Obreros de la construcción contra el abuso patronal
Publicado en la edición impresa n° 74 (octubre, 2018) de Periódico El Pueblo.
La clase obrera es la más avanzada de
la historia, pues el hecho de no tener propiedad sobre ningún medio de
producción y a la vez producir directamente los bienes estratégicos de
la economía, junto a la disciplina que conlleva esta labor, le permite
tener la ideología más avanzada.
En Santiago, el Sindicato Nacional
Interempresa de Obreros de la Construcción lucha por defender su
organización sindical contra los embates de la empresa Inmobiliaria Anya
S.A. Periódico El Pueblo conversó con Samuel Álvarez (Presidente),
Raúl Cisternas (Tesorero) y Juan Villarroel (delegado del Sindicato),
quienes denuncian los hostigamientos y prácticas antisindicales del
patrón.
El Sindicato se constituyó hace ya dos años y actualmente agrupan alrededor de 100 socios, siendo la mayoría de ellos trabajadores de la empresa EBO Chile, de capitales españoles en una faena de Rancagua. Pero este año afiliaron a un grupo de trabajadores de la Inmobiliaria Anya S.A en la Región Metropolitana y desde entonces han tenido que resistir a los constantes intentos de esta empresa por aniquilar al Sindicato.
Desde un principio el patrón desconoció abiertamente la calidad de dirigentes sindicales del presidente y el tesorero, quienes exigían ingresar a las faenas a afiliar trabajadores y a constatar en qué condiciones se encontraban los socios, siendo impedidos por la empresa. Junto con ello, los hostigamientos aumentaron cuando el 27 de junio fue electo como delegado en la empresa Anya Chile S.A, Juan Villarroel, como representante del Sindicato.
Despidos y acoso laboral
En junio de este año el Sindicato contaba con 12 socios en la empresa Anya y con este grupo de trabajadores intentaron presentar un proyecto para negociar colectivamente. Sin embargo, la empresa comenzó a despedir a los trabajadores que se afiliaban al Sindicato, y en la actualidad sólo quedan 3 socios en esta empresa, todos son fuertemente hostigados.
En primer lugar, a Juan Villarroel lo cambiaron de funciones y no le dan el trabajo para el cual él fue contratado como maestro carpintero, al igual que lo han hecho con otros socios, quienes han sido relegados a funciones con mayor carga de trabajo, tales como cangueros o derechamente a cumplir labores como auxiliares de aseo, cuestión que no consta en sus contratos de trabajo como maestros.
Además de lo anterior, a los 3 socios del Sindicato que quedan en Anya Chile S.A la empresa dejó de pagarles el bono de producción, justo cuando se afiliaron al Sindicato, quitándoles un derecho que habían adquirido, realizando un acto discriminatorio respecto a todo el resto de los trabajadores a quienes sí se les paga el bono.
En particular a Juan Villarroel, por ser delegado (dirigente sindical) no han podido despedirlo, ya que se encuentra con fuero sindical, pero han realizado toda clase de actos para atacarlo y menoscabarlo. Su jefe directo, Fabián Araneda, lo insulta delante de sus compañeros, buscando que con esto nadie se afilie al Sindicato. Además de ello, lo asignan a tareas de alto riesgo en altura, sin ningún supervisor o compañero de trabajo, exponiendo así su seguridad permanentemente.
El nefasto papel de la Inspección del Trabajo
Pese a los abusos constantes del patrón, la Inspección del Trabajo solamente ha servido para burocratizar las denuncias que ha realizado el Sindicato. Ello es natural, pues este organismo del Estado tiene por objetivo frenar la lucha y la organización de los trabajadores, y sólo en contadas ocasiones algunos fiscalizadores buscan favorecer a los sindicatos.
Así, en las mediaciones que han tenido con la empresa, los mediadores de la Inspección que supuestamente son “neutrales” siempre se han manifestado en favor del patrón. Por ejemplo, la mediadora Isabel Quezada de la Inspección del Trabajo Santiago Poniente protegió a la empresa acomodando el Acta de la mediación en favor del empleador, aunque no era lo que en realidad se había establecido en la reunión.
Indignas condiciones de higiene
Otra de las luchas que ha dado el Sindicato es por denunciar las indignas condiciones de higiene que tienen los obreros en la faena de Pudahuel, donde los baños no tienen ningún tipo de mantención y se encuentran en condiciones antihigiénicas. Sin embargo, nuevamente la Inspección del Trabajo favoreció a la empresa, cuando la fiscalizadora Claudia Toro, en lugar de pasarle una multa, le dio un plazo para subsanar la infracción y después decidió no pasarle ningún castigo, tomando como base las supuestas fotos de unos baños impecables, que no eran los que en realidad existen en la faena de Pudahuel.
Esto fue una burla para el Sindicato, que sabe que esas fotos pertenecen a otros baños y que en Pudahuel hasta el día de hoy los obreros no tienen las condiciones más básicas de dignidad para trabajar.
La clase obrera siempre lucha por organizarse
Pese a todos los hostigamientos, el Sindicato sigue en pie de lucha y está dispuesto a tomar todas las acciones necesarias para demostrar al patrón que no se dejarán abatir tan fácilmente. Su lema como sindicato es la transparencia con los socios y negarse a todo tipo de acto de corrupción de los dirigentes sindicales. Así han logrado crecer y de esta forma podrán sortear las dificultades, demostrando que la clase obrera efectivamente no tiene nada que perder, salvo sus cadenas.
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