Resolución Nº 1 – Reunión Especial de partidos del MRI por una Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones mlm del mundo – 1º de Mayo 2012
El sistema imperialista atraviesa su crisis más grave desde los años 30.Los actuales intentos por abordar y superar la crisis solo sirven para profundizarla y extenderla.
La crisis estructural que surgió en el campo de las finanzas se ha extendido gradualmente al campo de la producción, produciendo una recesión profunda. La crisis se desarrolla bajo la ley del desarrollo desigual conforme a la búsqueda de la máxima extracción de plusvalía y contención en el mercado mundial.
La crisis tiene su origen en las leyes de funcionamiento del propio sistema capitalista. Es la expresión de los límites de producción para la ganancia, y la contradicción entre las fuerzas productivas y las relaciones de producción, incluyendo la naturaleza general y global de la producción y la apropiación privada. En la escena mundial esto significa una creciente brecha entre la riqueza de un puñado de países imperialistas y la pobreza de las tres cuartas partes de la humanidad en los países oprimidos por el imperialismo, entre la riqueza en las manos de la burguesía y la pertinente y absoluto empobrecimiento de los proletarios y las masas de los países imperialistas, entre la desbordante riqueza de una burguesía parásita y compradora y las condiciones de vida de miseria y hambre del proletariado y las amplias masas en los países oprimidos por el imperialismo.
Está claro que un sistema dominado por estas leyes, estas dinámicas, sólo puede caminar hacia la crisis, y la superproducción y el excedente de capital convertirse en factores de crisis.
Los fenómenos de “financiarización” acentuada y especulativa son la punta del iceberg de las dinámicas del sistema, que se convierten en un punto de implosión y explosión.
La “financiarización” de la economía –la principal causa inmediata de la crisis- tiende a rechazar cualquier control. Por tanto los esfuerzos del capitalismo y sus potencias imperialistas dominantes para salir de la crisis a través de la regulación y el control de los mercados financieros y la utilización de las oportunidades ofrecidas por las elevadas tasas de crecimiento, incluso si desarticuladas, de algunos países tales como China, India y Brasil, no han tenido éxito hasta la fecha. Aunque estos esfuerzos no deben ser menospreciados, no pueden asegurar más que una recuperación temporal, que tan sólo abre la puerta a nuevas y más angustiosas crisis.
El mundo se enfrenta aún con dos posibilidades: el éxito del capitalismo o una dolorosa recuperación temporal de esta crisis a través del fortalecimiento, intensificando los mecanismos del capital y, por consiguiente, prolongando la miseria de las masas.
La burguesía imperialista de todo el mundo se aprovecha de la crisis para reestructurar el imperialismo a escala global y salvar los intereses de su clase para sus beneficios.
Esto conduce a descargar el peso atroz de la crisis sobre los trabajadores y las masas. Tanto en los países oprimidos como en los países imperialistas, el desempleo, la inseguridad laboral y el aumento del costo de vida, la explotación está elevándose a formas modernas de esclavitud, se reducen los derechos de los trabajadores, se eliminan las conquistas sociales logradas a lo largo de años de luchas, se cierran fábricas con despidos masivos, los campesinos se arruinan y son conducidos al suicidio, aumentan los recortes en gastos sociales y la privatización de la educación y sanidad, la lógica de la mercantilización y la ganancia se extiende incluso a los bienes primarios, tales como el agua, el aire, el sol, etc.
Estas políticas se llevan a cabo dentro de la contienda por la dominación del mercado mundial imperialista y las áreas estratégicas geopolíticas, pero el carácter unitario de las políticas para descargar la crisis sobre los proletarios y las masas está categóricamente claro.
La política del imperialismo acentúa y hace más y más catastrófico los efectos del sistema en términos de desastres ecológicos y naturales. El imperialismo transforma factores de desarrollo en el campo de la ciencia, la cultura y la educación, la información tecnológica, el acceso a los medios de información, la comunicación, ampliación de la libertad de los jóvenes y los procesos de emancipación de la mujer, en nuevas y más refinadas cadenas. En el contexto de la crisis esto resulta en un desempleo intelectual masivo, un control social y formas más extremadas de barbarie, en nuevos ataques neomedievales sobre los derechos de la mujer y la reglamentación estricta de la juventud.
El equilibrio de poder entre los imperialistas está en una etapa de inestabilidad. Aunque EE.UU. permanece aun siendo la única superpotencia, sus capacidades se han debilitado considerablemente debido a la resistencia de sus victimas y a la crisis. Esto dio algún espacio al agrupamiento de la UE. Sin embargo factores similares han causado también un impacto negativo en la posición de ésta. Rusia no resultó tan afectada por la crisis. A través de su eje con China y consolidando sus lazos con las exrepúblicas soviéticas, ha conseguido cierta ventaja y ha avanzando hacia la confrontación. La confabulación global es aun lo que domina en las relaciones interimperialistas. Pero el imperialismo en crisis se desarrolla en medio de sus contradicciones que pueden convertirse en fuentes potenciales de una nueva guerra mundial. Las potencias imperialistas, principalmente EE.UU., desatan y acentúan guerras de agresión, invasión y neocolonialismo en distintas regiones del mundo donde sus intereses son vitales o se ven amenazados. Desarrollando estas guerras, continúan con su carrera armamentística y equipándose con más y más instrumentos militares devastadores, sobrepasando todos los límites establecidos en las convenciones internacionales y derechos humanos.
Una u otra forma de control de naturaleza fascista ha sido siempre la norma en los países oprimidos, incluso donde existe un sistema parlamentario. En años recientes, también dentro de los países imperialistas crece una tendencia hacia un fascismo moderno. Esto se va configurando conforme a las características de la historia, la realidad y la cultura de cada país. Tiene por objeto establecer nuevamente formas de dominio de la burguesía de carácter totalitario, racista, represivo y de un estado policial.
El imperialismo es pobreza, reacción y guerra. La crisis pone al descubierto que el bienestar, la democracia y la paz se convierten más y más en palabras que encubren la esencia opuesta.
La devastadora crisis económica del imperialismo y su impacto sobre los proletarios y las amplias masas han despertado una ola de luchas y revueltas a nivel mundial.
En los países oprimidos por el imperialismo, las protestas, rebeliones y luchas de liberación han encontrado en las revueltas en los países árabes y del Golfo Pérsico una nueva cima y un nuevo amanecer. Jóvenes, proletarios y las masas y, en algunos casos, sectores organizados de trabajadores, se enfrentaron y derrocaron regímenes dictatoriales y serviles del imperialismo que parecían permanentes. Esto ha abierto el camino a nuevas revoluciones antimperialistas, antisionistas, antifeudales y de nueva democracia.
Falsos regímenes antimperialistas, tales como los de Libia, Siria, Irán, y otros abiertamente proimperialistas, como los de Arabia Saudí, Bahrain, Yemen, Marruecos, Argelia, al igual que los regímenes militares que han remplazado a los tiranos reaccionarios en Túnez y Egipto, desataron masacres y represión. Escondiéndose bajo la bandera de la democracia, el imperialismo intervino en estas luchas y maniobró para remover a regímenes poco fiables y remplazar a secuaces desgastados por otros nuevos. Desató una guerra y ocupó Libia. Pero la ola de “primaveras árabes” continúa. A escala global han logrado una posición importante como un nuevo frente en la batalla entre el imperialismo y los pueblos. Se unen con los existentes en Irak, Afganistán y Palestina. En estos países, la ocupación e invasiones de los imperialistas y sionistas han tenido que hacer frente a una potente resistencia- esto les forzó a rediseñar sus planes de ocupación y les impidió de forma sustancial de realizar sus objetivos. Aparte de los países árabes y del occidente asiático, también sectores populares en América Latina, África y otras regiones de Asia han ocupado de forma repetida las calles para resistir los ataques contra sus medios de vida. También son de destacar las persistentes y crecientes huelgas laborales y luchas campesinas en China.
En esta nueva oleada de luchas y resistencia debemos apoyar y fortalecer la lucha por la liberación de los pueblos y por la nueva democracia, hacia el socialismo y el comunismo, y oponernos a las corrientes prooccidentales e islamistas que toman las riendas de las luchas populares a fin de imponer nuevas cadenas y una nueva subordinación a las clases reaccionarias y sus amos de siempre, el imperialismo, principalmente de EE.UU. y Europa.
La ola de disturbios, la llamarada de rebeliones y luchas en las que participan cientos de miles de jóvenes en los países imperialistas es un rasgo distintivo del mundo actual. Las emocionantes revueltas de la juventud proletaria, que conmocionan las ciudades imperialistas, indican la entrada de una nueva generación. Enfrentándose a una vida sin futuro, a través de estas revueltas gritan “la rebelión se justifica” y declaran que es el capitalismo el que no tiene futuro. Bien sean unidas a ellas o a la par, estos acontecimientos se unen a un ascenso en las luchas laborales. Huelgas generales han movilizado a la acción al conjunto del movimiento obrero, especialmente en los países más castigados por la crisis como Grecia, España, Italia…
Las luchas obreras han tenido un nuevo desarrollo en Europa oriental, en donde al mordisco del capitalismo salvaje que siguió al colapso de los falsos regímenes socialistas, se añadió la rápida transformación en sistemas incluso peores que los anteriores.
Nuevas oleadas de inmigrantes se dirigen en masa hacia los países imperialistas con la esperanza de una vida mejor. Huyen de la pobreza y las devastaciones de la guerra causadas por estos países. Para llegar a sus destinos ponen sus vidas en riesgo a través de sufrimientos inenarrables que con frecuencias convierten los mares en cementerios. Los imperialistas responden con severas leyes antiinmigración y racismo. El surgimiento del fascismo moderno, de estados policiales, la creciente frecuencia de guerras de agresión y leyes antiinmigración han sido contestadas por las masas a través del desarrollo del movimientos antifascistas y antirracistas y de amplios movimientos contra la guerra.
Este es el contexto en que se desarrolla y emerge una poderosa nueva ola de la revolución proletaria mundial. Cuenta como sus puntos de referencia y pilar estratégico las guerras populares dirigidas por partidos maoístas.
A esto debemos añadir la preparación de varias nuevas guerras populares, particularmente en Turquía y sur de Asia, con potencial para ellas en América Latina, y a través del resto del mundo, con la constitución de partidos comunistas marxistas-leninistas-maoístas (m-l-m). En este marco, los nuevos partidos comunistas m-l-m en los países imperialistas representan el potencial para un salto espectacular en la lucha revolucionaria y la unidad de las dos corrientes de la revolución proletaria mundial: la revolución socialista en los países imperialistas y la revolución de nueva democracia, marchando hacia el socialismo, en los países oprimidos por el imperialismo.
Todo esto muestra que la contradicción principal en el mundo es entre imperialismo y pueblos oprimidos, mientras que tanto las contradicciones entre el proletariado y la burguesía y las contradicciones interimperialistas también se agudizan. En la crisis es cada vez más claro que la revolución es la tendencia principal.
En la actual situación internacional la tarea de los comunistas es hacer la revolución en los diferentes países, porque la revolución es la única solución a la crisis, la única salida frente al imperialismo y el único camino para alcanzar el objetivo final de las luchas de los proletarios y pueblos oprimidos.
Esto requiere el fortalecimiento y construcción de partidos comunistas m-l-m en cada país, como partido comunista de nuevo tipo, como destacamentos de vanguardia del proletariado y núcleo dirigente de todo el pueblo, como partido que combate por la revolución.
En los países oprimidos por el imperialismo la perspectiva de la guerra popular está avanzando. En la India, la guerra popular dirigida por el Partido Comunista de la India (Maoísta) resiste con éxito los ataques sin precedentes del enemigo y es capaz de extenderse y avanzar. La guerra popular en Filipinas dirigida por el Partido Comunista de Filipinas avanza y se consolida como una parte importante de la ola de la revolución mundial. La guerra popular en Perú, iniciada bajo la dirección del Partido Comunista del Perú dirigido por el Presidente Gonzalo, se mantiene como un faro ideológico y estratégico para el conjunto del movimiento comunista internacional. Pese a enfrentarse a reveses debidos a los ataques del enemigo y de los revisionistas dentro del partido, persiste la lucha por superar estos obstáculos. En Nepal, diez años de guerra popular enriquecieron la historia y experiencia del movimiento comunista internacional e hicieron avances significativos hacia la victoria de la revolución de nueva democracia. En años recientes, apareció una línea revisionista encabezada por Prachanda y Bhattarai que traiciona la guerra popular y la revolución surgida de ella. Los maoístas dentro del Partido Comunista Unificado de Nepal (Maoísta) [PCUN(M)] deben salvar la revolución y reanudar su marcha rebelándose contra esa línea y mantenerse firmes contra las vacilaciones centristas, dentro y fuera del partido. En Turquía, las luchas revolucionarias dirigidas por los maoístas están avanzando en la búsqueda de la estrategia popular adaptándose a las condiciones de este país, ubicado como está en medio de dos teatros internacionales, los países imperialistas europeos y los regímenes gobernados por los reaccionarios de Asia occidental. En otros países del sur de Asia y América Latina, la guerra popular está en preparación para nuevos inicios y progresos. Es una tarea de los comunistas del mundo poner en práctica el internacionalismo proletario, popularizar y apoyar las guerras populares y las luchas revolucionarias.
En los países imperialistas, el electoralismo, el parlamentarismo y el reformismo político y sindical están cada vez más en crisis y, a través de él, el revisionismo está en quiebra. La necesidad de una organización revolucionaria y una estrategia revolucionaria para derrocar a la burguesía y tomar el poder avanza y se fortalece cada vez más en los movimientos obreros y populares. Crece la idea de que mientras que los proletarios no estén en el poder es una ilusión pensar que su suerte mejorará. Las luchas obreras y rebeliones de los proletarios y jóvenes deben coordinarse y aumentar con la perspectiva de derrocar los gobiernos y estados de la burguesía imperialista, para la toma del poder por el proletariado.
A fin de transformar estas necesidades en realidad, estos movimientos en revolución, necesitamos construir partidos comunistas m-l-m, en el fuego de la lucha de clases y en estrecha vinculación con las masas, por la revolución proletaria, con la estrategia m-l-m de la guerra revolucionaria culminando con la insurrección, adaptada a cada país conforme a las condiciones concretas.
En todos los países necesitamos partidos comunistas basados en el marxismo-leninismo-maoísmo, capaces de dirigir la lucha de clases en todos los terrenos y con el objetivo de tomar el poder político. En cada país los comunistas maoístas se esfuerzan por dar respuesta a esta necesidad de una dirección científica y decidida de la lucha de clases, combatiendo todo tipo de revisionismo y reformismo, o de desviaciones dogmáticas y extremistas, en todas sus formas.
Nuestra clase puede apoyarse en la enorme cantidad de experiencia a través de los 140 años de luchas y revoluciones, desde el nacimiento de la gloriosa Comuna de París atravesando las cimas de la Revolución de Octubre, la Revolución china y la Gran Revolución Cultural Proletaria. Debemos aprender tanto de nuestras victorias como de las derrotas, de nuestros aciertos al igual que de nuestros errores.
Siempre en toda su historia, los comunistas han construido, participado y contado con una organización internacional del proletariado y las masas oprimidas. Sin la Primera, la Segunda y la Tercera Internacional, el movimiento comunista no se habría extendido a todos y cada uno de los rincones del mundo, ni habría alcanzado sus grandes victorias, y no habría aprendido las lecciones de sus derrotas temporales. La batalla de Mao Tsetung fue una batalla internacional que abrió el camino al resurgimiento de partidos comunistas después del establecimiento del revisionismo jruchovista en el movimiento comunista internacional.
Después de la muerte de Mao Tsetung y el fin de la Gran Revolución Cultural Proletaria, la formación del Movimiento Revolucionario Internacionalista (MRI) ha permitido a los marxistas-leninistas-maoístas del mundo comenzar a unirse a escala internacional, para reanudar la marcha hacia una nueva Internacional Comunista.
Hoy, enfrentándose a la crisis y al colapso del MRI, debemos reconstruir la organización internacional de los partidos y organizaciones m-l-m sobre la base de las experiencias positivas y negativas del MRI. La actual situación presenta la necesidad de unir en esta nueva organización a todos los partidos y organizaciones m-l-m, de dentro y fuera del MRI, para dar un salto político y organizativo. Esto es necesario para colocar al movimiento comunista en la cima de la lucha de clases en el nuevo siglo. Así se podrán satisfacer las necesidades del proletariado y las masas oprimidas, que se enfrentan al impacto de la crisis del imperialismo.
La nueva organización internacional debe unir en sus filas a los auténticos partidos y organizaciones m-l-m que existen y actúan en la lucha de clases, que transforman la teoría revolucionaria en práctica revolucionaria, que son capaces de ser una parte avanzada e integrante del proletariado y las masas oprimidas, deshaciéndose de todos los residuos viejos y nuevos, no solo del revisionismo sino también del revolucionarismo pequeñoburgués y el autoreferido “virtualismo”.
Para construir esta nueva organización internacional debemos romper con el revisionismo en todos sus aspectos y particularmente con aquellos que han conducido a la actual crisis y colapso del MRI, es decir, la “nueva síntesis” post m-l-m de Bob Avakian en el Partido Comunista Revolucionario, EU, y la línea revisionista establecida por Prachanda/Bhattarai en el PCUN(M).
La nueva organización internacional debe contar con un centro ejecutivo, cuya vida interna debe corresponder a la etapa y métodos compartidos por los partidos y fuerzas políticas que den vida a esta organización, particularmente extrayendo las lecciones de las experiencias positivas y negativas del CoMRI.
La organización internacional de los comunistas m-l-m es y debe ser el núcleo de un frente, de una alianza internacional antiimperialista de los proletarios y pueblos oprimidos.
Es esto lo que permitirá a los partidos comunistas m-l-m consolidar y desarrollar el marxismo-leninismo-maoísmo, realizar una nueva unidad del movimiento comunista internacional, colocarlo en el furgón de las luchas de los pueblos del mundo y desatar en su totalidad y llevar a cabo la poderosa nueva ola de revolución mundial.
¡El imperialismo no tiene futuro! ¡El futuro pertenece al comunismo!
Por la RE del MRI
firmado y difundido por
Partido Comunista (Maoísta) de Afganistán;
Partido Comunista de la India (M-L) [Naxalbari];
Partido Comunista Maoísta – Italia
1º de Mayo 2012
Resolución Nº 2 – Reunión Especial de partidos del MRI por una Conferencia Internacional de Partidos y Organizaciones mlm del mundo – 1º de Mayo 2012
Los destrozos de la globalización imperialista, guerras de agresión y devastadora crisis económica del sistema imperialista y su impacto sobre los proletarios y las amplias masas han provocado el despertar de una ola de luchas y revueltas a nivel mundial.
En este contexto se desarrolla y emerge una nueva ola de la revolución proletaria mundial en potencia, con las guerras populares dirigidas por partidos maoístas como punto de referencia y pilar estratégico. La realización de este potencial depende en última instancia en el éxito de los partidos marxistas-leninistas-maoístas en cumplir sus tareas revolucionarias a nivel nacional e internacional. Mancomunar su comprensión y experiencia y el desarrollo de su capacidad por adoptar un mensaje revolucionario unitario a las masas rebeldes del mundo entero, tiene una importancia decisiva. Desafortunadamente ha existido un retraso en esta cuestión. Esto se ha complicado gravemente por la crisis en el Movimiento Revolucionario Internacionalista (MRI) que actualmente ha cesado de existir.
En esta situación se necesitan dar pasos para trabajar en la construcción de una organización internacional MLM que pueda ayudar al cumplimiento de las tareas revolucionarias y llevar la voz colectiva de los maoístas al proletariado y pueblos en lucha. Por tanto, debemos movernos hacia la celebración de una nueva conferencia de partidos y organizaciones marxistas-leninistas-maoístas a lo largo y ancho del mundo. Esta conferencia deberá continuar la tarea de construir una organización internacional basada en el marxismo-leninismo-maoísmo.
Es apropiado que esta tarea deba instruirse con las experiencias positivas y negativas del MRI, dada su experiencia en la construcción y funcionamiento como organización internacional durante sus casi tres décadas de existencia. Como parte del trabajo de la conferencia y la construcción de una organización internacional necesitamos un balance elaborado por todos los partidos y organizaciones que han sido parte de esta experiencia. Aquí exponemos algunos puntos de vista preliminares:
1.- Tras la muerte de Mao Tsetung en 1976, los revisionistas chinos se apoderaron del poder político a través de un golpe de estado militar, causando así que el Partido Comunista de China (PCCh) degenerara en un partido revisionista –derrocando el poder político del proletariado, derribando el socialismo y transformando la China revolucionaria en una China reaccionaria. Además, el surgimiento de la línea revisionista hoxhista en el Partido del Trabajo de Albania, influyó en un determinado número de partidos y organizaciones comunistas del mundo, y acabó por producir un grave asalto sobre el movimiento comunista internacional.
Pese a este contexto de derrota, algunos partidos y organizaciones marxistas-leninistas, que no seguían ni las variantes revisionistas china o hoxhista, aunque pocos en número, celebraron la primera conferencia internacional del partidos y organizaciones marxistas-leninistas en 1980 y emitieron un Comunicado Conjunto, un Llamamiento al Proletariado y Pueblos Oprimidos del Mundo. Aunque esta conferencia no resultó en la creación de una organización internacional estable, preparó el terreno de la segunda conferencia internacional en 1984.
La formación del Movimiento Revolucionario Internacionalista (MRI) en esta segunda conferencia de 1984, fue un esfuerzo internacional positivo teórico y práctico, que respondió a las exigencias y necesidades ideológicas, políticas y organizativas del movimiento comunista internacional en las circunstancias de un periodo definido por la crisis que había hundido al movimiento comunista tras la derrota de la revolución china.
La Declaración del Movimiento Revolucionario Internacionalista que se aprobó en esta conferencia –sobre la base del marxismo-leninismo-maoísmo (pensamiento mao tsetung en la terminología de entonces) y una oposición de principios al revisionismo moderno ruso y chino (al igual que al dogmato-revisionismo hoxhista) –proporcionó un marco ideológico-político básico para la fundación del movimiento.
2.-En estas tres décadas pasadas de luchas, el Movimiento Revolucionario Internacionalista, dado que estaba basado en el marxismo-leninismo-maoísmo, obtuvo importantes logros teóricos y prácticos que estaban fundados en principios y merecedores de un mayor desarrollo. Los documentos aprobados en las conferencias internacionales y reuniones ampliadas del MRI (como la Declaración del Movimiento Revolucionario Internacionalista, ¡Viva el Marxismo-Leninismo-Maoísmo! y el Comunicado del 1º de Mayo de 2000), pese a algunas debilidades y deficiencias, fueron todos importantes contribuciones teóricas para el avance del Movimiento, como parte del movimiento comunista internacional. El apoyo internacionalista a la guerra popular en Perú y al PCP, incluida la histórica campaña en defensa del Dr. Abimael Guzmán, la contribución y apoyo para el inicio y continuación de la guerra popular en Nepal durante sus diez años, la edición de la revista Un Mundo que Ganar en varios idiomas que permitió que se conocieran los acuerdos políticos e ideológicos y el análisis del Movimiento y de sus partidos y organizaciones en distintos países, y las declaraciones emitidas, han sido rasgos notables del papel jugado por el MRI en el movimiento comunista internacional.
3.-La conferencia fundacional del MRI reconoció la necesidad de construir una nueva internacional comunista de nuevo tipo. Para llevarlo a cabo, la Declaración del MRI identificó correctamente las tareas emparejadas de desarrollar “una línea general y de una forma organizativa correcta y viable conforme a la realidad compleja del mundo actual y sus desafíos”.
4.-El comité provisional –concebido como un centro político embrionario- se formó con la tarea de trabajar para el proceso de fomentar la unidad ideológica, política y organizativa de los comunistas, incluida la preparación de una propuesta-borrador para la línea general del movimiento comunista. Pero esta tarea no la cumplió el Comité del MRI y el MRI no logró este objetivo.
5.-En la experiencia del MRI, la existencia de un centro así, creado para permitir un papel consistente y unificado para este Movimiento, ha tenido resultados variados. Hubo buenos resultados. También han existido algunos errores graves. Tendencias hegemónicas en el funcionamiento que negaron la colectividad que significaba el MRI, minaron profundamente su unidad, dificultaron la incorporación de más partidos m-l-m y, de esta manera, bloquearon la realización de las tareas que se había marcado a sí mismo.
La nueva organización internacional debería contar con un centro ejecutivo, cuyos métodos y vida interna correspondan a la etapa y métodos compartidos por los partidos y fuerzas políticas que den vida a la organización. Debería funcionar con la capacidad y compromiso de trabajar dentro del marco de las decisiones y acuerdos de la organización internacional conforme a lo decidido en sus conferencias y otras reuniones. En cuanto a todos los demás asuntos, aquí también, la defensa consistente, aplicación y desarrollo del MLM y el cumplimiento de sus propias tareas y obligaciones internacionalistas por los partidos individuales son la garantía fundamental.
A pesar de sus aspectos positivos, nuestro Movimiento no pudo cumplir las tareas que había asumido y entró en crisis. Cuando el revisionismo de la variedad de la “nueva síntesis” post MLM de Bob Avakian se convirtió en dominante en el Partido Comunista Revolucionario, EU, y la variedad Prachanda-Bhattarai se convirtió en dominante en el Partido Comunista Unificado de Nepal (Maoísta), no sólo estos partidos se desviaron del sendero de la revolución y el comunismo, sino que los efectos destructivos y despectivos de sus líneas contrarrevolucionarias afectaron negativamente a los partidos y organizaciones dentro del MRI, especialmente al Comité del MRI (CoMRI), de manera extensa y profunda. Estas son las fuentes ideológicas inmediatas que condujeron a la actual crisis y colapso del MRI.
Proponemos la convocatoria de una conferencia internacional con objeto de reactivar y reorganizar una organización internacional. Pensamos que esta tarea debe ser asumida conjuntamente con la implicación de los partidos maoístas que dirigen guerras populares y todas las fuerzas maoístas, incluyendo aquellas fuera del MRI, para que la conferencia se beneficie de sus opiniones y experiencias. Con el fin de lograr este objetivo debe desarrollarse un proceso de debate ideológico y político. Como parte de la preparación para la conferencia y servir a sus objetivos, creemos necesario organizar un seminario sobre “Balance de la Experiencias del MRI, CIML y otros Iniciativas Internacionales”.
A través de todo este proceso se podrán identificar los puntos de unidad y las diferencias y se podrá llegar a una plataforma relativamente avanzada, para convertirse en la base de una nueva unidad internacional concretizada en una nueva organización internacional. En las actuales circunstancias, el cumplimiento de esta responsabilidad revolucionaria puede demostrar una expresión práctica del grito de combate comunista “¡proletarios y pueblos oprimidos del mundo, uníos!” Es esto lo que permitirá a los partidos comunistas m-l-m afirmar y desarrollar el marxismo-leninismo-maoísmo, alcanzar una nueva unidad del movimiento comunista internacional, colocarlo en la vanguardia de las luchas de los pueblos del mundo y desatar y llevar a cabo plenamente la poderosa nueva ola de la revolución mundial.
Saludos revolucionarios
Por la RE del MRI
firmado y difundido por
Partido Comunista (Maoísta) de Afganistán;
Partido Comunista de la India (M-L) [Naxalbari];
Partido Comunista Maoísta – Italia
1º de Mayo 2012
No comments:
Post a Comment