Ataques a
aldeas: destrucción, saqueos, detenciones, torturas
En la
tercera fase de la Operación Green Hunt se están produciendo operaciones de
patrullaje y campaña en el curso de las cuales se llevan a cabo ataques incluso
contra pueblos del interior. Ni una sola aldea ha quedado indemne. La policía
entra en los pueblos como si se tratara de países enemigos, como un ejército
conquistador. Golpean a los niños, los viejos y los jóvenes
indiscriminadamente, los torturan y a las mujeres las acosan y violan.
Destruyen los aperos y las herramientas, saquean el grano de las cosechas,
arrasan los cultivos, roban el oro, el dinero, las cabras, los cerdos, las
gallinas, los huevos y la ropa. Detienen al azar. No hay nada que las fuerzas
policiales no se permitan. Las aldeas quedan en completo estado de indefensión
después de los ataques policiales. Las gentes se ven obligadas a hacer
inmediatamente un montón de cosas, entre ellas, tratar a toda prisa de obtener
la liberación de sus familiares y amigos. Cualquier demora podría traducirse en
su muerte. Hay que curar a los heridos y calmar a los críos. Y todo ello ante
la falta de grano, sin aperos y con el hambre en los estómagos vacíos de los
niños: la situación de las madres es inimaginable. Son las mujeres quienes
tienen que ir a liberar a sus maridos. Cuando la policía ataca una aldea, las
familias y las gentes tardan mucho tiempo en recuperarse física y mentalmente.
Los constantes ataques los destrozan aún más. Ni que decir tiene que las
familias de los fallecidos han de hacer frente a pérdidas irreparables.
Es fácil
describir los actos violentos a que ha de hacer frente el pueblo. Pero no es
posible hacerlo cuando se trata de relatar sus privaciones, sus heridas y su
dolor.
Represión
de reuniones y fiestas
El pueblo
celebra muchas fiestas revolucionarias como el Bhumkal divas[2], el Día de la
creación de los Janathana Sarkars revolucionarios, el 8 de marzo, Día
Internacional de la Mujer Trabajadora, el 1 de mayo, Día Internacional de los
Trabajadores, el 28 de julio, Día de los Mártires, el 21 de septiembre, Día de
la fundación de nuestro Partido, el 2 de diciembre, Día en que se creó el
Ejército Guerrillero de Liberación Popular y del llamamiento del movimiento
revolucionario. Hay mítines y manifestaciones en tales ocasiones. En un intento
de atemorizar al pueblo, la policía ha intensificado los ataques y los falsos
enfrentamientos coincidiendo con dichas celebraciones.
Bajo la
dirección del movimiento revolucionario el pueblo está rehaciendo su vida. De
resultas de ello, cada año, entre el 10 de enero y el 10 de febrero, el pueblo
participa masivamente en el programa de nivelación de tierras. A las clases
explotadoras no les gusta que el pueblo progrese y se desarrolle, puesto que su
fuerza reside en explotarlo, por ello tratan de hacer fracasar este programa.
En la aldea de Jojod, en el distrito de Bijapur, dispararon indiscriminadamente
contra los vecinos que tomaban parte en estas tareas. Cinco personas,
incluyendo una niña de 14 años, fueron asesinadas, y otra mujer resultó
gravemente herida. El mensaje está claro: el precio que el pueblo ha de pagar
por la nivelación de sus tierras es su propia sangre.
El 29 de
julio de 2015, fue atacada la aldea de Nehadi. Los artistas de Chetana Natya
Manch, que participaban en los preparativos del Día de los Mártires también
fueron atacados. De hecho, mataron a Hemula Podiyal. Al alterar estas
actividades, se insultan y ofenden gravemente los sentimientos del pueblo. Son
muchos los hijos e hijas de la tierra de Dandakaranya que se levantaron para
liberar al mundo de las cadenas de la explotación, entregando sus vidas en la
lucha. Por ello, sus padres, parientes y el pueblo en general desean celebrar
la Semana de los Mártires entre el 28 de julio y el 3 de agosto. Quieren
escuchar las historias de coraje y sacrificio en las canciones y en los relatos
de sus camaradas.
Durante la
Semana del Ejército Guerrillero de Liberación Popular, que se celebra cada año
del 2 al 8 de diciembre, se repasan los éxitos y los fracasos de la guerra
popular durante el último año. Se deciden las tareas inmediatas. El pueblo es
parte directa o indirecta de todos y cada uno de los éxitos de la guerra
popular. Sus sacrificios también forman parte de ella, de modo que hablar de
tales éxitos significa igualmente recordar sus sacrificios y los de sus hijos.
Es por ello que el Estado interviene con tan áspera crueldad en estas ocasiones
tan emotivas.
Mentiras y
propaganda hostil
La guerra
psicológica, como parte integrante de la guerra multiforme declarada por el
Estado, se basa en las mentiras y en la propaganda hostil. No hay día que el Inspector
General de Bastar, Sivaram Prasad Kalluri, no lance una nueva mentira,
participando de ese modo en la manipulación propagandística hostil. Justifica
las brutales acciones represivas de sus tropas. Trata de vilipendiar al
movimiento revolucionario. Describe los incidentes en que son torturadas y
asesinadas personas indefensas como enfrentamientos. Cuando algún policía cae
herido o muerto en un enfrentamiento con las fuerzas guerrilleras y la
guerrilla no sufre bajas, se difunde la especie de que entre los maoístas ha
habido muchas víctimas. La mayoría de las rendiciones de que informa la policía
también son falsas. Se obliga a “rendirse” a personas cogidas a lazo que
asisten a los mercadillos semanales o que esperan el autobús o el tren,
haciéndoles pasar por guerrilleros. Se les fuerza a propagar las mentiras que
el gobierno y la policía desean hacer creer. Se divulgan supuestas diferencias
entre los dirigentes del Partido, divisiones entre los cuadros telugus y koyas,
entre los cuadros locales y de fuera, se dice que las operaciones de
planificación familiar son forzadas y otras muchas mentiras flagrantes.
El
Superintendente de Policía del distrito de Gadchiroli, Sandeep Patil, somete a
terribles torturas a los campesinos. Estas torturas recuerdan a las de los
razakars de las luchas de otro tiempo en Telangana. De marzo a junio de 2016,
cerca de cuatrocientos campesinos fueron cruelmente golpeados y rociadas sus
heridas con sal y guindilla en polvo. A los más jóvenes los ataron con cuerdas
por los hombros y los arrastraron por el camino. En Thodgatta a un campesino le
descoyuntaron las piernas: por falta de movilidad ya no puede valerse de ellas.
La policía no tolera que nadie vaya por la jungla con un cayado. Si ven a
alguien haciendo sus necesidades, la policía lo toma por maoísta y lo tortura.
A los
campesinos de Kandala (Aheri) y Bhatmalani (Tipragarh), en el mismo distrito,
les dispararon y aterrorizaron mientras cazaban. En la zona de Kasamsur,
mataron a golpes a un campesino porque no había oído a la policía. De hecho,
era sordo de nacimiento. Pero la policía no hace distingos con cosas así.
En el
ámbito de la manipulación propagandística, se difundió en diciembre de 2015 que
los maoístas habían asesinado a un niño de cuatro meses. Se organizaron
una manifestación y un mitin de protesta en Jagadalpur. En realidad, el niño
murió por asfixia al caer del regazo de su madre, que se encontraba en estado
de ebriedad.
En Abujmarh, el Inspector Jefe de Policía, Kalluri, anunció
a bombo y platillo que 20 miembros de las tribus habían sido asesinados en 15
días. Apenas dos días más
tarde, nada menos que sus propios funcionarios de policía desmintieron tales
declaraciones. Las mentiras de Kalluri han quedado al desnudo después de lo que
dijo sobre el ataque con ácido a Soni Sodi. Llegó a afirmar que sus familiares
estaban implicados en este ataque e incluso trató de detenerlos. Más tarde
sostuvo que tanto Umar Khalid, un estudiante de la Jawaharlal Nehru University,
detenido por sedición, como los maoístas estaban también involucrados. Soni
Sodi, sin embargo, afirmó taxativamente que Kalluri estaba implicado en este
ataque. Los demócratas y las organizaciones de masas que se oponen a la
violencia del Estado son tildados de maoístas y de pertenecer a organizaciones
frentistas de los maoístas. Por medio de estas mentiras y manipulaciones tratan
de alejar al pueblo del movimiento revolucionario.
Formación
de organizaciones antirrevolucionarias y fascistas
A pesar de
los cientos de miles de militares, paramilitares y policías de que disponen
para la represión, el gobierno central y los gobiernos de los distintos estados
fomentan la formación de organizaciones fascistas y ejércitos privados de
mercenarios. Fueron ellos los que perpetraron masacres como la de Janajagarana,
ejecutada por los mercenarios del grupo Salva Judum [“Marcha por la paz”, en
hindi]. Ahora pretenden poner en marcha una reedición del Salva Judum. Con tal
propósito, están formando plataformas unitarias como Samajik (de organizaciones
afectadas por el naxalismo), Mahila, y otras bandas reaccionarias, integradas
por mercenarios del antiguo Salva Judum, elementos antisociales, antipopulares
y quienes fueron castigados por el movimiento. Su objetivo son los demócratas
que se oponen a la violencia estatal. El programa de estas organizaciones
consiste en celebrar manifestaciones y mítines y propagar mentiras sobre el
movimiento revolucionario.
So pretexto
de oponerse a la violencia naxalita, la Samajik Ektha Manch [“Plataforma Social
Unitaria”, en hindi] promovió una “manifestación de protesta” y un mitin que
tuvieron lugar el 22 de diciembre de 2015 en Jagadalpur. Bajo amenazas y por la
fuerzas se obligó a participar en dichos actos a gente corriente y a escolares.
Desde 2014,
intelectuales del gobierno como los catedráticos Arvind Solni y Milind Thudse,
o Srikanth Bhovthe, Datta Sirke, Indrajith Rokte, Prasanth Mahalle y otros,
auspiciados por el gobierno de Maharashtra, han empezaron a oponerse a las
actividades revolucionarias. Se dedican a actividades como organizar a quienes
fueron castigados por la guerrilla en los tribunales populares, a participar en
huelgas de hambre, a fomentar la participación popular en las elecciones, a
organizar marchas “por la paz” en contra de la violencia maoísta en Bastar o a
animar a la gente a que contribuya gratuitamente con su trabajo a la
construcción de caminos y sistemas de alcantarillado. La policía apoya
totalmente estas actividades. Desde el año 2015 una organización llamada
Bhoomkal está consagrada a la propaganda antirrevolucionaria. Como la policía
es incapaz de encontrar miembros suficientes para estas organizaciones en las
zonas de combate, los recluta en Chandrapur, Nagpur, Mumbai y otras ciudades similares.
Mientras el
pueblo exige que se cumpla la Ley de Extensión de las Comunidades a las Áreas
Programadas [PESA[3], en sus siglas en inglés] en las zonas del quinto
programa, la policía hace oídos sordos. Además se dedica a difundir el rumor de
que tal exigencia está instigada por los maoístas. La policía ha ordenado
organizar Gram Sabhas[4] en las aldeas siguiendo sus propias instrucciones. Por
otra parte, Suresh Barsagade, que está desarrollando actividades en la comarca
de Etapalli con el apoyo de la policía, a cuenta de Jan Hithvadi Manch,
pretende engañar al pueblo diciendo que la PESA se aplicará de acuerdo con las
enmiendas del gobernador. Swajan, una organización patrocinada por Suiza, está
llevando a cabo programas que fomentan leyes como la PESA en la zona de
Bhamragarh, con el objetivo de despertar la conciencia de las gentes.
Cabe
recordar que también Hitler creó organizaciones parecidas para matar
comunistas, judíos, y liquidar a las organizaciones obreras y a la oposición.
Está claro que en nuestro país la burocracia fascista se oculta tras el velo de
la democracia.
Férrea
mordaza contra la libertad de expresión
La
extensión de la violencia estatal contra los pueblos tribales y no tribales de
Dandakaranya pretende extender la ley del silencio. El Estado no tolera que el
pueblo hable e intenta acallar las voces de protesta. De ese modo, ataca a las
organizaciones democráticas, a los demócratas, a los periodistas y a los
partidos de oposición por medio de la policía y de las organizaciones que
subvenciona. Un número indeterminado de mercenarios dirigidos por el gobierno y
la policía, por ejemplo, atacó la casa de Soni Sodi. Colgaron carteles en los
que se le conminaba a no acercarse a Bijapur. Recientemente le arrojaron ácido
a la cara. A personas como Eesa Khandelwal, Paarijatha Bharadwaj y Saalini
Gera, abogadas, y a activistas de organizaciones de voluntariado y sociales,
como Bela Bhatia, que prestan asistencia legal gratuita a los miembros de las
tribus a través del Grupo de Ayuda Legal de Jagadalpur, los han amenazado y
atacado. También han asaltado sus casas. A los propietarios de sus viviendas
les han amenazado con echarlos de sus casas alquiladas. Mahila Ektha Manch
organizó una manifestación contra la catedrática Nandini Sundar, que había
presentado una demanda en la Corte Suprema contra Samajik Ektha Manch. La
quemaron en efigie. El Colegio de Abogados de Jagadalpur negó su apoyo a los
activistas legales de los pueblos tribales. Resulta lamentable que el Colegio
de Abogados, que debería ayudar a proteger la justicia, los derechos
democráticos y otros valores semejantes, sea tan injusto y antidemocrático.
Los medios
de comunicación se enfrentan a la amenaza de cuantiosas sanciones en un intento
de evitar, de ese modo, que arrojen luz sobre la represión contra el pueblo.
Cabe recordar que el antiguo Superintendente de Policía ordenó en su día por
radio, en tiempos del Salva Judum, dar muerte a cualquier reportero que se
dirigiera a las zonas del interior para recabar información. Así, resultaron
detenidos Somaru Nag, Santosh Yadav, Prabhath Singh, Deepak Jayaswal y otros
periodistas a quienes se aplicó la Ley de Prevención de Actividades Ilegales
[UAPA, en sus siglas en inglés] y se encarceló posteriormente. Los mercenarios
de la Samajik Ektha Manch han atacado y vejado a Malini Subrahmanyam,
periodista independiente que ha trabajado en Jagadalpur en estos últimos cinco
años, y que se ha visto obligada a marcharse de dicha ciudad.
El conocido
corresponsal de la BBC Alok Putul, que se desplazó a Jagadalpur para conocer
los hechos que rodeaban el falso enfrentamiento de Adamal, recibió amenazas.
Samajik Ektha Manch organizó una manifestación contra él. Alok Putul tuvo que
abandonar Jagadalpur y huir a Raipur para salvar la vida.
También han
proscrito a los dirigentes y militantes del Partido del Congreso que critican
la represión contra el pueblo, lo que pone de relieve la actitud fascista de la
represión estatal. El Partido del Congreso convocó una manifestación bajo el
lema “Lokthanthr Bachao” [“Proteger la democracia”, en hindi] el 16 de febrero
en Bastar. En las condiciones reinantes en Bastar, el Partido del Congreso no
ha podido menos de adoptar este tipo de acciones. La policía golpeó a los
manifestantes. Muchos de ellos resultaron gravemente heridos. La policía acosa
a los dirigentes y militantes del Partido del Congreso que critican la
represión policial. A esos dirigentes les han retirado la protección policial.
Mientras
tanto, la dirigente del Partido Aam Aadmi [Partido del “Hombre Corriente”, en
hindi], Soni Sori, convocó una marcha del 9 al 15 de agosto bajo el lema
Kranthi Yathra en Bastar. Durante la gira intentó dar a conocer las atrocidades
que comete la policía contra las mujeres y los campesinos de Bastar. La policía
la estuvo persiguiendo durante una semana.
La
organización Bharath Jan Andolan ha trabajado en el distrito de Gadchiroli los
últimos veinte años. Fue el difunto BD Sharma quien animó a su creación. En un
principio la organización limitó sus actividades al distrito de Dhanora, si
bien posteriormente las extendió a otros distritos. Aunque los estudiantes
exigen la aplicación de la PESA y se involucran en diversas organizaciones de
voluntariado, la policía ha puesto en su punto de mira especialmente a Bharath
Jan Andolan, a quienes persigue y tacha de maoístas. El famoso Dr. Prakash
Aamte, que ha servido al pueblo en los ámbitos de la educación y de la medicina
durante los últimos cuatro decenios, también se ha convertido en un objetivo de
la criminalización policial. Del mismo modo, la policía ha acusado de
simpatizar con los maoístas y no ha parado de acosar a Abhay Bang y Rani Bang, trabajadores
ambos en el campo de la medicina en la comarca de Dhanora durante los últimos
30 años, además de a otros muchos médicos, profesores, periodistas, enfermeros,
cargos comunitarios, etc.
Leyes
crueles, penas rigurosas
El Estado
dice que cualquier persona debe ser tratada con arreglo a la ley. Pero él mismo
nunca se somete a sus propias leyes: falsos enfrentamientos, todo tipo de
atrocidades, detenciones simuladas, torturas, ataques a aldeas… la ley jamás se
cumple. Por un lado, el Estado viola las leyes y, por el otro, cuando le
conviene, emplea dichas leyes para reprimir: ahí están la UAPA, la Ley de
Seguridad Especial de Chhattisgarh del año 2005, la Ley de Control del Crimen
Organizado de Maharashtra [MACOCA, en sus siglas en inglés] y otras leyes igual
de crueles e injustas. Al amparo de estas leyes, el gobierno encarceló a
cientos de personas y de revolucionarios en Chhattisgarh y Maharashtra. Los
tribunales dictan rigurosas penas de cárcel contra todos aquellos a quienes la
policía detiene bajo la acusación de ser maoístas, lo que pone de manifiesto,
una vez más, la mentira de la independencia del sistema judicial: en realidad,
los departamentos administrativo, judicial y policial son uno y el mismo
La camarada
Nirmala fue encarcelada tras la celebración de juicio en la prisión central de
Jagadalpur, a mediados de 2007. Ya ha sido absuelta de más de 150 acusaciones.
Aun así, recaen sobre ella nuevas denuncias falsas que la mantienen en prisión.
Tal vez nadie en la historia haya sido acusado judicialmente tantas veces,
sobre todo tratándose de una mujer.
A la
camarada Padma, que se encuentra en la misma cárcel, la han puesto en libertad
tres veces hasta la fecha. Sin embargo, en cada una de esas ocasiones, la han
vuelto a detener frente a la puerta de la cárcel, acusada de nuevos delitos.
Madakam
Gopanna corre la misma suerte. Absuelto de todos los cargos tras pasar nueve
años en prisión, fue detenido otra vez e imputado bajo nuevas acusaciones.
La camarada
Malathi se encuentra en la cárcel central de Raipur desde enero de 2008: ha
pasado en prisión diez años acusada con pruebas falsas por el caso CD (¿?).
También estaba condenada a siete años por tenencia de armas. La sentencia
judicial dice que ambas penas no son acumulativas. No obstante, la segunda se
ha sumado a la primera. El gobierno está haciendo todo lo posible para que no
salga de la cárcel.
Angela Sontake completó su condena en la prisión de Mumbai
en Maharashtra, pero ha sido imputada en nuevas causas.
Los presos
malviven hacinados en las cárceles de Chhattisgarh y Maharashtra. En ellas hay
carencia de alimentos adecuados, faltan infraestructuras de todo tipo, son
frecuentes los problemas de salud y la tensión psicológica producida por las
condiciones de la reclusión. Además se maltrata a los presos que, muchos de
ellos, mueren antes de cumplir condena. Asimismo, el retraso en la celebración
de los juicios provoca que muchos estén años y años en situación de
preventivos. Se violan escandalosamente todos los derechos de los prisioneros.
Muchos
revolucionarios y campesinos languidecen durante años en las cárceles de
Mumbai, Nagpur, Chandrapur y Yavathmal en Maharashtra. Hay más de diez personas
condenadas a cadena perpetua por denuncias falsas. Los camaradas Duga, Manas y
otros revolucionarios siguen en prisión. Los campesinos de Kamalapur,
Challevada, Rajaram y otras aldeas detenidos durante la conferencia de
Kamalapur para impedir su celebración, siguen a la espera de juicio.
Los efectos
de la represión en la vida del pueblo
No es fácil
explicar hasta qué punto afecta la represión a la vida del pueblo. Debido a la
acción represiva, la vida económica, política, social y cultural de las gentes
se está apagando. Las familias que perdieron a alguno de sus miembros no podrán
jamás recuperarse del todo. Se producen heridas incurables en los sometidos a
torturas y penas de cárcel. No es sólo la distancia física y el pesar
psicológico lo que afecta a las familias de los presos. Se trata también del
perjuicio económico. Las familias se ven obligadas a malbaratar su ganado y sus
tierras para costear una justicia que es, por otro lado, un espejismo. Se ven
obligadas a pedir dinero prestado. Por su parte, el efecto de la pérdida de
casas, cultivos y otras propiedades en los ataques es a largo plazo.
La vida
cotidiana resulta también gravemente afectada. Las gentes, sean pueblos
tribales o no, dependen tanto del bosque como de la agricultura. Sin embargo,
debido a las frecuentes rondas y ataques de las fuerzas armadas del gobierno,
al aumento de la presencia policial y a la construcción de campamentos
militares en las aldeas, medidas todas ellas de control sobre el terreno, no
hay aldea, casa, tierra o bosque que sea seguro para el pueblo. La inseguridad
los persigue. De ese modo, tanto la agricultura como el aprovechamiento de
productos de la jungla se ven afectados. Debido a la atmósfera de inseguridad
en los pueblos, la gente, en especial los jóvenes, se ve obligada a emigrar
para buscar trabajo. Los dueños de los inmensos recursos de los bosques, los
hijos de la jungla, se ven obligados a ir a lugares desconocidos a vivir como
esclavos.
Las gentes
dependen principalmente del bosque y de la tierra en su vida cotidiana y acuden
a los mercados semanales para comprar sal, cebollas y otros productos similares
que necesitan. Debido a las patrullas y las medidas de seguridad sobre el
terreno, la gente tiene miedo de ir al mercado. Como la policía también ataca
los mercados semanales, éstos no siempre se celebran con regularidad. Al mismo
tiempo, al no tener la gente mucha capacidad de consumo, una semana sin mercado
les crea incomodidades para poder hacer frente a sus necesidades básicas, en
especial, el acceso a la sal.
Los
habitantes de Dandakaranya dependen sobre todo de los productos tradicionales y
de los médicos locales para su salud. Sólo acuden a los hospitales de las
ciudades cercanas cuando se trata de enfermedades graves. En las aldeas donde
funcionan los Janathana Sarkars revolucionarios, el pueblo recibe un
tratamiento relativamente mejor. Ahora, debido a la represión, los Janathana
Sarkars se enfrentan a mayores dificultades y ha crecido el miedo a acudir a
los hospitales incluso para las enfermedades graves.
La misma
situación se produce en el ámbito de la educación. No hay escuelas en las zonas
del interior. Y aun cuando hubiera escuelas, no hay maestros. Así que la
alfabetización en las áreas selváticas no existe. Aunque los Janathana Sarkars
ponen en funcionamiento escuelas para revertir esta situación, el Estado las
destruye, asesina a los maestros y priva a los niños de educación. Algunos
muchachos que van a las ciudades cercanas desde las zonas del interior no
resisten el acoso policial y dejan los estudios.
Algunas
escuelas de aldea han sido transformadas en cuarteles policiales y militares.
La Corte Suprema ordenó que la policía desalojara dichos colegios en enero de
2011. El gobierno estatal solicitó cuatro meses para poner en práctica la
medida de la Corte Suprema, pero hace ya más de cuatro años de aquella
decisión, y la policía sigue sin abandonar los centros escolares. Todo ello
afecta gravemente a los estudios de los niños, en especial a las niñas.
El ocio,
las bodas, los funerales, las ceremonias, las festividades y todo tipo de actos
sociales se ven afectados, perturbando, de esa manera, las tradiciones
culturales del pueblo.
Forzados a
arrancarse los ojos con sus propias manos
Por un
lado, el Estado desata una violencia ilimitada que altera la vida familiar y
social del pueblo en la zona del movimiento revolucionario. Por otra parte, el
propio Estado crea las condiciones para la violencia y los instrumentos de
violencia, convulsionando así la vida social y familiar. Algunas personas se
ven obligadas a convertirse en soplones y colaboradores de la policía por medio
de amenazas y promesas. La policía o los Grupos de Reserva de Distrito reclutan
a muchas de las personas que se rinden. Los jóvenes desempleados y con poca
formación sólo encuentran trabajo en las fuerzas armadas. El gobierno anunció
la formación de cuatro batallones en Chhattisgarh, en cuyas filas habrá tres
mil adivasis. La mayoría de las personas que forman parte ahora de la elite
política se enfrentan abiertamente a los miembros de sus familias que consiguen
tales trabajos. Todo ello provoca divisiones en las familias, entre parientes y
vecinos, y en las aldeas. La incomprensión no deja de crecer. Resulta increíble
que haya padres que hayan pedido matar a sus propios hijos que, convertidos en
traidores, se dedican a damnificar al pueblo. Así es cómo las clases dominantes
explotadoras trastornan las relaciones familiares y sociales en pro de sus
intereses.
Las masas
revolucionarias protestan contra la represión
Las masas
revolucionarias de Dandakaranya han demostrado una vez más la verdad histórica
de que la represión lleva a la resistencia. Hacen frente valientemente a la
represión y apoyan al Ejército Guerrillero de Liberación Popular que protege el
movimiento revolucionario a costa de innumerables sacrificios. Las clases
dominantes sueñan con alejar al pueblo del movimiento revolucionario por medio
de la amenaza de la represión. Sin embargo, lo que está haciendo la represión
es templar al pueblo. Las mujeres tienen un papel más activo en la resistencia.
La rutina diaria de la policía consiste en atacar las aldeas, golpear a quienes
se cruzan con ellos o detenerlos. A quienes detienen, los asesinan so capa de supuestos
enfrentamientos, los encarcelan bajo acusaciones falsas o los convierten en
informadores por miedo a las amenazas. Pero en muchas ocasiones, la gente, y en
especial las mujeres, persiguen a la policía, los bloquean y consiguen liberar
a sus maridos. Si la policía no los deja libres, van a las comisarías y
campamentos y luchan. El pueblo recoge los cuerpos de sus muertos a tiros y
prepara sus exequias. He aquí algunos casos.
A Kovasi
Kosa, de Chinthaguppa, le asesinaron mientras recogía mahua el 31 de marzo de
2015. De nuevo difundieron el cuento archisabido de un supuesto enfrentamiento.
La gente que le conocía fue a Sukuma a protestar. La mayoría de los
manifestantes eran mujeres. Más tarde, llevaron el cadáver a Chinthaguppa, lo
pusieron delante de la comisaría y organizaron un escrache. Las mujeres
enfurecidas se abalanzaron sobre la policía con palos y piedras. Dos policías
resultaron heridos.
Resultado
de imagen de NAXALITAS
El mismo
día, la policía de Dornapal atacó el pueblo de Burakapal, en la zona
Jegurugonda, y detuvo a nueve aldeanos que pescaban. 90 mujeres fueron a
Dornapal, se enfrentaron a la policía y llevaron a sus maridos de vuelta a
casa.
El 12 de
julio de 2015, la policía de Pamed, en Bastar del Sur, rodeó la aldea de
Dharmaram y golpeó indiscriminadamente a 18 vecinos. Más tarde, los detuvieron,
entraron en sus casas y se dedicaron a saquear sus propiedades. Decenas de
mujeres, hartas de los excesos de la policía, se unieron y les hicieron frente
con lo que tenían a mano, como palos y piedras.
Más arriba
hemos dado detalles de cómo la policía había matado a un artista, a Hemula
Podiyal, al disparar indiscriminadamente contra los miembros del grupo Chethana
Natya Manch, en el curso del asalto a la aldea de Nehadi el 29 de julio de
2015. La policía se llevó su cuerpo y detuvo a los otros 19 artistas. En ese
momento los muchachos del pueblo, pequeños y mayores, se unieron y trataron de
parar a la policía. La policía, que no podía tolerarlo, cargó contra el pueblo.
En los disturbios, 45 mujeres resultaron gravemente heridas. No obstante la
resistencia popular, la policía se llevó a los artistas. Aun así, los vecinos
no se arredraron a pesar de los golpes. Alrededor de 300 personas siguieron a
la policía hasta Dantewada y, finalmente, consiguieron que los pusieran en
libertad.
En agosto
de 2015, la policía de los cuarteles de Basaguda-Sarkenguda salió de patrulla,
rodeó la aldea de Gundam, detuvo a 17 campesinos y se los llevó al campamento
de Basaguda. Casi 200 mujeres y 14 hombres rodearon el campamento y lograron
llevarse a sus familiares y amigos con ellos.
La policía
atacó el mercado semanal de Chinthalnar el 5 de agosto de 2015 y comenzó a
hostigar a muchos aldeanos de Surpanguda, Morpalli, Silinger y Peda Bodkal. A
la vista de lo que estaba sucediendo, las mujeres que estaban en el mercado se
organizaron y se enfrentaron a la policía. Rodearon la comisaría y comenzaron a
protestar. Menos a cinco personas, la policía tuvo que liberar a todos los
detenidos.
Del mismo
modo, en la segunda semana de agosto de 2015, la policía atacó la aldea de
Mapad y detuvo a 18 personas. El pueblo organizó un escrache en la comisaría
durante 48 horas y consiguió liberarlos.
El 21 de
septiembre de 2015, cerca de diez mil personas de un centenar de aldeas se
reunieron en el centro de la comarca para condenar la muerte a tiros de Birusu
Aathram, del pueblo de Gattepalli, en la comarca de Etapalli, distrito de
Gadchiroli. Ya antes se había celebrado otra manifestación en la misma ciudad
el 19 de mayo. Más de diez mil hombres y mujeres participaron en una
manifestación de protesta por la sevicia con que los Comandos trataron el 11 de
mayo a Maini Pungati, de la aldea de Udera. Presentaron un memorándum al Jefe
de Policía Nalvade en que condenaban las atrocidades policiales contra las
mujeres y exigían acciones contra los culpables. El 10 de febrero de 2016,
quince mil personas participaron en la gran manifestación que se celebró en la
ciudad de Etapalli para condenar las atrocidades policiales y en contra de los
desplazamientos forzosos. A excepción de los miembros comunales del Baratiya
Janata Party [BJP, “Partido Popular Indio”, en hindi] y de la coalición
[hinduista] Sangh Parivar, todos los sectores de la población y diversos
partidos políticos tomaron parte en la manifestación.
El 30 de
septiembre de 2015, la policía de Telangana-Chhattisgarh atacó las aldeas de
Tettemadugu, Dormangum y Pusuguda, en la zona de Kishtaram de la región de
Bastar del Sur. Detuvo a 21 personas y las encerró en los calabozos de la
comisaría de policía de Edurallapalli. 82 mujeres persiguieron a la policía,
rodearon la comisaría y consiguieron liberar a los arrestados.
La policía
cargó contra la multitud en el mercado semanal de Palnar, en la región de
Darbha. Cerca de mil personas, entre ellas el alcalde, profesores y
comerciantes, se manifestaron frente a la comisaría. Dos agentes fueron
suspendidos de empleo y sueldo en un intento de lavar la cara a la policía.
En la misma
región, cinco aldeanos de Gudra Khankipara fueron detenidos y llevados a
Kuvakunda. Miles de personas de 27 consejos locales diferentes rodearon la
comisaría en protesta por las detenciones, blandiendo sus armas tradicionales y
exigiendo la liberación o el procesamiento formal de los aldeanos.
Sodi
Ramesh, de Surpanguda, en la zona de Jegurogonda, fue detenido mientras se
dirigía a visitar a sus parientes el 14 de octubre de 2015 y llevado a la
comisaría de Narsapuram. Lo torturaron. Tan pronto como tuvieron conocimiento
de estos hechos, 120 mujeres y 70 hombres rodearon el cuartel y consiguieron
liberar a Ramesh.
El 7 de
noviembre de 2015 fuerzas de la CRPF, los Comandos COBRA y los DRG de los
campamentos de Dornapal, Misma, Kerlapal, Pulbagadi, Ramavaram y Gadiras
atacaron simultáneamente las aldeas de cuatro consejos en la zona de Kerlapal.
Golpearon a muchas personas, redujeron a escombros los monumentos a los
mártires y destruyeron todo lo que encontraron a su paso. Los pelotones de la
milicia de las aldeas hicieron frente al ataque con sus armas tradicionales y
la policía terminó huyendo.
El 19 de
noviembre de 2015, Thathi Sohan, estudiante de octavo en Cherpal, en el
distrito de Bijapur, fue golpeado salvajemente mientras iba camino de su pueblo
natal, Saavnaar. El muchacho comenzó a sangrar por los oídos y la boca y cayó
inconsciente. Se produjo una gran protesta por este incidente. Los 550
estudiantes de su escuela boicotearon las clases. El 2 de diciembre de 2015,
los estudiantes participaron en una gran manifestación de repulsa.
La policía
atacó la aldea de Kadiyametta, en el distrito de Kondagaon, en Bastar Oriental,
el 1 de noviembre de 2015 y trató de llevarse a 22 aldeanos. Las mujeres
desbarataron valientemente los planes de la policía. Los rodearon y se
enfrentaron con las fuerzas de los DRG durante una hora, tras lo cual la
policía tuvo que soltar a los detenidos.
La policía
detuvo a nueve aldeanos el 17 de noviembre de 2015 en la aldea Raynar, en la
región de Maad y los condujo a la comisaría de Orcha. Las mujeres se
organizaron rápidamente y persiguieron a la policía hasta el cuartel. Allí
realizaron una manifestación y lograron que sus hombres fueran liberados.
El 8 de
marzo de 2016 hubo una gran manifestación, en la que participaron unas 40 mil
personas, para protestar contra las atrocidades policiales cometidas contra las
mujeres en las zonas de combate de los distritos de Sukma, Dantewada y Bijapur.
Varias organizaciones sociales y de la mujer, así como el Partido del Congreso,
organizaron conjuntamente la manifestación. Entre los lemas que se pudieron
escuchar durante la marcha cabe destacar los siguientes: “Castigo para los
policías que cometen atrocidades”, “Hay que echar al Inspector General de
Policía Kalluri, asesino de adivasis” y “No más represión policial en Bastar”.
Estudiantes
de Bijapur y sus padres informaron a la prensa del asalto policial a la
residencia de chicas y de la insolencia y atrevimiento de la policía con ellas.
La
organización Sarv Samaj organizó una huelga en Bastar el 16 de julio de 2016
contra las atrocidades y matanzas de mujeres en Dandakaranya, junto con Madakam
Idime. En esta ocasión los manifestantes presentaron doce puntos, entre los que
figuraba la suspensión de Kalluri, Inspector General de Policía. Varias
organizaciones de masas, partidos y sindicatos expresaron igualmente su
solidaridad con esta huelga.
La
resistencia popular no se produce sólo para salvar la propia existencia y los
recursos de estas gentes. También es para proteger el futuro del país y del
mundo entero. Así que el deber del pueblo, del país y del mundo es apoyar a
estas personas.
Unámonos
todos en contra de la guerra contra el pueblo
¡Queridos
camaradas! ¡Querido Pueblo!
Las muy
minoritarias clases dominantes y explotadoras han desencadenado una guerra
injusta: la operación Green Hunt y la Misión-2016 contra el pueblo de
Dandakaranya en su conjunto. Es una tarea histórica extender la agitación por todo
el país para hacer frente a dicha guerra. Todo el mundo conoce el terror que
provocó la campaña militar fascista del Salva Judum entre 2005 y 2009. El
movimiento revolucionario se enfrentó a ello con las tácticas políticas,
organizativas y militares adecuadas. Además de la resistencia del Ejército
Guerrillero de Liberación Popular, la agitación popular y la firmeza y
determinación de intelectuales democráticos, artistas, periodistas,
historiadores, estudiantes y patriotas del país y del mundo entero permitió
derrotar al Salva Judum. Con la experiencia de la derrota del Salva Judum, el
pueblo de Dandakaranya está realizando innumerables sacrificios y enfrentándose
a la campaña Green Hunt con gran valentía. El pueblo necesita más solidaridad.
Los Janathana
Sarkars revolucionarios están poniendo en práctica un auténtico modelo de
desarrollo para la mayoría del pueblo, un modelo de desarrollo que protege el
futuro de las generaciones futuras y sus recursos naturales y minerales, además
del medioambiente del país. Por ello es necesario proteger a los Janatana
Sarkars revolucionarios y, por lo tanto, organizar protestas contra la masacre
que se está produciendo en Dandakaranya. Es necesario oponerse a la propuesta
de ataques aéreos y ataques con bombas.
¡Adelante,
pues, marchemos todos unidos!
–
¡Protestemos contra la cruel represión militar, la operación Green Hunt
organizada contra el pueblo y el movimiento revolucionario!
– ¡Alcemos
la voz contra la Misión-2016 que se desarrolla en Dandakaranya, especialmente
en Bastar!
– ¡Exijamos
la retirada de la decisión de realizar ataques aéreos en las zonas de combate!
–
¡Construyamos un amplio movimiento militante, secular y de masas contra el
fascismo nacionalista e hinduista!
***
[1]
Canciones del folclore telugu. [Nota de los traductores]
[2] En recuerdo del levantamiento de 1910 de
los pueblos tribales contra la dominación británica. [N. de los t.]
[3] Dicha ley, de 1996, pretende fomentar el
autogobierno de las comunidades o Gram Sabhas en una serie de áreas programadas
de la India. [N. de los t.]
[4] Las Gram Sabhas, fundamento del sistema de
Panchayati Raj, se componen de todos los adultos de la localidad. [N. de los
t.]
Via:
http://www.culturaproletaria.wordpress.com