Friday, April 19, 2019

for debate - Sobre la Carta Abierta al Grupo Comunista Revolucionario de Colombia - primera y secunda parte -

Entrevista al Secretario Político de la Unión Obrera Comunista (mlm)
(Primera parte)

La reciente publicación de una Carta Abierta al GrupoComunista Revolucionario de Colombia, es un hecho de mucho valor político en el proceso de construcción del Partido comunista revolucionario en este país. Más allá del peso real de esa organización actualmente, o del hecho que la carta esté firmada por dos personas, su contenido es todo un acontecimiento en la lucha de líneas para el movimiento comunista y revolucionario en general. Son muchos los obreros avanzados y la intelectualidad revolucionaria que pueden conocer de primera mano con esta carta, la agudeza de la lucha interna que vive esa organización, y además muy variado el contenido que desarrolla de manera profunda; contenido que sobrepasa las fronteras de Colombia, y levanta ampolla en revolucionarios de otros países.
Por esta razón hemos pedido al Secretario Político de la Unión Obrera Comunista (mlm), una entrevista para conocer de primera mano sus impresiones sobre la carta y algunos comentarios que ha generado hasta la fecha. Presentamos en esta entrega la primera parte de la entrevista.
Periódico Revolución Obrera
15 de febrero de 2019
R.O. Haber hecho pública esta discusión tiene un valor muy grande; no ha sido precisamente esta la costumbre en las filas de grupos como el GCR. ¿Cómo podríamos interpretar este hecho?
S.P. Indudablemente es muy importante el rompimiento público de los camaradas con el GCR y la “nueva síntesis”, no solo por la contundencia de los argumentos, sino además porque, como ustedes advierten, no es costumbre en los grupos sectarios el debate y mucho menos hacer públicas las divergencias. Solo para poner un ejemplo, son varios los grupos y camaradas que han salido de esa organización y ninguno de ellos ha explicado ante la clase obrera cuáles han sido las causas de tal desprendimiento. Tal vez el caso más representativo fue el de la Organización Comunista de Colombia – mlm (OCC-mlm) que después aparece firmando como Partido Comunista Maoísta de Colombia de quien jamás se supo por qué salió del GCR ni éste lo explicó tampoco; no hay una declaración, resolución, crítica, autocrítica. Las sectas no se sienten responsables ante las masas y por eso nunca saben en qué andan, ni cuáles son sus ideas, discusiones, divergencias…
Por los hechos, vale la pena recordar que mientras los jefes del GCR siguieron hablando por varios años de preparar la guerra popular, los jefes de la OCC-mlm se pusieron el nombre de Partido y se propusieron “transformar” la guerra de las FARC en una guerra revolucionaria, bregando a llevar a la práctica algo sobre lo cual varios grupos maoístas hablaban pero ninguno se atrevía; todos partían de considerar que el problema de las FARC era únicamente su dirección revisionista y no el carácter de la guerra en que participaban: una guerra reaccionaria por la renta extraordinaria que brindaban principalmente los cultivos de coca en Colombia, como correctamente la caracterizó la Unión Obrera Comunista (mlm) y consta en su órgano de prensa Revolución Obrera hace muchos años. Desengañados de esa ingenua aventura, los jefes de la OCC-mlm dieron un “salto” al otro extremo, marchando desde entonces a la cola de la “izquierda” electorera en el Polo Democrático Alternativo y terciando a nivel internacional con la Línea Oportunista de Derecha – LOD del Perú y la ICOR; mientras los del GCR hicieron lo propio adoptando la “Nueva Síntesis de Avakian”.
Mi apreciación particular sobre la valiente actitud de los camaradas que decidieron romper públicamente con el GCR es que esta es solo una muestra de la crisis ideológica, política y organizativa en que se encuentra esa organización, y cómo algunos revolucionarios en sus filas han decidido rebelarse. Es un asunto magnífico pues le da un gran impulso a la construcción del Partido del proletariado en Colombia, contribuyendo a cortar los obstáculos que impiden marchar a un Congreso de los comunistas. Los jefes del GCR llevan por lo menos 35 años obstruyendo la construcción del Partido del proletariado; con sus ideas absurdas, con su política oportunista y su práctica sectaria, por mucho tiempo han hecho del Marxismo Leninismo Maoísmo una vulgar caricatura, desprestigiándolo. Por fortuna el GCR ya se quitó esa máscara, pero todavía algunos revolucionarios lo identifican como maoísta.
El rompimiento tiene además un valor internacionalista, en la medida en que la Carta Abierta al GCR contribuye a la lucha por destrozar las tesis del revisionismo post maoísta de la “nueva síntesis” de Avakian; una tarea no culminada aún por el Movimiento Comunista Internacional y sin la cual no es posible avanzar en el reagrupamiento de los Marxistas Leninistas Maoístas en una nueva Conferencia Internacional que desbroce el camino hacia la nueva Internacional Comunista. Aunque en general las teorías de Avakian fueron rechazadas por los comunistas revolucionarios, varias de sus ideas erróneas coinciden con las de camaradas en el MCI, caso de quienes consideran a Estados Unidos como la “superpotencia hegemónica única”, quienes defienden la revisionista teoría de los “tres mundos”, quienes pretenden reducir la dialéctica materialista a la contradicción, particularmente el desconocimiento de la ley de la negación de la negación (o de la dirección del movimiento), entre otros asuntos.
R.O. Respecto a la forma de la Carta. Parece que ese es un valor adicional, ¿que opinión podría darse sobre ese aspecto?
S.P. Ustedes advierten también algo muy importante: la forma. La Carta Abierta no solo está desprovista de toda petulancia, sino además presenta argumentos contundentes, tratando las ideas incorrectas del GCR y la “nueva síntesis” como si fueran de gente honrada pero profundamente equivocada. Esto es interesante ya que algunos camaradas en el Movimiento Comunista Internacional, particularmente el matiz que hemos caracterizado como gonzalista, creen que bastan los epítetos para derrotar las ideas incorrectas y, en ese sentido, han contribuido muy, pero muy poco, a la lucha contra la Línea Oportunista de Derecha – LOD en el Perú y contra el revisionismo tanto del “camino Prachanda” como de la “nueva síntesis” de Avakian.
Los camaradas que ahora rompen con el GCR públicamente lo hacen tocando algunos problemas esenciales con sencillez pero con gran profundidad. Esa forma, a la vez que contribuye al deslinde con esa variante del revisionismo, les proporciona argumentos y elementos a los camaradas que por accidente o por desconocimiento se encuentran todavía cercanos o en las filas de los seguidores de la “nueva síntesis” de Avakian, pero que ya advierten sus disparates frente al marxismo. Los camaradas muestran la “evolución” del pensamiento de Avakian y cómo rompe con el MLM.
Por eso es necesario difundir ampliamente la Carta Abierta y promover su estudio, no solo entre los seguidores del GCR y Avakian sino en las demás organizaciones comunistas tanto en Colombia como en otros países.
R.O. La Carta Abierta hace mención a varios temas; algunos frente a la figura de Bob Avakian y la relación con el Partido en EU, otros en cuanto al proceso de construir el Partido en Colombia y otros más generales en relación con el movimiento comunista internacional. ¿Esa es una de las cualidades?, ¿qué impresión se formó cuando la conoció?
S.P. En efecto, los camaradas tocan un asunto importantísimo del desarrollo revolucionario del marxismo, del cual en Rusia y en el MCI se reconoció sin arandelas el leninismo como el marxismo de la época del imperialismo sin agregarle a Lenin “algún pensamiento especial”. Desarrollo del cual más tarde, el MRI, en 1993, reconoció en el maoísmo una nueva, tercera y superior etapa del MLM, enmendando la unilateral universalización de una particularidad de la revolución china y el “pensamiento Mao Tse-tung”. Aun así se permitió erróneamente en el desaparecido Movimiento Revolucionario Internacionalista – MRI, ese invento de los tales “pensamientos”, “caminos” y “nuevas síntesis”; una desviación del marxismo que adquirió en el Partido de Estados Unidos una forma aberrante bien descrita por los camaradas en la Carta Abierta donde ponen al descubierto que, para decirlo en forma irreverente, al igual que en las sectas religiosas, la “nueva síntesis” se convierte en “palabra de dios” y Avakian en el “mesías” de la nueva religión.
Algunos camaradas se sienten ofendidos por la crítica a esa desviación, hecha hace ya rato por los camaradas de Afganistán y de la India, pero también por los comunistas en Colombia como lo hiciera el camarada Aureliano S. en la Revista Contradicción No. 6 de junio 1991, refiriéndose a la exageración de Luis Arce Borja en la conocida Entrevista al Presidente Gonzalo:
“Me preocupa que a pesar de la correcta posición de principios del Partido Comunista del Perú, sobre el papel de las masas en la revolución y las relaciones entre masas - partido - dirigentes, haya tomado carrera la idea de destacar unilateralmente el papel de un dirigente ("pensamiento Gonzalo"), hasta convertirse en la ALIENANTE práctica de levantar un ídolo, basándose en el papel importantísimo que el Camarada Gonzalo, indudablemente, ha jugado como dirigente del partido y de la revolución”. (Ver. Una lamentable exageración).
Los camaradas del matiz gonzalista, erróneamente juzgan que criticar esa desviación idólatra, contraria al materialismo histórico y al marxismo leninismo maoísmo, es desconocer el papel de los dirigentes y evaden la discusión de fondo saliéndose por la tangente con el facilismo de equiparar la crítica marxista con la crítica revisionista del culto a la personalidad de Stalin.
Igualmente, los autores de la Carta Abierta muestran que el GCR, los jefes del GCR diríamos nosotros, no tienen una sola idea propia: no tienen un Programa, no tienen Estrategia alguna y carecen de Táctica. Todo depende de lo que diga Avakian y del desarrollo de la supuesta revolución que él dirigirá en Estados Unidos. El avakianismo esconde el nacionalismo y pone a depender la revolución mundial de lo que ocurra en Estados Unidos. El GCR es una demostración vergonzosa de tan errónea teoría.
Así mismo la Carta toca asuntos candentes como la valoración de la experiencia histórica advirtiendo que la “nueva síntesis” la desecha sembrando la idea de que las revoluciones proletarias en el Siglo XX no fueron “revoluciones verdaderamente emancipadoras”, como sí las hará la “nueva síntesis”.
R.O. La relación entre jefes-Partido-Masas por ejemplo es bien importante; ¿qué elementos aporta esta comunicación en este tema?
S.P. Con su crítica, los camaradas defienden el materialismo dialéctico e histórico de Marx, Engels, Lenin, Stalin y Mao, desnudando el cambio ocurrido en el Partido de Estados Unidos frente al problema, citándolo textualmente, cuando criticaba la incorrecta posición del Partido Comunista del Perú – PCP frente al camarada Gonzalo al situarlo por encima del Partido.
A ese propósito vale la pena un paréntesis y es la “Crítica a la Carta Abierta” de un Anónimo publicada en el blog Dazibao Rojo, en la que se manifiesta a dónde conduce la idolatría. Quien escribe la “crítica” se pronuncia iracundo por cuanto, según él:
En esta carta, si bien se denuncia el exacerbado culto al líder practicado por Bob Avakian. También se ataca descaradamente a la guerra popular en el Perú. En esta carta se dice que la guerra popular ha sido derrotada, que la tesis de la jefatura del PCP eleva al Presidente Gonzalo por encima del partido y por esa razón, al ser capturado, se dio por perdida la guerra popular”.
Y a renglón seguido se despacha con infundios alegando que los camaradas de la Carta Abierta comparan a Avakian con Gonzalo, cuando en ningún momento la Carta Abierta se refiere a la obra de Gonzalo sino a un hecho exacto e histórico: la captura de Gonzalo contribuyó junto a otros factores para que se diera la pérdida de la GP en dicho país”. Es un hecho que amparados en la exageración al papel del camarada Gonzalo otorgado en el PCP, varios de sus dirigentes abogaron por las “Cartas de Paz”, pues según decían, “sin liderato, la Guerra Popular no puede seguir desarrollándose”. Tal fue la conclusión de la Línea Oportunista de Derecha – LOD en el propio seno del PCP y que condujo a la situación de la cual aún no se recupera.
Pero volviendo al tema que nos ocupa, los camaradas critican con acierto que la figura de Avakian haya llegado “al punto de ser entronado como eje central de la política del PCR, EU” y su idea según la cual “[…] BA es mayor que el Partido, y este carácter de ‘mayor que’ es el aspecto principal de la relación’”.
Los camaradas del Partido Comunista de la India (maoísta) en la Carta abierta al Partido Comunista de Nepal Unificado (Maoísta) en julio del 2009 se refirieron a esto en los siguientes términos:
“La ‘lucha contra el dogmatismo’ se ha convertido en una frase de moda entre muchos revolucionarios maoístas. Hablan de desechar los ‘anticuados’ principios de Lenin y de Mao y desarrollar el MLM a las ‘nuevas condiciones’ que supuestamente han surgido en el mundo del siglo XXI. Algunos de ellos describen su esfuerzo como ‘enriquecer y desarrollar’ el MLM como un nuevo camino o pensamiento, aunque esto se describe inicialmente como algo confinado a la revolución en el país en cuestión, que en ningún momento asume un ‘carácter’ universal inexorable o de ‘significación’ universal. Y en este ejercicio se glorifican e incluso deifican a los líderes individuales hasta el punto de que aparecen infalibles. Tal glorificación no ayuda en el funcionamiento colectivo de los comités del partido y del partido en conjunto pues no se cuestiona nunca esa línea que se plantea, mientras provenga del líder individual infalible. En tal situación es extremadamente difícil de parte del CC [Comité Central], sin hablar de los cuadros, luchar contra una desviación seria en la línea política ideológica, o en la estrategia y las tácticas básicas incluso cuando está absolutamente claro que van contra los intereses de la revolución. El ‘culto del individuo’ promovido en nombre del camino y del pensamiento, proporciona cierto grado de inmunidad a la desviación en la línea si emana de ese líder individual”.
Entre los comunistas se acepta que ninguna clase en la historia ha alcanzado el poder sin destacar a sus jefes políticos. Y de acuerdo con Lenin, las masas se dividen en clases, las clases generalmente están dirigidas por partidos políticos y éstos son dirigidos, por regla general, por grupos más o menos estables de las personas más autorizadas, influyentes, expertas y elegidas, personas llamadas jefes. A ello añadía el inolvidable camarada Francisco Garnica del Partido Comunista de Colombia (ml), que estos últimos dirigen al Partido a través de comités, para evitar que se imponga la dirección unipersonal. No habrá dirección justa si no hay dirección colectiva, sólo así se pueden aprovechar todas las inteligencias y aumentar la capacidad de razonamiento del Partido.
Nosotros hemos insistido en que Comités y no individuos dirigen al Partido en todas sus escalas. Sin jefes no puede triunfar la revolución proletaria, pero ellos son productos históricos que materializan la aplicación del Marxismo Leninismo Maoísmo al estudio de la realidad y la transformación del mundo, en un programa, una táctica y una organización, y no como ideas caídas del cielo a las cabezas de jefes geniales, todopoderosos e infalibles.
El culto a la personalidad es una grave desviación en el seno del Partido, promueve el idealismo en contra del materialismo; el culto a la personalidad fue criticado directamente por los Maestros del proletariado mundial: Marx, Engels, Lenin, Stalin y Mao, quienes expresaron claramente su rechazo a todo cuanto contribuyera a la postración supersticiosa ante la autoridad.
Marx al referirse a este asunto manifestaba que él y Engels habían combatido “todo cuanto contribuya a la reverencia supersticiosa ante las autoridades”, que además le causaba, decía, “repulsión hacia todo culto a la personalidad”. Lenin y Stalin combatieron también la exaltación de sus personas llegando el segundo a calificar tal práctica como “patraña de intelectual malsano”. Mao en 1947 propuso la Resolución en que el Partido prohibía “celebrar públicamente los cumpleaños de los dirigentes del partido y denominar lugares, calles o empresas con su nombre” así como posteriormente en otra donde se prohibía poner el nombre de cualquier dirigente del Partido chino (el de Mao) junto a los maestros Marx, Engels, Lenin y Stalin.
Como se puede observar la teoría marxista leninista maoísta sobre los jefes es diametralmente opuesta al culto a la personalidad de los llamados “pensamientos guías”, “caminos” y “síntesis”; esta concepción antimarxista de los jefes, en la propia experiencia del MRI se comprobó que conduce al revisionismo, al desastre de la organización comunista y a la derrota, renuncia o entrega de la revolución. De esas teorías antimarxistas se deriva además el peregrino vaticinio de que el Partido del proletariado no se podrá construir y no podrá dirigir con éxito la revolución en un país, si no cuenta con un líder genial que le dé forma y contenido nacional al Marxismo Leninismo Maoísmo.
Como justamente destacan los camaradas en su Carta Abierta: “Solamente un Partido revolucionario y no un individuo, es el que cumple con el papel de vanguardia, de dirección de la revolución”.
R.O. La primera parte está dedicada a la “La figura de Bob Avakian” ¿qué opinión le merece los elementos expuestos por los firmantes de la carta?
S.P. Los camaradas se refieren a lo expuesto anteriormente citando algunas de las boberías avakianistas como esa de que “BA es el Marx de esta época […] un líder revolucionario excepcional y poco común cuyas contribuciones teóricas han transformado y desarrollado cualitativamente la ciencia del comunismo…” Y con justeza llaman a preguntarse ¿Qué elementos se tienen en cuenta para afirmar que se ha desarrollado el comunismo?, ¿Qué criterios se toman para decir que es “poco común”?
Este problema ha sido tratado ampliamente por los Partidos de la India y Afganistán, así como por la Unión Obrera Comunista (mlm) en Colombia.
El camarada Ajith en Naxalbari No. 4 dedica un extenso artículo a Avakian mostrando lo “excepcional” de sus pretensiones hegemonistas y prácticas desleales en el Movimiento Revolucionario Internacionalista y desnudando sus excepcionales desatinos revisionistas.
Además, al referirse a la pretensión de Avakian de que se adopten sus erróneas teorías, presenta los argumentos correctos, desde el punto de vista de la teoría marxista del conocimiento, que dan pie para que en el desarrollo del marxismo se presente un salto cualitativo, como es el caso del marxismo leninismo maoísmo, al comprobarse su validez en la práctica y su aporte a la teoría general. El hecho de que el marxismo se desarrolle en distintos aspectos y en los diferentes países no implica el surgimiento de los “pensamientos” y “caminos”:
“Con esta comprensión [dice el camarada Ajith], estamos en una mejor posición para entender el error esencial en la posición sobre el Pensamiento o el Camino. Esto se extiende también a las tesis de la ‘Nueva síntesis’ del PCR, aunque se trata de una categoría completamente diferente. A pesar de que el PCP [Partido Comunista de Perú] y el PCN (maoísta) [Partido Comunista de Nepal (maoísta)] trataron el Pensamiento Gonzalo y el Camino Prachanda como principales, aún estaban siendo descritos como relevantes para los respectivos países y manteniéndose dentro del MLM. El avakianismo exige aceptación mundial e insiste en apropiarse del papel de base ideológica del MCI. Pero común a todos ellos es el intento de plantear sus éxitos parciales, las resoluciones que han identificado, como definitivas, sin una verificación completa de la práctica. Este error epistemológico subyace a tales desviaciones”.
Argumenta el camarada que la adopción de esas ideas son contrarias a la teoría marxista del conocimiento y se pregunta: “¿cómo puede un partido afirmar que un ‘Pensamiento’ ha surgido incluso antes de que su línea se ponga a prueba y se verifique? Esto contradice la teoría marxista del conocimiento y promueve algún tipo de idealismo. La insistencia de los avakianistas en que el desarrollo de la ideología no necesita la verificación de la práctica es otro ejemplo”.
Otro tanto hacen los camaradas del Partido Comunista (Maoísta) de Afganistán en sus comentarios a la Declaración Internacional Conjunta de Ocho Partidos y Organizaciones Maoístas Latinoamericanos del pasado 1º de Mayo:
En este momento, reclamar una evolución adicional al marxismo-leninismo-maoísmo es infundado, ya sea que estas afirmaciones sean del revisionismo del "Camino Prachanda" y la "Nueva síntesis de Avakian" o del desviacionismo del "Pensamiento Gonzalo". Nuestro partido siempre ha enfatizado que las aserciones prematuras como “Pensamiento Gonzalo, Camino Prachanda y Nueva Síntesis de Avakian” son históricamente responsables del colapso del MRI. La Nueva Síntesis de Avakian al nivel del revisionismo post-MLM lleva la carga principal, el Camino Prachanda en un nivel del revisionismo de Prachanda es secundario, y el Pensamiento de Gonzalo es la tercera desviación que tiene la responsabilidad histórica de este colapso…”.
Según el análisis de la Unión Obrera Comunista (mlm), publicados en las Revistas Negación de la Negación No. 4 (La ‘nueva síntesis’ de Avakian, muleta del revisionismo prachandista) y No. 5 (La lucha entre el marxismo y el oportunismo en la actualidad),  puede decirse en resumidas cuentas que lo excepcional del revisionismo de la “Nueva Síntesis” es que al renunciar a la concepción marxista de la dirección del movimiento regida por la ley dialéctica de la Negación de la Negación, termina renunciando al reconocimiento marxista del determinismo en el movimiento de la materia y haciendo una valoración derrotista y anti-obrera de la experiencia histórica en el siglo XX: de la Dictadura del Proletariado, la construcción del socialismo, el papel de Stalin y de la Internacional Comunista, sacando conclusiones esencialmente idénticas a las del trotskismo y del jrushchovismo. La teoría avakianista contra la “reificación del proletariado” significa en realidad repudiar su papel de vanguardia en la revolución y renegar de su Dictadura omnímoda en el socialismo, calificándola de “totalitarismo” y contra la cual proclama la defensa del derecho burgués al disentimiento bajo el nuevo Estado, idéntico a los reclamos Trotsky & Cía. en la URSS, de Liu Shao-chi y Teng Siao-ping en China.
Al declarar insubsistente la necesidad histórica de la Dictadura del Proletariado e insuficiente la teoría del Marxismo Leninismo Maoísmo para conocer y transformar el mundo imperialista del siglo XXI, Avakian coincide con el contenido del viejo y clásico oportunismo: bajo el rótulo de supuestas “nuevas y revolucionarias teorías”, falsificación del marxismo, mutilación de su contenido revolucionario, trueque de sus principios por teorías eclécticas, confusas y aceptables para la burguesía. Tal es la “genialidad excepcional” de quien se promueve como el “nuevo Marx”.
R.O. Sin duda el culto a la personalidad es uno de los grandes problemas de los avakianistas; eso está claro, incluso lo fue también en el caso de los defensores de Prachanda (renegado de la revolución en Nepal)… por qué no es tan claro ese culto cuando se mira el caso de Abimael Guzmán?
S.P. En mi opinión, el “Camino Prachanda” mostró su verdadera cara revisionista con la traición a la revolución y a la Guerra Popular en Nepal; por su parte, la “Nueva Síntesis” de Avakian no tiene absolutamente nada para mostrar, excepto exhibir como propias y nuevas, viejas teorías burguesas; mientras que los seguidores del “Pensamiento Gonzalo” se aferran a los avances logrados por el PCP antes de la captura del camarada Gonzalo y se inspiran en su discurso del 12 de septiembre de 1992 para defender algunas de sus teorías incorrectas, consideradas contribuciones universales al marxismo como la “guerra popular hasta el comunismo”, el “partido militarizado”, “Guerra Popular Prolongada en todos los países”, etc.
Sin lugar a dudas el camarada Gonzalo y el PCP contribuyeron en la lucha porque el Movimiento Comunista Internacional aceptara el maoísmo como un nuevo salto en la ciencia de la revolución y adoptara el marxismo leninismo maoísmo como su base ideológica. Igualmente, el poderoso avance de la Guerra Popular en el Perú iniciada en el 80 sirvió de fuente de inspiración y aprendizaje para los destacamentos del proletariado revolucionario en todos los países. Tales avances fueron atribuidos a la genialidad del camarada Gonzalo a quien los gonzalistas erigieron como la “cuarta espada” poniéndolo al lado de Marx, Lenin y Mao.
En las condiciones de la traición en Nepal y del zarpazo del revisionismo avakianista por imponerse como línea del Movimiento Comunista Internacional, era natural que tomara vuelo el “izquierdismo” cuya mejor representación es el gonzalismo. Parafraseando a Lenin, puede decirse que el “izquierdismo” es una forma de expiación de los pecados oportunistas de derecha en el movimiento comunista. No es extraño por tanto que calificara el “izquierdismo” como “enfermedad infantil del comunismo”; creo que eso es lo que ahora estamos viendo, sobre todo con los camaradas que pretenden reducir el marxismo al problema de la guerra popular.
Yendo a las causas, no solo ideológicas y políticas, sino a las causas sociales, el “izquierdismo” tiene su raíz de clase en la pequeña burguesía. En el pequeñoburgués “enfurecido” por los horrores del capitalismo pero que así como desborda entusiasmo “furioso” por la revolución en determinados momentos, también cambia con facilidad y rápidamente en apatía y sumisión. Por eso tampoco es extraño que los gonzalistas no sean un conjunto homogéneo, no solo porque en sí mismo el gonzalismo no constituye una línea coherente, sino además porque el “izquierdismo” tiene también su cara opuesta derechista, derrotista y apática; la LOD en el Perú y sus seguidores en varios países dicen ser defensores y legítimos herederos del “Pensamiento Gonzalo”. Aquí también, “uno se divide en dos”.
Resumiendo, la teoría de los “pensamientos, “caminos” y “nuevas síntesis” tienen de común la concepción idealista de la historia (la teoría de los individuos y no de las masas como los protagonistas de la historia), el método metafísico y no dialéctico (destaca unilateralmente un aspecto de la contradicción, toma la parte por el todo y viola el proceso de conocimiento), y corresponden a la posición de clase de la pequeña burguesía y no a la del proletariado (obedece al desespero y “toma atajos” pretendiendo ahorrarse el trabajo de hacer que la clase obrera y las masas se liberen a sí mismas). Es decir, son contrarios al Marxismo Leninismo Maoísmo.


Entrevista al Secretario Político de la Unión Obrera Comunista (mlm)

(Segunda parte)

Publicamos a continuación la segunda y última parte de la entrevista al secretario político de la Unión Obrera Comunista (mlm) acerca de la Carta Abierta al Grupo Comunista Revolucionario. Aprovechamos para hacer la precisión de que los camaradas no eran miembros del GCR como pudo haberse interpretado por los lectores, sino amigos cercanos de esa organización.

 R.O. ¿Cómo es eso que critican los compañeros en su Carta Abierta de que en los últimos pronunciamientos del GCR “no se habla ya de Guerra Popular, de violencia, incluso la cuestión de construir partido es reemplazada por de movimiento para la revolución”?

S.P. Es exacto. Desde hace rato, al adoptar la “nueva síntesis de Avakian”, el GCR abandonó la idea del Partido como demuestran los camaradas en la Carta Abierta, siguiéndole el rastro a los esporádicos comunicados de esa organización. Ya en septiembre de 2009, en la revista Negación de la Negación No. 4, se advertía, en cuanto a la necesidad de combatir las ideas revisionistas de la “nueva síntesis”:
“Esta tarea es necesaria además, por cuanto los seguidores de la ‘nueva síntesis’ en Colombia, el Grupo Comunista Revolucionario – GCR, en su comunicado para el Primero de Mayo de 2009, pretende ir más lejos aún que su autor, pues bajo el pretexto de no ‘aferrarse de manera religiosa a toda la experiencia anterior y a la teoría y el método asociados con ella’ termina arrojando por la borda toda la experiencia de la Dictadura del Proletariado y la construcción del socialismo, la teoría del marxismo leninismo maoísmo y su método dialéctico. Es decir, declara invalidada toda la ciencia de la revolución proletaria, tal y como lo hizo el ‘camino Prachanda’…”. (Ver, revista Negación de la Negación No. 4, La “nueva síntesis” de Avakian, muleta del revisionismo prachandista, pág. 69).
Los jefes del GCR para esa época, ya habían renunciado al marxismo revolucionario para acoger de manera religiosa, esa sí, las teorías revisionistas del “nuevo mesías”. Lo que hacen los camaradas en la Carta Abierta es mostrar cronológicamente el abandono de la terminología marxista para adjurar definitivamente de ella en el 2012.
De ahí que no sea extraño el abandono incluso del término proletariado, con mayor razón la necesidad de su propio Partido independiente y aún más de la necesidad su Dictadura de clase para poder avanzar al comunismo. Como no es de extrañar que Avakian mismo termine abjurando de la violencia revolucionaria de las masas; si ya manifestó su oposición al uso de la fuerza en su “vibrante” “nueva sociedad”, solo es cuestión de tiempo su abjuración abierta de la violencia revolucionaria para derrocar a las clases reaccionarias, pues está en la base de las concepciones humanistas burguesas que adoptaron cuando renegaron del marxismo y la lucha de clases, y decidieron abogar por “el derecho al disentimiento burgués en la sociedad socialista.
R.O. “El GCR y la ausencia de un programa actual para la revolución”. Con estas palabras subtitulan una parte de la Carta Abierta… en breves palabras, qué es y cual es la importancia de un Programa? ¿Es tan grave no tenerlo?
S.P. Por su contenido, puede decirse que el Programa es la declaración de los fines y propósitos del movimiento comunista, la expresión consciente de las fuerzas reales y las medidas prácticas, inmediatas, que se proponen realizar los comunistas. Es decir, los comunistas, utilizando la posición materialista, el método dialéctico y el punto de vista de clase del proletariado, ponen de presente el desarrollo real del movimiento económico social en el país y en la época específica en que les corresponde desarrollar la lucha, derivando de allí sus tareas.
Respecto a la importancia, el Programa concreta la base ideológica del Partido y traza las fronteras entre los distintos partidos y grupos que, como se sabe, son la expresión de las diferentes clases en la lucha política en la sociedad. El Programa recoge las concepciones y propósitos de los comunistas que los diferencian de los demás partidos y, además, como diría Engels, el Programa es “una bandera que se levanta públicamente y por la cual los de fuera juzgan al partido”.
No tener un Programa es como no tener alma. Por desgracia, en Colombia ha existido históricamente desprecio por el Programa y eso explica la falta de una discusión programática seria, excepto la llevada a cabo en el seno del Partido Comunista de Colombia (ml) en los años sesenta y principios del setenta, por la Revista Contradicción en los años noventa y por la Unión Obrera Comunista (mlm) posteriormente; la ausencia del Programa explica también en parte la confusión ideológica y la actuación errática de los revolucionarios y sus bandazos, ora a la derecha, ora a la “izquierda”.
Incluso en el Movimiento Comunista Internacional también se subestima la importancia del Programa; particularmente en el extinto MRI, parte de su base de unidad y propósitos era elaborar una Propuesta de Línea General que sirviera de base a la construcción de la Internacional Comunista, pero esa tarea nunca se realizó, ni se hicieron los esfuerzos para llevarla a cabo, se le dio más importancia al “Movimiento de Resistencia Popular Mundial” una especie de frente policlasista, que a la organización del proletariado como clase independiente; ese desprecio hace más duro superar la impotencia y la dispersión de nuestro movimiento.
Resumiendo, es tal la importancia del Programa que sin él no es posible construir el Partido ni la Internacional.
R.O. Y respecto al análisis de la realidad, la Carta Abierta es una clara crítica al dogmatismo del GCR, dogmatismo que se extiende a otras organizaciones y comunistas, ¿es tan difícil precisar cuál es el quid del asunto de esa relación entre la necesidad de conocer la realidad que queremos transformar y lo que como dicen muchos “dijo Mao” para los países oprimidos?
S.P. El problema está ligado directamente al desprecio por el Programa y a cumplir el requisito exigido por el Marxismo Leninismo Maoísmo de investigar la realidad concreta y “fruncir el entrecejo” para determinar las tareas de la revolución.
Algunos revolucionarios, como los jefes del GCR entre ellos, pretendiendo ahorrarse el trabajo de investigar el desarrollo económico social, de hacer el análisis de clase de la sociedad concreta, simplemente repiten mecánicamente las conclusiones a que llegó Mao en 1939 del estudio concienzudo de la sociedad china o han adoptado dogmáticamente las formulaciones de otros Partidos.
En el caso de los jefes del GCR adoptaron acríticamente –copiaron literalmente– el programa del PCP como se demostró en la Revista Contradicción No. 15 de noviembre de 1994 (ver El reto del Grupo Comunista Revolucionario: desechar la camisa sucia), después acogió el del Nepal y finalmente, como no puede adoptar la “Constitución” del Partido de Avakian, se quedó sin programa para Colombia.
Pero los jefes del GCR no son los únicos; lo general es que en Colombia los grupos carecen de Programa porque han acogido las tesis de otros partidos creyendo que con eso basta. Tal seguidismo dogmático, en el caso de los camaradas del que llamamos matiz gonzalista, los lleva a defender errores garrafales como, por ejemplo, tomar el término “capitalismo burocrático”, utilizado popularmente en China para denominar el capitalismo monopolista de Estado, y erigirlo en una confusa categoría (en realidad un verdadero galimatías) para argumentar que el capitalismo en los países oprimidos no es capitalismo, sino semifeudalismo que “se evoluciona” sin transformarse.
Ese dogmatismo lleva a conclusiones políticamente peligrosas como menospreciar el peso del proletariado mundial, incluso afirmar, como lo hacen notar los camaradas del Partido Comunista (maoísta) de Afganistán en Un vistazo a la Declaración Conjunta Internacional de ocho partidos y organizaciones maoístas latinoamericanos, citando una afirmación de los camaradas gonzalistas:
“Los campesinos son prácticamente la mitad de la población mundial, son la fuerza principal de la Revolución Mundial”.
Los camaradas de Afganistán hacen caer en cuenta que:
“No hay duda de que en los países bajo la dominación imperialista que son coloniales/semifeudales, o semifeudales/semicoloniales, el campesinado es la fuerza principal de la revolución, parte de la Revolución de Nueva Democracia. Pero en otros países dominados por el imperialismo, en el que el capitalismo comprador se ha vuelto dominante, en el que el semifeudalismo no es la condición dominante, el campesinado no es la fuerza principal de la revolución”.
Y agregan:
“Por lo tanto, se podría decir que el campesinado no forma la mitad de la población mundial y no está constituyendo la fuerza principal de la revolución a nivel global. Hace más de una década, los habitantes de las ciudades superaron a los habitantes en los países por primera vez en la historia de la humanidad y, sin duda, esta tendencia mundial ha continuado. Por consiguiente, actualmente el campesinado no forma la mitad de la población mundial”.
Pero no se trata únicamente de menospreciar el peso social del proletariado, la clase social que dicen defender, sino de la conclusión práctica a que conduce tan garrafal error: defender una supuesta burguesía nacional inexistente en la mayoría de los países oprimidos. Es decir, perdonarle la vida al capitalismo donde predominan estas relaciones y por consiguiente, conducir la revolución a un callejón sin salida.
Otros revolucionarios han acogido, a la chita callando, una frase pragmática y detestable de Ernesto Guevara: “hagamos la revolución y después le ponemos nombre”. Procediendo así, en palabras de Mao, en Reformemos nuestro estudio:
“… como ‘un hombre que caza gorriones con los ojos cerrados’ o como ‘un ciego que pretende coger peces a tientas’, tratar las cosas superficialmente sin penetrar en sus detalles, entregarse a una verborrea jactanciosa y contentarse con conocimientos pobres y mal asimilados: tal es el estilo de trabajo, extremadamente malo, que aún se observa entre muchos camaradas de nuestro Partido, un estilo totalmente opuesto al espíritu fundamental del marxismo-leninismo. Marx, Engels, Lenin y Stalin nos enseñan que es necesario estudiar a conciencia la situación, partiendo de la realidad objetiva y no de los deseos subjetivos. Pero muchos de nuestros camaradas actúan en forma diametralmente contraria a esta verdad”.
R.O. La valoración que se hace de las revoluciones de Rusia y China, llaman también la atención en la Carta Abierta, ¿En qué se centra el grave error tanto de Avakian como de sus seguidores en este aspecto?, sabiendo que en esas experiencias sí hubo errores.
S.P. La valoración de la experiencia del movimiento obrero y comunista internacional ha sido y sigue siendo motivo de lucha en el seno de los comunistas y sin resolver este asunto es imposible la unidad. Parte de la Línea General para la unidad del Movimiento Comunista Internacional consiste en examinar críticamente la experiencia y, sobre todo, comprender las causas más profundas de la derrota del proletariado en la URSS y China. Por consiguiente esta es una lucha legítima en el seno de los marxistas leninistas maoístas, como también es legítima la lucha en torno a la comprensión de la evolución del capitalismo imperialista en los últimos tiempos y de las tareas de los comunistas en las distintas clases de países.
Sin embargo, la cuestión con el revisionismo de la llamada “nueva síntesis”, es que al renunciar a la concepción, al método y al punto de vista del proletariado, termina haciendo una valoración derrotista y antiobrera de la experiencia histórica: de la Dictadura del Proletariado, la construcción del socialismo, el papel de Stalin y de la Internacional Comunista, sacando conclusiones esencialmente idénticas a las del trotskismo y del jrushchovismo. La teoría avakianista “contra la reificación del proletariado” significa en realidad repudiar su papel de vanguardia en la revolución y renegar de su Dictadura omnímoda en el socialismo, calificándola de “totalitarismo” y contra la cual proclama la defensa del derecho burgués al disentimiento bajo el nuevo Estado, idéntico a los reclamos de Trotsky & Cía. en la URSS, de Liu Shao-chi y Ten Siao-ping en China.
Avakian y sus secuaces insisten de manera sistemática en “no aferrarse de manera religiosa a toda la experiencia anterior y a la teoría y el método asociados con ella”. Sobre todo, llaman a renunciar a la teoría y al método asociado con la historia de nuestro movimiento; para los revisionistas post maoístas, defender el método del materialismo dialéctico, especialmente su ley de la negación de la negación o de la dirección del movimiento, es contrario a los “hechos” de la derrota de las revoluciones en la URSS y en la República Popular China; sucesos que al ser malinterpretados han sembrado la idea de que el movimiento social no tiene dirección o tendencias de desarrollo y que por tanto, una parte de la concepción dialéctica del marxismo, precisamente la que explica la dirección del movimiento, no es válida. Avakian lo afirma sin tapujos: “Esto para mi huele a predeterminación y a la noción de la esencia inmutable de las cosas... el concepto de ‘negación de la negación’ entra en antagonismo con la verdadera ley fundamental del materialismo dialéctico, la unidad de los contrarios (la contradicción)”, mutilación del marxismo que infortunadamente es compartida por algunos camaradas marxistas leninistas maoístas.
Por eso la “nueva síntesis” declara insuficiente la teoría del Marxismo Leninismo Maoísmo para conocer y transformar el mundo imperialista actual y declara insubsistente la necesidad histórica de la Dictadura del Proletariado. En esencia, las mismas conclusiones a las que llegaron los revisionistas del “Camino Prachanda” en Nepal y cuya identidad es profunda con el contenido del viejo y clásico revisionismo: con el ropaje de supuestas “nuevas y revolucionarias teorías”, cuyo cuerpo no es más que falsificación del marxismo, mutilación de su contenido revolucionario, trueque de sus principios por teorías eclécticas, confusas y aceptables para la burguesía.
Al analizar las causas de la derrota en la URSS y China, la Unión Obrera Comunista (mlm) llegó a conclusiones totalmente contrarias al revisionismo post maoísta de la “nueva síntesis”:
“Ya no basta admitir que la Dictadura del Proletariado es la piedra de toque para diferenciar entre marxismo y oportunismo, se hace necesario además admitir la necesidad de la continuación de la revolución bajo la Dictadura del Proletariado en el socialismo a través de las revoluciones culturales, y reafirmar la necesidad de sustituir la vieja máquina burocrático militar de funcionarios privilegiados y ejército permanente, por funcionarios elegibles y removibles en cualquier momento por el pueblo armado: el poder de las masas sobre el cual no exista poder alguno, ni siquiera del mismo Partido Comunista del Proletariado”.
R.O. La Carta Abierta puede haber sido recibida por los miembros del GCR como un duro golpe, es posible que esa haya sido la impresión inicial o la sensación para muchos de ellos; pero, ¿pueden esto convertirlo en algo positivo?
S.P. Por supuesto, la crítica sincera, leal y valiente tiene que llamar la atención de los compañeros revolucionarios del GCR. No están condenados a seguir trasegando en un “mar de nubes”, como diría un camarada por allá en los años 2001-2002 polemizando con sus eclécticas posiciones. Tienen una buena oportunidad para someter la “nueva síntesis” a la crítica y comprender que detrás de las frases rimbombantes sobre el “nuevo comunismo” no existe más que la reverencia religiosa a un “mesías” a quien solo puede seguirse por fe y no por convicción científica.
Seguramente, los más testarudos seguirán defendiendo lo indefendible, porque al fin de cuentas las ideas no caen del cielo y tienen sello de clase; las de Avakian corresponden al pequeño burgués desesperanzado en la clase de los proletarios y su revolución, pero que encontró en los pequeños burgueses ilustrados los forjadores de un “movimiento revolucionario” y la “salvación de la humanidad” de los horrores del capitalismo imperialista, sin tener que pasar por la odiosa para ellos, Dictadura del Proletariado. Es decir, los pequeñoburgueses sin remedio seguirán defendiendo las fantasías pequeñoburguesas. Pero lo más honrado y revolucionario de los compañeros del GCR, los comunistas de verdad, sabrán encontrar el camino correcto y decidirán, como valientemente lo hicieron los camaradas de la Carta Abierta, abrazar el marxismo revolucionario de nuestro tiempo y deslindar con esa bazofia religiosa que quiere venderse como “nueva ciencia” del comunismo.
Decía al principio de la entrevista que la Carta Abierta era muy importante e insisto en ello. En primer lugar, por el rompimiento público ya que solo así se puede forjar un movimiento comunista fuerte y un Partido firme; en segundo lugar, porque la Carta Abierta es una muestra de la crisis ideológica, política y organizativa en que se encuentra el GCR y las crisis de por sí no son malas sino que son el anuncio de grandes rompimientos y saltos en el movimiento, y esto permite darle un nuevo y gran impulso a la construcción del Partido del proletariado en Colombia; en tercer lugar, porque la Carta Abierta contribuye a la discusión en el Movimiento Comunista Internacional, la cual es necesaria para avanzar a una nueva Conferencia de los marxistas leninistas maoístas de todos los países. Todo esto es magnífico para el avance de la revolución y los comunistas no solo deben alegrarse, sino además sacarle el mejor provecho.
R.O. La lucha contra el oportunismo es fundamental para que avance la unidad del Movimiento Comunista Internacional; pero cómo saber cuál es el blanco de ataque, pues ahí estriba una de las consideraciones para que esa lucha sea efectiva y rinda frutos a menor plazo.
S.P. Por supuesto que determinar el peligro principal para la unidad de nuestro movimiento es decisivo. Nosotros, en la Propuesta de formulación de una línea para la Unidad del Movimiento Comunista Internacional afirmamos:
“La unidad internacional de los comunistas exige la derrota del revisionismo y el centrismo, en claro deslinde de campos con todo tipo de oportunismo y con el reconocimiento de la inevitable escisión entre marxistas y oportunistas; esa es la condición sine qua non para avanzar hacia el gran reagrupamiento de los comunistas, cuya unidad ideológica y política se exprese en una única Línea General, que sea sólida base de unidad para proseguir las innumerables discusiones inevitables en la lucha por transformar el mundo”.
Hemos afirmado igualmente, que el revisionismo es el peligro principal para la unidad de los marxistas leninistas maoístas en una nueva Internacional Comunista, por cuanto es oportunismo de derecha emparentado directamente con las teorías burguesas que, tras la mampara de “nuevas teorías revolucionarias”, reniegan del marxismo revolucionario, niegan las contradicciones antagónicas del capitalismo y su avanzado estado de agonía, argumentan la imposibilidad de la revolución, reniegan de la revolución violenta y la guerra popular, así como de la Dictadura del Proletariado.
Los camaradas del Partido Comunista (maoísta) de Afganistán, respecto a la desaparición del MRI afirman correctamente en el documento Un vistazo a la Declaración… citado anteriormente:
“Nuestro partido siempre ha enfatizado que las aserciones prematuras como “Pensamiento Gonzalo, Camino Prachanda y Nueva Síntesis de Avakian” son históricamente responsables del colapso del MRI. La Nueva Síntesis de Avakian al nivel del revisionismo post-MLM lleva la carga principal, el Camino Prachanda en un nivel del revisionismo de Prachanda es secundario, y el Pensamiento de Gonzalo es la tercera desviación que tiene la responsabilidad histórica de este colapso. Si bien el primer y el segundo error hicieron daño y luego continuaron con sus propios asuntos, el tercer error continúa desempeñando un papel histórico negativo e incluso estuvo detrás de la composición de una declaración internacional conjunta en celebración del Día Internacional de los Trabajadores para promover el sectarismo.
“Por lo tanto, es necesario que, junto con los principios teóricos, ideológicos y políticos basados en el MLM contra la Nueva Síntesis de Avakian y el revisionismo del Camino Prachanda, se deba librar una lucha contra la desviación que ha surgido como Pensamiento Gonzalo. El PC(M)A ya no está obligado a mantener la lucha interna, sino que considera que es totalmente necesario comenzar a llevar a cabo esa lucha a nivel internacional”.
Si se examina la Propuesta de formulación… presentada a discusión por la Unión Obrera Comunista (mlm) se puede observar que el hilo conductor de ella coincide con la apreciación de los camaradas de Afganistán, aunque los camaradas llaman desviación al “Pensamiento Gonzalo” y nosotros lo denominamos como matiz gonzalista y lo caracterizamos como una posición “izquierdista” en el seno de los comunistas.
Resumiendo, el revisionismo, el oportunismo de derecha, es el peligro principal, pero la lucha por la unidad exige también deslindar campos con las manifestaciones de oportunismo de “izquierda”.
Esto no es arbitrario tampoco, pues son varias las coincidencias entre esos dos polos opuestos como pueden advertir los camaradas que han estudiado nuestra Propuesta de formulación…, así como las propias posiciones del “Camino Prachanda”, la “Nueva Síntesis de Avakian” y el “Pensamiento Gonzalo”; solo por mencionar algunas: el desconocimiento de la ley de la negación de la negación y la pretensión de reducir la dialéctica a la contradicción, la aceptación y defensa de la teoría revisionista de los “tres mundos”, la errónea idea de que Estados Unidos es la “superpotencia hegemónica única”.
R.O. Finalmente, respecto a la enorme tarea de luchar por la unidad del MCI y de los mlm en Colombia, ¿Qué pudiera aconsejarse a los revolucionarios que han leído con atención esta entrevista y que seguro saldrán entusiasmados a releer la Carta Abierta al GCR?
S.P. Como siempre hemos defendido en la Unión, nuestro movimiento solo puede ser poderoso si está armado con una teoría de vanguardia, la cual solo es posible desarrollar apoyándose firmemente en el Marxismo Leninismo Maoísmo. Tal teoría no surge ni puede surgir de la mente iluminada de algunos individuos geniales sino de la valoración de la experiencia histórica de nuestro movimiento y del estudio concienzudo de las contradicciones en el mundo y en cada país; por tanto, es un esfuerzo común de todos los comunistas quienes deben pensar con cabeza propia y orientarse con independencia.
La lucha por el Partido y la Internacional, tarea central de los comunistas e instrumentos imprescindibles para la victoria sobre el imperialismo y la reacción, exige hoy de los comunistas, no gentes mediocres y seguidistas con mentalidad prestada, sino camaradas con mentalidad propia y desarrollada e impedir que algunos se tomen el derecho de pensar por los demás.
La existencia del proletariado como clase mundial, su concepción como una sola clase, hace que sin importar el país en el que se nazca o viva ser parte del ejército mundial de los sepultureros del capitalismo. Esto determina que sus organizaciones estén impregnadas de un profundo contenido internacionalista, generalizado en todos y cada uno de sus militantes y les plantea obligaciones concretas. La construcción del Partido y la Internacional no marchan por caminos separados sino que están interconectados e influidos mutuamente.
¿Cómo enfrentar los desafíos actuales?
Quisiera en ese propósito terminar recordando las palabras de nuestro inolvidable camarada Francisco Garnica en su histórico documento Hacia una política revolucionaria en materia de organización, por cuanto tiene plena vigencia, además de que fue hecho precisamente en los momentos del rompimiento con el revisionismo jrushchovista y sus seguidores “mamertos” en Colombia a mediados de los años sesenta del siglo pasado:
“Los bolcheviques eran conocidos por su extraordinario espíritu creador, por su audacia para destruir mitos y costumbres rutinarias en el trabajo revolucionario, por su arrojo e iniciativa para romper viejos dogmas, por su capacidad de asimilar las nuevas situaciones, utilizando nuevos métodos.
Pero no era simplemente esta franca oposición al servilismo ante las tradiciones lo que caracterizaba el método de trabajo de los bolcheviques, pues esa asombrosa capacidad de encontrar siempre la perspectiva revolucionaria se combinaba con una tenacidad en el trabajo práctico que no desmayaba en el cumplimiento de ninguna tarea por compleja y difícil que fuera, y realizaba las consignas de no hacer nada a medias, de no vacilar ante los obstáculos y de alcanzar siempre los objetivos propuestos”.

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