en/t-dokumente-en/3298-el-maoistalenin-and-the-militarized-communist-party. Véase la figura que ilustra la construcción concéntrica y no concéntrica de los tres instrumentos.
14 Mao Zedong, 6 de noviembre de 1938. "Problemas de la guerra y de la estrategia".
15 Declaración, p. 6.
16 Ibid.
17 Declaration, p. 11.
18 Mao Zedong, 15 de noviembre de 1956. "Discurso en el Segundo Pleno del Octavo Comité Central".
19 Declaration, p. 24.
20 Ibid.
21 Declaration, p. 13.
22 Ajith, 2009. "El partido maoísta".
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