Apropósito
de un artículo crítico de Klassenstandpunktes
sobre el Partido Comunista de Filipinas.
Miguel Alonso.
La revista
maoísta alemana Klassenstandpunktes ha
publicado un muy documentado artículo sobre diversos aspectos de la línea
política e ideológica del Partido Comunista de Filipinas de cuya refundación, bajo
la dirección del camarada Sisón, cumple este año su 50º Aniversario.
Es un
documento importante, porque aunque critico, es respetuoso con los camaradas
filipinos y demuestra el pleno apoyo a la línea revolucionaria, a la guerra
popular prolongada y a las masas obreras y campesinas que la secundan, ya que
sin ellas nada podría hacer el Partido o el NEP.
La gloriosa Guerra Popular en Filipinas es una
parte muy importante para la Revolución Proletaria Mundial y los que trabajamos
por su éxito no podemos permanecer callados como simples espectadores o
practicando un liberalismo absoluto, impropio del m-l-m, frente a errores o
tanto ideológicos como políticos que puedan cometer de los camaradas del
PCF/CPP.
Después del
golpe revisionista en China a la muerte del Presidente Mao en 1976, en el MCI
m-l se produjo una gran confusión. Muchos que practicaban un seguidismo
acrítico, anti-marxista-leninista, a la dirección china, se plegaron a los
golpistas y otros oportunistas se dijeron que eran asuntos internos del PCCh y
que las relaciones con el mismo no podían ser cuestionadas. Fueron pocos y
aislados los casos de denuncia del golpe revisionista de Hua/Teng destacando los
camaradas del PCP, bajo la dirección del Presidente Gonzalo, el PCR de Chile
(1) el PCR-USA (por entonces no había degenerado) o las denuncias del filosofo
e historiador francés Charles Bettelheim.(2)
La
rehabilitación de Teng Siao-Ping y el
siniestro documento “Evaluación autorizada “aprobado por el C.C. del PCCh, en 1981,
criticando abiertamente al Presidente Mao y su línea proletaria de la Gran Revolución
Cultural Proletaria, despejo el panorama de la traición, a la cual se sumo a
partir del 1978, el dogmato-revisionista del Partido del Trabajo de Albania y
sus ataques a Mao Tse-tung.
Este periodo de 1976 a 1980 no es abordado por el documento de las camaradas de Klassenstandpunktes, desconociendo que luchas de líneas se desarrollo en el PCF sobre esta decisiva lucha entre el maoísmo y el revisionismo.
De cómo se
abordara la L2 se pueden hallar las causas de cierto eclecticismo en las
definiciones “pensamiento Mao Tse-tung” y “maoísmo” del PCF.
El propio
Presidente Mao señalaba a una delegación de los camaradas de Chile en lo
referido a las revoluciones: «no copiar
mecánicamente las experiencias de China o de otro país: luchar contra toda
tendencia seguidista y pensar con nuestra propia cabeza, aplicando el
marxismo-leninismo a la realidad concreta de nuestro país».
El proceso
revolucionario, como señalo el amauta José Carlos Mariategui “no puede ser copia o calco”, ahora bien,
la aplicación concreta del carácter universal del m-l-m requiere un pensamiento
revolucionario maoísta que conduzca a la revolución que destruya el poder
burgués en todas sus formas. Las armas para lograrlo; los tres instrumentos (El
Partido, El Frente Único y el Ejercito Popular) son básicos, pero no hay que
descartar mecánicamente cualquier forma de lucha, como señalara Lenin. “El análisis concreto de la realidad concreta” decía el gran Lenin.
¡Vean la
lucha del Frente de Defensa de Ayacucho en los años 70, como sirvió para
desarrollar el Partido! ¿Quién puede imaginar al Partido diciendo; nosotros no
participamos porque no es guerra popular?
¿Acaso no
sabemos que son las masas las que hacen la historia y que la guerra popular es
la guerra de las masas?
¿Es acaso lo
mismo, la guerra popular en el campo, que en la ciudad?
Es evidente
que no. ¿Cuál debe ser principal? Depende del escenario de la revolución, de su
realidad concreta, si no partimos de la misma, de sus contradicciones y de su
estudio, solo alcanzaremos fracasos o estériles voluntarismos.
Filipinas
puede hacer principal la guerra popular en el campo, pero es un error no
aplicar la guerra en la ciudad. El enemigo no puede estar tranquilo en ningún
sitio, eso es la guerra popular prolongada y las organizaciones de masas tienen
que asumir que están en guerra, aunque sean legales, incluido el FDRF. En la
guerra de Vietnam, el vietcong golpeaba de forma permanente en las ciudades,
algo que los camaradas filipinos deben de conocer sobradamente.
El peligroso
camino de “Las conversaciones de paz”.
Nada se
consigue en una mesa de negociación si no es conseguido con las armas en el
terreno, la única negociación con los explotadores es para que se rindan y
evitar más violencia. Ahora bien, pensar que se van a rendir sin luchar es
ilusorio. Hablar de “Paz” a las masas, es hablar de redención ante los
explotadores.
Duterte no está
loco, siempre fue un genocida reaccionario, esa es la autentica verdad,
camaradas del PCF, lo demás es abandonar la ciencia del marxismo. Los factores subjetivos,
lenguaje anti-imperialista yankee, no son los auténticos sentimientos de la
oligarquía filipina, que como mucho, aspira a ser como la de Singapur o Corea
del Sur.
En lo
referido al imperialismo vemos que se utiliza principalmente para referirse al
yankee, que si es la principal fuerza, no es la única. ¿Japón, China, Rusia,
Australia, Reino Unido o la Unión Europea no son potencias imperialistas y
agresoras?
Este análisis
incorrecto es también difundido por los revisionistas cubanos y otros “gobiernos
y políticos de izquierda” en Latino América fomentando una falsa imagen de
imperialismos malos e imperialismos buenos.
Por eso,
muchos comunistas, vemos con preocupación esas propuestas de frente
anti-imperialista (yankee) que promueven, entre otros, el Partido Comunista de
Filipinas, que parecen querer diluir la Revolución Proletaria o de Nueva Democracia
en gobiernos anti-imperialistas.
Tales tesis
revisan la definición del imperialismo de Lenin negando su validez y apartándose
del m-l-m y deben ser enérgicamente combatidas.
¡Profundizar
la crítica y la autocritica!
Para un
autentico comunista, la crítica y la autocritica es un método científico de
enfrentar el problema del conocimiento y de avanzar en lucha, frente a los
inevitables errores en el mismo. Estamos hablando de una crítica entre
comunistas, entre revolucionarios por lo mismo nada tenemos que temer u ocultar
ante nosotros o las masas, avanzamos hacia la victoria.
Notas:
(1) Carta abierta al PCCh. Noviembre de
1977 http://www.archivochile.com/pp/pcr/pcr00017.pdf
(2) Charles Bettelheim. China después de
la muerte de Mao. Siglo XXI 1979
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