La OIT es una organización agenciada por el imperialismo y al servicio de los capitalistas. Eso explica la gran mentira de la OIT de presentar al Estado y los capitalistas de Colombia como “respetuosos” de los derechos laborales, cuando lo que ocurre hoy es una feroz arremetida de persecución y despidos de trabajadores sindicalizados o que intentan organizarse en sindicatos. Es el caso de Femsa Cocacola que despide a diario a trabajadores enfermos y lisiados, persigue dirigentes sindicales, retiene salarios en alianza con las tercerizadoras Serdam y Contactamos. Lo mismo hace Bavaria Sabmiller con los trabajadores en alianza con la tercerizadora Supla S.A. Y qué decir de los trabajadores de Industrias Alimenticias Ramo, de Cerromatoso donde arbitrariamente intentaron aumentar la jornada laboral de 8 a 12 horas, de Michelin y Chicles Adams hoy Mondeles donde pretendieron despedir a todos los trabajadores, sin contar todos los atropellos que viven al interior de las empresas, sin siquiera descanso para ingerir alimentos o para hacer sus necesidades.
Con razón el payaso Ministro de Trabajo Garzón, aplaude esta monumental mentira de la OIT y desvergonzadamente declara: “la razón por la que el país salió de ese listado se debe a que es considerado como un caso de progreso en el respeto de los derechos laborales e inspección laboral”. No podía ser otra la declaración de este ministrillo antiguo Presidente de la CUT, promotor del sindicalismo patronal burgués, defensor de la conciliación y concertación con las clases enemigas de los trabajadores. Por ese oficio servil a los capitalistas, la burguesía le retribuye con el cargo de Ministro de Trabajo.
Es por ello, que en las páginas de esta prensa denunciamos la política de conciliación y concertación de clases; denunciamos a los jefes oportunistas y sindicales que la pregonan para engañar a las bases obreras con la ilusión de resolver sus problemas sin necesidad de luchar, para llamarlas a confiar y apoyar a sus más encarnizados enemigos como es el caso del respaldo al Gobierno Santos amparados en la defensa del proceso de paz.
Denunciamos a los jefes oportunistas y sindicales que engañan a las masas trabajadoras con el cuento de confiar en que la organización imperialista OIT va a resolver problemas que el gobierno y los empresarios se niegan a atender. En realidad lo que se ha visto es que la OIT y sus asambleas han servido precisamente como universidades para formar sindicalistas politiqueros de oficio, para abrazarse con los representantes de los capitalistas, para irse de turismo viaticando de cuenta de los fondos sindicales, y al final, no conseguir nada para los trabajadores, pero sí dar respaldo a los acuerdos patronales, y ganar puntos para escalar puestos en el Estado reaccionario. Esa es la historia de Angelino Garzón, otro ex Presidente de la CUT, que de vendeobrero de siete suelas también pasó a ser Ministro de Trabajo, embajador ante la ONU, y hasta Vice-presidente del Gobierno Santos y candidato a la presidenciade la OIT. Ese es el papel actual del jefe de la CGT, el vende-obrero Julio Roberto Gómez miembro titular del Consejo de Administración de la OIT.
La clase obrera no puede seguir esperanzada en que sus enemigos caritativamente le resolverán sus problemas. Son esos enemigos y su sistema de explotación asalariada precisamente los causantes de los sufrimientos de los trabajadores. La emancipación de la Clase Obrera es obra de la propia Clase Obrera, y para lograrla es necesario luchar y organizarse como clase independiente, no solo en el movimiento sindical, sino en la lucha de clases de conjunto organizándose en Partido político propio, no para las elecciones, sino para dirigir a toda la clase obrera, a todas las masas trabajadoras en una revolución que ponga fin al sistema de la esclavitud asalariada.
Entre tanto, en lo que hace al Movimiento Sindical, luchar y organizarse independientemente significa adueñarse de la dirección de su lucha y de sus organizaciones. Éstas no pueden seguir dependiendo de la dirección de los imperialistas a través de sus confederaciones internacionales (llámense Confederación Sindical Internacional CSI o Federación Sindical Mundial FSM), ni tampoco esa dirección puede seguir en manos de los explotadores y gobernantes a través de los partidos politiqueros burgueses de derecha y pequeñoburgueses de “izquierda” (llámense Progresistas o Polo Moir o PC Mamerto…).
La reciente traición de los jefes de FECODE al gran paro magisterial, es una amarga lección de la inaplazable necesidad de desterrar la política burguesa en la dirección de los sindicatos. Hasta tanto los propios obreros no conquisten su unidad consciente, por la base y al calor de la lucha, su Movimiento Sindical seguirá beneficiando a los patronos y no a los trabajadores; seguirá siendo un púlpito de politiquería y no una escuela de socialismo; seguirá siendo una marioneta en manos de los capitalistas, y no una fuerza para resistir a la explotación asalariada; seguirá siendo un baluarte de la dictadura de los explotadores, y no un integrante de la lucha por la emancipación de la clase obrera.
Comité Ejecutivo – Unión Obrera Comunista (mlm)
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