Sunday, September 4, 2016

on 50° GRCP - URSS: El “Grupo Stalin” reafirma el valor internacional de la Gran Revolución Cultural Socialista Proletaria en China





“La verdad sobre la Revolución Cultural”. Un artículo del “Grupo Stalin”. (1968) (Documentos sobre la GRCP)
El “Grupo Stalin”, una organización revolucionaria en la Unión Soviética que se opone a la camarilla de revisionistas jruschovistas, ha distribuido recientemente un artículo en el cual elogia con gran entusiasmo la gran revolución cultural proletaria china, iniciada y dirigida personalmente por el Presidente Mao, y condena severamente a la camarilla de renegados revisionistas soviéticos por realizar la restauración del capitalismo en la Unión Soviética y calumniar vilmente la gran revolución cultural proletaria china.

El artículo, titulado “La verdad sobre la Revolución Cultural”, ha dado expresión del heroísmo del proletariado soviético y su decisión de llevar a cabo la revolución proletaria. El artículo dice:

La época de la dictadura del proletariado es una época de tenaz y aguda lucha de clases, de lucha entre los dos caminos: el camino del proletariado y el del capitalismo. La restauración y la lucha contra ella constituye el contenido fundamental de la lucha de clases a largo de todo el período histórico de la dictadura del proletariado, del período de transición del capitalismo al comunismo“.
El artículo señala que en un país socialista existen tres vías para la restauración del capitalismo:

Primero, hasta la victoria del socialismo es todavía posible que las clases explotadoras derrocadas, pero no liquidadas, retornen al poder.

Segundo, la restauración puede producirse como resultado de una agresión imperialista.

Tercero, por la vía de la evolución pacífica.

Luchar contra las dos primeras vías de restauración es mucho más fácil porque en ambos casos tenemos ante nosotros al enemigo plenamente identificado y claramente visible y sabemos con precisión hacia dónde dirigir nuestro golpe. Otra cosa es la evolución pacífica. Este es el camino más peligroso y pérfido.

¿Por qué la evolución pacífica es especialmente peligrosa para la clase obrera y todos los trabajadores? Primero, porque tenemos que enfrentarnos a un enemigo disfrazado, enemigo que se encuentra en nuestras filas, que se encubre con nuestras consignas, y que, por consiguiente, es sumamente difícil de descubrir. Segundo, porque se subestima, por regla general, la amenaza de la evolución pacífica.

La evolución pacífica significa el cambio gradual del carácter y de la esencia del estado socialista y del Partido Comunista, como resultado de la degeneración de la dirección del partido y del estado. El resultado final de la evolución pacífica es la restauración del capitalismo“.

Refiriéndose a la razón por la cual existe el peligro de la evolución pacífica en los países socialistas, el artículo señala:

Si en un período histórico relativamente corto, el proletariado puede aplastar a la burguesía en lo político y lo económico, la lucha en el terreno ideológico será muy larga. ¿Por qué? porque ella llega al alma misma de la gente. Las ideas, hábitos y costumbres nuevos socialistas no pueden ocupar una posición dominante inmediatamente después de los cambios políticos y económicos. Para esto se necesita un tiempo considerable, más aún si se trata de obtener la victoria completa. Además, a esto hay que añadir la influencia corrosiva del cerco capitalista. Esta ideología, antagónica a la nuestra, genera la pérdida de ideales, el anticomunismo, el individualismo burgués, la psicología propia de la propiedad privada, el afán por la riqueza, el nacionalismo, el chovinismo, el cosmopolitismo, la moral burguesa, etc. La influencia de esta ideología en nuestros países tiene como resultado la degeneración y el aburguesamiento de nuestra gente. Para decirlo en pocas palabras, en nuestra sociedad y en otros países socialistas hay suficientes gentes contagiadas por esta ideología burguesa: los elementos degenerados, los arribistas, los funcionarios “comunistas”, los burócratas, los hombres interesados exclusivamente en su prosperidad personal, los codiciosos de dinero, y los abiertamente hostiles elementos antisocialistas. Es inevitable que semejantes elementos traten de penetrar en el partido (incluso en la dirección), porque antes que nada éste es el que gobierna. Estos individuos son objetivamente agentes de los elementos burgueses y los remanentes de las clases explotadoras en el país y del imperialismo internacional. De no liquidar el peligro que ellos representan, en un momento dado se creará la posibilidad de su usurpación del poder del partido y del estado.

Los agentes de la burguesía y el imperialismo internacional que se han infiltrado en el partido pueden llegar al poder sólo mediante la liquidación de la dirección marxista-leninista“.

El artículo explica esto citando el ejemplo de la usurpación del poder del partido y del estado de la Unión Soviética por parte de la camarilla de Jruschov:

Todo comenzó con la muerte de José Stalin. Después de su muerte, los elementos degenerados agudizaron furiosamente la lucha por apoderarse del poder del partido y del estado. Viendo por fin la posibilidad de usurpar el poder, trataron de excluir de la dirección al núcleo marxista-leninista denigrándolo. Fue precisamente para esto que idearon el mito sobre el llamado “Culto a la personalidad”. Este mito estaba encaminado a subvertir y luego excluir al núcleo bolchevique de nuestro partido y a crear las condiciones para sustituir la línea proletaria leninista-stalinista por una nueva línea, una línea degenerada y revisionista”.

El artículo subraya que los revisionistas comenzaron sus actividades conspiradoras destinadas a la usurpación del poder y la evolución pacífica desde los terrenos ideológico y cultural, así como desde la creación y preparación de la opinión pública:

Ellos “trabajaron” en tres aspectos: Primero, sostener la llamada “Lucha contra los errores del pasado” que no es sino descartar lo que llaman “vieja” ideología (marxismo-leninismo); Segundo, realizar el supuesto “desarrollo creador del marxismo-leninismo”, que significa la creación de su “nueva” ideología; y Tercero, promover la ideología burguesa en la literatura, el arte y la vida cotidiana, distraer de la política a la clase obrera y a todos los trabajadores. Cultivar la codicia por el dinero y por los intereses privados.

En síntesis, ellos comenzaron con la sustitución de la ideología proletaria por la ideología burguesa.
Examinando exhaustivamente la posibilidad de la restauración del capitalismo, llegamos a la conclusión de que después de establecido y consolidado el nuevo sistema, en los países socialistas el peligro principal es la evolución pacífica, que esta evolución la realizan los elementos degenerados que han usurpado la dirección del partido y del estado y los enemigos de los trabajadores y que la usurpación del poder por los revisionistas y la evolución pacífica se inicia desde los terrenos ideológico y cultural, así como desde la creación y la preparación de la opinión pública.

Después de la usurpación del poder por los revisionistas en la Unión Soviética, primer estado socialista, y en una serie de otros países, se plantea ante el proletariado internacional y el movimiento comunista, con especial agudeza, el problema de la lucha contra la camarilla de renegados, revisionistas, y otros problemas conexos“.

El artículo subraya que la teoría sobre la gran revolución cultural proletaria formulada por el camarada Mao Tse-tung ha dado respuesta a estos problemas.

Refiriéndose a las tesis fundamentales de la teoría del Presidente Mao sobre la gran revolución cultural proletaria, el artículo señala:

La gran revolución cultural proletaria es un resuelto ataque a la burguesía y sus agentes en el frente ideológico. Está llamada a agregar a la derrota de la burguesía en los frentes político y económico una derrota ideológica.

El objetivo estratégico de la gran revolución cultural proletaria es liquidar la amenaza de una restauración del capitalismo, liquidar la posibilidad de una evolución pacífica en el país socialista, y defender y consolidar la dictadura del proletariado.

Estas tareas planteadas ante la gran revolución cultural proletaria o, en otros términos, los caminos concretos para alcanzar su objetivo estratégico, pueden resumirse en lo siguiente:

Descubrir, criticar duramente y aislar a los elementos degenerados y arribistas que se han infiltrado en el partido; depurar al partido de los elementos casuales y pasivos; Crear un aparato del estado y del partido, libre de burocratismo, y aproximado en lo máximo al pueblo; Liquidar las tendencias burguesas en la ideología y la cultura, declarar la guerra a la ideología, hábitos y costumbres burgueses, poner coto a su penetración desde el extranjero, facilitar el ulterior florecimiento y desarrollo de la ideología y cultura proletarias, propagar y difundir en todo momento y en todos los lugares el marxismo-leninismo; Desarrollar al máximo la iniciativa política de las grandes masas populares, inducirlas a participar decidida y constantemente en todos los asuntos del estado; Preparar en el curso de esta lucha una nueva generación de férreos comunistas y educar a la juventud para continuar la revolución.

¿Cómo cumplir estas tareas? ¿Con qué método se puede cumplirlas? Este método, el método de la gran revolución cultural proletaria, es la línea de masas.

Esta revolución ha levantado y movilizado a las más amplias populares y ha demostrado al pueblo que la política no es solamente asunto de los dirigentes, como tratan de convencer a la gente los revisionistas y los elementos degenerados, sino que también es asunto del pueblo, asunto de primordial importancia en el que está directamente interesado. Esta revolución ha demostrado que son precisamente las masas las que mejor que nadie, y más completamente que nadie, pueden descubrir a los elementos degenerados, los arribistas y los enemigos del pueblo y que son las masas las que deben juzgar quién de los dirigentes es malo y quién es bueno, quién es amigo de la clase obrera y de todos los trabajadores y quién es su enemigo. En pocas palabras, solamente las masas dirigidas por los bolcheviques son capaces de desarraigar y liquidar la línea burguesa, sólo apoyándose en ellas y a través de sus acciones se puede llevar a la práctica las enormes tareas de la gran revolución cultural proletaria y alcanzar su objetivo, la prevención de la restauración del capitalismo.

La gran revolución cultural proletaria es la continuación y el desarrollo del camino universal de la revolución de octubre, y constituye la ley de la revolución y construcción socialistas. Todos los países de la dictadura del proletariado pasarán inevitablemente por esta fase de la revolución socialista.
En pocas líneas, la gran revolución cultural proletaria, idéntica en su contenido de clase, pero distinta en su forma nacional, es la ley general del marxismo-leninismo“.

Más adelante, el “Grupo Stalin” denuncia y condena a la camarilla dirigente revisionista soviética por su crimen de deformar por todos los medios la situación real de China y calumniar la gran revolución cultural proletaria de China. El artículo dice:

El pueblo soviético quiere saber la verdad sobre los acontecimientos de China. Pero la propaganda oficial soviética deforma por mil y una maneras la situación real de China recurriendo para ello a todos los medios. El hecho de que en esta campaña difamatoria la prensa soviética utilice de la misma manera tanto los “materiales” propios como los materiales de las agencias burguesas, demuestra de por si la identidad de intereses de la propaganda soviética y la burguesa. Más aún, las “informaciones” de la prensa burguesa se muestran más “modestas” y “objetivas” que los inescrupulosos artículos publicados en “Pravda” y otros órganos oficiales soviéticos. ¡Precisamente por esta razón, la propaganda burguesa declara que la Unión Soviética le proporciona los mejores materiales para sus finalidades! Y estos son realmente la “mejor” y la más completa y sistemática colección de todas las calumnias antichinas, difundidas por los enemigos de la China Popular, del Partido Comunista de China y de la gran revolución cultural proletaria. Precisamente por esto, la denuncia a estas calumnias antichinas se ha convertido en una tarea urgente y necesaria para todos los que son leales a Lenin y Stalin y para todos los que quieren luchar contra la degeneración.

Toda lucha es una lucha por el poder. Nadie puede negar que todo el partido y todo el pueblo de China toman parte en esta lucha, una lucha de las masas trabajadoras. Esto quiere decir que la revolución cultural en China no es una querella personal, sino una lucha de principios, una lucha por los intereses de todo el partido y de todo el pueblo.

La revolución cultural es una lucha de principios de los bolcheviques chinos encabezados por Mao Tse-tung contra la fracción oportunista del partido.

Esta lucha es una continuación y resultado lógicos de la prolongada lucha entre el Partido Comunista de China y los revisionistas tipo Jruschov. Los politicastros revisionistas soviéticos difunden la mentira de que, la toma del poder de manos de los oportunistas por las masas, bajo la dirección del núcleo bolchevique del Partido Comunista de China, es una querella sin principios entre grupos. Esta mentira pretende desacreditar la lucha del pueblo y del Partido Comunista de China y apoyar así a sus enemigos. Esta es propaganda antichina y anticomunista ciento por ciento“.
Denunciando la mentira de los revisionistas soviéticos de que “la clase obrera de China no apoya la revolución cultural”, el “Grupo Stalin” señala:

Los obreros chinos han tomado en sus propias manos la administración de las empresas, los obreros constituyen la fuerza vertebral de los nuevos organismos de dirección del partido y del estado y los obreros constituyen la vanguardia de la revolución cultural. Estos hechos refutan de por sí estas malignas invenciones“.

Refutando la calumnia de los revisionistas soviéticos contra la juventud china, el artículo dice:
La participación en la revolución cultural es muy importante también para la juventud que, así, ha pasado por la prueba de lucha en el crisol de esta revolución. Esta prueba ha dado a la juventud la valiosa experiencia de la lucha práctica, ha reforzado de esta manera su espíritu comunista; es el mejor método para formar una nueva generación de combatientes, llamados a suceder a la vieja generación de bolcheviques chinos. Tal prueba ha dado al partido una confiable e inagotable reserva que es la juventud“.

Denunciando las calumnias de los revisionistas soviéticos contra el Ejército Popular de Liberación de China, el “Grupo Stalin” señala:

“El Ejército Popular de Liberación de China desempeña de hecho un destacado papel en la gran revolución cultural proletaria. ¿Qué es el Ejército Popular de Liberación de China?, es un ejército compuesto de los mismos obreros y campesinos, es el mismo pueblo chino, pero armado. El Ejército Popular de Liberación no es simplemente una parte armada de los obreros y campesinos, sino también su sector más disciplinado, más instruido y más consciente”.

El “Grupo Stalin” rechaza en su artículo el infundio difundido por los revisionistas soviéticos en el sentido de que la gran revolución cultural proletaria de China está “dirigida contra el Partido Comunista de China”. El artículo dice:

El hecho de que las más amplias masas populares participen junto con el partido en la revolución cultural no perjudica en absoluto el prestigio del Partido Comunista de China, porque estas masas actúan estrictamente bajo la dirección del partido y de acuerdo con sus instrucciones. La participación de las masas populares en la lucha contra la degeneración y el oportunismo burgueses, sólo las bolcheviza, las agrupa en torno al núcleo marxista en el partido y las educa en el espíritu del comunismo y de la práctica revolucionaria, es decir, las convierte en una poderosa reserva del partido.

El hecho de que las masas luchen activamente, bajo la dirección del partido de Mao Tse-tung, por la causa del partido, demuestra la madurez del Partido Comunista de China, la certeza de su política y la gran unidad existente entre el partido y el pueblo de China. El Partido Comunista de China es poderoso precisamente porque cuenta con el apoyo de las masas. La revolución cultural lo confirma de manera convincente.

Entre tanto, aquellos que charlatanean sobre la “derrota” del Partido Comunista de China, están apoyando a los revisionistas contrarrevolucionarios dentro de este partido y los instigan a oponerse contra el Partido Comunista de China y su línea.

¿Es acaso extraño que los elementos degenerados soviéticos y la burguesía de Occidente se compadezcan de sus amigos derrotados?

Lo extraño sería que los bolcheviques muestren piedad hacia sus enemigos“.

Más adelante, el “Grupo Stalin” refuta la calumnia de los revisionistas soviéticos de que la gran revolución cultural proletaria de China “está dirigida contra la Unión Soviética y contra el pueblo soviético”.

¿Acaso la lucha contra el oportunismo en China no va en interés del pueblo soviético? Es indiscutible que sí. No va en interés de la “dirección” soviética, como se puede juzgar por la propia prensa soviética porque esta dirección teme que la determinación de los comunistas y la clase obrera de China de luchar contra el oportunismo y la degeneración “contamine” a la clase obrera y a todos los trabajadores soviéticos. Esta lucha no va en interés de la dirección soviética porque ella, desde los tiempos de Jruschov, está degenerada y lleva adelante la línea oportunista, constituyendo así una base para todos los elementos oportunistas tales como los revisionistas yugoslavos o la oposición en China, el obstáculo para el movimiento revolucionario del mundo y la excrecencia parasitaria para la clase obrera y el campesinado trabajador de la Unión Soviética.

Es por eso que la propaganda oficial soviética ha lanzado torrentes de mentiras y calumnias contra el Partido Comunista de China y contra sus dirigentes.

Merece atención el “método especial” utilizado por la propaganda soviética. Este “método especial” consiste en silenciar las discrepancias fundamentales y de principios entre el Partido Comunista de China y el Partido Comunista de la Unión Soviética con el fin de alcanzar el objetivo fundamental de los “políticos” soviéticos: engañar a los trabajadores de la Unión Soviética y de los países socialistas y engañar a los comunistas del mundo entero.

Los “políticos” soviéticos saben perfectamente que si permiten a los trabajadores soviéticos analizar las discrepancias, esto conducirá inevitablemente a su propio desenmascaramiento y despertará la conciencia de la necesidad de luchar contra los elementos degenerados que ocupan altas posiciones en la Unión Soviética. Esto es lo que ellos temen.

Los dirigentes de la revolución cultural y los que participan en ella sólo se oponen a los elementos degenerados de la Unión Soviética -que son los altos dirigentes soviéticos- y no al pueblo soviético.
Sin lugar a dudas, luchar contra los elementos degenerados, a lo que llama la revolución cultural, corresponde a los intereses del pueblo soviético. Precisamente por esto, son los autores de las falsas “acusaciones” denunciadas por nosotros los que se oponen al pueblo soviético, al partido de Lenin y Stalin y a la revolución“.

En conclusión, el “Grupo Stalin” señala:

La gran revolución cultural proletaria de China es un movimiento indispensable dirigido contra el oportunismo y la degeneración. Esta revolución es realizada por las mismas masas bajo la dirección de los bolcheviques de China; es decir, se lleva a cabo de manera genuinamente leninista. Este método es radicalmente contrario a la política que la capa superior soviética realiza entre bastidores, sin participación de las masas (que se hace para engañarlas), un método usado por todos los renegados, incluidos los “políticos” soviéticos.

La revolución cultural en China ha sentado un brillante ejemplo de lucha contra la degeneración y contra la restauración del capitalismo que se perpetra por medio de la liquidación de la dictadura del proletariado y el establecimiento de la dominación de un puñado de revisionistas.

Todas las acusaciones de los politicastros revisionistas soviéticos contra la revolución cultural son falsas y pretenden embaucar a la clase obrera de la Unión Soviética y del mundo entero.

La siniestra campaña antichina dictada por el miedo de los elementos degenerados soviéticos a perder su privilegio y su poder así como el miedo a su propio pueblo, los une a los grupos más reaccionarios del capitalismo mundial y demuestra la identidad de intereses entre ellos.

La campaña antichina de los revisionistas soviéticos, desenmascarando a sus propios autores, confirma la necesidad urgente de liquidar el régimen de los elementos degenerados soviéticos (los nuevos elementos burgueses), es decir, confirma la necesidad de llevar a cabo una revolución cultural proletaria en la Unión Soviética“.

 Editorial de “Sinjua” del 13 de mayo de 1968.
Publicado por Cultura Proletaria

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