ELEGIMOS LUCHAR
CONFERENCIA NACIONAL
DECLARACIÓN POLÍTICA
Hermanos,
hermanas, compañeros, compañeras, camaradas…
Estamos
saludando la memoria de los mártires del pueblo que han ofrendado su vida con
generosidad en aras de la revolución proletaria.
Estamos
homenajeando a nuestros camaradas Faustino Acevedo Bailón (4 de Mayo de 2006),
Alfredo Errestre Vásquez (13 de Octubre de 2007), Rosalino Días Barrera (31 de
Octubre de 2008) y Paulino Salud Landiz (4 de Mayo de 2009), caídos en combate
contra grupos paramilitares en San Blas Atempa, a nuestros compañeros María
Nieves Catarino, Perfecto Amador Mayoral, Mateo Roberto López y Ángela Osorio
Melo quienes murieron lejos de sus costumbres y su comunidad de origen: San
Miguel Copala, siendo víctimas del desplazamiento forzado por parte de grupos
paramilitares; estamos rindiendo honores a nuestro entrañable camarada Javier
López Martínez, Comandante Rojo, combatiente popular y ex preso político quien
falleciera el pasado 19 de Marzo en la comunidad rebelde de Francisco Villa, la
misma que con sus manos construyó junto a cientos de familias proletarias que
tomaron un fraccionamiento completo para poder habitarlo y ponerlo al servicio
de la revolución.
Hace
más de 500 años que se nos ha impuesto una guerra de dominio, despojo y
opresión que ha derivado en esclavitud y explotación, en terror contra nuestros
pueblos.
En
esta guerra injusta hemos conocido la violencia de las clases explotadoras, el
engaño y las transfiguraciones de generaciones enteras de tiranos, donde los opresores
de hoy: burgueses burocráticos y compradores, latifundistas e imperialistas,
son los herederos del poder de los conquistadores de ayer.
Nos
arrebataron la tierra y quisieron destruir nuestra identidad, nuestra cultura,
nuestra memoria. Para ese fin le cambiaron de nombre a los lugares, nos
impusieron su gobierno, su religión, su lengua. Por eso sostenemos que ni su Nueva
España, ni su imperio, ni su República nos han representado.
Convirtieron
en días no laborables las fechas de sus falsas revoluciones, simularon festejos
en centenario y bicentenario, mientras desmantelaban las conquistas de la clase
trabajadora, mientras desmantelaban las tierras comunales. Lo que tanta sangre
le ha costado al pueblo en sus luchas, lo han demolido, lo han vendido, lo han
destruido y pervertido. Para ese fin han contado con innumerable cantidad de
lacayos y corifeos del régimen, muchas de las veces desde la llamada “izquierda legal” o bien, desde el campo
del revisionismo contemporáneo que pretende desarmar ideológicamente al
proletariado y los pueblos para traficar con sus luchas con discursos y
fraseología revolucionaria que al final de cuentas llama a votar por el tirano
en una de sus diversas versiones, las “más
progresista”, la “menos peor”.
Quisieran
arrasar con nuestra clase y con nuestras comunidades, y cuando se topan de
frente con la respuesta de los trabajadores y los pueblos, inicia la represión,
la cual aumenta de tono, yendo de lo selectivo a lo masivo, primero para
disuadir y luego para tratar de extirpar el mal de raíz.
Pero
los opresores no conocen el problema de raíz. Tampoco les cuadran las cuentas y
desconocen la geografía nacional.
A ese
fin responde el terrorismo de estado y la guerra contra el pueblo que se
profundiza a la par que lo hace la crisis del capitalismo burocrático y los
latifundios, dependientes todos del imperialismo, principalmente el
norteamericano.
Los
miles de muertos y desaparecidos, los cientos de presos políticos, el
desplazamiento forzado de pueblos, el despojo de tierras y territorios, en fin,
la persecución fascista contra el pueblo trabajador es precisamente el acto
reflejo de esta guerra injusta a la que es preciso oponer la fuerza organizada
de los trabajadores de la ciudad y el campo. ¡Decimos que la rebelión se justifica!
En
este mismo contexto, la democracia electoral en México sigue siendo una farsa y
su reformas electorales sólo han sido barnices de legitimación de un régimen
antipopular, un régimen donde ningún partido electoral representa al pueblo
trabajador, porque todos esos partidos han sido formados, pagados, asesorados,
dirigidos y orientados por las clases dominantes y sus diversas facciones.
No
olvidamos que el PRI, el PAN, el PRD, el PVEM, el “Movimiento Ciudadano”, el PES,
el PANAL, etc. son partidos de la gran burguesía y han votado una y mil
contra-reformas antiobreras y antipopulares en beneficio de sus amos, como
buenos administradores del régimen.
Tampoco
olvidamos que las agendas políticas de esos partidos y partiduchos, incluidos
los socialdemócratas como MORENA y PT, son diametralmente opuestas a las
demandas más sentidas de la población, no dicen nada respecto a los presos
políticos, los desaparecidos, los asesinados, los pueblos desplazados, el
despojo de tierras, la violencia sistémica del patriarcado sobre las mujeres,
principalmente sobre las mujeres del pueblo, etc.
Las
agendas de todos esos partidos y partiduchos, así como las agendas de todos sus
candidatos, son las agendas de los explotadores: las del imperialismo, las de
las burguesías criollas y serviles, la de los grandes latifundistas y todos los
enemigos del pueblo.
Nos
quieren dar con el voto la posibilidad de elegir a quienes habrán de
aplastarnos cada seis años desde el poder burgués, a los traficantes de nuestro
sudor, a los mercenarios de turno. Es como una representación perversa donde el
público condenado podrá elegir a su verdugo para luego postrarse humildemente
bajo la soga o la guillotina. Eso quieren los de arriba, los dueños de todo,
los parásitos de siempre.
Y para
todo aquel esclavo que se niegue a elegir entre fusta y yugo, siempre está la
opción de la cárcel o la muerte.
Respondiendo
presurosos a esa disyuntiva, los oportunistas, los reformistas y los
revisionistas corren agitados dándose empellones entre sí para marcarse el lomo
con el hierro caliente, unos promoviendo el voto por tal o cual candidato,
otros promoviendo el voto de castigo contra todos menos uno, y otros más
tratando de convencerse así mismos que las elecciones son “una forma de lucha” o que las elecciones “representan la voluntad popular”, y por eso marcan su lomo con el
metal al rojo vivo para mostrar su malograda dialéctica.
Nosotros,
que hemos sido esclavos, que somos hijos de esclavos y nietos de esclavos,
elegimos no tener capataz, no aceptar ningún yugo, no flagelar nuestros
principios con el herraje caliente, ni ser cómplices de la legitimación del
régimen, ni de su imposición, ni de su transición.
Nosotros
queremos venganza por el sudor, la sangre y el dolor que a nuestra clase y
nuestros pueblos le han arrebatado violentamente.
Sostenemos
que aún pese a las maniobras del régimen y sus lacayos, los trabajadores y los
pueblos han luchado y seguirán luchando.
Nosotros
hemos elegido la ruta más larga, la más difícil y la más accidentada. En esa
ruta defenderemos tierra y territorios, recuperándolos, liberándolos u
ocupándolos. Construiremos comunidad, retomaremos la memoria colectiva que
apunta hacia el futuro. En esta ruta, el pueblo pobre trabajará uniéndose con
sus iguales, con sus hermanos dispersos, fortaleciéndose, educándose,
acompañándose. Compartiendo cada quien sus saberes, experiencias, derrotas,
triunfos y nuevas ideas para luchar y para vencer. ¡El llamado es prepararnos para luchar y vencer!
Nuestra
agenda es la tierra, la justicia, la presentación con vida de nuestros
desaparecidos, la libertad de los presos políticos, el castigo a quienes
asesinaron a nuestros compañeros, la vivienda y la vida dignas. Nuestras
comunidades saben que la paz y la alegría solo podrán despuntar luego de que
acabemos con esta guerra injusta -que es guerra contra el pueblo- que nos ha
sido impuesta.
Nuestra
ruta es la Revolución de Nueva Democracia y el Socialismo, ¡No hay más ruta que la nuestra!
Elegimos
luchar, porque no hay partido electorero que represente al pueblo pobre.
Elegimos
luchar, porque su agenda de circo electoral solo representa la legitimidad del
régimen.
Elegimos
luchar, porque no sabemos traficar con la sangre y la historia, no sabemos
olvidar.
Elegimos
luchar, porque no estaremos en la fila de atrás aplaudiendo sus burlas.
Hemos
resuelto en esta Conferencia Nacional, a la luz del análisis, de la crítica y
la autocrítica revolucionarias, que no seremos andamio de su encumbramiento, ni
doblaremos la cerviz. Lo que haremos, en cambio, será defender los derechos del
pueblo, principalmente el derecho a la rebelión.
Todavía
cantamos, todavía reímos, todavía soñamos…
¡SALVO EL PODER, TODO
ES ILUSIÓN!
¡SOMOS LA CHISPA QUE ENCIENDE
LA PRADERA!
¡CON EL SOL ROJO, EL
PUEBLO VENCERÁ!
¡QUE LOS TRABAJADORES
GOBIERNEN LA PATRIA!
CORRIENTE DEL PUEBLO
SOL ROJO
CONFERENCIA NACIONAL
CD. DE QUERÉTARO, 31
DE MARZO DE 2018
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