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Alemania. Según el medio Dem Volke Dienen (Servir al Pueblo), más de 50 mil personas participaron en la mayor movilización antifascista de la historia de la República Federal de Alemania (RFA). La ciudad de Giessen ha sido el epicentro de las protestas, cuyo objetivo era boicotear el congreso fundacional de la organización juvenil del AfD (Alternativa para Alemania, un partido político de extrema derecha). De acuerdo con algunos reportes, al menos 15 mil personas montaron 16 puntos de bloqueo, logrando retrasar la instalación del congreso por algunas horas. La policía por su parte había desplegado a 6 mil elementos con cañones de agua, gases lacrimógenos y equipos antimotines para abrir paso a los fachos. La policía golpeó a mucha gente, principalmente a aquellos que se manifestaban de forma pacífica, como lo denuncian algunas ONG alemanas. Pero el estado de fuerza no le alcanzó al imperialismo alemán para disolver las manifestaciones. Varios enfrentamientos se registraron entre la policía y la multitud antifascista que abarrotó las calles; seguramente los cerdos esperaban menor resistencia, pero encontraron lo contrario. Los manifestantes han dicho correctamente “no podemos permitir una nueva juventud hitleriana” y tienen razón. En medio de las escaramuzas un diputado del AfD, Julian Schmidt, resultó con lesiones leves por el puñetazo certero de un manifestante antifascista que ha sido detenido y acusado de “ataques contra un político”. Al respecto la policía ha informado… “El miembro del ‘Bundestag’ alemán habría sido agredido y herido alrededor de las 8:30 horas (7.30 GMT). El sospechoso fue detenido inmediatamente”. Saludamos la determinación y combatividad de los trabajadores y la juventud alemana que luchan contra el fascismo. ¡El fascismo avanza si no se le combate! ¡Muerte a AfD y sus juventudes hitlerianas!
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