La situación de la lucha de clases en el Perú
Nos envían compañeros de Perú un análisis de la situación. Un punto de vista diferente al oficial y al de los reformistas.
1.- La mayoría de la población, en el año 2021, mediante voto universal expresó su sentimiento y decisión por el cambio social eligiendo a Pedro Castillo como Presidente de la República; el entonces candidato ofreció recuperar las riquezas naturales, acabar con los monopolios y privilegios tributarios y evasión de las grandes empresas, combatir la corrupción, mejorar la educación, salud y la seguridad de la población, luchar por una nueva Constitución, etc., todo lo cual incumplió probando su verdadero carácter de reformismo mediocre con muchas frases y etiquetas de cambio y ninguna acción. Más por el contrario aplicó fielmente los mandatos y requerimientos de la gran burguesía y los terratenientes capitalistas, del imperialismo y sus instrumentos como el FMI, la OCDE y otros. Pese a ello, los grupos y facciones de las clases dominantes en el sistema de Estado necesitaban sacarlo del gobierno y hacerse cargo directamente del manejo de los ingentes recursos como los fondos de reactivación económica, las provenientes de la deuda externa, el presupuesto público, las inversiones en grandes obras de infraestructura, todo lo que suma en conjunto miles de millones de dólares amasados a costa del hambre y el trabajo del pueblo. Al mismo tiempo las clases dominantes necesitan una reestructuración estatal que ya está en marcha, y desde su posición e intereses plasmar una nueva Constitución.
2.- En medio de la situación revolucionaria en el Perú que muestra cómo los de arriba, sumidos en crisis, en colusión y pugna, no pueden seguir mandando como hasta ahora y los de abajo afrontando el alza del costo de vida y luchando por sus derechos fundamentales no quieren seguir siendo dominados de esa manera, el 7 de diciembre del 2022, Pedro Castillo declara una disolución del Congreso que las Fuerzas Armadas no respaldaron y no logra el asilo político tramitado y ofrecido para él y su familia con anterioridad; Castillo una vez más defrauda, estrella, traiciona el respaldo que tuvo por haber ofrecido el cambio, y participa así del relevo en el gobierno para la presidencia de la república por Dina Boluarte a quien días antes en instancias judiciales y del Ministerio Público le archivan todas las acusaciones en su contra y quien inmediatamente es respaldada y aplaudida por las Fuerzas Armadas, por los representantes políticos de la gran burguesía y los terratenientes capitalistas en el Congreso (con mayoría de fujimorismo y sus aliados y deslegitimado con sólo 4% de aprobación), por la jerarquía eclesiástica y por la alta burocracia en todo el aparato estatal. Se consuma así un duro golpe contra el sentimiento, posición y decisión de cambio social que anida y se desarrolla en el pueblo peruano.
3.- El desenfreno reaccionario desde el nuevo gobierno y el Congreso por hacerse de la dirección de las instituciones del Estado, del uso de los recursos económicos y por medidas para facilitar la acumulación de ganancias y mayor fluidez a la circulación del capital financiero imperialista dándole mayores plazos, ventajas y exoneraciones, en lo inmediato se estrelló contra el potente rechazo de las masas populares en todo el país, con acciones de protesta: marchas, bloqueos de carreteras, paros, etc., que se extendieron por todo el territorio nacional a lo que el Estado respondió con declaración de estado de emergencia represión, persecución y genocidios con decenas de asesinados y heridos.
4.- Mientras el camino del pueblo es el de la Revolución Socialista, ya en marcha impulsado hoy por las luchas que apuntan contra el sistema capitalista de explotación, y asumiendo su responsabilidad la vanguardia del proletariado debe dirigir en este tiempo la construcción de la conquista del poder hasta el momento culminante de la insurrección para la victoria final, el revisionismo, social pacifismo, evolucionismo y colaboracionismo en las filas y de grupos autonombrados “de izquierda” pretenden arrastrar a las masas populares a la cola de la reestructuración estatal sembrando la farsa de una “nueva constitución al servicio del pueblo” que se redacte y aplique sin que éste haya tomado el poder o la de una Asamblea Constituyente elegida con la misma composición de los que siempre ganan las alecciones y hoy están en el Congreso.
Resalta en las heroicas jornadas del pueblo peruano en diciembre de 2022 la lucha por sus derechos fundamentales, entre ellos el derecho al cambio social, a la rebelión, por la defensa de sus conquistas, libertades, por la defensa y desarrollo de sus organizaciones, de su camino propio, el de la revolución. En lo inmediato exige la renuncia de Dina Boluarte a la presidencia y el consecuente cierre del Congreso; no a la impunidad y sanción ejemplar a los responsables de los crímenes contra el pueblo.
¡HONOR Y GLORIA A LOS CAÍDOS EN LA LUCHA DEL PUEBLO!
¡POR LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA, CONTRA LA EXPLOTACIÓN CAPITALISTA, ABAJO EL IMPERIALISMO!
Perú, 18 de diciembre del 2022.
Comité REAGRUPAMIENTO PROLETARIO.
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