Publicamos una traducción no oficial del artículo de A Nova Democracia:
Geraldo Pires, dirección nacional del FNL recibió un disparo en la mano y la organización campesina prometió continuar la lucha por la tierra.
El integrante de la Dirección Nacional del Frente Nacional de Lucha – Campo y Ciudad (FNL), Geraldo Pires de Oliveira, de 52 años, fue el objetivo de un ataque a tiros en el municipio de Pirapora, en Minas Gerais. El hombre fue disparado en la mano cuando circulaba en una moto y se encuentra hospitalizado. Geraldinho, como es conocido, es un líder destacado de la lucha por la tierra en la región y ya había recibido amenazas y secuestros por parte de pistoleros y policías anteriormente.
La emboscada ocurrió después de que Geraldo ssaliera del Campamento de Hacienda Prata, uno de los sitios ocupados del FNL en el Estado de Minas Gerais.
En un pronunciamiento, la FNL afirmó que “reafirma su compromiso de continuar la lucha por la tierra” y que “este atentado y es uno de los muchos llevados a cabo por las milicias armadas de los terratenientes contra los líderes de los trabajadores sin tierra, pastores, sindicalistas”.
Constante represión
El Campamento de la Hacienda Prata es uno de los sitios ocupados por el FNL en el estado minero. Antes de ser ocupadas por los campesinos, la hacienda era improductiva. Las tierras fueron hipotecadas hace más de 20 años por un acumulación de deudas no pagadas, y actualmente pertenece al Estado.
Esto no impide las amenazas y persecuciones a los campesinos y dirigentes que ocupan las tierras. En junio de 2023, Geraldo fue secuestrado por milicias militares y acusado de ser el líder de las ocupaciones de tierra en la región. La FNL denunció el caso como parte de las actuaciones pro-latifundista de la Policía Militar en colusión con los pistoleros.
“Todos tienen conocimiento de que las haciendas de la región trabajan con milicias armadas, o sea, policías militares que hacen los llamados “trabajos ocasionales”, cuando en sus días libres van a trabajar […] para los terratenientes”, dijo la declaración.
Año tras año, continúa la represión
El atentado cometido tras los primeros días de 2024 sigue una estrategia de otros graves ataques a las masas, activistas y dirigentes de la lucha por la tierra del año pasado, expresando el propio recrudecimiento de la lucha por la tierra en el País.
El primer mes de 2023 también estuvo marcado por atentados de este tipo, que quitaron la vida a tres campesinos solamente en enero. Eran Patrick Gasparini, Raniel Laurindo y Rodrigo Hawerroth.
No cambió la tendencia a lo largo del año, con nuevos asesinatos, torturas, invasiones e intimidaciones contra campesinos, indígenas, quilombolas y demás masas en lucha por la tierra del país. Con la elevación de estos conflictos, organizaciones como la Liga de los Campesinos Pobres (LCP) emitieron un comunicado que convocaba a los campesinos a formar grupos de autodefensa armados para resistir las invasiones de los pistoleros.
Los campesinos también demostraban firme determinación en mantener la lucha por la tierra en formas de nuevas ocupaciones y defensa de las tierras ya tomadas. De febrero a diciembre, tomas de tierras o importantes movilizaciones de defensa de los territorios ocupados ocurrieron del Norte al Sur del País, en un movimiento que debe continuar extenderse en loso próximos meses.
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