Ya se encuentra en la recta final la campaña electoral que decidirá el opresor en la Casa de Nariño durante los próximos cuatro años y todos los partidos se afanan por hacer alianzas y buscar adeptos a sus candidatos.
A una sola voz, gremios económicos, gobernantes, jefes politiqueros y sus secuaces en las organizaciones obreras y populares llaman al pueblo a respaldar la falsa democracia de los ricos, tratando de hacerle creer que es él quien elige, cuando en realidad quienes deciden el próximo presidente son los grandes monopolios y magnates como el Grupo Empresarial Antioqueño, Sarmiento Angulo, Ardila Lulle, Santodomingo… financiadores de todas las campañas y verdaderos dueños del Poder.
Si en el capitalismo las elecciones son el “derecho” que dan los ricachones al pueblo para “decidir” qué miembros de las clases dominantes han de oprimirlo y aplastarlo desde el parlamento y el Gobierno, la decisión del pueblo debe ser ¡NO VOTAR!
Mientras los explotadores cocinan nuevas medidas antiobreras y antipopulares, los candidatos rojos y azules, amarillos y verdes, rosados y multicolores prometen ser los salvadores del pueblo y remediar sus tragedias; aparecen en los debates como si tuvieran grandes contradicciones y divergencias entre sí. Pero no hay tal, todos están comprometidos en defender la explotación del pueblo colombiano y salvar el Estado protector de las clases que viven del sudor y la sangre de los trabajadores.
Si el Gobierno en el capitalismo es una junta que administra los negocios comunes de los capitalistas explotadores, la única posición correcta del pueblo es ¡NO VOTAR!
Mientras los opresores siguen desplazando campesinos y asesinando dirigentes populares, los candidatos prometen apoyar al campesinado, cuando en realidad todos guardan silencio frente a las causas económicas de la guerra contra el pueblo, y todos están comprometidos en darle trámite final a la legalización de las tierras que hoy figuran a nombre de grandes capitalistas y monopolios, tierras arrebatadas a sangre y fuego a los pobres del campo durante los últimos 30 años.
Mientras los gobernantes se amangualan con las saqueadoras compañías imperialistas destructoras del medio ambiente y devoradoras de quienes producen la riqueza, los politiqueros que en campaña hablan de impulsar el desarrollo nacional, todos inclinan la rodilla frente a los países imperialistas, principalmente al imperialismo yanqui el mayor saqueador y expoliador de la riqueza del país y del pueblo colombiano.
Mientras los corruptos siguen robando el erario y tramando nuevos desfalcos, los candidatos que prometen combatir la corrupción y la podredumbre, todos son parte de la putrefacción en que se bate esa máquina burocrática llamada Estado, amamantada por los impuestos arrancados al pueblo trabajador y lista a oprimir con su bota militar todo intento de rebeldía popular.
Si en el capitalismo ningún presidente puede acabar con la corrupción porque el Estado burgués es la mayor institución del crimen organizado, entonces el pueblo está obligado a ¡NO VOTAR!
¡NO VOTAR! Porque todos los candidatos son defensores de esa institución criminal y sólo buscan el apoyo del pueblo para darle continuidad a sus fechorías desde la presidencia.
¡NO VOTAR! es la actitud correcta frente a la falsa democracia de los ricos y la farsa electoral, pero es apenas una forma inmediata de rechazo a la tiranía de los explotadores. Es necesario ir más allá de la abstención electoral.
¡A la unidad de los explotadores hay que responder con la unidad del pueblo!
¡A la voracidad y los planes de seguir aumentando la superexplotación y la ruina de los trabajadores y la entrega del país a los imperialistas hay que responder con la lucha organizada en las calles, con el Paro Nacional Indefinido y la Huelga Política de Masas!
¡A la corrupción y podredumbre de las instituciones que garantizan la supervivencia de este sistema injusto y detestable hay que responder con la lucha revolucionaria del pueblo!
¡Contra la tiranía de los grandes monopolios y de las clases parásitas socias de los imperialistas, preparar las fuerzas para desatar la insurrección y la conquista de un nuevo Estado de obreros y campesinos!
¡Por un nuevo Estado sin burocracia privilegiada donde los funcionarios sean elegibles y removibles en cualquier momento y no devenguen más que el salario de un obrero común!
¡Por un nuevo Estado donde las asambleas obrero-populares, legislativas y ejecutivas al mismo tiempo, reemplacen a los loros parlanchines del establo parlamentario y al ejército de burócratas inútiles!
¡Por un nuevo Estado, donde la policía y el ejército permanente sean sustituidos por el pueblo armado!
¡NO VOTAR! ¡Ni el Estado ni los Politiqueros, Solo el Pueblo Salva al Pueblo!
¡NO VOTAR! ¡Abajo el Podrido Estado Burgués y sus Elecciones! ¡Viva el Futuro Estado de Obreros y Campesinos!
Comité de Dirección – Unión Obrera Comunista (mlm)
Mayo 12 de 2018
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