Apenas
acaban de retirar las tropas (de combate) de Afganistán (aún quedan 1.400
efectivos para "formación" y "logística"), cuando el imperialismo francés ya
interviene en Mali.
Al hablar de intervención militar:
Al hablar de intervención militar:
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No podemos
olvidar que son los imperialistas americanos los que han apoyado las fuerzas
reaccionarias en Afganistán para luchar contra la invasión del
social-imperialismo soviético.
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No podemos
olvidar que es la intervención imperialista americana la que ha destruido
Iraq y sembrado el caos.
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No podemos
olvidar las resoluciones ignoradas de la ONU contra la política
colonialista de Israel en Palestina.
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No podemos
olvidar las diferentes intervenciones imperialistas en los países árabes
apoyando las nuevas fuerzas reaccionarias, para conquistar los mercados y
círculos de influencia y confundir la justa revuelta popular.
África se ha convertido en el campo de batalla económico entre los imperialistas occidentales, los nuevos imperialistas (China, Rusia) y los países emergentes (Brasil e India). Los antiguos imperialistas que conservan intereses en África gracias a la colonización y al colonialismo moderno quieren defenderlos a toda costa, mientras que los nuevos imperialistas y los países emergentes buscan conquistar a todo coste otros nuevos.
Es en este contexto que el imperialismo francés interviene regularmente de diferentes maneras en África para proteger sus intereses, como ha ocurrido recientemente en Costa de Marfil. También se está preparando para reforzar su presencia en Somalia. Muchos países están incluso preocupados por las cláusulas de confidencialidad de intervención francesa en caso de desestabilización del poder.
El imperialismo francés, que sostiene los antiguos perros guardianes de Mali, tiene hoy como objetivo proteger los intereses de Francia, es decir, continuar y ampliar el saqueo organizado de materias primas. La intervención contra los grupos islamistas es el pretexto que utiliza Francia para justificar su intervención militar.
Por supuesto que las fuerzas fundamentalistas islámicas son reaccionarias y enemigas del pueblo, utilizando la miseria causada por el imperialismo. Pero es importante darse cuenta de que la "amenaza islamista" es tan sólo un pretexto usado por los imperialistas para neutralizar las revueltas populares en África y desviar la ira del pueblo en Europa y otros países. Es una maniobra más para enfrentar a una parte de la clase obre a contra otra e implantar una salida fascista de la crisis. Con el tiempo no se excluye la movilización para una nueva guerra de reparto a nivel mundial. El objetivo de los gobiernos, de izquierdas y de derechas, es mantener a toda costa la dominación del capitalismo sobre todos los pueblos del mundo.
Pero hay fuerzas en el mundo que se oponen a los explotadores y opresores y que dirigen la guerra popular bajo la dirección de partidos comunistas maoístas como está ocurriendo en India, Filipinas, Turquía, mientras que en muchos países crecen y se reconstruyen los nuevos partidos comunistas maoístas para preparar y extender la guerra popular contra los imperialistas y perros guardianes, independientemente de la máscara bajo la que se esconden, laicos o religiosos.
Como se declaró en la Conferencia Internacional de Apoyo a la Guerra Popular en la India, que reunió a representantes de fuerzas revolucionarias de 20 países, el mejor apoyo posible a los pueblos en lucha es el de desarrollar la lucha revolucionaria en nuestros respectivos países. Aquí en Francia, nuestra primera tarea consiste en oponerse a nuestro propio imperialismo. Esta es la única manera de acabar con el imperialismo, el sistema capitalista de explotación y opresión, la única manera de poner fin a la guerra.
¡Abajo la intervención y las maniobras del imperialismo en África!
¡Viva la lucha de los pueblos contra los perros guardianes y los reaccionarios de todo tipo!
Partido
Comunista maoísta de Francia
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