Daniela Sierra Soto, abogada de la causa mapuche y familiar del prisionero político mapuche Víctor Llanquileo, fue privada de libertad por varios días a pesar de ser madre en período de lactancia de una menor de 23 días. Daniela fue detenida junto a otras esposas, madres, hermanas e hijos de los presos políticos mapuche de la Cárcel de Angol, al acudir el lunes 27 de julio a la Intendencia de la Araucanía para solicitar una respuesta a una carta enviada a Sebastián Piñera. Desde entonces, se mantiene en arresto domiciliario total en espera de un juicio donde enfrentará cargos que han sido montados en su contra.
Los hechos
El lunes 27 de julio, un grupo de madres, esposas, hermanas e hijos de los prisioneros políticos mapuche de la cárcel de Angol acudieron a las oficinas de la Intendencia de la Araucanía, donde también funciona el Registro Civil de Temuco, con el propósito de buscar respuesta a la carta enviada un mes antes al Presidente de la República por intermedio del Intendente Víctor Manoli. Manoli se había comprometido a tener una respuesta varios días antes lo cual, hasta nunca ocurrió, hasta ahora.
Ese mismo día, simultáneamente, las comunidades de los prisioneros políticos mapuche hacían ocupación de siete municipalidades de la provincia del Malleco, con el objetivo de presionar la respuesta de las autoridades políticas a la huelga de hambre que, a esa fecha, ya completaba 85 días.
Apenas el grupo de mujeres mapuche, vestidas con sus atuendos tradicionales ingresó al edificio, las fuerzas policiales se movilizan en persecusión y, asimismo, sale tras el grupo de mujeres el director del Registro Civil de Temuco, Juan de Dios Fuentes.
La Intendencia envío a fuerzas especiales a desalojar a los familiares, quienes fueron golpeados brutalmente, según consta en la constatación de lesiones. Mientras detenían a las lamngen, éstas gritaban con firmeza: “En huelga de hambre están los comuneros, porque el estado los tiene prisioneros”, “¡Liberar, liberar al mapuche por luchar!” y “¡Libertad a los presos políticos mapuche!”. La madre de uno de los presos denunciaba: “¡Este es el diálogo del gobierno!, ¡A punta de fuerzas especiales!, ¡Mi hijo se está muriendo en la cárcel! ¿Para qué? ¿Para que ustedes les cubran el robo de la tierra que ha hecho el Estado?”
Las personas, ocho mujeres, un hombre y un menor de 13 años, fueron trasladadas a la Segunda Comisaría de Temuco, pasando la noche en ese lugar, sometidas a humillaciones, vejaciones e insultos racistas. Todos, excepto el menor, fueron presentados a control de detención 30 horas después de su detención, por diversos cargos. Sólo Daniela quedó en prisión preventiva con cuatro cargos en su contra.
Se levanta el montaje sobre Daniela Sierra
Juan de Dios Fuentes, latifundista de la zona de Ercilla, ocupa actualmente un cargo designado personalmente por Sebatián Piñera. Cuando era presidente de la Agrupación “Paz para la Araucanía” (antecesora de APRA) levantó controversia al presentarse armado a una manifestación pública. Existen en su contra también acusaciones de agresión a funcionarios públicos, mientras éstos se encontraban manifestándose por demandas laborales, además de haber amenazado a un niño mapuche de 13 años en febrero de 2019, por lo cual decidió pagar una multa para evitar un juicio en el que fiscalía solicitaba una condena de 300 días de presidio y la salida de su cargo. Es un personaje con influencias políticas de alto nivel y reconocido historial de conductas anti-mapuche y violentas.
En el caso de Daniela Sierra, fue Fuentes quien -de acuerdo a lo que relataron las mismas detenidas- se presentó personalmente en la Comisaría para hablar con el OS-9 y presentar la denuncia de maltrato y amenazas en su contra. Fuentes señaló que había sido golpeado y amenazado por Daniela Sierra, en circunstancias que esto nunca ocurrió. Esto derivó en el agravamiento de los cargos a los cuales hoy se enfrenta, los cuales son daños (artículo 487), ocasionar tumulto y exaltar al desorden, amenazas, lesiones menos graves y maltrato de obra a carabineros, por las cuales arriesga más de 15 años de prisión en total.
El OS-9 es la unidad de Carabineros a cargo de organizaciones criminales. Es la misma unidad que opera de manera encubierta en las movilizaciones para montar evidencias contra los prisioneros políticos de la revuelta, obteniendo imágenes por métodos intrusivos, ilegales, al margen de los procedimientos, según se ha denunciado ya en varios procesos. ¿Se está acaso considerando a los familiares de los prisioneros políticos mapuche como una organización criminal?, ¿Por qué está el OS-9 investigando la causa de Daniela Sierra, siendo que está acusada de un delito común? Bajo las indicaciones de Juan de Dios Fuentes, el OS-9 comienza a proceder, tomando fotografías en forma ilegal a todas las detenidas.
¿Cómo opera el montaje en este caso? A partir de las fotografías tomadas en forma ilegal por el OS-9 y los registros propios del procedimiento en la comisaría, carabineros tiene la posibilidad de preparar las declaraciones en las que inculpa a Daniela Sierra de haber fracturado la nariz de un funcionario de Fuerzas Especiales, hecho que nunca ocurrió. Siendo la única del grupo de mujeres que no vestía con el atuendo tradicional mapuche, Daniela era, sin duda, la que más fácilmente podía ser descrita por su vestimenta. Pero la presencia del OS-9 en esto deja entrever que hay un ensañamiento sobre su persona, por su permanente vinculación en la defensa de la causa mapuche, lo cual, para este Estado, parece tratarse de un hecho criminal en sí.
Como ya ha sido visto muchas veces, siendo éste un caso vinculado a la causa mapuche, todo el aparato represor del Estado se deja caer con todo su peso.
En la audiencia del control de detención, realizada el martes 28 en el Tribunal de Temuco, la Fiscalía pidió arresto domiciliario total para Daniela Sierra. El abogado querellante por parte de la Intendencia, Sergio Arévalo, pidió prisión preventiva, apelando a la decisión del juez y pidiendo que se consulte a la Corte de Apelaciones de Temuco para resolver la medida cautelar. La apelación fue acogida por Federico Gutiérrez, conocido juez reaccionario de la zona, el mismo que, esos días, rechazó la prisión preventiva al violador Martín Pradenas.
Daniela fue enviada a la cárcel de Temuco para esperar la decisión de la Corte. El abogado defensor, Humberto Serri, pidió que se cambiara el lugar de detención hacia la ciudad de Angol, que es donde reside Daniela, ya que es madre de una niña que tenía menos de un mes de vida y requería estar cerca de su familia. El Juez Gutiérrez denegó la petición y le mantuvo en prisión en la Cárcel de Temuco, cambiándose solo días después la medida por arresto domiciliario total, a la espera del juicio en su contra.
Indignación y apoyo popular por la situación de Daniela
El 29 de julio, a sólo dos días de conocida la detención de Daniela Sierra, comenzaron las masivas expresiones de apoyo hacia ella.
Una declaración de solidaridad y denuncia, firmada por 40 personalidades, organizaciones populares y medios de difusión decía: “La abogada Daniela Sierra ha sido férrea activista por los derechos del pueblo y ha puesto su profesión al servicio de las luchas legítimas de éste, por tanto queda de manifiesto el carácter de persecución política que apunta a aplacar cualquier intento que ponga en jaque la estructura establecida de un estado represor.”
Ese mismo día se publicó una declaración de apoyo firmada por 126 abogadas, quienes sostuvieron que privar de libertad a su colega, en las circunstancias en que se realizó, es “una medida violenta y desproporcionada”. “Los estándares de derecho internacional de derechos humanos, -dice la declaración- obligan a jueces, fiscales, querellantes, defensores y en general a todos los intervinientes en el proceso penal. Asimismo los jueces deben realizar el control de convencionalidad. Son estándares que no fueron considerados en este caso, evidenciando así una conducta discriminatoria por parte de agentes del gobierno y funcionarios del Estado de Chile para con el Pueblo Mapuche, algunos de cuyos integrantes privados de libertad se encuentran en huelga de hambre solicitando la aplicación del Convenio 169, norma ratificada hace ya 20 años por el Estado y que aún no logra asentarse en los criterios y prácticas judiciales y del sistema penal en general”.
Días después, una Declaración Plurinacional de Mujeres que Luchan expresó asimismo su apoyo: “Esto deja en manifiesto nuevamente cómo opera la justicia racista, fascista y patriarcal contra los pueblos, y especialmente contra mujeres mapuche, situación perpetuada a través del constante hostigamiento de Carabineros en comunidades y pu lof en resistencia, aplicando medidas desproporcionadas que atentan contra el derecho del bien superior del niño. Con esto nos dejan claro que nuestras vidas no les importan, pues es más peligroso para el juez Gutiérrez una mujer mapuche lactando que femicidas y violadores.”
Todas estas expresiones de apoyo y solidaridad deben aún sostenerse y multiplicarse, pues la medida cautelar se mantiene, estando próximo a cumplirse el plazo de “investigación”, por lo cual se espera que durante este mes de octubre se resuelva sobre su situación.
El peso de la semifeudalidad
Daniela se ha destacado durante varios años por su apoyo incondicional a la lucha mapuche. En el curso de esta lucha, en la defensa de prisioneros políticos mapuche, ha conocido de cerca la persecusión política con el caso de Víctor Llanquileo, padre de su niña más pequeña. Según expuso ella misma en un conversatorio realizado desde su arresto:
“Lo que ocurre con imputados que pertenecen a comunidades que están en recuperación, a comunidades con tradición de lucha o que provienen de familias con tradición de lucha, es que cuando se les imputa un cargo no se les imputa solo uno, sino hasta cinco o seis. Y eso les permite decretar la prisión preventiva y alargar la prisión preventiva para convertirla en verdaderas condenas anticipadas, que en muchos casos, al terminarse esta prisión preventiva de un año o hasta dos años, terminan absueltos. Pero son dos años en los cuales se estuvo en cárcel sin haber pruebas para haber perdido su libertad”.
“Y esa es la misma situación en la cual me encuentro yo hoy día. Estoy con arresto domiciliario total porque se me imputan cinco delitos, y para levantarlos basta la declaración de Carabineros que se ponen de acuerdo rápidamente, declaran en mi contra sobre hechos que yo no he cometido, pero como están los cinco cargos, allí se puede solicitar la prisión preventiva o, en mi caso, el arresto domiciliario total. […]
“Cuando a nosotros nos detuvieron había un muchacho de 13 años, que Carabineros lo arrinconó en una esquina, le puso la cabeza en la pared, las manos atrás y su mamá decía ‘están teniendo a mi hijo igualito como a mi me tenían en la escuela’. Y esta es una mujer que no alcanza a tener cuarenta años. A ella en la escuela, cuando iba a estudiar, sus profesores la tenían así arrinconada. Y a ella porque ella era mapuche, no lo hacían así con sus compañeros que no eran mapuche. Otros relatos dicen que los compañeros de curso te escupían por ser mapuche, te humillaban, te vilipendiaban por ser mapuche. Si llegaba a la sala de clase mojado y no alcanzaban las sillas para todos, el que se quedaba sentado en el suelo era el mapuche, no el chileno. Era el que había caminado tres horas para llegar a la escuela, mojado. Todas esas cuestiones las tiene cualquier lamngen con el que converses acá. Son muchas historias del mismo estilo.”
La razón por la cual los prisioneros políticos en huelga de hambre están encarcelados, la razón que lleva al Estado de Chile a buscar perseguirlos y criminalizarlos es la lucha por la tierra, por la recuperación de las tierras usurpadas por este mismo Estado. Esto ha sido claramente denunciado por Daniela Sierra y esto es lo que motiva al ensañamiento en su contra por parte del terrateniente Juan de Dios Fuentes y las fuerzas policiales y de justicia de la Araucanía. Es el peso del latifundio y los grandes capitales forestales y agrícolas que controlan la economía y la política, incluyendo altos cargos e instituciones del Estado. Daniela es, evidentemente, un peligro para sus intereses.
Todo este montaje levantado, sin embargo, no ha conseguido desmoralizar ni frenar la lucha por la tierra. Por el contrario, las acciones de solidaridad levantadas hacia la huelga de hambre -que se prolongó por 123 días- y también hacia Daniela, permitieron difundir aún más la justa causa de los prisioneros políticos mapuche a nivel nacional e internacional. En las acciones realizadas en la Araucanía se mostró además la fuerza de las mujeres mapuche, las lamngen, muy fuertes, solidarias y alegres en la tarea de defender a los suyos, defendiendo con orgullo la lucha de sus familiares y la lucha que ellas mismas están llevando adelante, impulsando marchas y un campamento que acompañó la huelga de hambre fuera de la cárcel de Angol. Hechos que muestran una vez más que nunca la represión ha permitido frenar la lucha decidida por una causa justa.
¡A multiplicar las acciones de apoyo y solidaridad con la compañera Daniela Sierra!
¡No más pres@s por luchar!
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