Este 8 de marzo conmemoramos a
todas las mujeres que han dado su vida
en la lucha y nos dirigimos a las masas
obreras, campesinas, populares y
revolucionarias:
Comprendemos que “Con la aparición
de las clases, que marca el
comienzo de la explotación, se inició
también el peso opresor sobre la
mujer; de esclava a sierva, de sierva
a obrera”, es por esto que resulta imposible
conseguir su verdadera emancipación
dentro de la misma sociedad
que creó su opresión y que hoy en día
fomenta y mantiene.
Consideramos las demandas femeninas,
como totalmente justas, tomando
firme posición por el feminismo
proletario, entendiéndolas no como
un fin, sino como un medio para la
lucha por el poder y su meta final, la
sociedad sin clases: el comunismo.
Trazamos una línea divisoria y denunciamos
al revisionismo y el oportunismo
que se cuelga de estas demandas,
intentando desesperadamente
apaciguar la llama revolucionaria de
la mujer, quitándole a sus peticiones
el sello de clase, masificando la idea
de que su emancipación se conseguirá
en instancias parlamentarias,
poniéndola en contraposición con el
hombre, creyendo que bajo la dictadura
de los explotadores se podrá
barrer el patriarcado, y llamando a
participar del mismo viejo y podrido
Estado que hoy las mantiene con
sueldos miserables, reprimiendo a las
estudiantes, encarcelando y asesinando
a mujeres mapuche por rebelarse.
Las masas femeninas históricamente
siempre han sido partícipes de las
luchas que ha dado el pueblo: en Latinoamérica
batallando arduamente
contra las invasiones hispanas; en
Rusia tomando un rol activo en la
revolución bolchevique de 1917; en
Chile protestando y combatiendo al
fascismo durante régimen militar; y
hoy, tomando las armas en guerras
populares en Filipinas, Turquía, India
y Perú.
Es por lo anterior que creemos firmemente
que la lucha por conquistar
el poder no podrá triunfar sin la participación
de las mujeres, y sólo podremos
llevar la revolución hasta el
fin, si existe movilización ideológica
y política de la mujer, incorporándose
activamente en la producción y la
lucha de clases.
El Día Internacional de la Mujer
Obrera, Campesina y Popular nos
llama a todas las oprimidas a luchar
junto al pueblo por la revolución de
nueva democracia, la conquista del
poder y a combatir al oportunismo, el
revisionismo y los reaccionarios que
trafican con este día negando su carácter
de clase.
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