Por Arturo C. Fernández-Le Gal
http://katarazan.com/
La deslocalización de los sectores industriales occidentales provocada
por la expansión de las fuerzas productivas capitalistas han convertido
las zonas geográficas del sur de China, el Sudeste asiático y el
Subcontinente indio en los principales focos de trabajo industrial del mundo.
Estamos hablando de una serie de países que en términos de población
superan conjuntamente los dos mil millones de personas y donde las capas
proletarias y campesinas sobrepasan el 80% del total de la sociedad. De
ese 80% se estima que alrededor de un 60% está sumido en la más
absoluta miseria a merced de las enfermedades y la muerte con una media
de ingresos de menos de medio euro al día. (1)
Frente a unos países Occidentales donde el conflicto capital-trabajo se
ha desdibujado por la aparición del sector servicios y el Estado del
Bienestar estaríamos hablando de una amplia región del mundo que engloba a un tercio de la población mundial con una gran potencialidad revolucionaria.
Son países con una alta exportación de productos manufacturados
fabricados por enormes masas de mano de obra barata sumida en la
explotación y la semi-esclavitud. Extensas zonas de tejido industrial
del mundo donde el trabajo forzado y la extracción de plusvalía se
pueden identificar exactamente con las descripciones y análisis que hizo
Marx del capitalismo en la Inglaterra del siglo XIX.
A lo largo de la Guerra Fría ya se pudo vislumbrar la tremenda fuerza de
poder obrero que reside en la región y que logró numerosos episodios
emancipatorios organizados. Referirnos en primer lugar a la República Popular China, la República Socialista de Vietnam y la República Democrática y Popular de Laos.
Tres países que si bien ya no entran dentro de la definición de
socialismo al estilo soviético siguen apostando hoy en día por un fuerte
reformismo de mercado. En un segundo plano situaríamos al resto de
expresiones de lucha obrera materializadas en guerrillas en su mayoría de carácter maoísta que participaron en los procesos de descolonización de sus respectivos países. Malasia, Filipinas, Indonesia, Bangladesh, Sri Lanka o Myanmar son algunos de los ejemplos de procesos revolucionarios que no llegaron a cuajar pero que contribuyeron enormemente a la independencia y a la lucha por las conquistas sociales en la región.
Hoy día siguen existiendo restos de estos partidos, movimientos y
guerrillas que siguen apostando por la organización obrera y la guerra
popular en este foco de poder global pero de momento solo tres están
consiguiendo concretar su propuesta revolucionaria. Hablamos del Partido
Comunista Filipino (2), el amalgama de Partidos Comunistas de Nepal con sus virajes reformistas (3) y los Naxalitas en la India.
Los Naxalitas llevan librando una batalla contra el
Viejo Estado de la India desde la insurgencia de Naxalbari (Bengala
Occidental) en 1967. Actualmente quién se eleva como referente político
organizado del levantamiento popular es el Partido Comunista de la India (Maoísta),
fundado en 2004 fruto de la unión de numerosos movimientos y guerrillas
que comparten la causa revolucionaria naxalita. No podemos olvidar la
complejidad política por el amalgama de siglas que tiene la cuestión
india además de la dificultad de acceso a la información en un
territorio tan amplio, diverso y relativamente incomunicado como es Asia
meridional. Se estima que en el conflicto bélico participan unas 180
guerrillas entre revolucionarios de inspiración marxista, grupos
terroristas reaccionarios o pro-gubernamentales , milicias indígenas y
grupos religiosos.
La insurgencia naxalita tiene presencia en 14 de las 28 provincias de la India. El propio gobierno ha reconocido que de 602 distritos hay 182 que están bajo control total de los comunistas
en los cuáles no entran ningún tipo de fuerzas del orden del Estado.
Aunque sí que es cierto que la mayoría de las provincias donde los
Naxalitas tienen presencia responden a un perfil agrario o de grandes
extensiones de selva (Andhra Pradesh, Asma, Bengala Occidental,
Bihar, Chhattisgarh, Gujarat, Jharkhand, Kerala, Madhya Pradesh,
Maharashtra, Orissa,Uttar Pradesh, Uttaranchal y Tamil Nadu)
estaríamos hablando de una región de cientos de millones de habitantes
donde se está gestando una nueva forma de poder bajo la organización de
clase y las tesis del marxismo en su corriente maoísta. En los últimos
años la expansión de la idea revolucionaria naxalita está llegando a las zonas puramente industriales en la periferia de las grandes ciudades. En Bombay, Jammu, Nueva Delhi, Pune y Raipur
ya existe movimiento organizado que combina las acciones
propagandísticas de concienciación con la guerrilla aislada contra los
poderes del Estado.
La estrategia del PCI(M) ha estado marcada por la acumulación de fuerzas en el Ejército Popular Guerrillero (EPG), su brazo militar, con el desarrollo de la lucha armada y la luchas de dos líneas
frente a la burguesía por un lado, y las posibles derivas reformistas y
revisionistas del Partido por otro. De todas formas la participación de
grupos no marxistas en el EPG es habitual, así como la presencia de
numerosos miembros de capas sociales no estrictamente proletarias u
obreras como el campesinado; la pequeña-mediana burguesía, el
estudiantado e incluso grupos religiosos. Todos ellos, eso sí, deben
responder a la bandera del pensamiento Mao Tse-Tung y tener voluntad de combatir el orden de clases y el sistema de castas. A raíz de esta doctrina se han producido numerosos enfrentamientos armados entre el EPG y representantes políticos del Frente de Izquierdas,
coalición liderada por el Partido Comunista de la India originario que
como tantos otros sufrieron una clara derechización en la segunda mitad
del siglo XX, sustituyendo la organización popular por el electoralismo.
La izquierda moderada parlamentaria de la India ha lanzado y
criminalizado la insurgencia naxalita en numerosas ocasiones por su
actitud radical violenta hacia las fuerzas socialdemócratas del país.
Los Naxalitas, por su parte, consideran al Frente de Izquierdas tan nocivo como los propios poderes de la burguesía
ya que consideran que engañan al pueblo trabajador indio bajo la
bandera del falso marxismo. Un ejemplo de las acusaciones de los
Naxalitas está en el apoyo del Frente de Izquierdas a las Zonas
Económicas Especiales.
Precisamente es en las Zonas Económicas Especiales
donde se ha situado uno de los focos principales de lucha obrera y
campesina de la India en los últimos diez años. Estaríamos hablando de
extensas áreas de territorio con un carácter tributario especial donde
las empresas, casi en su totalidad extranjeras, disfrutan de privilegios
fiscales y económicos lejos de la regulación de un Estado que pueda
garantizar derechos laborales o sociales. El gobierno indio prevé
aumentar exponencialmente la productividad y atraer empresas y capitales
a través de estas medidas que favorecen la explotación de su propio
pueblo. El PCI(M), al contrario que el Frente de Izquierdas
parlamentario, se ha opuesto de manera tajante a estas políticas que
legitiman la opresión de la clase trabajadora india.
Pese al esfuerzo contrarrevolucionario de los poderes del actual Estado
burgués de la India, tanto en su forma fascista como en su forma
reformista, los Naxalitas siguen hoy día avanzando posiciones
por todo el país construyendo un edificio revolucionario de amplias y
fuertes bases. La propia CIA está viendo como el grupo terrorista paramilitar Salwa Judum
que creó hacia 2005 está fracasando y retirando posiciones de muchos de
los territorios donde la conciencia obrera avanza firme. Las
actividades terroristas unidas a las fuertes campañas propagandísticas
han desembocado en un permanente Estado policial en las regiones
colindantes al conflicto por miedo del gobierno a la pérdida de más
territorio.
Veremos en un futuro si las aspiraciones revolucionarias de los
Naxalitas se materializan en algún tipo de Estado obrero o socialista
(si no la India al completo una parte de sus regiones), o por el
contrario acaban en intento frustrado como tantas otras experiencias
guerrilleras del Sudeste asiático.
Arturo César Fernández-Le Gal
@ACF_LEGAL
Anexos
(2) José María Sisón, Fundador, Presidente del Partido Comunista de las Filipinas.Fragmentos
de su discurso en el foro auspiciado por la Asociación de Estudiantes
Iraníes el 21 de Febrero de 1995, en Utrecht, Los Países Bajos http://fusilablealamanecer.blogspot.com.es/2014/01/la-revolucion-en-filipinas-y-la-vuelta.html, http://revolucioncultural-p.blogspot.com.es/2012/09/reportaje-de-una-guerra-popular-partido.html
(3) http://www.revcom.us/a/1238/nepal_s.htm, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=72491 , http://kasamaproject.org/2010/03/17/new-pamphlet-from-new-zealand-revolution-in-nepal/
Sitios de interés (recomendación del vídeo a continuación):
- Historia, imágenes y actualidad de la Revolución Naxalita: http://revolucionnaxalita.blogspot.com.es/
- Documental “Red Ant Dream”: https://www.youtube.com/watch?v=cVvTh…
- Reportaje “India’s Red Tide”:https://www.youtube.com/watch?v=OvUVz…
- Reportaje “we will not leave our village- gaon chodad nahi”: https://www.youtube.com/watch?v=8M5ae…
- Película ” Chakravyuh”: http://played.to/embed-s66eqgxofhbh-6…
- Articulo “Caminando con los camaradas” de Arundhati Roy: http://www.rebelion.org/noticia.php?i…
Charla: “la insurrección en la India, una revolución silenciada”:
http://katarazan.com/acercamiento-a-la-actualidad-de-la-revolucion-naxalita-en-la-india/
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