Aunque el artículo “Manejar correctamente la relación entre la dirección colectiva y la responsabilidad individual” es rescatado de un libro editado en 1974 por la Editorial del Pueblo de Shanghai, cobra gran importancia ahora a propósito de la necesidad de combatir la errónea idea del “genio infalible” que ronda entre algunos camaradas de nuestro movimiento.
Así mismo, el artículo tiene un gran valor para quienes estamos empeñados en construir un destacamento de vanguardia capaz de dirigir a las masas al cumplimiento de su misión histórica, por cuanto indica la gran responsabilidad de los cuadros en su papel dirigente, reforzando la idea expuesta magistralmente por Francisco Garnica en los años sesenta en Colombia:
“Comités y no individuos dirigen el Partido en todas sus escalas y no habrá dirección justa si no hay dirección colectiva que elimine los riesgos del caudillismo y garantice en lo posible un análisis completo de las situaciones y fenómenos, reduciendo al mínimo las posibilidades de error y de unilateralidad en los juicios. (…) Antes de gentes mediocres con mentalidad prestada, el Partido exige gentes con mentalidad propia y desarrollada, militantes y dirigentes que pongan su inteligencia y sus cualidades personales al servicio de la causa, cuadros que desarrollen sus valores humanos dentro del espíritu colectivo y unitario del Partido. En lugar de nivelar por lo bajo, tenemos que estimular el surgimiento de políticos, publicistas, escritores, artistas, oradores y militantes brillantes en el seno del Partido. Tenemos que aprovechar todas las inteligencias, aumentar la capacidad de razonamiento del Partido e impedir que algunos se tomen el derecho de pensar por los demás”. (Hacia una política revolucionaria en materia de organización).
La traducción al español es responsabilidad de Revolución Obrera.
Manejar correctamente la relación entre la dirección colectiva y la responsabilidad individual
(El centralismo democrático es un principio de organización en nuestro Partido. Existe un grave problema en el tratamiento de las relaciones entre el individuo y el colectivo en los distintos niveles de los Comités del Partido en la aplicación del centralismo democrático. Esta es también una garantía importante en la implementación de la dirección colectiva en el partido. Pedimos que se estudie exhaustivamente este artículo de “Una comprensión básica del Partido Comunista de China” para desarrollar una comprensión teórica a este respecto. Este libro fue publicado por primera vez en chino en 1974 por la editorial People’s Publishing House, Shanghai. La traducción inglesa del francés de 1976 fue publicada por el Instituto Norman Bethune de Toronto, Canadá, en 1978. El artículo está en las páginas 87-91 – Consejo Editorial).Una de las cuestiones importantes que plantea el centralismo democrático en el Partido es la implementación de un sistema que combine la dirección colectiva con la responsabilidad individual, lo que constituye una aplicación práctica de la línea de masas del Partido en los métodos de dirección.
¿Qué significa combinar la dirección colectiva con la responsabilidad individual? El Presidente Mao ha declarado: “Todos los problemas importantes (no, desde luego, los problemas insignificantes ni aquéllos cuya solución, ya discutida y acordada en las reuniones, sólo necesita ponerse en práctica) deben someterse al comité para su discusión, de modo que los miembros del comité presentes expresen sin reservas sus opiniones y lleguen a claras y precisas decisiones, que luego serán ejecutadas por los miembros correspondientes”. El Presidente Mao también arrojó luz sobre los principios para aplicar este sistema: “Los poderes importantes están concentrados, y los menos importantes se extienden. Las decisiones del comité del Partido se aplican en todas las esferas. Si los que aplican son también los que deciden, no nos apartaremos de los principios. El comité del partido es responsable del control del trabajo”. Esta directiva explica muy bien el sistema de combinar la dirección colectiva con la responsabilidad individual, y nos muestra cómo manejar correctamente la relación entre ambos.
El fortalecimiento de la dirección colectiva es una condición previa importante para la implementación del centralismo democrático en el Partido; una garantía importante para el establecimiento de la dirección centralizada del Partido. Los comités del Partido a todos los niveles son órganos que ejercen una dirección centralizada. Sin embargo, la dirección del Partido es una dirección colectiva y no proviene de las decisiones arbitrarias de individuos particulares. Sólo mediante la aplicación concienzuda del sistema de dirección colectiva podremos practicar correctamente el centralismo democrático en el Partido, y los comités del Partido podrán desempeñar plenamente su papel como núcleos de dirección en la correcta realización de todas las tareas. En general, hay un límite a lo bien que un solo individuo puede pensar sobre una cuestión y analizarla, de modo que cuando las decisiones sobre cuestiones importantes son tomadas por un individuo, es difícil para él no ser subjetivo y unilateral. Sólo si practicamos la dirección colectiva, si los miembros del comité del Partido reflejan las opiniones de los militantes del Partido y de las masas en todos sus aspectos, si estudian y discuten las cuestiones desde todos los puntos de vista y en profundidad, podremos concentrar la sabiduría de las masas para llegar a las ideas correctas, tomar decisiones que se ajusten a la realidad objetiva y evitar o disminuir el riesgo de error. Al mismo tiempo, esto permite a los dirigentes de las organizaciones del Partido aprender unos de otros y avanzar juntos.
La dirección colectiva también debe combinarse con la responsabilidad individual. Adherirse a la dirección colectiva no significa negar el papel del individuo. Por el contrario, bajo la dirección colectiva es necesario que los individuos desempeñen plenamente su papel. La práctica del sistema de responsabilidad individual y la plena puesta en práctica del papel de los individuos concretiza y asegura la realización de la dirección colectiva. A nivel regional, como a nivel de unidad, es el Partido el que lo dirige todo – tiene una enorme cantidad de trabajo. Si las cuestiones discutidas y resueltas colectivamente por las organizaciones del Partido no se reparten entre las personas que se encargan de ellas, corremos el riesgo de encontrarnos en una situación en la que nadie es responsable del trabajo, una situación imposible para que el Partido pueda ejercer su dirección.
Es por eso que “debemos cuidar que ni la dirección colectiva ni la responsabilidad personal sean sobre-enfatizadas en detrimento del otro”. No sólo debemos oponernos a que las cuestiones importantes se decidan de forma individual, sino también a la tendencia a evitar la responsabilidad, a la tendencia a debatir todo –grandes asuntos y pequeños– en las reuniones. También hay que oponerse a otras prácticas perjudiciales. Para poner en práctica la combinación de la dirección colectiva y la responsabilidad individual, es necesario fortalecer el sistema de comités del Partido. El Presidente Mao ha dicho: “El sistema de comité del Partido es una importante institución partidaria que garantiza la dirección colectiva e impide que una sola persona acapare la gestión de los asuntos”. En algunas unidades, los dirigentes de las organizaciones del Partido a menudo afirman que están demasiado ocupados para celebrar reuniones, y lo utilizan como pretexto para sustituir la discusión colectiva en las reuniones de los comités del Partido por reuniones particulares con un número reducido de miembros. En otras unidades, las organizaciones del Partido convocan «conferencias conjuntas» de varios sectores para tratar cuestiones que deben ser discutidas y tratadas en las reuniones del comité del Partido. Por lo tanto, mezclan la relación entre las organizaciones del Partido y otras, que es una relación de dirección a dirección. Estas diversas prácticas son contrarias al principio de la dirección colectiva del Partido y deben ser corregidas absolutamente. La preparación cuidadosa para cada reunión del comité de Partido debe hacerse con anticipación para que la discusión pueda llevarse a cabo en detalle. Si existen puntos de vista divergentes, deben ser presentados y discutidos en profundidad antes de llegar a una decisión. Cuando una cuestión no está clara y no se puede resolver de inmediato, no debemos llegar a conclusiones precipitadas, sino que debemos seguir estudiando e investigando, y aplazar la decisión hasta que la situación se aclare y se llegue a una visión común.
Para implementar el sistema de combinar la dirección colectiva con la responsabilidad individual, también es necesario manejar correctamente la relación entre el secretario y los miembros del comité, entre el individuo y el colectivo. Tanto el secretario como los demás miembros deben pensar en términos de dirección colectiva; el secretario no debe resolver todo por sí mismo, los miembros del comité no deben esperar a que alguien más se ocupe de las cosas – todos deben estar bajo la dirección colectiva. La relación entre el secretario y los miembros de un comité es la relación de la minoría con la mayoría y, en las reuniones del Comité del Partido, el secretario debe ponerse al mismo nivel que los demás, dar sus opiniones y discutir los problemas en pie de igualdad con los demás; no debe situarse por encima del comité, ni tratar los asuntos de la manera que desee. El secretario es también un “jefe de escuadra”, debe guiar a los hombres de su “escuadra” en la batalla y desempeñar un papel central en la preparación, la convocatoria y la conducción de las reuniones, y debe animar a los miembros a discutir democráticamente los problemas, a sacar conclusiones después de que todos hayan dado sus opiniones, etc. Por lo tanto, debe dar a cada uno el derecho a hablar, en lugar de monopolizar el uso de la palabra, ser capaz de escuchar todas las diferentes opiniones, ser modesto y prudente, y tratar a los demás como a sus iguales. Debe ser capaz de realizar un trabajo de organización y propaganda entre sus propios “miembros de escuadra” y unificar su pensamiento sobre la base del marxismo-leninismo-pensamiento Mao Tse-Tung, y la línea, orientación y principios políticos del Partido. Finalmente, si hay deficiencias en su trabajo, o si comete errores, debe presentarse para asumir la responsabilidad por sí mismo. Todos los miembros del comité, ya sean cuadros antiguos o nuevos, deben esforzarse por convertir al comité del Partido en un colectivo fuerte y militante. Deben interesarse en todo el trabajo, participar activamente en la dirección colectiva y contribuir a hacer del comité una fuerza potente. Debemos oponernos a la mentalidad dependiente que “el secretario decide y los miembros actúan en consecuencia”, a la tendencia a no hacerse cargo valientemente del trabajo que se nos ha asignado, y también debemos combatir la actitud negativa de interesarnos sólo por el propio trabajo y actuar como si no estuviéramos involucrados cuando se discute el trabajo de los demás.
Cuando llegue el momento de aplicar las resoluciones del comité del Partido, y cada miembro tenga asignada su parte del trabajo y las responsabilidades, el secretario –como “jefe de escuadra”– debe dirigir el trabajo sobre la base de los principios de la decisión del comité del Partido, y no debe imponer su propia opinión. Al implementar las resoluciones del comité, los miembros a quienes se les ha dado la responsabilidad de varios trabajos deben someterse a la supervisión, control y dirección del secretario, y cuando algo importante sucede o surgen nuevos problemas en su trabajo, deben consultar con el secretario y pedirle instrucciones en lugar de tratar de lidiar con ello por sí mismos. Si en el curso del trabajo cotidiano aparecen graves diferencias de opinión entre el secretario y otros miembros del comité del Partido, o si surge un problema importante, el comité debe reunirse y tomar una decisión después de haber discutido el asunto: ni el secretario ni un miembro del comité pueden decidir por sí solos.
Para implementar el sistema de combinar la dirección colectiva con la responsabilidad individual, también es necesario manejar correctamente la relación entre los cuadros antiguos y los nuevos, así como entre los miembros del comité que participan en la producción y los que están retirados de la misma. Los cuadros antiguos y los nuevos deben “respetarse mutuamente, aprender unos de otros y superar sus propios defectos aprendiendo de los puntos fuertes de cada uno, para unirse como uno en la causa común y protegerse de las tendencias sectarias”. Los miembros del comité que no participan en la producción deben respetar a los que han permanecido en ella, deben tomar la iniciativa en el “intercambio de información”, y no contentarse con consultar sólo a una minoría de personas, o considerar a los miembros que aún participan en la producción como un “apéndice secundario” del comité. Por su parte, los miembros del comité del Partido que han permanecido en la producción deben ocuparse de la obra en su conjunto, reflejar activamente las opiniones de las masas y no contentarse con ocuparse sólo de su propio sector. En resumen, los cuadros, viejos y nuevos, en la producción o fuera de ella, deben ser modestos y prudentes, aprender unos de otros, estar unidos como uno solo, para que juntos puedan aplicar la línea revolucionaria del Presidente Mao y dirigir a los militantes del Partido y las masas a obtener victorias aún mayores en la revolución y en la construcción.
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