¡No al enfrentamiento entre Almussafes y Saarlouis!
En 2021 Ford anunció la electrificación total de sus plantas para el año 2030, lo que supondría un plan reestructuración de sus fábricas repartidas por el mundo y afectaría gravemente al proletariado, especialmente al que trabaja en fábricas centradas en vehículos térmicos. La empresa aprovechará la electrificación de sus plantas para el cierre de aquellas que ya no le interesen. Más de 12.000 trabajadores -sin contar los que trabajan dentro la red de subcontratas y empresas auxiliares- serán despedidos por Ford Europa, que obligará a competir entre sí a los centros de Almussafes (València) y Saarlouis en Alemania para la permanencia de una y el cierre de otra.
No podemos dejar de denunciar la estrategia burguesa de
confrontación entre plantillas para romper la unidad de la clase obrera,
la dinámica de la burguesía imperialista de reestructuración y cierre
de plantas que opera en el sector del automóvil, y por último, la venta y
rebaja de derechos laborales que pretende consumar la camarilla de
dirigentes de la sección sindical de UGT en Ford -que controla el Comité
de Empresa- en su última reunión en Colonia (Alemania), a espaldas de
toda la plantilla como corolario de una larga lista de prácticas
amarillas que durante años le ha hecho coronarse como el sindicato de la
empresa.
Comencemos por esto último. Es de sobra conocido cómo opera esta
camarilla en Ford, donde la tasa de afiliación es superior al 90% de la
plantilla y controla mediante mayoría absoluta el Comité de Empresa. Ya
en 2007 sus dirigentes viajaron a Alemania y con la excusa de la difícil
situación de la empresa, para fabricas nuevos modelos en la planta se
rebajó la pausa de comida de 30 a 15 minutos, un aumento de jornada en
30 minutos, eliminación de los comedores y más derechos. En
2013
ocurrió la misma situación donde se limitaron los quinquenios, se redujo
el plus de domingo, se introdujo la distribución irregular de la
jornada, etc. A parte de estas pérdidas, tanto en 2007 como en 2013 se
imponía que las nuevas contrataciones perdieran derechos respecto a los
trabajadores de más antigüedad. En los últimos dos años se ha perdido
1.000 puestos de trabajo en los últimos dos años y ha recortado su
producción en 178.000 coches, lo que supone el 51’3% de su producción.
No sólo se trata de unas pérdidas de condiciones continuada -y
más aún para las nuevas contrataciones- a cambio de unos pocos años más
de “producción asegurada”, sino de una opacidad total y negociación a
espaldas de los trabajadores donde no tienen ni voz ni voto. En los
últimos días, una vez más, este grupo viaja a Colonia y dice estar
dispuesta a aceptar nuevas condiciones mientras que el conjunto de la
oposición sindical la rechaza en bloque.
Desde el Partido Comunista Maoísta mostramos nuestro más absoluto
rechazo a estas prácticas y hacemos un llamamiento a todos los
trabajadores de Ford Almussafes a organizarse, luchar firmemente por la
democratización de las decisiones y trabajar activamente por asambleas
con poder real de decisión y evitar la consumación de una nueva traición
sin informar a nadie previamente y sin plantear movilización ni lucha
alguna.
El eje central del sindicalismo de clase es la confrontación contra la burguesía, y la lucha por la defensa de las condiciones puede obtener victorias después de la lucha, nunca firmando acuerdos sin presentar batalla.
Pero no debemos dejar de relacionar los ataques de la burguesía con el propio sistema imperialista.
La
reestructuración y cierre de plantas de Ford recuerda mucho a la
política de Renault o de Nissan, especialmente esta última por el cierre
de su planta en Barcelona, similitudes que precisamente se dan porque
es la propia dinámica imperialista del sector. Los monopolios del
automóvil, los grandes acuerdos entre capitalistas del sector, seguirán
reestructurando sus fábricas y efectuando despidos masivos porque
mejorar la maquinaría y la tecnología para producir más a costa de los
trabajadores es la tendencia natural del sistema actual. Y no puede ser
de otra forma porque los monopolios del automóvil dejarían de competir y
el imperialismo es un gran monstruo devorador.
Por ese motivo, desde el Partido Comunista Maoísta hacemos
también un llamamiento al proletariado consciente no solo a organizarse
por la democratización de las decisiones sindicales y la defensa de sus
derechos, sino luchar activamente contra los capitalistas y organizar el
poder obrero contra el sistema imperialista mundial, que es germen y
origen de los ataques que sufrimos y no pararán hasta que lo
derrumbemos.
¡Evitemos una nueva traición a nuestros derechos laborales!
¡No al enfrentamiento entre Almussafes y Saarlouis!
¡Por el poder obrero en Ford!
¡Luchemos contra el sistema imperialista!
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