Solrojo-Mx
Argentina. No sorprende la noticia sobre el triunfo electoral del ultra-derechista Javier Milei en las elecciones presidenciales de este domingo con un 55% del total de votos computados durante la segunda vuelta. Milei ha sido el candidato de la reacción por la alianza “La Libertad Avanza”, derrotando a su contrincante Sergio Massa de la coalición oportunista “Unión por la Patria” asumida como continuación del gobierno del “Frente de Todos”. Para entender este resultado es importante observar la profundización de la crisis en Argentina que fue escalando durante años, particularmente desde el gobierno de Macri, y que derivó en inflación, alza de impuestos, aumento del costo de la vida y desempleo provocados en buena medida por la deuda externa y la dominación del Fondo Monetario Internacional (FMI). Tras esto vino la administración del gobierno del llamado “Frente de Todos”, que fue la coalición peronista donde las fuerzas del oportunismo llevaron a la presidencia de la república al burócrata Alberto Fernández. El Frente no logró resolver esta crisis pues jamás estuvo en su agenda romper con el imperialismo y transformar las relaciones de producción, y solamente se limitó a una labor reformista para administrar la gerencia del viejo Estado siguiendo las órdenes que le fueron dictadas por sus amos imperialistas. Fernández y su coalición fueron torpes en la gestión de sus funciones queriendo “quedar bien con dios y con el diablo”. Jamás atendieron las justas exigencias de las masas para el desconocimiento de la deuda externa, la expropiación sin indemnización de empresas trasnacionales y el castigo a los instigadores del caos que realizaron acciones de bandera negra contra las fuerzas movilizadas del pueblo. ¿Quién puede olvidar las movilizaciones de millones de trabajadores y campesinos argentinos en contra del FMI? El gobierno oportunista del Frente utilizó estas movilizaciones como medida de negociación con el imperialismo y no fue capaz de detener la acción de la reacción. Esto les valió divorciarse de las masas populares dejándolas a la deriva bajo la influencia de la reacción, que construyó un candidato presidencial a través de los medios masivos de comunicación haciendo del esquizofrénico Milei un “showman”. Ahora la gerencia del viejo Estado cambiará de manos y será ocupada por este sujeto que entre sus planes tiene la dolarización y militarización de la economía bajo las órdenes del FMI, además del desmantelamiento de derechos de los trabajadores y las masas. La gran burguesía no ha perdido nada, seguirá administrando la crisis. Serán los trabajadores y los pueblos de Argentina quienes sufran el peso de esta falsa democracia que, no cabe duda, ahora usará su rostro represivo. El proletariado y las masas argentinas tendrán que construir organizaciones revolucionarias capaces de enfrentar el nuevo ciclo de terror que ya se anuncia. Ninguna política oportunista de conciliación de clases servirá para nada. Hoy más que nunca la clase obrera necesita reconstituir su Partido Comunista y armarlo con la ideología científica del proletariado.
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