“Todos los hombres han de morir, pero la muerte puede tener distintos significados. El antiguo escritor chino Sima Chien decía: Aunque la muerte llega a todos, puede tener más peso que el monte Taishan o menos que una pluma. Morir por los intereses del pueblo tiene más peso que el monte Taishan; servir a los fascistas y morir por los que explotan y oprimen al pueblo tiene menos peso que una pluma.”Mao Tse-Tung.
La burguesía chilena nunca cumplió su
tarea de barrer con la semifeudalidad en Chile, por lo que se construyó
una nación en base a la falta de democracia burguesa, y esto se expresa
en los diferentes ámbitos de desarrollo del país. Con la dictadura
fascista urdida por el imperialismo yanqui y la burguesía compradora, se
va confirmando esto para la época contemporánea, pero esto no terminó
con el acuerdo de la concertación con el ejército genocida, sino que
continuó hasta estos días.
Un ejemplo de la falta de democracia
burguesa, es decir, de la democracia de los ricos, según las palabras de
la burguesía burocrática, es que luego de la dictadura militar que
rompió con esta farsa democracia, deberían ser juzgados los autores
intelectuales y materiales de estos hechos, pero no fue así, ni
Pinochet, ni ningún integrante de la junta militar fue juzgado. Y el
anzuelo de la “Operación Reconciliación” fue el genocida Manuel
Contreras, sus colegas genocidas hicieron acuerdos para entregarlo.
Sumado a esto, ninguno de los responsables civiles tampoco fue juzgado y
ahora están sentados en el congreso, la mayoría de la UDI y RN.
Ahora nos encontramos con que el
genocida aparte de cumplir su condena en un hotel 5 estrellas, en
condiciones mucho mejores que como vivían las personas que torturó y
asesinó, fue atendido en el Hospital militar, un hospital muy bien
implementado y que funciona con recursos del Estado, es decir, con plata
de todos los chilenos. Sin ir más allá, en la misma población que está
al frente del Hospital Militar, los pobladores no tienen acceso a salud
de esa calidad, y muchos no tienen ni siquiera acceso a salud, mientras
el genocida del pueblo Chileno, muere en uno de los mejores hospitales
del país, pagado por todos nosotros.
Aunque no creemos en la justicia
burguesa, ya que favorece a los ricos y poderosos como dijimos
anteriormente, el genocida Contreras fue el anzuelo del acuerdo
cívico-militar, donde desde una dictadura militar, se retornaba a una
dictadura civil. Pero eso no ha dejado conforme al pueblo, porque cada
vez más se puede observar el show que se monta para una reconciliación,
la cual nunca va a llegar mientras exista lucha de clases, es por esta
razón que es sólo el pueblo el que va a ejercer justicia, la justicia
popular. Luchando en las calles, en el campo, en las poblaciones, en los
liceos, universidades, y lugares de trabajo contra el viejo Estado, la
lucha por el poder es la verdadera justicia.
La muerte del genocida Manuel Contreras
no nos regocija, ya que vivió con privilegios hasta después de su
condena por la justicia burguesa, incluso hasta su muerte, un genocida
del pueblo no merece nada más que odio y humillación. La justicia
burguesa ni el viejo Estado no nos representan, pero ya llegará la
justicia popular, junto con la revolución. Murió un genocida fascista
reaccionario, aún quedan muchos más.
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