Se cumplen 134 años desde que los obreros de Chicago marcharon
exigiendo la jornada de 8 horas, ya que los tenían sometidos a laborar
como esclavos, con jornadas de más de 12 horas en condiciones y salarios
miserables. La manifestación fue reprimida por los burgueses,
condenando a la horca y a la cárcel a los dirigentes de aquella masiva y
pacífica jornada. En respuesta a esto, los obreros en el mundo
decidieron a partir de 1890, salir como una sola clase exigiendo los
tres ochos: 8 horas de trabajo, 8 horas de descanso y 8 horas para hacer
lo que se les diera la gana, porque habían decidido dejar de ser
esclavos.
Desde entonces, todos los años, el proletariado mundial mide sus fuerzas con sus enemigos, se une independientemente de su nacionalidad, idioma, raza, credo o sexo, en una sola voz para denunciar a su enemigo acérrimo.
Este año los obreros en el mundo reciben el Primero de Mayo en medio de la pandemia del COVID-19, que le ha quitado el velo perfumado al moribundo y putrefacto capitalismo imperialista; dejando claro el carácter reaccionario y antisocial de un sistema dispensador de muerte y destrucción; mostrando a los trabajadores que garantizar la continuidad de la vida en el planeta exige darle sepultura ya. Y el llamado a sepultarlo, es el proletariado mundial.
Este Primero de Mayo puede decirse que por primera vez, desde 1890, el proletariado se une como una sola clase alrededor de una plataforma única y contra un único y claro enemigo: ¡la pandemia es el capitalismo imperialista! lo que significa, la posibilidad de consolidar el ejército de miles de millones de desposeídos del mundo para enfrentar a los parásitos capitalistas que los dominan.
Es evidente que las decisiones de los gobernantes en la presente crisis han sido para proteger las ganancias de los grandes monopolios y banqueros; a la vez que han mostrado su ineptitud para resolver la emergencia sanitaria y social. La burguesía ha dejado en claro que no es capaz de seguir dirigiendo la sociedad porque su defensa de la propiedad privada y de la explotación asalariada, se oponen violentamente al bienestar social y a la preservación de la vida. Por eso entre las decisiones tomadas están las que incrementan la represión y su dictadura abierta contra el pueblo, lo cual obliga a los trabajadores a intensificar su lucha y a plantearse la necesidad de establecer su propia dominación. Además, todas las medidas tomadas por las clases dominantes y sus gobernantes no impedirán que la crisis económica, reconocida ahora por las propias instituciones del imperialismo como la peor recesión económica de la historia, agudice todas las contradicciones sociales y desencadenen en crisis políticas, las cuales ponen al ejército de los asalariados de frente a la Revolución Proletaria Mundial.
Y a pesar de que este ejército, con la pandemia ha cargado todas las consecuencias de la ineptitud, la avaricia, la criminalidad de las clases dominantes y sus Estados burgueses, con el confinamiento obligatorio, sin satisfacer las necesidades básicas de quienes viven de un sustento diario; sacrificando a quienes les ha tocado trabajar sin medidas de seguridad, en especial los trabajadores de la salud, que arriesgan su vida y la de sus familias para salvar otras; llevando a la indigencia a los millones que les ha tocado aceptar las licencias no remuneradas, vacaciones anticipadas, recorte de jornada y salario, y lo peor, a los millones más que han sido despedidos sin ninguna conmiseración. A pesar de todo esto, y precisamente por esto, este ejército puede y debe luchar para derrotar al enemigo, porque su misión histórica, por ser la única clase que no tiene nada que perder, es sepultar al capitalismo imperialista devorador de hombres y destructor de la naturaleza.
Este Primero de Mayo, es posible que en muchas partes no se pueda salir a las plazas públicas, pero eso no significa que los trabajadores renuncien a seguir preparando las batallas que se presentarán en los próximos meses, en las que nuevamente se llenarán las plazas, no ya solo de pancartas y arengas, ni con trapos rojos suplicando la ayuda humanitaria, sino con las banderas rojas declarando la guerra contra el capital.
La Unión Obrera Comunista (mlm) llama al proletariado en Colombia, a que este Primero de Mayo, a pesar del confinamiento, y de todas las formas posibles: a denunciar al capitalismo imperialista enemigo a muerte de todos los obreros y pueblos del mundo, a rechazar todos los atropellos de los patronos, a realizar encuentros virtuales que sirvan para consolidar las organizaciones, a entonar el himno La Internacional, a aprobar planes de preparación y acción para los próximos meses, a pronunciar discursos así sea por las redes, denunciando y condenado a las clases parásitas que se han convertido en un estorbo para el avance de la sociedad; igualmente, donde quiera que haya la posibilidad de manifestarse en la calle hacerlo con las debidas medidas de bioseguridad.
Invita a los jóvenes a salir y pintar en las paredes que el peor virus de la humanidad es el capitalismo imperialista, a colgar pasacalles y telas en los puentes con vivas al Primero de Mayo Internacionalista y Revolucionario, y a manifestar su justa rebeldía con las mejores expresiones que brinda su energía e iniciativa creadora.
En fin, el proletariado revolucionario convoca a conmemorar este Primero de Mayo con más ímpetu revolucionario, con más energía y espíritu de combate, pues debe ser el día en que suenen las trompetas llamando a la batalla contra el capitalismo imperialista avanzando hacia la Revolución Proletaria Mundial.
Invita a los revolucionarios, a los trabajadores y a las masas en general a enarbolar y agitar las banderas de lucha.
Desde entonces, todos los años, el proletariado mundial mide sus fuerzas con sus enemigos, se une independientemente de su nacionalidad, idioma, raza, credo o sexo, en una sola voz para denunciar a su enemigo acérrimo.
Este año los obreros en el mundo reciben el Primero de Mayo en medio de la pandemia del COVID-19, que le ha quitado el velo perfumado al moribundo y putrefacto capitalismo imperialista; dejando claro el carácter reaccionario y antisocial de un sistema dispensador de muerte y destrucción; mostrando a los trabajadores que garantizar la continuidad de la vida en el planeta exige darle sepultura ya. Y el llamado a sepultarlo, es el proletariado mundial.
Este Primero de Mayo puede decirse que por primera vez, desde 1890, el proletariado se une como una sola clase alrededor de una plataforma única y contra un único y claro enemigo: ¡la pandemia es el capitalismo imperialista! lo que significa, la posibilidad de consolidar el ejército de miles de millones de desposeídos del mundo para enfrentar a los parásitos capitalistas que los dominan.
Es evidente que las decisiones de los gobernantes en la presente crisis han sido para proteger las ganancias de los grandes monopolios y banqueros; a la vez que han mostrado su ineptitud para resolver la emergencia sanitaria y social. La burguesía ha dejado en claro que no es capaz de seguir dirigiendo la sociedad porque su defensa de la propiedad privada y de la explotación asalariada, se oponen violentamente al bienestar social y a la preservación de la vida. Por eso entre las decisiones tomadas están las que incrementan la represión y su dictadura abierta contra el pueblo, lo cual obliga a los trabajadores a intensificar su lucha y a plantearse la necesidad de establecer su propia dominación. Además, todas las medidas tomadas por las clases dominantes y sus gobernantes no impedirán que la crisis económica, reconocida ahora por las propias instituciones del imperialismo como la peor recesión económica de la historia, agudice todas las contradicciones sociales y desencadenen en crisis políticas, las cuales ponen al ejército de los asalariados de frente a la Revolución Proletaria Mundial.
Y a pesar de que este ejército, con la pandemia ha cargado todas las consecuencias de la ineptitud, la avaricia, la criminalidad de las clases dominantes y sus Estados burgueses, con el confinamiento obligatorio, sin satisfacer las necesidades básicas de quienes viven de un sustento diario; sacrificando a quienes les ha tocado trabajar sin medidas de seguridad, en especial los trabajadores de la salud, que arriesgan su vida y la de sus familias para salvar otras; llevando a la indigencia a los millones que les ha tocado aceptar las licencias no remuneradas, vacaciones anticipadas, recorte de jornada y salario, y lo peor, a los millones más que han sido despedidos sin ninguna conmiseración. A pesar de todo esto, y precisamente por esto, este ejército puede y debe luchar para derrotar al enemigo, porque su misión histórica, por ser la única clase que no tiene nada que perder, es sepultar al capitalismo imperialista devorador de hombres y destructor de la naturaleza.
Este Primero de Mayo, es posible que en muchas partes no se pueda salir a las plazas públicas, pero eso no significa que los trabajadores renuncien a seguir preparando las batallas que se presentarán en los próximos meses, en las que nuevamente se llenarán las plazas, no ya solo de pancartas y arengas, ni con trapos rojos suplicando la ayuda humanitaria, sino con las banderas rojas declarando la guerra contra el capital.
La Unión Obrera Comunista (mlm) llama al proletariado en Colombia, a que este Primero de Mayo, a pesar del confinamiento, y de todas las formas posibles: a denunciar al capitalismo imperialista enemigo a muerte de todos los obreros y pueblos del mundo, a rechazar todos los atropellos de los patronos, a realizar encuentros virtuales que sirvan para consolidar las organizaciones, a entonar el himno La Internacional, a aprobar planes de preparación y acción para los próximos meses, a pronunciar discursos así sea por las redes, denunciando y condenado a las clases parásitas que se han convertido en un estorbo para el avance de la sociedad; igualmente, donde quiera que haya la posibilidad de manifestarse en la calle hacerlo con las debidas medidas de bioseguridad.
Invita a los jóvenes a salir y pintar en las paredes que el peor virus de la humanidad es el capitalismo imperialista, a colgar pasacalles y telas en los puentes con vivas al Primero de Mayo Internacionalista y Revolucionario, y a manifestar su justa rebeldía con las mejores expresiones que brinda su energía e iniciativa creadora.
En fin, el proletariado revolucionario convoca a conmemorar este Primero de Mayo con más ímpetu revolucionario, con más energía y espíritu de combate, pues debe ser el día en que suenen las trompetas llamando a la batalla contra el capitalismo imperialista avanzando hacia la Revolución Proletaria Mundial.
Invita a los revolucionarios, a los trabajadores y a las masas en general a enarbolar y agitar las banderas de lucha.
¡Viva el Primero de Mayo Internacionalista y Revolucionario! ¡Viva! ¡Viva! ¡Viva!
¡Contra el Virus del capitalismo! ¡Avanzar a la Revolución Proletaria Mundial!
¡Contra el Hambre! ¡Salario Mínimo Para Todos los Trabajadores Informales y Desempleados!
¡Por la Defensa de la Vida! ¡Centralización Inmediata del Sistema de Salud en Manos del Estado!
¡Por la Defensa de la Vida! ¡Garantías de Seguridad y Sobrevivencia Para el Personal de la Salud!
¡Contra los Despidos y Licencias no Remuneradas! ¡Unidad, Organización y Lucha!
¡Ni el Estado, Ni los Politiqueros! ¡Sólo el Pueblo Salva al Pueblo!
¡Abajo el Podrido Estado Burgués! ¡Viva el Futuro Estado de Obreros y Campesinos!
¡Proletarios y Pueblos del Mundo, Uníos Contra el Imperialismo!
¡Abajo la Explotación Mundial Capitalista! ¡Abajo! ¡Abajo! ¡Abajo!
¡El Capitalismo Imperialista Está en Crisis! ¡Viva el Socialismo y el Comunismo!
¡No a la Guerra Imperialista! ¡Viva la Revolución Proletaria Mundial!
¡Imperialistas de Todos los Colores, Reaccionarios de Todos los Pelajes! ¡Fuera sus Garras de Venezuela!
¡Contra el Imperialismo y Todos los Reaccionarios! ¡Viva la Revolución Proletaria Mundial!
Comité de Dirección – Unión Obrera Comunista (mlm) Abril 23 de 2020
No comments:
Post a Comment