¡Viva la lucha Antiimperialista!
El maoísmo enseña que las naciones
oprimidas como Chile tienen dos problemas
fundamentales: el problema
nacional y el problema de la tierra. El
primero, es producto de la opresión
del imperialismo, principalmente
yanqui en contra de nuestro pueblo, y
el mes de septiembre es una fecha en
donde esto se hace más presente aún
para las masas populares.
Esto porque hace 44 años nuestro
pueblo sufrió el golpe de Estado un 11
de Septiembre de 1973, el más recordado
por esta generación, en donde el
imperialismo yanqui aplicó sangrientos
genocidios, presión, desapariciones
y torturas vividas en carne propia
por muchos de nuestros cercanos.
Este gran sufrimiento es lo que provoca
el imperialismo, gran monstruo
con pies de barro, que utilizando títeres como Pinochet, la concertación,
nueva mayoría, y toda clase de lacayos
electoreros, sigue cometiendo gigantezcas
injusticias contra el pueblo.
Este mes corresponde hacer nuestro
más sentido homenaje a los caídos, a
cada ejemplo vivo de combate frente
a esa cruda explotación que hoy sigue
pesando sobre nuestras espaldas.
Chile durante la Junta Militar Fascista
de Pinochet fue escenario de una
masiva y heroica resistencia popular,
y hoy las nuevas generaciones continúan
tomando esas banderas caídas
llenando las calles de vigorosa violencia
revolucionaria, enseñando y entusiasmando
a un pueblo entero, combatiendo
al viejo Estado y boicoteando
su farsa electoral.
Así los jóvenes plasman la continuación
de esta gloriosa historia de
combate nutriéndose de la más preciada
sangre popular derramada.
Precisamente hoy, más que ayer, el
imperialismo, la bestia más repudiable
expresa un crónico hundimiento cada
vez más profundo. En Chile aplicando
paquetazos de leyes antipueblo, y
en el mundo, impulsando todo tipo
de guerras para saquear las naciones
oprimidas.
Pero como han dicho los propios
reaccionarios de Estados Unidos: “no
hemos ganado guerras desde la derrota
en Vietnam”. Lo que demuestra la
clara desesperación ante la heroica y
creciente resistencia de las masas del
mundo contra los disturbios que el
imperialismo crea en el mundo, en
países como Irak, Venezuela y Perú.
En Afganistán, por ejemplo, hace
16 años existe la invasión imperialista
más larga entre las actuales, que se
inicia con la invasión yanqui el 2001,
ante la que las masas han opuesto una
férrea resistencia armada.
El 2011, EEUU llegó a tener más
de 100.000 tropas en Afganistán, creyendo
que con eso la resistencia se
acabaría, sin embargo, hoy el gobierno
pro-yanqui de Kabul solo controla
el 57% del territorio afgano, tras los
golpes contundentes del pueblo que se
resiste a la invasión, creándole pérdidas
enormes al imperialismo yanqui
con un costo de más de US$841.000
millones en estos 16 años.
A esto sumarle el lanzamiento de la
MOAB a Afganistán en abril de este
año (la 2da bomba más potente después
de la bomba atómica), y la ya
aprobada duplicación de tropas yanquis
para la invasión.
Desesperado, el imperialismo yanqui
busca colusiones con Rusia y China,
e incluso está buscando dialogar
con la resistencia nacional ¡Pero esto
solo le traerá más derrotas y mayor
profundización de su crisis!
En nuestro país, las luchas del pueblo
chileno y mapuche, también están
aportando a derrumbar este imperialismo
con contundente acciones de
sabotaje a las forestales, por ejemplo.
Caminamos hacia la Revolución de
Nueva Democracia que ya resuena
en la voz de cada caído, cada mujer
y cada hombre revolucionario. Todos
ellos regaron nuestra historia con
sangre, y la sangre riega la revolución,
jamás la ahoga, como lo demuestran
las masivas jornadas de protesta cada
11 de septiembre.
El proceso revolucionario de nuestro
país es indesligable de la Ofensiva
Estratégica de la Revolución Proletaria
Mundial que en medio de una
prolongada guerra popular mundial
derrumbará imperialismo inevitablemente,
así como hoy lo hacen las
guerras populares en Perú, India,
Turquía, Filipinas.
Las masas hacedoras de la historia,
son las que tienen el destino en sus manos.
Cuando las masas se levantan,
todo se estremece. Los enemigos más
temibles se vuelven las ratas más despreciables
y no pueden levantar cabeza
nunca más. Así lo ha demostrado
toda la historia mundial.
Quema de bandera yanqui en la Romería al Cementerio General 10/09/2017 |
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