En la ciudad de Medellín, la segunda más importante del país, la juventud revolucionaria desempeñó un destacado papel en la jornada de protestas 
llamando al pueblo a rebelarse contra los asesinos, en medio de lucha aguda 
contra los seguidores de Bob Avakian que pregonaban la importancia de la 
“acción política” en las calles, buscando en el fondo contener la rebeldía y explosividad del pueblo. La juventud pasó por encima de quienes estorbaban
 en su camino y siguiendo el camino de las banderas rojas se dirigió al 
Comando de Policía en pleno centro de la ciudad donde destrozaron sus
 puertas y ventanas e intentaron incendiarlo. Finalmente el ESMAD intervino y 
se presentaron fuertes enfrentamientos callejeros en las calles de la ciudad 
hasta altas horas de la noche.

El día siguiente continuaron las protestas y se extendieron a otros lugares del
 país. Además de Bogotá y Medellín, se presentaron manifestaciones en Cundinamarca, Cali, Manizales, Pereira, Barranquilla, Cúcuta, entre otras 
ciudades. Nuevamente las jornadas fueron marcadas por su gran combatividad 
y por la participación activa de la juventud popular.

En Medellín nuevamente las banderas rojas de la juventud revolucionaria se 
abrieron paso en las protestas del 10 de septiembre e impulsaron la 
combatividad de las masas, quienes a pesar de la fuerte represión policial 
que llegó al poco tiempo de iniciar la manifestación, resistieron heroicamente levantando barricadas en medio de múltiples combates callejeros en distintos 
puntos de la ciudad y lograron realizar numerosas acciones de sabotaje contra bancos e instituciones estatales. A pesar del gran despliegue de fuerzas de la reacción para proteger las instalaciones policiales, no lograron contener la 
rebeldía e ímpetu del pueblo que se fue abriendo paso como un tornado, 
porque cuando las masas hablan y se levantan, todo se estremece. 
El Comunero estuvo presente en los hechos de esta victoriosa jornada de movilización en Medellín y capturó algunos momentos importantes que 
presentamos en el siguiente video




Ante la furiosa rebelión del pueblo la represión no se ha hecho esperar. Tras
la ola de combativas protestas populares a nivel nacional, la reacción actuó desesperada para retomar el control y con armas de fuego intentó contener 
la lucha del pueblo. A 3 días del inicio de las protestas las cifras oficiales dan 
cuenta de 13 hijos del pueblo asesinados, cientos de heridos, muchos de ellos
 por balas de la policía, y cientos de detenidos en el marco de este gran levantamiento del pueblo colombiano.

Los ánimos del país están caldeados y la perspectiva es que el descontento 
popular siga creciendo en lo que resta del año y se exprese en masivas y 
combativas manifestaciones. Vivimos nuevos tiempos, grandiosos tiempos. 
El indomable espíritu de las masas colombianas se ha agitado y las nuevas
 fuerzas, las fuerzas de la juventud rebelde y popular, brotan como un 
manantial y emergen de todas partes con un enorme potencial transformador y 
un profundo odio a la policía y a este viejo Estado que explota y oprime 
salvajemente a las grandes masas. La situación revolucionaria en desarrollo 
desigual en el mundo se continúa expresando y América Latina es leña seca 
presta para arder en cualquier momento. Hace días presenciamos con 
entusiasmo cómo se arreció la lucha de clases y se expresó la explosividad del 
pueblo brasileño, ecuatoriano, chileno, peruano, boliviano, estadounidense, 
entre muchos otros, y ahora le corresponde al pueblo colombiano levantar las consignas de ¡REBELARSE ES JUSTO! ¡ABAJO LAS REACCIONARIAS 
FUERZAS POLICIALES! ¡HONOR Y GLORIA AL HEROICO PUEBLO COLOMBIANO Y A LOS PUEBLOS DEL MUNDO ENTERO QUE SE HAN REBELADO CONTRA SUS OPRESORES!

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Publicado por El Comunero
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