Aurrera Langileria: Egunon Kimetz
kolektiboa. Tenemos entendido que os presentáis como organización
comunista. Como definiríais la razón de vuestro ser?
Kimetz Kolektiboa: Kimetz nació en el año 2000, concretamente el 31 de diciembre de 1999. Diversos militantes adscritos a la concepción marxista de esta nación constataban la necesidad de una organización independiente de la clase obrera que liderase, organizase, unificase y dirigiese todas las luchas en una misma dirección, la revolución social en el contexto de Euskal Herria. Desde ese momento nuestra labor más importante ha sido trabajar en la creación del partido comunista de la clase obrera vasca.
Los acontecimientos desde esa fecha no han hecho sino ratificar lo acertado de nuestro análisis. La falta de unificación, organización y dirección en todo el proceso de lucha contra el ataque de la oligarquía desde la crisis del año 2008 ha venido a reafirmar nuestros análisis mostrando la ineficacia de la lucha reformista por las migajas y la necesidad de crear estructuras obreras que posibiliten hacer avanzar todo el proceso político vasco hacia la revolución, el socialismo y la independencia.
La crisis del MLNV, que ha conllevado la posterior claudicación de la Izquierda Abertzale, plenamente integrada en las estructuras institucionales y su renuncia a salirse del marco legal impuesto por la reforma franquista, ha dejado huérfana a la clase obrera vasca. La inexistencia de un partido u organización de revolucionarios homogénea, de cuadros y de vanguardia que ejerza el liderazgo ha permitido la actual crisis de principios en el interior del MLNV y la falta de perspectiva del movimiento obrero en general. Nuestra intención es ocupar ese espacio político y acumular fuerzas de vanguardia hacia la creación del partido obrero de nuevo tipo.
Sin embargo, esto no es posible hacerlo de un día para otro y sabemos que todo el proceso va a ser largo y difícil. La desaparición de la mayor parte del campo socialista, junto con la conformación en bloques que se sucede a nivel internacional ha situado a la clase obrera en una situación sumamente complicada. En Euskal Herria la salida a esta crisis solo es posible desde posiciones revolucionarias. El falso pacifismo, el parlamentarismo, el reformismo y el revisionismo dejan impedida a la clase obrera a nivel ideológico y práctico.
A.L.: Pensamos que haréis uso de la ciencia política del marxismo-leninismo para vuestros análisis y para guiar vuestro trabajo organizativo y hacia los trabajadores. Cuales son vuestros referentes más importantes? Y las ideologías que más daño hacen a la causa de la construcción del socialismo?
K.: Nuestra organización se define como comunista y más concretamente como marxista-leninista. ¿Qué significa esto? Que asumimos la doctrina de Marx como la única verdadera en tanto nos proporciona una guía para la acción, un método de análisis de la realidad desde la existencia de procesos históricos y desde el reconocimiento del socialismo científico como manera de abordar el conocimiento de esa misma realidad. Los tres ejes fundamentales sobre los que descansa nuestra ideología son el materialismo histórico, el materialismo dialéctico y la economía política que conforman lo que se conoce como el socialismo científico, todo ello con el fin último de que la clase obrera conquiste el poder y construya para sí misma el Estado socialista vasco.
Entendemos que el análisis de Marx y Engels de la sociedad capitalista solo ha sido completado por Lenin con su definición de la época del imperialismo y su pedagógica explicación del Estado moderno, como última fase del capitalismo o capitalismo monopolista de Estado; así como la clara y fundamental denuncia del revisionismo, donde también se explica la necesidad del partido obrero revolucionario de nuevo tipo. Es por ello, que nos definimos marxistas y leninistas. Esto no significa que no contemplemos otros grandes comunistas que sin superar la doctrina de Marx y Lenin, también han aportado su grano de arena al desarrollo del marxismo-leninismo. Argala, Txabi o Pertur son los elementos más avanzados dentro del marxismo vasco con sus aportaciones en torno al partido obrero independiente en el seno del frente, la cuestión nacional vasca y la definición y necesidad de ese propio frente que más tarde se llamaría Herri Batasuna. Stalin o Ernesto “Che” Guevara son autores en los que estudiamos cuestiones tan importantes como el desarrollo y la construcción del socialismo, la cuestión nacional o el internacionalismo. Alexandra Kollontai o Clara Zetkin son referencias en el ámbito de los derechos de la mujer. En definitiva, nos nutrimos de los clásicos del marxismo para nuestra formación, análisis y guía para la acción.
Hoy en día tenemos infinidad de problemas en el seno de la clase obrera vasca. Debemos de entender que la clase obrera vasca no es un elemento homogéneo y que en su seno coexisten diferentes grados de organización y de ideología. Hoy en día, y desde hace unas décadas; campan a sus anchas diversas corrientes ideológicas en el interior del movimiento obrero vasco. Por un lado, el reformismo, que se encarga de intentar engañar a la clase obrera declarando las supuestas bondades del Estado burgués, y por otro lado, el revisionismo, que hace del marxismo algo ajeno a los intereses que son propios a la clase obrera. Ambas corrientes cooperan ansiosamente en intentar despojar al marxismo de sus principios revolucionarios e independientes; pretendiendo apartar a la clase obrera de su lucha de clase.
Profesionales de la pluma y la palabra hablan del marxismo negando su corpus ideológico. Hablan de revolución sin hablar de la conquista del poder, de la organización independiente de la clase obrera o de la propiedad de los medios de producción que permitirán el desarrollo y construcción del socialismo en Euskal Herria. Afirman que desean la libertad para el proletariado vasco a la vez que lo atan a las instituciones burguesas y a la pequeña burguesía. Nombran el socialismo despojándolo de la dictadura del proletariado sin explicar cómo van a acabar con las clases sociales.
Tanto el socialismo nacional o identitario como el socialismo del siglo XXI, teorías huecas y vacías de contenido que sus propios creadores han tenido que aceptar que están por definir y desarrollar; ocupan la centralidad ideológica en numerosas organizaciones en nuestra nación. Estas teorías son aceptadas sin aportar nada nuevo y sin definir ni desarrollar nada sobre lo poco definido y desarrollado hasta el momento. Se acepta sin miramientos algo sin concretar mientras que se rechaza lo probado ya por la historia. Viejas teorías que vuelven ante la debilidad en que se encuentra el movimiento obrero.
Otras organizaciones, como EHK, que dicen llamarse comunistas, han entorpecido a lo largo de su existencia la creación de la organización independiente del proletariado vasco a la vez que reniegan del lenguaje y del vocabulario marxista, haciendo el juego sucio a la pequeña burguesía.
Los hay quienes denominándose comunistas no trabajan por nada práctico, estos también conforman la familia comunista. No solo la crítica es necesaria, sino que la construcción de una alternativa se vuelve en este momento como primordial y sin la cual será imposible salir de la situación actual y conseguir que el proletariado vasco salga victorioso.
Otros, llaman a la unidad de diversos sectores según ellos revolucionarios sin más criterio que el de un denominado anticapitalismo, renunciando al análisis científico de la sociedad. Para ellos es lo mismo proletariado, clase obrera que pueblo trabajador y niegan y/o confunden el papel de vanguardia o fuerza motriz del proletariado vasco.
Todo vale en una época de confusión como la actual en la que el oportunismo campa a sus anchas confundiendo y desorganizando a la clase obrera y realizando la labor de zapa de la burguesía.
Nuestra organización condena de la manera más rotunda éstas ideologías que retrasan la inevitable organización de la clase obrera vasca en torno a estructuras propias e independientes.
A.L.: Siendo un colectivo que trabaja por la construcción del Estado Socialista Vasco, imaginamos que os encontráis dentro del espectro sociológico de la izquierda abertzale. Cual es vuestra opinión acerca de la posición política de los últimos años de las organizaciones que han sido hegemónicas en el MLNV?
K.: No se han respetado los acertados análisis marxistas del año 1976 tanto de Argala como de Pertur en los cuales se definía la necesidad de un partido independiente del proletariado, de vanguardia, homogéneo, de cuadros y semiclandestino que mantuviese y supiese dirigir el movimiento de liberación en unas posiciones revolucionarias sin caer ni en el militarismo ni en la integración en las estructuras del Estado. Ambas suponen una claudicación ideológica para este pueblo.
Es evidente que desde hace unos años el MLNV y las organizaciones en su seno están en crisis y que eso es lo que ha llevado a la Izquierda Abertzale oficial a renunciar a las posiciones clásicas representadas por el lema independencia y socialismo. Nuestra lectura es clara a este respecto y comienza en los años ochenta hasta el momento actual. Sin definirnos como defensores a ultranza de HASI, sí que entendemos que ese partido cumplía un papel en el seno de la Unidad Popular. Un papel de representante ideológico del proletariado vasco, con sus errores y sus aciertos, pero que ciertamente ejercía una presión desde la izquierda en el seno de Herri Batasuna.
Al desparecer HASI, y con la caída del campo socialista, la socialdemocracia se ha desarrollado sin oposición en el seno de la Unidad Popular, lo que ha posibilitado el distanciamiento del frente político de la organización armada por una parte, y el deterioro ideológico por otra parte que es lo que ha provocado la ruptura final hacia la integración en las estructuras institucionales burguesas. De todas maneras no es posible verter todo el grueso de la culpabilidad sobre la pequeña burguesía, puesto que no ha hecho más que remitirse a su tarea habitual históricamente hablando. El grueso de esa culpabilidad es evidentemente de quienes denominándose marxistas claudicaron y se subordinaron frente a esa pequeña burguesía dejándola el campo abierto.
Por supuesto todo esto está sumamente resumido y existen muchísimos matices al respecto de cómo ha resultado todo el proceso, pero lo que a nuestro entender es innegable, es que la propia existencia del MLNV certifica la doble vertiente de la revolución vasca, una de revolución social y otra, subordinada a esta aunque jamás dejándola de lado, de liberación nacional. Entendemos que es el alejamiento de éste análisis el que ha provocado la situación que conocemos como proceso Zutik Euskal Herria! que ha finalizado con la Declaración de Aiete, donde se escenifica claramente y de la mano de los representantes del imperialismo internacional la finalización de la etapa de confrontación con el Estado y su bendición a la integración de la Izquierda Abertzale en el selecto club de las organizaciones del sistema.
A.L.: Ante el panorama de crisis capitalista y pugnas ínter-imperialistas que se le presentan al proletariado internacional, ¿cuales creéis que van a ser los retos que va a tener que afrontar el pueblo trabajador vasco en los próximos años, y cuál va a ser vuestro posicionamiento y trabajo frente a ellos?
K.: Por una parte está el hecho de que no es posible saber exactamente cómo se va a ir conformando la correlación de fuerzas en los próximos años en las pugnas ínter-imperialistas aunque sí sabemos ciertas cosas. Sabemos que EE.UU. por una parte y con sus aliados tradicionales, Canadá, Japón y Gran Bretaña está intentando mantener la hegemonía de los recursos naturales en Oriente Medio, a la vez que trata desesperadamente de controlar su patio trasero centro y suramericano. No es casual la precipitación en los golpes de estado de Honduras y Paraguay junto con la reciente ceremonia de coronación de un Papa latinoamericano por primera vez en la historia. Así como tampoco es casual que en los últimos doce años se haya invadido Iraq, Afganistán, Libia y se esté invadiendo Siria en el camino de aislar a Irán del teatro estratégico local. La agresión contra la independiente República Popular Democrática de Corea, que busca ocupar el flanco de la República China es otro de los pasos en esta escalada de EE.UU. por mantener su hegemonía fortaleciendo a su socio Japonés. El imperialismo siempre ataca a quien decide un desarrollo independiente y sin tutelas. Además de eso tenemos el continente africano que en estos momentos es lugar de grandes luchas entre las potencias imperialistas.
Por otra parte, están Rusia, China y algunos aliados que tratan de luchar por los recursos en África, Sudamérica y Asia en medio de una soterrada guerra comercial y diplomática. Mientras algunos países son pasto de la competencia imperialista, ciertas estructuras como la Europa del capital se ven claramente amenazadas. No existe lealtad en un mundo con intereses enfrentados.
Nuestra conclusión en este sentido es que la crisis que estamos padeciendo es la antesala de una guerra ínter-imperialista abierta de rapiña por los recursos y mercados. Con respecto a la pregunta formulada entendemos que será determinante en los próximos años la posición del Estado español y del Estado francés dentro de ese desarrollo de los bloques en conformación lo que hará que la revolución vasca sea de una o de otra manera. Nuestra posición política ante esto, al igual que la de todo marxista, es que es necesario convertir la guerra de rapiña ínter-imperialista en guerra civil revolucionaria, destruyendo de ese modo la voracidad del capital. En el momento en el que estalle la guerra tomará una gran importancia la consigna proletarios de todos los países uníos, pues la burguesía concentrará sus fuerzas en desunir a la clase obrera internacional, y como no, le seguirán sus agentes en el interior del movimiento obrero con el fin de ocultar el verdadero carácter reaccionario de la guerra. La paz es un deseo de la clase obrera internacional, pero es necesario tener claro que no habrá paz en el mundo mientras exista opresión. Ante esto vemos con urgencia la creación de una organización independiente de la clase obrera vasca que posibilite abordar la salida revolucionaria al socialismo para el proletariado vasco.
A.L.: Que diríais a los trabajadores y asalariados en general que tienen una opinión negativa acerca del marxismo-leninismo? Cual creéis que tiene que ser el proceder de los comunistas ante las taras que produce la alienación capitalista en la clase obrera?
K.: Una de las tácticas fundamentales del imperialismo es la alienación y la confusión de la clase obrera, con el objetivo de mantener la paz social. No es casual que exista el bipartidismo en países tan diferentes como Noruega o Euskal Herria ni es casual tampoco el fenómeno común a todos los países imperialistas de la aristocracia obrera, que nutre a los partidos socialdemócratas de una base social sustentada sobre los privilegios salariales y un estado asistencial.
Lo que sucede es que la propia crisis ha puesto de manifiesto la necesidad de acabar con gran parte de la aristocracia obrera y ese estado asistencial y lo que va a traer como consecuencia va a ser el crecimiento del movimiento revolucionario. Además, es evidente que trabajadores y trabajadoras que hace un tiempo parecían indiferentes a todo discurso revolucionario, se pueden hallar entre las más resueltas y conscientes transcurrida una semana. Por ello, no se trata de qué hay que decir a la clase obrera que desconfía del comunismo, sino de cómo desarrollar una línea política y su aplicación práctica. Los trabajadores deben aprender a ver los intereses de las clases detrás de cada acto y palabra.
Es importante que la conciencia de clase esté sujeta a un gran número de obreros y obreras, pero también somos conscientes que no se puede pedir a todo el conjunto de la clase obrera una completa conciencia de toda la compleja función que su clase está resuelta a desarrollar en la lucha de clases. La conciencia completa solo debe exigírsele a la militancia más avanzada. Esa conciencia superior debe estar representada por la organización independiente del proletariado; para que de este modo, se encuentre a la cabeza y no a la cola, de toda lucha obrera. Y para ir a la cabeza de las masas, mantenemos que es imperioso asimilar el socialismo científico de nuestra época, el marxismo-leninismo.
Entendemos que del trabajo práctico en constante lucha y denuncia contra el revisionismo y del estudio constante de la realidad surgirá la organización que ejerza el liderazgo del Movimiento Revolucionario de Liberación Nacional Vasco. La participación o no de la clase obrera, tanto si actualmente confían o desconfían del comunismo va a estar fuertemente influenciada por el trabajo práctico que se realice en su seno, de una línea correcta en torno a la explotación y la cuestión nacional y de la implicación de los militantes en los problemas concretos además de la lucha hombro a hombro y siempre en cabeza transmitiendo y enseñando desde el ejemplo. Para ser más claros, el desarrollo del proceso revolucionario solo será posible si en ese camino los militantes más avanzados ocupan las primeras filas en la lucha.
A.L.: Y que dirías o recomendarías hacer a todos los jóvenes (o no tanto) que, teniendo ganas de aprender la teoría y la practica revolucionaria marxista-leninista, y ante la destrucción de las organizaciones combativas que habían sido referencia para ellos, andan sin saber que hacer o donde ir? Y a los que están a merced de los reformistas sin ser conscientes de ello?
K.: Nosotros siempre hemos manifestado nuestra opinión al respecto de la militancia comprometida. No confiamos en la línea de las organizaciones que no hacen un análisis de la cuestión nacional desde la existencia de dos Estados y desde la necesidad de abordar dicha cuestión también a nivel organizativo porque entendemos que la solución para una nación dividida entre dos estados no puede quedarse en la federalidad o la confederalidad sin abordar en su conjunto el problema. Un genérico y abstracto derecho a la autodeterminación a ejercer no se sabe exactamente ni cuándo ni dónde o la independencia sin abordar el hecho de la existencia de las clases sociales y la explotación capitalista no soluciona nada en el camino a la emancipación de la clase obrera vasca.
Por lo tanto, entendemos que quien quiera abordar el estudio y la creación de la organización de clase en Euskal Herria debe de plantearse seriamente la posibilidad de integrarse en nuestra organización u organizarse y crear estrechos lazos ideológicos y de lucha con nosotros con el objetivo de avanzar hacia la construcción del partido. No se puede postergar más en el tiempo la necesidad de construir la organización independiente del proletariado vasco. Todo el tiempo que se pierda es tiempo entregado al enemigo de clase, tiempo que lo aprovechan nuestros adversarios para continuar con su dominio y confundir aún más a la clase obrera. En estos momentos la única estructura política en forma de organización de clase, nacional y patriótica que mantiene la bandera de la revolución, el socialismo y la independencia es Kimetz
Kimetz Kolektiboa: Kimetz nació en el año 2000, concretamente el 31 de diciembre de 1999. Diversos militantes adscritos a la concepción marxista de esta nación constataban la necesidad de una organización independiente de la clase obrera que liderase, organizase, unificase y dirigiese todas las luchas en una misma dirección, la revolución social en el contexto de Euskal Herria. Desde ese momento nuestra labor más importante ha sido trabajar en la creación del partido comunista de la clase obrera vasca.
Los acontecimientos desde esa fecha no han hecho sino ratificar lo acertado de nuestro análisis. La falta de unificación, organización y dirección en todo el proceso de lucha contra el ataque de la oligarquía desde la crisis del año 2008 ha venido a reafirmar nuestros análisis mostrando la ineficacia de la lucha reformista por las migajas y la necesidad de crear estructuras obreras que posibiliten hacer avanzar todo el proceso político vasco hacia la revolución, el socialismo y la independencia.
La crisis del MLNV, que ha conllevado la posterior claudicación de la Izquierda Abertzale, plenamente integrada en las estructuras institucionales y su renuncia a salirse del marco legal impuesto por la reforma franquista, ha dejado huérfana a la clase obrera vasca. La inexistencia de un partido u organización de revolucionarios homogénea, de cuadros y de vanguardia que ejerza el liderazgo ha permitido la actual crisis de principios en el interior del MLNV y la falta de perspectiva del movimiento obrero en general. Nuestra intención es ocupar ese espacio político y acumular fuerzas de vanguardia hacia la creación del partido obrero de nuevo tipo.
Sin embargo, esto no es posible hacerlo de un día para otro y sabemos que todo el proceso va a ser largo y difícil. La desaparición de la mayor parte del campo socialista, junto con la conformación en bloques que se sucede a nivel internacional ha situado a la clase obrera en una situación sumamente complicada. En Euskal Herria la salida a esta crisis solo es posible desde posiciones revolucionarias. El falso pacifismo, el parlamentarismo, el reformismo y el revisionismo dejan impedida a la clase obrera a nivel ideológico y práctico.
A.L.: Pensamos que haréis uso de la ciencia política del marxismo-leninismo para vuestros análisis y para guiar vuestro trabajo organizativo y hacia los trabajadores. Cuales son vuestros referentes más importantes? Y las ideologías que más daño hacen a la causa de la construcción del socialismo?
K.: Nuestra organización se define como comunista y más concretamente como marxista-leninista. ¿Qué significa esto? Que asumimos la doctrina de Marx como la única verdadera en tanto nos proporciona una guía para la acción, un método de análisis de la realidad desde la existencia de procesos históricos y desde el reconocimiento del socialismo científico como manera de abordar el conocimiento de esa misma realidad. Los tres ejes fundamentales sobre los que descansa nuestra ideología son el materialismo histórico, el materialismo dialéctico y la economía política que conforman lo que se conoce como el socialismo científico, todo ello con el fin último de que la clase obrera conquiste el poder y construya para sí misma el Estado socialista vasco.
Entendemos que el análisis de Marx y Engels de la sociedad capitalista solo ha sido completado por Lenin con su definición de la época del imperialismo y su pedagógica explicación del Estado moderno, como última fase del capitalismo o capitalismo monopolista de Estado; así como la clara y fundamental denuncia del revisionismo, donde también se explica la necesidad del partido obrero revolucionario de nuevo tipo. Es por ello, que nos definimos marxistas y leninistas. Esto no significa que no contemplemos otros grandes comunistas que sin superar la doctrina de Marx y Lenin, también han aportado su grano de arena al desarrollo del marxismo-leninismo. Argala, Txabi o Pertur son los elementos más avanzados dentro del marxismo vasco con sus aportaciones en torno al partido obrero independiente en el seno del frente, la cuestión nacional vasca y la definición y necesidad de ese propio frente que más tarde se llamaría Herri Batasuna. Stalin o Ernesto “Che” Guevara son autores en los que estudiamos cuestiones tan importantes como el desarrollo y la construcción del socialismo, la cuestión nacional o el internacionalismo. Alexandra Kollontai o Clara Zetkin son referencias en el ámbito de los derechos de la mujer. En definitiva, nos nutrimos de los clásicos del marxismo para nuestra formación, análisis y guía para la acción.
Hoy en día tenemos infinidad de problemas en el seno de la clase obrera vasca. Debemos de entender que la clase obrera vasca no es un elemento homogéneo y que en su seno coexisten diferentes grados de organización y de ideología. Hoy en día, y desde hace unas décadas; campan a sus anchas diversas corrientes ideológicas en el interior del movimiento obrero vasco. Por un lado, el reformismo, que se encarga de intentar engañar a la clase obrera declarando las supuestas bondades del Estado burgués, y por otro lado, el revisionismo, que hace del marxismo algo ajeno a los intereses que son propios a la clase obrera. Ambas corrientes cooperan ansiosamente en intentar despojar al marxismo de sus principios revolucionarios e independientes; pretendiendo apartar a la clase obrera de su lucha de clase.
Profesionales de la pluma y la palabra hablan del marxismo negando su corpus ideológico. Hablan de revolución sin hablar de la conquista del poder, de la organización independiente de la clase obrera o de la propiedad de los medios de producción que permitirán el desarrollo y construcción del socialismo en Euskal Herria. Afirman que desean la libertad para el proletariado vasco a la vez que lo atan a las instituciones burguesas y a la pequeña burguesía. Nombran el socialismo despojándolo de la dictadura del proletariado sin explicar cómo van a acabar con las clases sociales.
Tanto el socialismo nacional o identitario como el socialismo del siglo XXI, teorías huecas y vacías de contenido que sus propios creadores han tenido que aceptar que están por definir y desarrollar; ocupan la centralidad ideológica en numerosas organizaciones en nuestra nación. Estas teorías son aceptadas sin aportar nada nuevo y sin definir ni desarrollar nada sobre lo poco definido y desarrollado hasta el momento. Se acepta sin miramientos algo sin concretar mientras que se rechaza lo probado ya por la historia. Viejas teorías que vuelven ante la debilidad en que se encuentra el movimiento obrero.
Otras organizaciones, como EHK, que dicen llamarse comunistas, han entorpecido a lo largo de su existencia la creación de la organización independiente del proletariado vasco a la vez que reniegan del lenguaje y del vocabulario marxista, haciendo el juego sucio a la pequeña burguesía.
Los hay quienes denominándose comunistas no trabajan por nada práctico, estos también conforman la familia comunista. No solo la crítica es necesaria, sino que la construcción de una alternativa se vuelve en este momento como primordial y sin la cual será imposible salir de la situación actual y conseguir que el proletariado vasco salga victorioso.
Otros, llaman a la unidad de diversos sectores según ellos revolucionarios sin más criterio que el de un denominado anticapitalismo, renunciando al análisis científico de la sociedad. Para ellos es lo mismo proletariado, clase obrera que pueblo trabajador y niegan y/o confunden el papel de vanguardia o fuerza motriz del proletariado vasco.
Todo vale en una época de confusión como la actual en la que el oportunismo campa a sus anchas confundiendo y desorganizando a la clase obrera y realizando la labor de zapa de la burguesía.
Nuestra organización condena de la manera más rotunda éstas ideologías que retrasan la inevitable organización de la clase obrera vasca en torno a estructuras propias e independientes.
A.L.: Siendo un colectivo que trabaja por la construcción del Estado Socialista Vasco, imaginamos que os encontráis dentro del espectro sociológico de la izquierda abertzale. Cual es vuestra opinión acerca de la posición política de los últimos años de las organizaciones que han sido hegemónicas en el MLNV?
K.: No se han respetado los acertados análisis marxistas del año 1976 tanto de Argala como de Pertur en los cuales se definía la necesidad de un partido independiente del proletariado, de vanguardia, homogéneo, de cuadros y semiclandestino que mantuviese y supiese dirigir el movimiento de liberación en unas posiciones revolucionarias sin caer ni en el militarismo ni en la integración en las estructuras del Estado. Ambas suponen una claudicación ideológica para este pueblo.
Es evidente que desde hace unos años el MLNV y las organizaciones en su seno están en crisis y que eso es lo que ha llevado a la Izquierda Abertzale oficial a renunciar a las posiciones clásicas representadas por el lema independencia y socialismo. Nuestra lectura es clara a este respecto y comienza en los años ochenta hasta el momento actual. Sin definirnos como defensores a ultranza de HASI, sí que entendemos que ese partido cumplía un papel en el seno de la Unidad Popular. Un papel de representante ideológico del proletariado vasco, con sus errores y sus aciertos, pero que ciertamente ejercía una presión desde la izquierda en el seno de Herri Batasuna.
Al desparecer HASI, y con la caída del campo socialista, la socialdemocracia se ha desarrollado sin oposición en el seno de la Unidad Popular, lo que ha posibilitado el distanciamiento del frente político de la organización armada por una parte, y el deterioro ideológico por otra parte que es lo que ha provocado la ruptura final hacia la integración en las estructuras institucionales burguesas. De todas maneras no es posible verter todo el grueso de la culpabilidad sobre la pequeña burguesía, puesto que no ha hecho más que remitirse a su tarea habitual históricamente hablando. El grueso de esa culpabilidad es evidentemente de quienes denominándose marxistas claudicaron y se subordinaron frente a esa pequeña burguesía dejándola el campo abierto.
Por supuesto todo esto está sumamente resumido y existen muchísimos matices al respecto de cómo ha resultado todo el proceso, pero lo que a nuestro entender es innegable, es que la propia existencia del MLNV certifica la doble vertiente de la revolución vasca, una de revolución social y otra, subordinada a esta aunque jamás dejándola de lado, de liberación nacional. Entendemos que es el alejamiento de éste análisis el que ha provocado la situación que conocemos como proceso Zutik Euskal Herria! que ha finalizado con la Declaración de Aiete, donde se escenifica claramente y de la mano de los representantes del imperialismo internacional la finalización de la etapa de confrontación con el Estado y su bendición a la integración de la Izquierda Abertzale en el selecto club de las organizaciones del sistema.
A.L.: Ante el panorama de crisis capitalista y pugnas ínter-imperialistas que se le presentan al proletariado internacional, ¿cuales creéis que van a ser los retos que va a tener que afrontar el pueblo trabajador vasco en los próximos años, y cuál va a ser vuestro posicionamiento y trabajo frente a ellos?
K.: Por una parte está el hecho de que no es posible saber exactamente cómo se va a ir conformando la correlación de fuerzas en los próximos años en las pugnas ínter-imperialistas aunque sí sabemos ciertas cosas. Sabemos que EE.UU. por una parte y con sus aliados tradicionales, Canadá, Japón y Gran Bretaña está intentando mantener la hegemonía de los recursos naturales en Oriente Medio, a la vez que trata desesperadamente de controlar su patio trasero centro y suramericano. No es casual la precipitación en los golpes de estado de Honduras y Paraguay junto con la reciente ceremonia de coronación de un Papa latinoamericano por primera vez en la historia. Así como tampoco es casual que en los últimos doce años se haya invadido Iraq, Afganistán, Libia y se esté invadiendo Siria en el camino de aislar a Irán del teatro estratégico local. La agresión contra la independiente República Popular Democrática de Corea, que busca ocupar el flanco de la República China es otro de los pasos en esta escalada de EE.UU. por mantener su hegemonía fortaleciendo a su socio Japonés. El imperialismo siempre ataca a quien decide un desarrollo independiente y sin tutelas. Además de eso tenemos el continente africano que en estos momentos es lugar de grandes luchas entre las potencias imperialistas.
Por otra parte, están Rusia, China y algunos aliados que tratan de luchar por los recursos en África, Sudamérica y Asia en medio de una soterrada guerra comercial y diplomática. Mientras algunos países son pasto de la competencia imperialista, ciertas estructuras como la Europa del capital se ven claramente amenazadas. No existe lealtad en un mundo con intereses enfrentados.
Nuestra conclusión en este sentido es que la crisis que estamos padeciendo es la antesala de una guerra ínter-imperialista abierta de rapiña por los recursos y mercados. Con respecto a la pregunta formulada entendemos que será determinante en los próximos años la posición del Estado español y del Estado francés dentro de ese desarrollo de los bloques en conformación lo que hará que la revolución vasca sea de una o de otra manera. Nuestra posición política ante esto, al igual que la de todo marxista, es que es necesario convertir la guerra de rapiña ínter-imperialista en guerra civil revolucionaria, destruyendo de ese modo la voracidad del capital. En el momento en el que estalle la guerra tomará una gran importancia la consigna proletarios de todos los países uníos, pues la burguesía concentrará sus fuerzas en desunir a la clase obrera internacional, y como no, le seguirán sus agentes en el interior del movimiento obrero con el fin de ocultar el verdadero carácter reaccionario de la guerra. La paz es un deseo de la clase obrera internacional, pero es necesario tener claro que no habrá paz en el mundo mientras exista opresión. Ante esto vemos con urgencia la creación de una organización independiente de la clase obrera vasca que posibilite abordar la salida revolucionaria al socialismo para el proletariado vasco.
A.L.: Que diríais a los trabajadores y asalariados en general que tienen una opinión negativa acerca del marxismo-leninismo? Cual creéis que tiene que ser el proceder de los comunistas ante las taras que produce la alienación capitalista en la clase obrera?
K.: Una de las tácticas fundamentales del imperialismo es la alienación y la confusión de la clase obrera, con el objetivo de mantener la paz social. No es casual que exista el bipartidismo en países tan diferentes como Noruega o Euskal Herria ni es casual tampoco el fenómeno común a todos los países imperialistas de la aristocracia obrera, que nutre a los partidos socialdemócratas de una base social sustentada sobre los privilegios salariales y un estado asistencial.
Lo que sucede es que la propia crisis ha puesto de manifiesto la necesidad de acabar con gran parte de la aristocracia obrera y ese estado asistencial y lo que va a traer como consecuencia va a ser el crecimiento del movimiento revolucionario. Además, es evidente que trabajadores y trabajadoras que hace un tiempo parecían indiferentes a todo discurso revolucionario, se pueden hallar entre las más resueltas y conscientes transcurrida una semana. Por ello, no se trata de qué hay que decir a la clase obrera que desconfía del comunismo, sino de cómo desarrollar una línea política y su aplicación práctica. Los trabajadores deben aprender a ver los intereses de las clases detrás de cada acto y palabra.
Es importante que la conciencia de clase esté sujeta a un gran número de obreros y obreras, pero también somos conscientes que no se puede pedir a todo el conjunto de la clase obrera una completa conciencia de toda la compleja función que su clase está resuelta a desarrollar en la lucha de clases. La conciencia completa solo debe exigírsele a la militancia más avanzada. Esa conciencia superior debe estar representada por la organización independiente del proletariado; para que de este modo, se encuentre a la cabeza y no a la cola, de toda lucha obrera. Y para ir a la cabeza de las masas, mantenemos que es imperioso asimilar el socialismo científico de nuestra época, el marxismo-leninismo.
Entendemos que del trabajo práctico en constante lucha y denuncia contra el revisionismo y del estudio constante de la realidad surgirá la organización que ejerza el liderazgo del Movimiento Revolucionario de Liberación Nacional Vasco. La participación o no de la clase obrera, tanto si actualmente confían o desconfían del comunismo va a estar fuertemente influenciada por el trabajo práctico que se realice en su seno, de una línea correcta en torno a la explotación y la cuestión nacional y de la implicación de los militantes en los problemas concretos además de la lucha hombro a hombro y siempre en cabeza transmitiendo y enseñando desde el ejemplo. Para ser más claros, el desarrollo del proceso revolucionario solo será posible si en ese camino los militantes más avanzados ocupan las primeras filas en la lucha.
A.L.: Y que dirías o recomendarías hacer a todos los jóvenes (o no tanto) que, teniendo ganas de aprender la teoría y la practica revolucionaria marxista-leninista, y ante la destrucción de las organizaciones combativas que habían sido referencia para ellos, andan sin saber que hacer o donde ir? Y a los que están a merced de los reformistas sin ser conscientes de ello?
K.: Nosotros siempre hemos manifestado nuestra opinión al respecto de la militancia comprometida. No confiamos en la línea de las organizaciones que no hacen un análisis de la cuestión nacional desde la existencia de dos Estados y desde la necesidad de abordar dicha cuestión también a nivel organizativo porque entendemos que la solución para una nación dividida entre dos estados no puede quedarse en la federalidad o la confederalidad sin abordar en su conjunto el problema. Un genérico y abstracto derecho a la autodeterminación a ejercer no se sabe exactamente ni cuándo ni dónde o la independencia sin abordar el hecho de la existencia de las clases sociales y la explotación capitalista no soluciona nada en el camino a la emancipación de la clase obrera vasca.
Por lo tanto, entendemos que quien quiera abordar el estudio y la creación de la organización de clase en Euskal Herria debe de plantearse seriamente la posibilidad de integrarse en nuestra organización u organizarse y crear estrechos lazos ideológicos y de lucha con nosotros con el objetivo de avanzar hacia la construcción del partido. No se puede postergar más en el tiempo la necesidad de construir la organización independiente del proletariado vasco. Todo el tiempo que se pierda es tiempo entregado al enemigo de clase, tiempo que lo aprovechan nuestros adversarios para continuar con su dominio y confundir aún más a la clase obrera. En estos momentos la única estructura política en forma de organización de clase, nacional y patriótica que mantiene la bandera de la revolución, el socialismo y la independencia es Kimetz
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