Los jefes políticos de la parásita burguesía
imperialista mundial, y de las reaccionarias clases dominantes en Colombia, en
el colmo de la hipocresía y falsedad de los opresores, han aprovechado el
fallecimiento de Nelson Mandela, para declararse simpatizantes de la lucha
contra la discriminación racista y defensores de la igualdad de los seres
humanos.
Nelson Mandela es venerado por su pueblo,
porque fue un demócrata luchador contra el segregacionismo racista o
apartheid en Sudáfrica. Ese es el límite de su mérito, y la medida de su
distancia por sobre los gobernantes imperialistas, que hoy de manera hipócrita
se proclaman copartidarios suyos, cuando la verdad es que en su sistema
capitalista y dictadura de clase, está la fuente del apartheid; ellos
mismos, incluido Obama, están al frente de Estados que persiguen, criminalizan,
encarcelan y asesinan jóvenes inmigrantes afrodescendientes de los suburbios de
grandes ciudades en EU y Europa. Sus países imperialistas, son los mismos países
que ayer esclavizaron colonialmente a los pueblos africanos, los mismos que hoy
continúan usurpando sus riquezas y estrangulándolos con las cadenas del yugo
semicolonial.
Nelson Mandela, eludió el carácter de clase
de la opresión blanca. Por eso terminó siendo un demócrata útil y al servicio de
la dictadura de los capitalistas, dictadura muy disimulada por su envoltura
democrática, pero la más terrible dominación de clase. Mandela no podía ir más
allá de la democracia burguesa, falsa, amputada, hipócrita, porque su partido,
el Congreso Nacional Africano, integrante de la Internacional Socialista, es
heredero directo de la socialdemocracia parlamentarista y chovinista
(nacionalista) que corrompió la II Internacional y traicionó al proletariado al
hacer causa común con la burguesía en la Primera Guerra Mundial. De ahí que
Mandela terminó renunciando a la lucha armada y ejerciendo al frente del Estado
reaccionario de las clases dominantes en Sudáfrica. El camino contrario al
enseñado por la III Internacional surgida del rompimiento y condena a la
traición socialdemócrata, denunciando radicalmente la unión de los obreros con
la burguesía, y proclamando la unión de los proletarios de todos los países
contra la burguesía mundial.
Es completamente mentirosa la propaganda que
hacen los explotadores, sobre la igualdad lograda en Sudáfrica con la derrota
del apartheid. Sin derrocar el poder de los capitalistas, sin barrer el
imperialismo de la faz de la tierra, no puede haber igualdad de los ciudadanos.
Esa es la cruel realidad actual del pueblo sudafricano, oprimido y explotado por
capitalistas blancos y negros, nacionales y extranjeros.
Sólo la lucha de
clase del proletariado en alianza con los campesinos, conduce a un nuevo tipo de
Estado, sostenido por el pueblo armado, único capaz de liquidar para siempre,
toda discriminación, desigualdad y supremacía de clase.
Comité
Ejecutivo – Unión Obrera Comunista (MLM)
Colombia,
Diciembre 06 de 2014.
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