Las nuevas agresiones se registraron del 19 al 22 de junio en las comunidades autónomas de Emiliano Zapata, San Isidro, y Moisés y Gandhi, en territorio zapatista en Chiapas. Apenas el 22 de marzo pasado los paramilitares atacaron la comunidad Moisés y Gandhi donde resultó herido de gravedad el compañero Jorge López Sántiz quién aún se encuentra mal de salud y bajo cuidados médicos. Nuevamente diversas organizaciones de forma conjunta con el Congreso Nacional Indígena denunciaron los hechos exigiendo el cese inmediato de las agresiones armadas contra las bases de apoyo zapatistas. En una situación semejante, el 19 de septiembre de 2021, el EZLN en voz del Subcomandante Insurgente Galeano declaró que Chiapas está al borde de la guerra civil. Pese a las evidencias documentadas y las denuncias de distintos sectores progresistas (según el Frayba desde 2019 a la fecha se han registrado 110 agresiones armadas contra las comunidades zapatistas) AMLO desde sus conferencias mañaneras niega que exista esta violencia, descalifica a quien la denuncia y hace proselitismo para su partiducho, como si el pueblo necesitara elecciones burguesas y más demagogia. La verdad es que detrás de la militarización del país, la cada vez mayor reaccionarización del viejo Estado, la presencia de grupos armados del crimen y paramilitares, y la violencia reaccionaria contra el pueblo, están los intereses de los dueños del dinero y del poder político, y esto es la antesala de un nuevo estallido social que el viejo Estado no puede detener, pues por encima de la vida y la libertad de las personas del pueblo, están los intereses del gran capital expresados en megaproyectos como el mal llamado “Tren Maya”.
Nos sumamos a las acciones de apoyo hacia las comunidades zapatistas y el EZLN.
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